domingo, agosto 17, 2008

Cuadernos de viaje: Mérida (primera parte)

- Muy buenas, queridos lectores. Ya estoy de vuelta.
- Espera un momento - dice un lector de este blog -. ¿Tú no deberías estar en un autocar volviendo de Mérida?
- Pues sí, pues sí. Si lees hasta el final de este texto, entenderás por qué estoy aquí tan pronto. La verdad, fue un viaje bastante... rocambolesco. Pero empecemos por el principio:

INTRODUCCIÓN: Los preparativos
La verdad es que la idea original no era ir a Mérida. Era ir a Londres, pero al final, por una serie de cuestiones, acabamos optando por el plan B. Además, con el Festival de Teatro Clásico ahí, era una buena opción para agosto. El martes día 12 de agosto, ya teníamos Javi y yo las maletas listas para coger al día siguiente el autobús a eso de las siete de la mañana.

MIÉRCOLES 13 DE AGOSTO
La verdad es que mi reloj biológico no suele dejar que me duerma cuando tengo que salir de viaje. Normalmente, esa mañana me despierto varias horas antes de que suene el despertador. De este modo, me levanté a las cinco de la mañana, desayuné y me metí a la ducha. Cuando estaba ya duchado y empezando a vestirme, suena el teléfono. "Mala señal", pienso. En calzoncillos, lo cojo y me encuentro con la voz de Javier que me dice: "Estoy malo, no puedo ir. Otra vez será". ¿Cómo que otra vez será? El hostal y las entradas del teatro los tenemos desde abril, y los billetes de autobús desde hace casi mes y medio. Repuesto del shock, le digo: "Llama al hostal, que la reserva está a tu nombre. Diles que voy a llegar yo sólo". Así que me largo yo solo a Mérida.
Me subo al bus, me esperan diez horas de viaje. Un par de películas descatalogadas cuyos títulos no llegué a conocer (aunque sé que en una salía el viejecito de Karate Kid), un rato durmiendo, mucha música en mi mp3 y bastantes llamadas de teléfono y mensajes. Que si mi madre llama para ver cómo me va el viaje (una de las veces para despertarme), Javi para decir que está bien y coge el bus al día siguiente, luego para decir que igual va con su padre, después para decir que ya está en camino, un mensaje de Álvaro para avisar de que no va a pasar por Mérida de vuelta a Lisboa...
Total, que a las cinco de la tarde llego a Mérida y al entrar, al pasar por una rotonda, veo que han puesto un monumento a la Guardia Civil (recuerdos para los dos Robertos), que según me dijo un taxista al día siguiente, llevaba poco tiempo allí. Salgo de la estación, me subo a un taxi y le digo al conductor que me lleve a la calle Sagasta, que estoy alojado en el Hostal El Alfarero. Cuando llegamos, me fijo en que vamos por callejuelas con mala pinta (o eso me parecía a mí en ese momento, con todo el cansancio acumulado). Llego al hostal y otra movida: El coche ha dejado tirados a Javi y a su padre. No van a llegar. Entonces, trato de cambiar la habitación doble por una individual, pero no hay manera. El hostal está hasta los topes y no hay habitaciones disponibles. Me tengo que hacer cargo de una habitación doble yo solo.
Me doy una ducha para quitarme el "olor a autobús" y salgo a ver si me oriento por la ciudad. A ver qué hay a la izquierda según se sale... ¡Anda! Si eso es el pórtico del Foro de la ciudad romana. Entonces (en mi cabeza se agolpan los recuerdos de la otra vez que estuve)... más abajo tiene que estar el Templo de Diana (que por cierto, no estaba dedicado a esa diosa en concreto, sino al culto al Emperador, pero bueno). Sí, ahí está. Mola. Demos la vuelta y vayamos a la calle más grande que queda perpendicular a la calle del hostal. Mira, tiendas de recuerdos. ¿Y ésa? Se llama Mithra. ¿De qué me suena ese nombre? Claro, nos lo contaba una profesora de la Facultad, es una tienda de artesanía que está cerca del Museo... Entonces, si camino un poco más, me encuentro con... el Museo, y en la acera de enfrente, el teatro y el anfiteatro romanos. Coño. Estoy en la misma calle del Foro y del templo y a la vuelta de la esquina del Museo de Arte Romano, del teatro y del anfiteatro. Qué pasada. Mientras camino por allí, me doy cuenta de que los guiris tienen cara de eso, de guiris. La pregunta es... ¿yo también la tengo? Por dios, espero que no.
Me acerco hasta la taquilla del teatro para preguntar si puedo recuperar el dinero de la entrada que Javi ya no iba a usar. Pero nada. Las chicas (muy guapas y muy majas, por cierto) me dicen que no se admiten devoluciones, que la única opción para recuperar el dinero es que yo revenda la entrada.
Bueno, se hizo lo que se pudo. Ahora, a cenar y a descansar, que mañana hay mucho que ver.

JUEVES 14 DE AGOSTO
Después de dormir muy bien (que buena falta me hacía), me levanto, me ducho y voy a buscar dónde desayunar. En dirección al Museo, encuentro una cafetería y heladería donde ponen el café muy caliente y los croissants recién hechos, tiernos y calentitos. Mola. Voy al Museo, que está a pocos metros y me entero de que si hubiera llevado los papeles del paro me harían rebaja. Ya lo sé para la próxima.
Entro en el edificio diseñado por Rafael Moneo y me doy cuenta de una cosa. Cuando estuve allí hace años, yo estaba en COU. Ahora tengo una licenciatura en Historia, una especialidad en Arqueología y encima sacaba Matrícula de Honor en Epigrafía Romana. Y eso se nota en un sitio así. Sobre todo, para darme cuenta de que normalmente en las traducciones de las inscripciones romanas sólo ponían parte del texto y no el texto completo. Y a veces se dejaban en el tintero cosas muy interesantes. Por ejemplo, había una lápida en cuya cartela sólo ponía que estaba dedicada a una mujer. Lo que no ponía es dicha mujer era una chica de dieciocho años y que se la dedicaban unos cuantos decuriones de la Legión No-Sé-Cuántos. Se me ocurrieron varias explicaciones. Y sólo algunas eran buenas...
Por muy chulo que sea, el Museo Nacional de Arte Romano se ve en hora y media o poco más, y eso parándose en todo. Si lo ves como muchos guiris, es decir, mirando sólo una de cada cinco piezas, puedes verlo perfectamente en veinte minutos.
Salgo de allí y se me ocurre pillar un taxi para ir hasta la estación de autobús, a ver si consigo cambiar el billete para el sábado en vez de volver el domingo. Yo ya conozco la ciudad y sólo quiero ver algunas cosas concretas, de modo que no voy a necesitar tantos días. No hay problema, cambio el billete y ya puedo volver el sábado. Vuelvo al hostal caminando, para aprenderme bien el camino, y aviso de que me voy un día antes. Todo solucionado. Puff... Menos mal.
Pero aún es temprano, así que me acerco hasta la oficina de turismo, para hacerme con un plano y para que me expliquen cómo llegar a los dos sitios que me interesa visitar (la Basílica de Santa Eulalia, con sus restos romanos y tardoantiguos debajo, y el Museo de Geología y Prehistoria). Si la tía de la oficina me hubiera señalado en el callejero los sitios dibujando las líneas sobre las calles y no sobre los edificios sería más fácil de entender.
Después de comer, me acerco hasta un pequeño yacimiento musealizado que está justo en la esquina de la calle del hostal. Muy pequeño, se ve en nada. ¿Y ahora qué hago el resto de la tarde, hasta la hora de la obra de teatro? Pues desplegar el plano y buscar los sitios que quiero visitar. A ver... ¿por qué calle voy para la Basílica? Repito, si la tía hubiera dibujado los itinerarios sobre las calles y no sobre los edificios sería más fácil. ¿Por qué calle voy, por la izquierda o por la derecha? Como dijo aquél, "siempre a la derecha, menos en política". Vamos por la calle de la derecha. Nada, por aquí no hay nada, rodeemos a ver. Efectivamente, tenía que haber ido por la izquierda. Está a punto de cerrar, mañana visitaremos este sitio. Ahora, a ver si encuentro el Museo de Geología y Prehistoria (que digo yo, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?). Nada, en el plano me hizo las rayas sobre los edificios, otra vez a mirar por qué calle voy. Nada, no encuentro nada.
Bueno, ya es hora de ir a recoger las entradas del teatro y ver si puedo colocar la segunda. Primero, algún indocumentado analfabeto había puesto mis entradas en un sobre en el que mi apellido aparecía como Zolgueira, y no Folgueira, así que la chica tardó en encontrarlas. Luego, no es fácil colocar una entrada de teatro así como así. La gente, en general, pensaba que quería timarles. En particular, las tías pensaban que quería ligar. Claro, lógico, donde esté una mochilera que vete a saber cuándo se duchó por última vez que se quiten todas las lugareñas guapas y de agradable acento que salen de casa recién duchaditas. No te digo.
Voy a cenar y a descansar un rato antes de ir al teatro. Voy a ver Edipo, rey, de Sófocles. Se merece un respeto, me voy a duchar y a ponerme ropa un poco elegante, que además, esta noche es el estreno. Entro al teatro y la sensación sobrecoge. Es lo que yo llamo la "responsabilidad del historiador". Saber que donde yo estoy sentado, hace dos mil años hubo otro tío esperando para ver un espectáculo similar. Increíble. Eso sí, por muy Mérida y por muy agosto que sea, os recomiendo que si vais a ver una obra del Festival, os cojáis una chaqueta, que hace algo de rasca. Anda, mira, esta tía de la primera fila, la que está junto a la cámara de la tele, es Nieves Herrero. Qué cosas.
La obra, protagonizada por Ernesto Alterio, es increíble. Un montaje innovador para una de las mayores tragedias jamás escritas, sobre la lucha contra el destino. Alucinante. Os dejo un par de enlaces, para que sepáis de qué hablo (comentario en El País, vídeo). Al final, todo el público en pie para ovacionar a todo el equipo.
Mañana, seguiré contándoos más cosas.

jueves, agosto 07, 2008

Noticias raras

Muy buenas, queridos lectores. No sé si sabéis que en mi barrio hay una casa okupada, llamada La ReFLEXón, que se encuentra en una fábrica abandonada de colchones FLEX (de ahí el nombre de la okupación, que es un juego de palabras entre eso y la forma de decir "reflexión" en asturiano). En dicho lugar (Avenida Príncipe de Asturias, 19, Gijón) se hacen iniciativas culturales y cosas así, y resulta que una de las próximas va a ser, concretamente el miércoles día 20 de este mes a las siete de la tarde, una charla-coloquio titulada "La Transición: Mito y realidad", a cargo de dos licenciados en Historia...
Dichos licenciados somos Javier Bayón (el mismo con el que yo hice el programa de radio hace años) y yo mismo . Vale, que sí, que ni él ni yo somos expertos en el tema y que muchos de mis lectores podrían saber más de esas cosas. Pero en plan divulgativo, creo que vale tanto lo que podamos decir nosotros como lo que puedan decir otras personas (aún así, no me atrevo a colgar el texto de la charla en el blog... a lo mejor más adelante en el de Javi). De todas maneras, si sobre la Guerra Civil escriben César Vidal, que es experto en cristianismo primitivo, y Pío Moa, que no es experto en nada (que se sepa) creo que nosotros también podremos hablar de estas cosas.
Por eso, os invito a acercaros. Para los legos en la materia, prometo que no seremos demasiado técnicos ni pedantes. Para lo que sabéis más, os cederemos la palabra cuando sepamos que podéis aportar cosas de interés (que sé que algunos de vosotros podréis decir cosas muy interesantes sobre el tema).
En este enlace podéis ver la lista de las próximas actividades de los okupas, entre ellas la charla (por cierto, os advierto que está todo en asturiano, aunque supongo que se entiende bien). Sería divertido que os acercarais.
Y tenéis ya otro capítulo de Sombra y Luz... ¡Ya falta menos para el desenlace!
Por cierto, voy a estar unos pocos días de viaje, concretamente en Mérida, viendo una obra del Festival de Teatro Clásico, volviendo a ver la ciudad (estuve allí hace años) y pasando calor. Cuando vuelva, os lo contaré en forma de cuaderno de viaje.
Cuidaos.

Encantado de conocerte

¿Así que tú eres el famoso X?
¿Sabes? Me han hablado mucho de ti. Y por lo que contaban, sospechaba que no me ibas a caer bien. Y veo que no me equivocaba. Lo que no sabía es que tenías más defectos de los que yo pensaba. Y mucho más detestables.
No me importa demasiado que te apropies de lo que no es tuyo. Al fin y al cabo se trata sólo de objetos. Pero me molesta que seas un cobarde que sólo se siente bien cuando pega a una mujer. Y en este caso me molesta más porque acabas de darle una bofetada a una amiga mía. Y eso va a obligarme a tomar medidas.
Lo siento, X, pero creo que estoy obligado a partirte la cara. Y mira que me molesta mancharme las manos con escoria como tú. Pero no me queda otro remedio.
Colega, ¿serías tan amable de sujetar mi cazadora? Gracias. No es que quiera parecer un chulo quitándomela ni nada de eso, pero es que le tengo cariño. Sé que es una chaqueta vieja, pero aún así no quiero estropearla.
No te dejes engañar por mi aspecto, X, es que llevo una camisa muy amplia. Me la compré en una época en la que... ocupaba más espacio por así decir. Pero debajo de ella no estoy delgado por haber dejado de comer. Sino por el ejercicio.
Y para tu información, sólo lo hago para estar en forma, no para estar "cachas", porque no acostumbro a pelearme con nadie. Pero me temo que hoy tendré que hacer una excepción.
Y eso que cuando me levanté por la mañana estaba dispuesto a portarme bien. Pero como decía un guardia civil que conocí una vez "aunque a veces me propongo no multar a nadie, a veces me obligan a hacerlo, los hay que parece que piden a gritos que les ponga una multa". Yo, salvando las distancias, me veo en esa situación.
A veces no queda otro remedio.
¿Quién sabe? A lo mejor cuando toda esta tontería termine podemos fingir que nos caemos bien.
Incluso puede que te diga que estoy encantado de conocerte.

Espero que os guste... Y mirad el nuevo capítulo de Sombra y Luz, que ya está colgado.

viernes, agosto 01, 2008

Conociendo al enemigo

"Hay que comer de todo. De lo que gusta y de lo que no". Estas palabras las escuchaba bastante a menudo cuando era pequeño de boca, normalmente, de mi madre o de mi abuela. Y desde entonces, le he hecho bastante caso, sobre todo en lo que se refiere a mi "alimentación cultural". Quiero decir que a la hora de leer, leo de todo, y de manera que igual que me he leído tres veces Don Quijote y dos La Iliada, puedo decir que me he leído también El código Da Vinci, y lo mismo que adoro lo que escribe Gabriel García Márquez, tengo interés por echarle mano al algo que haya salido de las manos de Carlos Ruiz Zafón.
En lo que se refiere a lecturas de carácter histórico, aunque no es algo que haga tan a menudo, también intento no ceñirme sólo a una visión y conocer otras visiones de un mismo hecho. Por eso ahora estoy leyendo algo de Pío Moa, concretamente uno de los muchos libros que escribió sobre la Guerra Civil (Los mitos de la Guerra Civil). Y no tiene desperdicio.
Aparte de la evidente utilidad que tienen los libros de este tío a la hora de calzar mesas cojas, en este caso es interesante porque me ayuda a recordar algo que decía de vez en cuando un profesor de Literatura que tuvimos en la carrera (Pedro sabe a quién me refiero): "O hacemos ciencia, o hacemos literatura, o nos callamos", o sea, que o contamos hechos verídicos y hacemos ciencia (en este caso, ciencia histórica), o nos lo inventamos pero lo hacemos bien (hacemos un texto literario), o nos callamos, porque para hacerlo mal, mejor no hacer nada. Tal vez esta frase debería haberla escuchado alguna vez el señor Moa.
En su libro, este tipo, que se llama a sí mismo historiador aunque no tiene formación histórica (¿qué diría si le operara de apendicitis un fulano que se llama a sí mismo cirujano aunque no haya entrado en una Facultad de Medicina en su vida?), utiliza mal varios conceptos, critica a historiadores españoles y extranjeros consagrados y muy respetados cuando no está de acuerdo con sus teorías (Gabriel Jackson, Paul Preston, Raymond Carr, Hugh Thomas, Ian Gibson, Javier Tussel, Enrique Moradiellos, David Ruiz...), aunque sí le parecen interesantes cuando dicen cosas que sirven para refrendar más o menos sus ideas.
Otra cosa sobre el estilo de este autor, adalid de lo que se ha dado en llamar el revisionismo histórico (que se resume en "vamos a inventarnos la Historia porque la verdad no nos mola, así que vamos a intentar convencer a la peña de que Franco era muy bueno y los de la República muy malos"), es que no cita fuentes ni bibliografía. Apenas incluye notas a pie de página y no dice de dónde saca cada dato. Y qué queréis que os diga. Cuando yo redacté mi memoria de investigación de doctorado, mi tutor me obligaba a poner una nota a pie de página por cada afirmación que escribía, y siempre tenía que ser una nota que remitiera a la fuente primigenia, de manera que la falta de referencias me parece una chapuza.
Y lo que más me molesta es que presente opiniones como hechos ciertos. Eso, señor Moa, no es hacer Historia. Es hacer el idiota a base de contar sus ideas.
Por cierto, en cierta ocasión me referí a este individuo como un "terrorista cultural". Lo que yo no sabía y me enteré después, es que este fulano sí fue terrorista de verdad, fue militante y miembro fundador del GRAPO. No tiene condenas por delitos de sangre, aunque sí participó en atentados y algunas fuentes apuntan a que tal vez sea responsable de alguna muerte. No voy a entrar en eso, sus posibles delitos de sangre quedan entre él, su conciencia (suponiendo que la tenga), y la Justicia. Y esto es lo más sorprendente: de militar en organizaciones de extrema izquierda, ha pasado a justificar la dictadura. De un extremo a otro.
Sólo espero que algún día los historiadores de verdad asumamos lo que dijo el presidente del tribunal que valoró la memoria de investigación de uno de vosotros: los historiadores serios nos perdemos en grandes teorizaciones y dejamos la divulgación en manos de gente como Pío Moa.
Cuando lo asumamos, podremos divulgar para contrarrestar la influencia de las mentiras de gente de esta calaña y dejar que la Historia (la verdad, en definintva) sea lo que siempre debió ser: un patrimonio de toda la sociedad.
Y ya tenéis otro capítulo de Sombra y Luz disponible. Espero que os guste.

viernes, julio 18, 2008

Méritos acumulados

Muy buenas, queridos lectores. Hoy quería hablaros de algunas cosas relativas a esto de las oposiciones. No de los exámenes, que por cierto me dejaron un sabor de boca relativamente bueno, sino de la baremación de los méritos.
Estamos en un proceso de selección que se hace por concurso-oposición, y eso significa que los méritos derivados de experiencia y de formación tienen un papel determinante en la definitiva formación de las listas de interinos, sustitutos, o como se llamen (nos llamemos) en cada Comunidad Autónoma. A mis 27 años todavía no he tenido posibilidad de trabajar como profesor, luego no tengo méritos por experiencia. Mis méritos se limitan a la formación y al cajón de sastre llamado "Otros Méritos", que, id vosotros a saber por qué, tiene al final un peso bastante considerable en la formación de las listas de interinos de Asturias.
Vaya por delante que en lo que a méritos se refiere, me considero un privilegiado, porque en formación tengo más que la mayoría de la gente de mi edad. Pero precisamente por eso, me repatea que me racaneen en el apartado de "Otros Méritos". Porque en ese apartado, de dos puntos posibles, sólo me reconocen medio cuando yo contaba con más de uno y medio.
Resulta que este año, se niegan sistemáticamente a reconocer los cursos de gallego que muchos opositores hicimos para presentarnos en Galicia. Sé que ahora diréis que en Asturias no deberían contarlos, pero si hay un apartado dentro de "Otros méritos" relacionado con los cursos de otras especialidades, será porque nos van a contar todo cuanto podamos aportar, aunque sea de cocina creativa (por cierto, id al occidente de Asturias y decidle a la gente que vive allí que habla en una variante del asturiano, a ver qué os contestan).
Pues resulta que pasé por la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de la UGT (estoy afiliado) y después de un rato de dar vueltas con las cosas, llegamos a la conclusión de que tengo base para reclamar (y como yo, varios miles de opositores más). Pero, vaya por Dios, al ir a coger el tren para volver a Gijón, pasé por delante de la Consejería de Educación y decidí entrar para ver si algún funcionario me arreglaba las dudas de manera más segura. Entonces me encontré con la típica funcionaria pagada de sí misma y super inteligente de la muerte con la que mantuve la siguiente e interesante conversación:
YO: Hola, buenos días, me gustaría saber si tengo base real para reclamar estos méritos de mi baremación.
ELLA: ¿Qué cursos son?
YO: Unos cursos de gallego que deberían entrar en el apartado 3.1.2 de la baremación.
ELLA: ¿Cómo eran los certificados?
YO: En la inscripción los mandé en gallego, pero...
ELLA: No, no, certificados que no vayan en castellano no se bareman.
YO: Pero la convocatoria no lo especifica.
ELLA (aumentando el nivel de decibelios): Pero es que yo no tengo por qué saber gallego para entenderlos.
Aquí yo podía haberle preguntado si controla mucho de lengua de signos (que sí es oficial), o si me pedirían traducido un certificado de inglés homologado por Oxford o una licenciatura obtenida en una Universidad extranjera, o incluso recordar que a colegas míos tampoco les baremaron estos cursos pese a dar los certificados en castellano, pero preferí seguir por estos derroteros:
YO: Lo sé. Pero es que la convocatoria no especificaba que los certificados tuvieran que ir en castellano.
ELLA: Eso se da por supuesto.
YO: ¿Tengo que saber qué da por supuesto el que redacta la convocatoria? - me mira mal y añado - De hecho, en otras convocatorias de otras comunidades se especifica que sólo se bareman los méritos alegados en castellano.
ELLA: Pues aquí es así.
YO: Vale. ¿Y si en la reclamación incluyo los certificados traducidos?
ELLA: A ver. Enséñamelos.
Se los doy y me suelta:
ELLA: No, no, esto no vale - mi cara se vuelve de póker por momentos y añade - . Esto no está homologado por ningún poder público con competencias educativas.
YO: ¿La Xunta de Galicia no tiene competencias educativas?
ELLA: No, las competencias las tiene la Consejería de Educación.
Nota del autor: Y digo yo, ¿las Consejerías no dependen de los Gobiernos? ¿A los Consejeros no los nombran los Presidentes? Y además, lo gordo es que, según la lógica de esta tía, las Universidades tampoco deberían tener competencias educativas, puesto que ahora ya no dependen del Ministerio de Educación. Pero bueno.
La cosa siguió todavía durante unos minutos en los cuales la conversación parecía sacada de un chiste de Gila y ella hacía cada vez más gala de su estulticia, mientras yo intentaba hacerle ver lo absurdo del razonamiento en el que basaba su negativa, hasta que me fui de allí aburrido porque la torda en cuestión no acababa de enterarse de la movida. Pero entoces vi la luz:
- Aceptando la lógica de esta pava, si los Gobiernos Autonómicos no tienen competencias en materia educativa, supongo que tampoco las tienen en ninguna otra materia. De aquí se deduce que los Gobiernos son inútiles e inoperantes. Entoces, ¿para qué los votamos?
- Según toda la lógica de la chorba esta, las Consejerías no dependen de ningún Gobierno, son entes autónomos y autogestionados, y los Consejeros nacen por generación espontánea y no rinden cuentas más que ante la Historia.
Forzando un poco más el razonamiento y llevando este absurdo hasta el límite, podemos acabar diciendo que la tía que me atendió no era una funcionaria, sino una voluntaria del Colectivo Autogestionado Consejería de Educación, y que en sus ratos libres hace malabares con mazas. El edificio de la Consejería no es un edificio público, sino una casa ocupada; los funcionarios (perdón, los voluntarios) que están fumando a la puerta no fuman precisamente tabaco; y el policía de la puerta no es tal, sino un anarquista perro-flauta.
Lo que hay que ver.
Por cierto, entrad en mi otro blog, que ya hay capítulo nuevo.

martes, julio 15, 2008

Metal a la orilla del mar

Muy buenas, queridos lectores. Después de los "fastos" debidos al texto número cien de este blog, y después de haber colgado un nuevo capítulo de Sombra y Luz en el otro, vuelvo otra vez a la acción en éste. Y hoy me gustaría hablaros del concierto que dieron Avalanch el pasado sábado día 12 de julio en la Semana Negra de Gijón, que este año se celebró en la playa de Poniente. Y cuando digo que se celebró allí, lo digo con todas las consecuencias en lo que se refiere al concierto: el escenario estaba montado en la arena y el público también tenía que estar allí.
Si he de ser sincero, Avalanch nunca fueron mi grupo favorito, y mucho menos desde que abandonaron la senda del Power Metal para adentrarse por caminos más progresivos, pero aún así, valía la pena ir a verlos, por un lado porque estamos hablando del único concierto verdaderamente interesante que se ha programado para este verano en Gijón, y por otro lado porque además, el grupo iba a aprovechar para grabar un disco y un dvd en directo, lo cual siempre asegura un repertorio interesante (por cierto, cuando grabaron el anterior disco en directo, el genial Días de Gloria, del año 2000, yo también estaba viéndolos).
El concierto se inició puntualmente a las diez de la noche (aunque habría que aclarar que todavía no había anochecido... la primera vez en mi vida que voy a un concierto que empieza de día), con unos Avalanch potentísimos que salían a matar y a morir. Pero debo decir que yo iba con los deberes sin hacer, así que no pude apreciar en su justa medida los primeros temas del concierto, "Ángel de la muerte", "Otra vida" y "Hoy he vuelto a recordar", de su más nuevo plástico Muerte y vida. Pero el primer recuerdo de su época Power, "Delirios de grandeza", hizo que los de la vieja guardia empezáramos a meternos en el concierto. La actuación se basó en temas de sus últimos discos, y así sonaron "Niño", la estupenda "Papel roto", "Aprendiendo a perder", "Alas de cristal"... antes de hacer otro guiño a los viejos tiempos con "Juego Cruel", tema con el que Ramón Lage (cantante) demostró que está a la altura también en los temas más antiguos.
Recordando que estamos en Asturias, Alberto Rionda, guitarrista y verdadero líder de Avalanch, atacó en solitario la tradicional "Santa Bárbara" en plan instrumental, pero no pudo evitar que el público cantara la canción dedicada a la patrona de los mineros. Después de este momento tan intimista, atacaron "La cara oculta de la luna", la genial "Aún respiro", "Semilla de rencor" (¿tal vez dedicada a su antiguo cantante, Víctor García, hoy en WarCry?) y las recientes "Quién soy", "Caminar sobre agua" y "Pies de barro".
La preciosa "Alborada" sirvió para iniciar unos bises muy largos, en los que sonaron también "Lucero" (una de mis favoritas de esta nueva etapa de Avalanch), y los últimos guiños al pasado, que fueron "Xana" (para quienes leéis desde fuera de Asturias: las xanas son unas ninfas de las aguas propias de la mitología asturiana, y suelen vincularse a fuentes, ríos y esas cosas) y la inesperada "Torquemada" (que alguien me corrija si me equivoco: ¿ésta no la había escrito Víctor García, cantante con el que la relación es, como mínimo, tensa?). "Sombras y ceniza", "La prisión de marfil" y "Lágrimas negras" fueron las canciones elegidas para terminar el recital, que al final duró dos horas y media.
El concierto fue genial, el grupo estuvo muy compenetrado y lo dio todo sobre el escenario, el público se entregó (nos entregamos) como bestias, el sonido fue brutal y todo salió perfecto. Los músicos son espléndidos, sobre todo Alberto Rionda, que, a pesar de que me cae fatal, debo reconocer que es un maestro de las seis cuerdas. El cantante, Ramón Lage, demuestra que puede enfrentarse a todos los retos que supone una grabación en directo. El segundo guitarra, Dany León, cumple a la perfección su papel de "escudero" de Rionda y se compenetra con él de manera espectacular. El bajista Fran Fidalgo y el batería Marco Álvarez cumplieron con contundencia su labor en la parte rítmica, y el teclista Mario Fueyo, más conocido como Dark la Eme (sobre todo cuando ejerce de rapero) se adaptó perfectamente al sonido del grupo, supliendo de maravilla a Roberto Junquera, que en enero había anunciado su marcha del grupo de manera temporal. En resumen, un concierto genial y una buena manera de disfrutar en la noche del sábado. Si hubiera que buscarle alguna pega, sería la falta de la canción "Pelayo", que algunos esperamos hasta el final del concierto (de hecho, yo hubiera apostado a que iba a ser la última, porque me parecía que, siendo asturianos, y tocando en una ciudad que tiene al susodicho Pelayo en su escudo, era lo más lógico, sobre todo teniendo en cuenta que es una de las canciones que mejor funcionan en directo). Pero bueno, no se puede tener todo.
La pena es que no pude romperme la voz como acostumbro. Eso de tener un examen oral la semana siguiente...

lunes, julio 14, 2008

Cien historias

Aquí estoy de nuevo, queridos lectores. Y esta vez no quiero contaros nada concreto. Sólo quiero recordar que esta es la centésima vez que me siento a escribir para vosotros en Que paren el mundo que me quiero bajar. Cien entradas ya. La verdad, nunca pensé que llegarían a ser tantas. Sobre todo al principio, cuando casi nadie se acercaba por este rinconcito de la blogosfera.
Cien. Un número redondo. A veces parece que todo lleva al número cien. Son los años que tiene un siglo; son los soldados que tenía bajo su mando un centurión romano; son los días que tardó Philleas Fogg en dar la vuelta al mundo, pero mal contados... Todo va a dar al número cien, je, je. Pero claro, eso mismo podríamos decir de cualquier otro número, ¿verdad? Pero por algún motivo hemos decidido celebrar sólo los números redondos. Y por eso el 100 es tan llamativo.
Vale, ahora algún desgraciado podría recordar que no siempre escribí yo, que un par de veces colgué textos ajenos. O que la primera vez que escribí lo hice para daros la bienvenida, o que otra vez lo hice para decir que iba a estar un tiempo sin escribir. Pero bueno, esto es lo que hay.
Por supuesto, esto no hubiera durado tanto tiempo si no hubiera personas ahí, al otro lado de la pantalla, leyéndome y dándome ánimos. Porque, aunque a veces diga que este blog es la voz que clama en el desierto, es mentira. Sé bien que estáis ahí y que seguís lo que escribo. Las reflexiones y las opiniones, los relatos y los comentarios, las denuncias y las recomendaciones. Las mentiras y las verdades, en definitiva.
Y nada de esto sería posible si vosotros no me recordarais que estáis ahí. Por eso, estas palabras no son para mí, ni para celebrar mis textos. Son para vosotros, porque vosotros, amigos, sois los responsables de que esto siga existiendo. Y seguirá mientras estéis ahí.
Gracias.

jueves, julio 03, 2008

Simbiosis inversa

El otro día me dio por hacer una reflexión un tanto rara y me gustaría compartirla con vosotros. Empecé a pensar en que, igual que ciertos bichejos, los humanos podemos protagonizar una suerte de simbiosis, de necesidad de algo para vivir. Las hay muy íntimas, como la que se puede sentir con una pareja. O más dañinas, cuando se necesita (o se cree necesitar) para vivir algún tipo de vicio. Pero también los grupos humanos pueden ser simbiontes de algo más... trivial. Y a veces es muy simple: Un club de fans de un grupo musical no podría existir si dicho grupo no hubiera existido, así que lo necesitan para tener una razón para existir.
Pero luego me paré a pensar y me di cuenta de una paradoja: Aunque parezca un contrasentido, a veces puede necesitarse la existencia de aquello que odiamos (o decimos odiar) para justificar nuestra existencia. Es una especie de simbiosis pero al revés. Es lo que podríamos llamar una simbiosis inversa. No lo voy a explicar con un ejemplo concreto (aunque tengo uno en la cabeza), porque puede ser políticamente incorrecto. Pero aún así, intentaré explicaros a qué me refiero:
Imaginemos a un grupo humano A, con sus características propias. Y ahora imaginemos un grupo humano B cuya característica única es su oposición al grupo A, con lo que a este grupo B lo vamos a llamar a partir de ahora Anti-A. A pesar de que los miembros de Anti-A dicen odiar a A y desear que desaparezca, consciente o inconscientemente, necesitan a A, hasta el punto de que si A desapareciera, Anti-A desaparecería también, porque habría desaparecido el único motivo de su existencia.
De esta forma, los más interesados en que A exista son, aunque no lo quieran reconocer, los miembros de Anti-A, porque su desaparición les privaría de su razón para existir.
¿Curioso, verdad? Ahora, pensad en algún ejemplo al que aplicarlo.
Y por cierto, ya tenéis otro capítulo de Sombra y Luz para que le echéis un ojo.
Y la semana que viene.... la entrada número 100.

Crítica literaria

Muy buenas, queridos lectores. Después de haber colgado ayer el primer capítulo de Sombra y Luz en el otro blog, hoy os regalo otro texto (no sé de qué os quejáis, je, je). Y hoy me gustaría hablaros de un libro que descubrí un poco por casualidad (lo recomendaron por la radio un día que estaba escuchándola distraídamente), y que me gustó mucho. Es éste:



Como veis, se titula Sicilia, invierno, y lo escribió el asturiano (de Trubia, para más señas) Ignacio Ferrando, que además es profesor de la Escuela de Escritores (tengo pensado hacer algún día un curso ahí, a ver si aprendo a escribir de una puñetera vez, je, je). Es un libro de relatos verdaderamente original e interesante, y creo que os puede gustar. Se trata de una colección de historias, varias galardonadas en distintos concursos, muy originales, con finales sorprendentes y abiertos que harán que os quedéis pensando cómo podría continuar cada una. La verdad, en varias ocasiones terminé alguno de estos relatos pensando "joder, qué bueno es el cabrón este".
Que ésa es otra: Encima, el tío escribe bien, y no sólo cuenta historias que nos hacen pensar. También están bien escritas, y es un verdadero placer leer algunas de ellas. "Trato hecho" (Premio Juan Rulfo 2007), "Estación de tránsito" (Premio de Narraciones ALSA 2006) o "Flor de bambú" (VII Premio de Narraciones Ciudad de Cádiz, año 2007) son los títulos de algunos de estos relatos, y concretamente los títulos de mis favoritos. Pero cualquiera de los once que componen el libro es muy recomendable.
Si tenéis ocasión, no dejéis de echarle mano. No os arrepentiréis.
Y dentro de un par de entradas... el texto número 100.

martes, julio 01, 2008

No soy objetivo

He de reconocerlo. En determinadas cuestiones no soy objetivo en absoluto. Así, un disco de los Rolling Stones, una película de Woody Allen, un libro de Gabriel García Márquez o un episodio de Los Simpsons no me van a parecer malos nunca. Pueden parecerme más flojos, menos logrados, menos redondos... pero malos, nunca.
Al margen de temas más o menos intelectuales y/o frikis, hay otra cosa con la que tampoco puedo (ni quiero) ser objetivo: Esas películas en las que Harrison Ford sale con barba de dos días, sombrero y un látigo en plan sadomaso.
Lo habéis adivinado: voy a hablar de las películas de Indiana Jones. Y sí: voy a hacer la crítica de la última, Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal.

En lo que se refiere a las películas, si no puedo ser objetivo es porque también me gustan. No exagero si digo que las tres originales las vi nueve veces (sí, nueve veces) cada una. Y volveré a verlas unas cuantas veces más (si levanto la mirada de la pantalla del ordenador, puedo ver los dvd con la trilogía original en una de las estanterías que tengo encima). Por eso, supongo que no es sorprendente que diga que esta última entrega de la saga también me gustó. Pero con matices.
En primer lugar, no puedo decir que sea mejor que Indiana Jones y la Última Cruzada (la primera película que vi en el cine y la que me sirvió para descubrir que amo la Historia y la Arqueología), ni mucho menos que sea mejor que la espléndida y nunca suficientemente valorada En busca del Arca Perdida. Pero aún así, es una peli entretenida, emocionante y muy divertida. Una buena forma de pasar una agradable tarde de domingo.
Desde luego, se echa de menos que los malos sean los nazis, aunque el cambio de rivales es algo lógico y necesario: Han pasado casi veinte años (la peli se ambienta en 1957) y el contexto histórico es muy distinto. Pero eso hace que algunas cosas queden un poco forzadas, porque si bien los nazis sí tenían un interés por encontrar reliquias antiguas que justifica el enfrentamiento por el Arca de la Alianza o por el Grial, no hay constancia de que los soviéticos tuvieran interés por cuestiones esotéricas más propias de Iker Jiménez y J. J. Benítez. Pero bueno, como cantaba la churri de Indiana Jones y el Templo Maldito al principio de la película, "Todo puede suceder".
Por eso no me parece mal que la película se resuelva con un final que recuerda a ciertas viejas películas de George Lucas y de Steven Spielberg que no voy a mencionar para no dar pistas que puedan reventar el final a los que todavía no la habéis visto (aunque creo que ya dije más de lo que debía... en fin, lo siento).
Un detalle que me gustó fue que el principio de la película se desarrolla en el misterioso almacén en el que se guarda el Arca de la Alianza al final de la primera peli, y que es, ni más ni menos, que la legendaria (y seguramente ficticia) Área 51. Además, me gustó mucho que en un momento dado, el Arca haga una fugaz (pero estelar, por supuesto) aparición, para regocijo de los fans acérrimos que estábamos en el cine. Y eso de que se insinúe que Indiana había participado en la (también ficticia en la realidad, claro) autopsia del extraterrestre de Roswell también me hizo mucha gracia. En definitiva, es Indy... todo es posible.
Pero sí hubo un par de detalles que eché de menos. El primero era inevitable, que faltara el doctor Marcus Brody era lógico, ya que su intérprete, el actor Denholm Elliott, falleció en 1992. Me pareció menos lógico que faltara el padre de Indiana, Henry Jones Sr. (Sean Connery), no tanto por no haber llegado a un acuerdo económico con el actor (al que sí se le ofreció participar), sino porque, para evitar tentaciones futuras, se dice que el padre de Indy había muerto. Pero vamos a ver.... ¿No habían bebido él y su hijo del Grial al final de la Última Cruzada? Entonces... ¿no deberían ser inmortales los dos?
Hombre, me hizo gracia que la chica en esta peli vuelva a ser su novia de los tiempos del Arca, Marion Ravenwood (interpretada por Karen Allen), pero ya no me gustó tanto que ésta viniera con regalo incluido. Sí, hablo del hijo de Indiana, Henry Jones III, una especie de rebelde sin causa (y sin cabeza y sin personalidad...) que me cayó como una patada en las muelas desde que lo vi aparecer intentando parecerse a Marlon Brando en Salvaje (de 1954). No sé, no puedo evitar ver esta película como un intento de mostrarnos a este personaje como el sucesor natural de Indiana (me remito a esa escena final en la que el sombrero modelo Fedora cae a sus pies, aunque luego Indy lo reclame como propio). No me extrañaría lo más mínimo que en unos pocos años lo tuviéramos intentando emular a nuestro aventurero favorito. Y eso sí que no.
Total, y resumiendo. La película está bien, es entretenida y muy recomendable para pasar un buen rato. Pero hubiera quedado mejor sin ese intento de ponernos a Shia LeBouf (o como carajo se escriba) como sucesor de Harrison Ford. Que todavía hay clases.
Y antes de que alguien pregunte, ya respondo yo: Sí, sé tocar la música de Indiana Jones con la guitarra, je, je.
Por cierto, ya queda menos para el texto número 100 de este blog... ¿Quién iba a pensar que aguantaría tanto?
Y ahora aprovecho para deciros que no dejéis de visitar mi otro blog, Sombra y Luz. Todavía no colgué el primer capítulo, pero os prometo que, si no pasa nada raro, el domingo ya lo podréis leer.

domingo, junio 29, 2008

Últimas noticias

Muy buenas, queridos lectores. Sé que dije que iba a estar un tiempo sin escribir, pero esa afirmación no sólo es falsa (esta semana voy a escribir un par de textos antes de que se me pasen las ideas), sino que además, acabo de abrir otro blog. Se titula Sombra y Luz, y en él voy ir dando a conocer por entregas un relato bastante más largo de lo habitual, a razón de un capítulo por semana. Por supuesto, eso no significa que este blog desaparezca, sino que ambos coexistirán y se complementarán, de manera que en éste seguiré escribiendo sobre lo que quiera en cada momento, inculyendo brevísimos relatos cortos, mientras que el otro blog sólo servirá para que podáis conocer ese otro relato que, normalmente, sería más difícil de leer, ya que tiene unas treinta páginas y comprendo que resulte pesado leer en la pantalla del ordenador. Por eso voy a ir colgándolo por entregas.
La presentación del proyecto y la introducción del relato ya están disponibles, y supongo que cada domingo iré colgando nuevas entregas.
Espero que os guste.
Disfrutadlo.

lunes, junio 16, 2008

Tres cositas antes de irme

Muy buenas, queridos lectores. Aquí estoy de nuevo. Quería referirme hoy a tres cosas que no tienen nada que ver entre sí, pero que me resultan interesantes, y que me ayudarán a juntar en un mismo texto varios temas clásicos en este blog.
Quería empezar comentando que Jiménez Losantos ha sido condenado por la vía penal (o sea, que tiene antecedentes) por las injurias que soltó contra Gallardón. Esa noticia me dio una gran alegría cuando la leí esta mañana. Ya era hora de que alguien le hiciera saber a ese individuo que no todo vale, y que el concepto de libertad de expresión significa precisamente eso, libertad para expresar las opiniones, ideas o pensamientos. Pero que una vez expresados, no todas las opiniones (ni ideas, ni pensamientos) son válidos ni respetables. Así que...
En segundo lugar, quería hablar de cine. Concretamente, de la película supuestamente histórica Alejandro. No me entendáis mal, la peli es entretenida, interesante, pero tiene algunos fallos que se podrían haber evitado con un poco de sentido común (que, como sabéis, es el menos común de los sentidos) y con la lectura de un par de páginas de un libro de Historia. En primer lugar, es un fallo garrafal que los padres del protagonista sean morenos y que el Jandro salga más rubio que Beckam. Pero también que se presente a Alejandro Magno como un fulano bestia y medio analfabeto (pasando de puntillas sobre el hecho de que fue discípulo de Aristóteles y mantuvo con él una relación bastante estrecha durante toda su vida), como un general irresponsable e impulsivo (algo debía de saber de estrategia si aún hoy se siguen estudiando sus campañas en las escuelas militares), como un homosexual que se casó por guardar las apariencias (cuando no sólo no era así, sino que además la homosexualidad o, mejor dicho, la bisexualidad de los hombres no estaba en absoluto mal vista entre griegos ni entre romanos). También se menciona muy de pasada su intención de crear una sociedad en la que helenos y asiáticos estuvieran asimiliados y aparece como un fulano obsesionado en ir hacia Oriente (que en la peli está continuamente intentando ir "p'allá"). Pues eso, que además, como la echaban en Antena 3 y metieron 45 minutos de publicidad (cronometrados), acabó casi a las dos de la mañana. Y entre unas cosas y otras, no me moló nada verla.
Y el tercer tema que quería mencionar es que el Sporting de Gijón ascendió ayer a Primera División. Después de diez años, después de tanta ilusión, esto trasciende lo futbolístico y es mucho más. Lo reconozco. Yo, que no suelo ejercer de aficionado, también lo vi, yo también salté con el primer gol y me emocioné con el segundo... "y pobre del que quiera quitarnos la ilusión".
Y cambiando ya totalmente de tema, tengo que deciros que este blog va a permanecer cerrado durante las próximas semanas, así que, como dije hace un año, portaos bien y no hagáis nada que yo no haría.
Un abrazo a todos.

miércoles, junio 11, 2008

¡A la huelga, camaradas!

A estas alturas de la película, todos vosotros sabéis que haría falta lobotomizarme para que yo votara al PP. Lo que algunos todavía no sabéis es que, encima, estoy afiliado a un sindicato. Eso significa que estoy bastante concienciado con los problemas laborales y cuando hay reivindicaciones de derechos, suelo apoyarlas, como ya se vio en otros textos de este blog. Y un buen motivo de reivindicación o de queja o para ciscarme en los muertos de alguien puede ser esa idea de ampliar a 65 las horas de trabajo a la semana, apoyada de manera tan entusiasta por Sarkozy y Berlusconi y que, hasta los que celebrabais con lágrimas de emoción en los ojos la victoria electoral de Sarko, tendréis que reconocer que es un paso atrás (si por estos políticos fuera, trabajaríamos 12 horas diarias por 500 euros al mes, y además, besando la bota que nos pisa).
Pero esta semana las reivindicaciones que vemos por la tele no me parecen tan justas. Me refiero, claro, a las de los camioneros. Me explico:
Para empezar, la huelga está convocada por una plataforma que sólo agrupa al 18% de los camineros de nuestro país. En segundo lugar, la mayoría son autónomos, luego esta huelga es un paro promovido no por los asalariados, sino por la patronal. A todo esto se añade que los "solidarios" camioneros ya tienen mejores precios para los carburantes (además, me asalta una duda: cuando otros trabajadores en huelga corten las autopistas y los transportistas no puedan currar, ¿se sentirán igual de solidarios?)
Añadamos a todo esto que los camioneros en huelga están agrediendo a los que quieren currar,que amenazan con el desabastecimiento, y que además señalan a la Ministra de Fomento como responsable de la muerte accidental de uno de ellos.
Y encima, por su culpa los kiwis están subiendo de precio que es una barbaridad. Y eso sí que me molesta. Hasta ahí podríamos llegar. Rediós.
Pero bueno, menos mal que la selección ganó con contundencia ayer (a ver lo que dura) y que el Sporting de Gijón ya tiene pie y medio en Primera División.

jueves, junio 05, 2008

¿Libertad para qué?

Una de las grandes cosas que tenemos en nuestra sociedad es que disfrutamos de libertades y de derechos. Sobre todo si tenemos en cuenta que en nuestro país tuvimos que soportar una dictadura bastante puñetera. Pero a veces se nos olvidan ciertas cosas en relación con los derechos y las libertades, en plan que los derechos suponen también deberes, que los derechos de unos terminan donde empiezan los de otros, o que las libertades suponen también responsabilidades.
Esto viene a colación por el juicio contra Jiménez Losantos por los insultos vertidos contra Ruiz Gallardón en su programa de radio. El locutor se escuda en la libertad de expresión, en el derecho a informar (me acabo de enterar de que este tío estaba interesado en informar, yo que pensaba que lo que quería era beneficiar a una parte muy concreta del Partido Popular) y esas cosas. Pero se le olvida que junto al derecho que él tiene de informar, está el derecho de Gallardón a no ser insultado. Y la libertad de decir lo que nos venga en gana también debería suponer que tenemos que asumir la responsabilidad de lo que decimos y las posibles consecuencias que pueda tener.
Es decir, yo puedo ser muy libre de salir a la calle a pegar gritos como un descosido, ningua ley me lo impide, pero debo asumir que pueden llegar unos simpáticos señores vestidos de blanco para llevarme a la planta de psiquiatría del hospital más cercano. O una noche puedo estar borracho como un mandril y cruzarme con un fulano cuya cara parezca un cuadro cubista; nada me impide decirle que es feo, pero debo asumir la responsabilidad de mis actos y aceptar que el tipo puede cruzarme la cara.
Pues en el caso del señor Jiménez Losantos y sus acólitos es lo mismo. No hay censura, nunca se les impidió que soltaran sus insultos en antena. Ahora deben aceptar la responsabilidad de sus actos y aceptar que aquéllos a quienes insultaban puedan reivindicar sus derechos.
Entre ellos, el derecho a no ser insultados.
Ilustrando este texto, una de las portadas alternativas de El Jueves de esta semana (número 1619)

miércoles, mayo 28, 2008

Entre sueño y ...

Me desperté sobresaltado. Había tenido un sueño inquietante. Pero no lo recordaba bien.
Me senté en la cama y me esforcé en recordar.
Sí, ahora me acordaba; había sido algo así:
Estaba en un enorme despacho, decorado con un gusto exquisito. A pesar de que tenía unos grandes ventanales y de que todavía era de día, las luces estaban encendidas. Cuando entré, un hombre impecablemente vestido se puso de pie para recibirme. Su elegante traje italiano contrastaba con mis vaqueros y mi cazadora de cuero. Me saludó llamándome por mi nombre y me tendió la mano. Se la estreché y sentí un apretón muy fuerte. Pero lo que más me llamó la atención fue que su mano estaba caliente. Muy caliente. Mucho.
Me dijo que me sentara y él hizo lo mismo, acodándose después en la imponente mesa de caoba que quedaba entre nosotros y sobre la que había un par de libros de Borges. Tenía una enigmática sonrisa que le daba un aspecto siniestro. Entonces, sin dejar de sonreir, comenzó a hablar.
- Sé lo que busca - me dijo -. Lo que siempre ha buscado, en realidad. Aquéllo por lo que lleva trabajando toda su vida - en ese momento clavó sus ojos en los míos con una intensidad tal que me hizo desviar la mirada - . Y yo puedo ofrecérselo - añadió -. Y a cambio sólo debería desprenderse de algo que, según usted, no existe.
Entonces me había despertado.
Sí, ése había sido mi sueño. Ahora me acordaba de todo.
Encendí la luz y me levanté de la cama. Caminé hasta mi escritorio y vi que sobre él había una daga antigua y un extraño pergamino. Cogí la daga y con ella hice un tajo en la palma de mi mano izquierda.
Quería que brotara la sangre con la que debía rubricar el contrato que el diablo me había dejado para que lo firmara.

martes, mayo 27, 2008

Dos cuestiones

Cría cuervos...
Últimamente hay bastante movimiento en el Partido Popular. Resulta que ahora mucha gente no cree que Rajoy sea un buen líder. Casualmente, los mismos que hasta el 9 de marzo decían que era el mejor líder posible. Dicen que de sabios es rectificar, pero en este caso no creo que sea eso.
En este caso creo que está bien claro lo que pasa. Durante cuatro años, Rajoy se dedicó a atacar al Gobierno apoyándose en el núcleo más duro y extremo de su partido. Ahora, cuando se da cuenta de que eso no sirve para ganar elecciones e intenta mostrar una imagen más cercana al centro, el mismo núcleo duro en el que se apoyaba dice que no es un buen líder porque es blando. Lo dicho. Cría cuervos...

Baila el Chiki-Chiki.
Sé que en su momento dije que no me parecía bien que el Chikilicuatre fuera a Eurovisión, pero después de lo del sábado voy a cambiar de postura. Vale que fuera cutre (que lo fue), pero sirvió para demostrar una cosa: Que somos capaces de reirnos de nosotros mismos. Y eso es bueno. Además, teniendo en cuenta las cosas que salieron por ahí, no fue lo peor. Y encima, quedó mejor que los de los últimos años. Pero claro, comparando con el que ganó, es que no hay color. No es lo mismo ir con una guitarra de plástico comprada en una tienda de chinos que con un Stradivarius.
Por otro lado, por lo que vi, todas las chicas que salieron cantando eran casi clónicas. Todas iban en plan Britney, con canciones pegadizas (como la griega) y luciendo cacha, como la ucraniana, que tenía que haber ganado. Me lo dice el corazón... y lo que no es corazón, je, je.

martes, mayo 20, 2008

Arqueología de verdad

A pesar de haber escrito un texto ayer, hoy, día en el que se cumplen cien años de la inauguración del estadio de El Molinón, voy a colgar otro. Éste, para solidarizarme con la reivindicación de mis antiguos compañeros en las lides de la Arqueología. Sí, porque resulta que las condiciones laborales, que en general no son demasiado boyantes, en Madrid ya son terribles. Así que cedo la palabra a mi compañero el "Salas" (ya lo mencioné hace algunas semanas) y dejo que sus protestas tengan un lugar en mi blog (por cierto, si entráis en este enlace, veréis por qué Indiana Jones es un arqueólogo... poco serio):




Indiana Jones en Madrid

El próximo día 22 es el estreno mundial de la nueva película de Indiana Jones. Además, llega el buen tiempo y la prensa se llena de noticias sobre Atapuerca u otros yacimientos que todo el mundo conoce. Pero lo que muy poca gente sabe son las condiciones en las que, generalmente, se practica la arqueología, esa “bonita” profesión.
El trabajo de campo se realiza todo el año, llueva o haga sol, con -5º ó 50º C. Normalmente se come caliente en verano, y frío en invierno, ya que no hay microondas, neveras, ni tan siquiera un lugar donde refugiarte si llueve, o un simple baño. Hay veces en las que tampoco se cuenta con elementos de seguridad básicos, como unos guantes. Los problemas de salud, como tendinitis, contracturas, etc, originados por las malas posturas que hay que poner para no dañar lo excavado o por el trabajo de pico, pala y carretilla durante 8 horas al día (de esto no te dicen nada en la carrera) están a la orden del día y no se reconocen como enfermedad laboral. Y todo esto, después de 5 años de universidad y un título superior con el que con suerte, ¡llegas a cobrar 1000 € mensuales!
Y todavía hay gente que dice: “que profesión más bonita, todo el día con un pincelito descubriendo dinosaurios”.

lunes, mayo 19, 2008

Un poco de música

¡¡Qué temporada más aburrida!! No hace tanto, antes de las elecciones, Mariano Rajoy se dedicaba casi cada día a insultar al Gobierno y, de paso, la inteligencia de los españoles (momentos gloriosos fueron el del "se rompe España", las manifestaciones homófobas contra la concesión de derechos a ciudadanos y las actuaciones como brazo político de la Conferencia Episcopal). Y eso me ponía los temas en bandeja, que hubo semanas en las que pude escribir varios textos. Pero desde que volvió a perder, está desaparecido. No habla. Claro, ya tiene bastante con intentar que no le crezcan los enanos en su circo. Total, que no sabía sobre qué escribir.
Pero hoy me hice con una música muy interesante, y de eso quería hablaros. Se trata de una versión cañera del Canon en Re de Pachelbel (es lo que se ha dado en llamar Rock Neoclásico). En realidad ya lo había escuchado hace un par de años, pero hasta hoy no lo tuve en mi poder.
Y el arreglo y la versión quedan de cine. Los hace un chaval de mi edad, de Taiwán, que responde al nombre de Jerry C. Este tío es un virtuoso de los que hay pocos, y la versión es alucinante (ahí os dejo el enlace del video en You Tube). Lo gracioso es que en su país no le hacían ni puñetero caso, así que, ni corto ni perezoso, grabó el video, lo colgo en You Tube, y hasta hoy. La penúltima estrella de la red.
Y por muchos año, espero.
Estuve buscando la partitura por internet y aluciné. Es impresionante. Me llevará un par de décadas aprender a tocarla la mitad de bien que este tío (si no me encontráis, estaré intentando tocarla, con los dedos enredados, je, je).
Por cierto, si entráis en esta página y buscáis "Canon Rock", podréis descargaros el tema en mp3.
Disfrutadlo.

lunes, mayo 12, 2008

El secreto

Se sentía como un vulgar mirón. Pero es que lo era. A través de la rendija de la puerta la había estado espiando. Y había descubierto su secreto.
Estaba sorprendido, pero nada más. Además la quería, y sabía que no era mala. Estaba seguro de que lo había hecho por accidente. Seguramente, pensaba, se sentiría muy culpable. "Necesita ayuda", se dijo, "esto es demasiado para una sola persona".
Decidió que él le daría esa ayuda. Quería ayudarla. Ella merecía que la ayudara. Por todas las veces que ella lo había ayudado a él.
Juntos podrían encontrar una solución. O una manera de que no se supiera.
Él quería avisarla de que no le diría nada a nadie, que sólo la ayudaría a guardar el secreto y a intentar evitar que se volviera a producir. Nadie tenía porqué enterarse de esas cosas.
¿Cuándo se lo diría? Tenía que ser cuanto antes, claro. Esta misma noche. Pero se iban a ver con todo el grupo, no habría ocasión. Aunque podría cogerla de la mano y llevarla a un lugar tranquilo. Los demás pensarían que no iban precisamente a hablar y no se harían preguntas.
Sus divagaciones cada vez eran más confusas. Pero es que él estaba cada vez más confundido.
¿Qué podía hacer? La respuesta no era fácil.
Entonces tomó la decisión. Entraría en ese mismo momento en la habitación en la que estaba ella y le diría que lo sabía todo pero que no iba a decírselo a nadie.
Y lo hizo, sin saber que ella, que aún tenía el cuchillo ensangrentado en la mano, no pensaba dejar vivo a ningún testigo de sus crímenes.

Es lo que tiene el idioma

Después de que mi blog sufriera censura por vez primera en su historia, vuelvo a la acción.
El otro día escuché por la tele una notica un poco tonta pero que me llamó la atención: Parece ser que a partir de la próxima temporada, los futbolistas y entrenadores que vayan a trabajar a equipos ingleses van a tener que aprender inglés. Los periodistas (de Cuatro o de La Sexta, no lo recuerdo bien) decían que si eso se hiciera aquí, las cosas serían muy distintas.
Porque aquí un futbolista puede perfectamente no saber ni una palabra de español. Y cobrar una millonada, claro. Y todo el mundo lo ve normal.
Cuando yo escuché la noticia recordé que para hacer cualquier otro trabajo, por simple sentido común, hay que saber español. Y si encima es en una Comunidad Autónoma con idioma propio, pues hay que aprender otro idioma más.
Todos sabéis ya mi postura sobre los futbolistas y su maravillosa vida, así que voy a dejar las reflexiones aquí y que cada uno las continúe, no vaya a ser que diga alguna impertinencia.
Pero lo de los idiomas tiene otra lectura. Ayer comentaba con algunos de vosotros tomando unas cervezas que ahora es muy habitual que un chaval llegue a la Universidad poniendo faltas de ortografía. Entonces me indigné, rediós. Me acuerdo cuando aquellas maestras del colegio que nos hacían copiar doscientas veces cada palabra que escribíamos mal, y recuerdo que gracias a ellas la última tilde que se me fue de manera consciente fue cuando tenía diez años (hubo otra con dieciocho, pero ésa fue un despiste, igual que habrá muchos en este blog).
Y ahora seguro que si decimos a los chavales de Segundo de Bachillerato (o incluso de la Universidad) que no los aprobamos por las faltas, nos buscamos la ruina.
Luego nos quejaremos.

jueves, mayo 08, 2008

Esto se hunde

Últimamente cada vez me da más miedo leer las noticias. Todo es malo: Que si un tornado en Myanmar (la Birmania de toda la vida), que si un fulano en Austria que tuvo a su hija encerrada veintitantos años para violarla, que si en Chile un volcán va a hacer erupción... Nada, que no hay buenas noticias. Pero esta semana hay varias cosas que me han llamado la atención más que el resto:
Hay varios cientos de miles de expedientes de casos penales sin ejecutar. Esto es algo endémico no sólo en la Justicia, sino también en otros servicios públicos. Educación, Sanidad... Hace falta inversión. No queda otra. No podemos tener una Justicia rápida si no hay un sistema integrado, y para eso hace falta dinero. No podemos tener una Sanidad buena si faltan médicos de familia y enfermeras. Y no podemos tener un sistema educativo que funcione si seguimos desviando fondos a los centros concertados. Es así de simple.
Luego, lo de los piratas del Odyssey. En otro momento hablaré de lo que pienso de que ciertos restos históricos estén en manos privadas. Pero en este caso lo tengo claro. Lo que hiceron esos señores se llama expolio. Por cierto... ¿os conté alguna vez que cuando detienen a una banda de expoliadores tomo vino para cenar? Pues ya os vais haciendo a la idea de mi postura.
Encima, resulta que se va a haber una crisis alimentaria. Todo por la subida de precios de los cereales, en muchos casos en relación con la producción de bíodiesel. Y todo esto, en pleno año de la patata (no es coña, miradlo).
Pero bueno, menos mal que se descifró el genoma del ornitorrinco. Eso sí que es un avance.
Un abrazo.

viernes, mayo 02, 2008

Historias de la Historia

En una fecha tan señalada como ésta y cumpliéndose como se cumple un aniversario tan redondo, una persona como yo, con mi flamante licenciatura en Historia e hijo de una licenciada en dicha disciplina, debería ser capaz de escribir algo en relación a este tema.
Pero vaya por Dios, resulta que no. No se me ocurre nada original ni divertido. Así que voy a ceñirme a la realidad histórica, que es lo que se me da mejor (aunque recordando que estoy especializado en Arqueología, y que varios lectores de este blog saben más que yo del tema).
- Tú no fuiste al instituto durante el Franquismo - me dijo mi madre esta mañana mientras por la radio escuchábamos los fastos montados en Madrid con motivo del aniversario de la Guerra de Independencia - y nunca te hablaron de "la identidad española frente al invasor".
Entonces, se inició una confrontación intelectual entre historiadores, que llevó a concluir que ni la Guerra de Independencia fue algo masivo, ni fue algo debido a una identidad nacional frente a la injerencia extranjera, ni, por supuesto, fue la mejor opción posible.
Pero independientemente de que los sublevados de Madrid, a los que tan bien representó Goya, acertaran de enemigo o se equivocaran totalmente, no podemos negar que ya tenían una personalidad histórica definida. Fueron responsables de una hazaña.
Vale que dicha hazaña al final salió como el rosario de la aurora, que sirvió para traer al trono al rey más incompetente y cenutrio de la Historia de España y que llevó a que nuestro país quedara descolgado de las corrientes de pensamiento europeas. Y que llevó incluso a que Goya se viera obligado a exiliarse después. Pero fue una hazaña, carajo.
Y lo demás son ganas de vendernos la moto.
Nota: Por cierto y cambiando de tema, si entráis en la web de la revista Medievalismo Digital, concretamente en este apartado, y vais a la página 6 igual veis algo que os resulte llamativo.

miércoles, abril 23, 2008

En un lugar de La Mancha...

Siendo hoy el día que es, el tema es bastante evidente. Hoy quería hablar del que sin duda es el mejor libro jamás escrito: Don Quijote de La Mancha. Y creedme, sé de lo que hablo. Lo he leído tres veces, y pienso leerlo algunas más. Y tampoco soy de los que dicen que es el mejor libro porque no conocen otros con los que comparar. También he leído unos cuantos más [aquí se incluía un texto sobre todo lo que llevo leído hasta el día de hoy, pero decidí no colgarlo porque era muy largo y demasiado pedante; con deciros que empezaba diciendo "Luché junto a Aquiles a las puertas de Troya..."].
Acerca de El Quijote hay un par de tópicos que a mí, personalmente, siempre me han resultado absurdos. Sobre todo porque suelen estar en boca de gente que no se lo ha leído. Por eso me gustaría empezar intentando desmentirlos.
- Es un libro aburrido. Alguien que se lo haya leído no podría nunca decir tal cosa. Es justo lo contrario, uno de los libros más divertidos que se han escrito jamás. Sólo pensemos que se trata de la historia de un tipo al que se le va la cabeza y se pone a recorrer el monte con la armadura de su bisabuelo. Es como si ahora mismo alguno de nosotros saliera a la calle con un uniforme de la guerra de Cuba. Y encima el tío se dedica a tratar de salvar a la gente, incluso cuando no lo necesitan. La gracia es que él creía que lo que había leído en las novelas de caballerías era cierto, y actuaba en consecuencia (si os dais cuenta, salvando las distancias, lo de Don Quijote viene a ser parecido a lo que se dice, aunque sea falso, sobre que jugar a ciertos juegos o escuchar determinada música provoca conductas un tanto... excéntricas).
- Es un libro difícil. Otro tópico falso. Normalmente esta afirmación se apoya en la idea de que es un libro escrito en castellano antiguo. Pero es que no es así. En castellano antiguo habla Don Quijote, porque habla como en las novelas de caballerías. Los demás personajes del libro no, hablan casi como nosotros. Sobre si es difícil, sinceramente, me parece mucho más difícil y más denso El Señor de los Anillos, que se puede tirar cinco páginas para describir la torre de un castillo. Pero lo lee mucha más gente y sin quejarse. Claro, como está de moda.
Total, que sobre este libro se dicen muchas cosas, pero no siempre se sabe lo que se dice.
Lo que sí me gustaría destacar es que al margen de si es o no un buen libro, es, sin duda, el libro que cualquiera debería leer antes de morirse. Porque muchos de los temas que trata son intemporales. Entre ellos, el de las relaciones humanas.
La relación que se establece entre Don Quijote y Sancho va mucho más allá de la típica de amo y vasallo. Al final es una relación de amistad, en la que Sancho asume muchas de las cosas que cuenta Don Quijote. Al final, Sancho ya no es la voz de la razón o del sentido común. Es la voz del que cree a quien está a su lado aunque eso suponga aceptar lo que no puede ver. Al final, Sancho es más idealista que Don Quijote. Pero sobre todo esto se han escrito ya miles de páginas, no voy a descubrir nada.
Por último, me gustaría recordar el final del libro. La muerte de Alonso Quijano. Porque el que muere es Alonso Quijano, el hombre sensato. Ya no creía que era el caballero andante, ya no pensaba que se enfrentaba a gigantes ni a hechiceros. Era el mismo tipo corriente de ese lugar de cuyo nombre no quería acordarse el autor. Por eso siempre digo que muere Alonso Quijano, pero Don Quijote no puede morir.
Porque Don Quijote es fantasía.

miércoles, abril 16, 2008

Levantando acta

La verdad es que sobran temas sobre los que escribir. El lunes, como sabéis, se conmemoró la proclamación de la II República. No escribí sobre ella porque ya lo hice los dos años anteriores. También se presento oficialmente el nuevo Gobierno. Y encima hoy es el cumpleaños del Papa.
Además, en una entrevista que le hicieron hoy en la Cadena Ser de Gijón al actor que estaba dentro del disfraz de Don Pimpón en Barrio Sésamo, muchos de los que veíamos ese programa en nuestra tierna infancia descubrimos la respuesta a una pregunta que nos tenía intrigados: ¿Qué era ese personaje, un búho, un bicho raro en general o qué? Según el actor, el disfraz se hizo a partir de fotos de él mismo, es él pero en gordo (vale, es una chorrada, pero me llamó la atención).
Pero en realidad, hoy no quiero hablar de ninguno de esos temas, sino de un libro (antes del texto de la semana que viene, que también irá sobre libros, que para eso es su día). El libro que tengo encima de mi escritorio en este momento. Concretamente éste:

Se trata de las actas de una serie de conferencias que hubo hace ahora justo tres años en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Oviedo. Supongo que Pedro recordará cómo lo arrastré a una de dichas conferencias. Este tomo fue coordinado por los tres estudiantes que organizaron las jornadas y a los que debo que llegara a mis manos, porque, muy amablemente, mis tres colegas me guardaron una copia, que llegó ayer a mis manos gracias a Valentín.
Pero no quiero hablar ni de las jornadas en sí, ni de los ocho ponentes (de los cuales sólo seis dieron los textos de sus conferencias para que se publicaran), sino de los tres organizadores, a los que yo no conozco por sus nombres, sino que para mí son Valen, el "Salas" y Nachón. Los tres estudiantes todavía sin licenciar que lucharon por sacar todo esto adelante, por conseguir que estas conferencias llenaran un vacío en la formación de los estudiantes de Historia.
Supongo que ahora que las actas ven la luz se sentirán satisfechos por el trabajo bien hecho. Y supongo que todo el esfuerzo habrá valido la pena. Y recuerdo aquellas conferencias, organizadas con entusiasmo y esfuerzo por mis amigos, que tan bien salieron. Recuerdo las ganas que demostraban a cada paso que daban. Las ganas propias de quien cree en lo que hace. De quien ama lo que hace.
Ahora que el esfuerzo de estos tres que ahora son ya arqueólogos profesionales se ha visto recompensado con este libro, no me queda otra que darles la enhorabuena por haberlo hecho posible. Y agradecerles que nos hayan dado la oportunidad de volver a disfrutar aquellas estupendas conferencias.
Un abrazo, amigos.

sábado, abril 12, 2008

Atrapados en la red (II)

El título significa que, a medida que por internet siga encontrando cosas que me llamen la atención, seguiré contándolo.
Resulta que cuando uno tiene algún momento libre, nada mejor que hacer y un ordenador con conexión a internet a mano, puede dedicarse a buscar muchas cosas, algunas normales, y otras no tanto. Por ejemplo, de vez en cuando me da por buscar información sobre los escritores que me gustan. Y así, ayer mismo, buscando información sobre Javier Marías, encontré una página en la que se califica su literatura de "estafa editorial". Después, sacando de contexto un ingente número de citas de sus obras, se dice que no escribe bien o incluso que no se le entiende (esto puede que en muchos casos sea verdad, pero sobre todo porque cada vez hay más gente que no entiende lo que lee, como, me parece a mí, el autor de dicho artículo).
Todo esto sobre Marías, Académico de la Lengua y muchas veces mencionado como un posible Nobel dentro de relativamente poco tiempo, me recuerda mucho a todos esos críticos (léase, "escritores frustrados") que se meten con todo lo que vende aunque no lo hayan leído. O que se meten con los escritores que cuentan historias, pero que luego nos venden la moto de que lo que mola ahora es el rollo del proyecto Nocilla. Que a mí, desde mi humilde opinión que comparto conmigo mismo y con mi mecanismo, me parece una puñetera mierda, porque no son más que retazos sin ánimo de contar nada. O sin capacidad para hacerlo.
Pero no siempre busco por internet cosas serias. A veces me da por buscar cosas que me gustaban hace años. Así busqué información sobre las series que veía de pequeño, ya sabéis, las que vimos todos: Los Caballeros del Zodiaco, Chicho Terremoto, El coche fantástico, El Equipo A, MacGyver (recuerdos para Patty y Shelma), Oliver y Benji... Cuando ya había buscado sobre todas las que veía, busqué también sobre las que no veía pero que sabía que existían. Y así busqué sobre Los Pitufos. Y flipé. Porque en una página encontré a un fulano que aseguraba que eran... ¡¡¡satánicos!!! Sí. Los Pitufos. Con lo majos que parecían. Especialmente llamativa es la leyenda urbana según la cual un muñeco de Papá Pitufo mató a un crío. Desde que la leí no veo igual al muñeco de Bart Simpson que tengo encima de mi escritorio. Creo que me mira mal, el jodío.
Y resulta que enlazando con esa página, encontré otra en la que se dice que en la música hay muchos grupos con mensajes subliminales de contenido satánico (todos sabemos que en el "Starway to Heaven" de Led Zeppellin los hay, pero, bueno, es que sus autores están un poco chiflados), entre ellos... ¡¡¡La Oreja de Van Gogh!!! Alucinante, colegas. Y lo más alucinante es que, según esta página, los de La Oreja de Van Gogh no sólo habrían incluido mensajes subliminales sólo escuchables si ponemos el disco al revés, sino que encima lo habrían hecho usando para ello giros propios del español latinoamericano (si no me creéis, entrad en esa página, el enlace a los artículos sobre subliminales está a la izquierda; y no tiene desperdicio).
La verdad, no sé si da risa o si da miedo.

viernes, abril 04, 2008

Menudo año

Muy buenas, queridos lectores. Hoy no tengo mucho tiempo, así que este texto tampoco va a ser demasiado largo.
Resulta que acabo de enterarme de que hoy hace exactamente cuarenta años que mataron a Martin Luther King.
Pero no es el único aniversario redondo de este año. También en 1968 fue la movida del Mayo francés. Aunque, gracias a Aznar, ya sabemos que no significó nada.
Se celebra también el centenario del nacimiento de la pensadora feminista Simone de Beauvoir, sobre la que algunas de vosotras me hicistéis largas disertaciones.
Doscientos años hace ya que se montó la Guerra de Independencia. Y por eso se publican libros de toda índole al respecto. Hasta César Vidal (que en realidad, de lo que sabe es de cristianismo primitivo) escribió algo sobre el tema; lo raro hubiera sido que no lo hiciera. Por cierto, espero con impaciencia saber si al final lo condenan a él y a otros de la COPE y El Mundo por decir que los médicos del hospital Severo Ochoa de Madrid andaban matando a la gente; a ver si los condenan y se enteran de que no todo vale.
Y el último aniversario redondo de este año son los treinta años de la Constitución. Treinta años ya, y parece que fue ayer. Si fuera persona, ya sería mileurista.
Seguid cuidándoos.

viernes, marzo 28, 2008

Algo curioso

Hace algún tiempo que no escribo nada, pero estos días estuve algo liado. Y las próximas semanas también lo voy a estar, o sea que es posible que mis próximos textos no hagan referencias a las noticias más recientes o no sean tan habituales como deberían. Precisamente, éste se refiere a una noticia que no es de las más recientes que he leído.
Concretamente, la última noticia que me llamó la atención de verdad fue una que leí la semana pasada. Unos padres pueden perder la custodia de sus hijos porque no los escolarizan, sino que les enseñan en su casa. Estos padres, que pertenecen a la Asociación para la Libre Educación, dicen que consideran que sus hijos están mejor aprendiendo en casa que en los centros educativos, que tienen un profesor de apoyo y que sus estudios están homologados por una escuela estadounidense. Claro, que eso es lo que ellos dicen.
Después de leer la noticia, busqué información sobre dicha asociación, y me encontré con algo curioso: Sus miembros no quieren que sus hijos estudien según la enseñanza reglada en nuestro país, pero exigen que la Administración educativa conceda a sus hijos los títulos correspondientes. Digo que es curioso porque significa que no aceptan el sistema, pero quieren que el sistema los acepte a ellos. No creen en el Ministerio de Educación, pero quieren que el Ministerio crea en ellos. Siguiendo su ejemplo, estoy pensando en reivindicar que se me reconozca como Licenciado en Geografía o en Historia del Arte; que seguro que leí más libros de esos temas que muchos licenciados.
Hablando en serio, esta peña me recuerda a todos esos que dicen que no votan y que los Gobiernos no sirven para nada, pero que luego hacen uso de los servicios públicos que esos inútiles Gobiernos financian. Sí, porque con todo su morro, van a hospitales públicos, piden que cuando les roban el coche lo encuentre la policía, y encima, quieren cobrar una pensión cuando lleguen a viejos. Eso sí, seguirán diciendo que el Estado no sirve para nada. Incluso conozco a uno de estos "anarquistas" que varios meses al año trabaja para una Consejería de una Comunidad Autónoma.
Lo dicho: Algo curioso.

jueves, marzo 20, 2008

Cosas que celebrar

Acaba de entrar la primavera. Además, anoche hizo tres años de algo muy importante en mi vida (ya lo sabéis, para qué dar más datos). Pero también, fijaos qué coincidiencia, anoche hizo cinco años que se inició la guerra de Irak. Supongo que por eso Bush y Aznar, esos grandes estadistas, salieron estos días hablando de dicha guerra.
El primero, el que se cree el Emperador del Mundo, justificaba la decisión de invadir Irak como una necesidad. Supongo que se refería que era una necesidad para los fabricantes de armas y para los que se forrarán reconstruyendo el país. Pero no sé si los irakíes necesitaban que se destruyera su país y se lo sumiera en el caos.
El segundo, el tipo ese del bigote, dice que la situación irakí, sin ser idílica, es buena, mejor que la anterior a la guerra. Ya. Claro. Los muertos civiles y los millones de desplazados estaban peor antes, claro.
Ahora intento recordar aquellos momentos de hace cinco años, cuando esos dos GENOCIDAS (alguien debía decirlo), junto a Blair nos intentaban convencer de la necesidad de invadir Irak. Recuerdo que hablaban de unas armas de destrucción masiva que jamás existieron (y que de haber existido, se habrían fabricado con tecnología vendida por los Estados Unidos). Recuerdo cómo se pasaron por el forro las resoluciones de la ONu. Incluso recuerdo que alguien (una mujer, creo recordar) del Gobierno de Aznar llegó a decir que sería bueno invadir porque así bajaría el petróleo. Se cubrió de gloria la tía.
A lo mejor a alguien se le ocurre pensar que si no hubiera existido la guerra de Irak, tal vez no hubiera habido un 11-M. Pero eso no lo dirán ni Bush ni Aznar. Ellos seguirán durmiendo tranquilos, creyendo que su mundo es hoy más seguro que hace cinco años.
Lástima que los demás no vivamos en el mismo mundo que ellos.

sábado, marzo 15, 2008

Atrapados en la red

Después de una campaña electoral en la que el principal partido de la oposición se dedicó a hacer campaña no a base de propuestas, sino de críticas (por ejemplo, los anuncios de las dos tías hablando o de la familia a la que echaban de su casa), o de mentiras (Aznar diciendo que el Gobierno está negociando con ETA), y con las Juventudes Populares más cómodas ridiculizando a los sordomudos que hablando de política (si queréis, os mando el e-mail que me mandó alguien de dichas Juventudes, para que flipéis un poco), por fin pasaron las elecciones. Y, a pesar del resultado, el PP, en un alarde de (falta de) capacidad de autocrítica decidió tener a Rajoy al frente. La verdad, saber eso hace que me dé una pereza atroz hablar de política. Joder... Otros cuatro años de crispación, malos modos, insultos y mentiras. Ahora sí que me bajo del mundo en la próxima parada.
Pero bueno, en realidad el tema del que quería hablar hoy no era ése. Era del poder de internet. Sí, porque ahora que todos lo usamos de manera habitual, todos sabemos lo bueno que tiene. El acceso a un torrente de información casi inagotable, accediendo incluso a material que en otras circunstancias no habríamos podido consultar (ahora estoy leyendo un texto de un politólogo anglosajón que pude mirar en una web americana). O la posibilidad de comunicarnos de manera rápida y gratuita con gente que está lejos, incluso en tiempo real. Además, claro, de esas cosas de las que no hablamos. Fijaos cómo será, que en internet pueden encontrarse incluso los desvaríos de cierto historiador bajito y patilludo con ínfulas de escritor y articulista.
Pero por internet llegan también cosas malas. Por ejemplo, internet es también el nuevo modo de recibir las antiguas cartas en cadena. La verdad, yo nunca llegué a recibir ninguna de las viejas, pero casi cada día me llegan al correo electrónico mensajes en cadena en los que me dicen que si no los reenvío rápidamente a tropecientos de mis contactos, mi vida será un infierno. O directamente se acabará, que algunos incluyen la amenaza de muerte entre sus lindezas.
Otras cosas que pululan por la red pueden ser aún más desagradables. Por ejemplo, esta semana descubrí que existe una página llamada www.tcuento.com en la que, en teoría, se pone en contacto a gente de los institutos de España. Y si me enteré de su existencia es porque en las noticias salió que se estudiaba cerrarla por las cosas que se ponían en ella. Porque, en la realidad (y yo lo he comprobado), esta página sirve para amenazar a los compañeros de clase, contar cotilleos (algunos muy cañeros) y criticar a los profesores. Pero sobre todo, lo que más abunda son los cotilleos: quién se acostó con quién, quién está embarazada... Leyendo sólo lo que ponía de mi instituto, llegué a la conclusión de que cuando yo era estudiante, las tías no hacíais esas cosas (o, por lo menos, a mí no me las hacíais). No me extraña que quieran cerrar la página. Es que es muy heavy.
Otra cosa mala que nos deja la red de redes es la última adquisición de cara al festival de Eurovisión. Si alguno de vosotros todavía no sabe quién es Rodolfo Chikilicuatre ni ha escuchado el Chiki-Chiki un par de miles de veces, es que no vive en este planeta. Resulta que el representante español fue elegido gracias al portal My Space, y al final, eligieron al más raro y friki de todos. Vale, es una broma, es un actor de Buenafuente que, seguramente, en principio quería reirse del festival. Pero coño. Ganó. Y lo peor es que va a ser el que represente a España. Hombre, tal y como está el patio, creo que, desgraciadamente, tiene más posibilidades que cualquiera de los Chayannes de medio pelo que suelen mandar otros años. Pero un poco de seriedad, por favor.
Pero lo que fue muy desconcertante fue el título del programa en el que se dijo quién iba a ser el elegido: Salvemos Eurovisión. ¿Pero es que alguien quiere salvar al más casposo de los festivales de música? ¿A alguien le importa que desaparezca y sólo sea un mal recuerdo? Que alguien conteste, por favor.
No sé. A lo mejor esta canción puede significar que en España pasamos mucho de Eurovisión y queremos mandar cualquier mierda porque nos da igual (mejor dicho, les da igual a los que votaron, que yo no voté a ningún cantante ni me planteé hacerlo). Puede que sea una estrategia para destruir Eurovisión desde dentro. O a lo mejor es la prueba de que esto está cambiando y de que Eurovisión va a ser algo muy distinto a partir de ahora. Un festival no para elegir la mejor canción de Europa, sino para reirnos de nosotros mismos y mostrar lo más friki de cada país.
Eurovisión ha muerto. Viva la Frikivisión.

viernes, marzo 07, 2008

Adiós con el corazón...

Se acercó a la pared para descolgar su título de Licenciado en Derecho. Durante un fugaz momento, su rostro se reflejó en el cristal, pero él no alcanzó a ver que su cara era un poco más vieja que ayer. No se dio cuenta de que su barba no podía ocultar las arrugas que le habían salido en los últimos meses.

Metió el cuadro con su título en la caja de cartón en la que se amontonaban las cosas que iba a llevarse de allí. Después, cogió de encima de la mesa el portafotos de plata en el que estaba una foto suya con su familia, miró la imagen y dejó todo en la caja. Mientras tanto pensaba “Con lo que yo he sido. El registrador de la propiedad más joven de España. Y ahora no puedo ni siquiera ser Presidente del Gobierno, cuando hasta el tío ese de las cejas puntiagudas puede serlo. ¿Qué hice mal?”. Entonces recapacitaba un segundo y continuaba con su reflexión “No, no hice nada mal. El error es de los españoles. No me extraña que el jefe hable mal de España cuando da conferencias en Georgetown”.

Salió del que ya no era su despacho, sin darse cuenta de que se olvidaba encima de la mesa la botella de champagne francés (nada de cava catalán, por supuesto) que había comprado para celebrar la victoria que nunca sucedió y que era, aunque él no lo sabía, de la misma marca con la que unos pocos de sus compañeros brindaban cada vez que había un atentado terrorista que restaba apoyos al Gobierno. Ya en el pasillo, escuchó cómo a través de un aparato de radio salían mensajes arcaicos de golpes de Estado y conspiraciones judeo-masónicas. Entonces se cruzó con Alberto.

“Lo siento mucho, Mariano”, dijo Alberto. “No esperábamos que esto acabara así”. Mariano le agradeció el detalle, aunque sabía que Alberto pensaba algo así como “Ahora yo me quedo a cargo del cotarro. A ver si consigo que esta pandilla de ultras ineptos vuelvan al buen camino, porque si no, no pillamos cacho ni de casualidad”.

Mariano siguió caminando por el pasillo, y se encontró con Esperanza.

“Tranquilo, Mariano”, dijo ella, “seguiremos trabajando para que esos rojos no tengan ni un minuto de descanso”. Mariano le agradeció las ganas, aunque sabía que ella pensaba “¡Qué chachi! Ahora soy yo la que va a mandar. Imagínate, la primera Presidenta del Gobierno. Cómo va a molar”.

Mariano la dejó hacer honor a su nombre y siguió caminando. Unos pasos más allá, se encontró con Eduardo.

“No te desanimes, ya verás como pronto ya te has olvidado de todo esto”, aunque en realidad pensaba “Alomojó ahora yo puedo mandar. Y si llegara a ser Presidente… entonces sí que me iba a forrar. Qué pasada”. Mientras Eduardo seguía haciendo una nueva versión del cuento de la lechera, Mariano se despidió y continuó caminando hacia la salida.

Entonces se encontró con Ángel.

“Tranquilo, Mariano”, dijo éste “Seguro que ha sido una conspiración anti-española planeada por ZP, ETA, el Grupo Prisa y… ¡y Espinete!”. A la vez que hablaba, a Ángel le iban saliendo espumarajos por la boca, y Mariano se fue de allí sin decir nada, porque sabía que su interlocutor no engañaba con lo que decía, que no intentaba ocultar lo que pensaba, principalmente porque Ángel no piensa.

Unos metros más adelante, se encontró con José Mari y con el fundador, Don Manuel. El primero lo miró como diciendo “¿Pero es que todavía sigues aquí?”, pero dijo “No te preocupes, no te merecen”, con un curioso acento que se debía a que estaba seguro de hablar otro idioma más. Don Manuel dijo algo que a Mariano le resultó ininteligible, pero que venía a ser algo así como “El problema es que no quieren que los gallegos mandemos. No sé qué pensaran que hizo algún gallego para no querernos”.

Mariano se despidió fingiendo un afecto que, en realidad, no sentía y salió a la calle mientras dentro empezaba a escucharse el sonido que hacían los cuchillos al ser afilados. Fuera estaba lloviendo. Algunas personas quisieron ir a despedirlo y a gritar “Mariano, presidente”, “Zapatero, maricón” y “El otro, pa’ León”, pero no pudieron hacerlo porque no sabían que el derrotado salía por la puerta de atrás.

Nota: Es más divertido si os lo imagináis con los personajes del Guiñol.

Nota 2: Este texto lo escribí en diciembre y lleva "enlatado" desde entonces (por eso no hay referencias al fallido "efecto Pizarro", ni al contrato de "españolidad", ni a la niña); el borrador lo guardé en Blogger el viernes, pero antes de saber lo del atentado. Después, estuve tentado de eliminar la referencia al terrorismo, aunque al final no lo hice. Espero no haber herido ninguna sensibilidad.

Million dollar presi

La gente que se agolpaba en el pabellón estaba excitada. Sabían que iban a ver un espectáculo poco habitual. Hace tiempo que las veladas de boxeo no son corrientes. Y mucho menos una como ésta. Esta noche se va a saber quién será el nuevo Campeón de España de los Pesos (muy) Pesados. El público gritaba jaleando a los dos contrincantes. Un actor conocido, recientemente galardonado, decía a quien quería escucharlo que el actual campeón iba a revalidar el título sin problemas. No muy lejos, un grupo de jovencitas gritaban al aspirante que querían ser sus niñas. Él replicaba que daba gusto verlas, que con niñas así sí que se subía la moral.
Entonces, los comentaristas, Segismundo Mamporro y Rudy Ostiázovich presentaron a los dos contrincantes:
- En el rincón de la izquierda - decía Segismundo - , con tropecientos kilos de peso, el vigente campeón, el que concede derechos sociales, el que no negocia con terroristas, el que promueve la Alianza de Civilizaciones; el León de Ferraz... ZPeitor.
El público que le apoyaba aplaudía a rabiar, mientras sus detractores lo insultaban. Entonces, Rudy, con su peculiar acento, presentó al aspirante:
- En el rincón de (cada vez más a) la derecha, con tropecientos y pico kilos de peso, el eterno aspirante, el que cuenta sus combates por derrotas, el que, con ayuda de los obispos, va a proteger a la Niña que nace en España (no a las demás, aunque vivan aquí) de los homosexuales, de los inmigrantes, de los artistas y de las asignaturas en las que se habla de Ciudadanía y Derechos Humanos; el Oso de Génova... Mariano Ultramontano.
El resultado de este apasionante combate, el domingo a última hora o el lunes a primera de la mañana.

domingo, marzo 02, 2008

Intermedio político (Viva la coherencia)

Este texto no es más que un modo de quitar el mono a mis (pocos) lectores hasta que justo antes de las elecciones cuelgue un escrito con un poco más de garra. Hasta que llegue ese momento, sólo voy a escribir unas pocas ideas para dejar mi opinión sobre la legislatura que termina.
En primer lugar, la legislatura empezó con un horrible atentado, y entonces, los que no hacían más que decir que ETA estaba acabada empezaron a decir que dicho atentado había sido cosa suya. Y mantuvieron tal idea, aun a costa de insultar a policías y magistrados, hasta hace poco.
Después, escuchamos decir que el Gobierno negociaba con ETA (y todavía esta semana volvimos a oirlo de labios de Aznar, el que sabría ser generoso con el que llamó "Movimiento de Liberación Nacional Vasco"), a pesar de los atentados y las detenciones. Pero ojo: nunca desde que estamos en democracia ha habido tan pocos muertos por acciones terroristas. Igual debería hacernos pensar, ¿no os parece?
Luego vimos a la Iglesia hacerse la víctima, cuando ninguna ley la amenaza. No sólo eso, sino que es la legislatura en la que más dinero recibieron de las arcas públicas (y eso que la Iglesia dijo hace ya casi treinta años que iba a empezar a autofinanciarse).
Ahora, oímos a la oposición, la misma que cuando gobernaba subió la edad penal, decir que van a rebajarla hasta los doce años. Claro, ya se sabe que los niños de doce años son un peligro.
Esa misma oposición, después de decir que lo del cambio climático era una patraña (con primo de Zumosol y todo), ahora dice que va a plantar 500 millones de árboles para luchar contra el cambio climático. Ahora sólo falta que nos digan dónde los vamos a meter.
Siguiendo con las propuestas ecológicas, ahora se vuelve a hablar del trasvase del Ebro, pero sin usar la palabra "trasvase". Y donde están en contra, sin mencionar nada del tema, claro (rectifico: en el segundo debate por fin se consiguió que usara la palabra "trasvase").
Y mientras tanto, el Gobierno actual no hace nada. Sólo saca leyes sociales, (Ley de Matrimonios Homosexuales, Ley de Igualdad, Ley contra la Violencia de Género, Ley de Dependencia...), hace infraestructuras (como ese AVE al que el PP no prestó atención durante ocho años), no concede beneficios penintenciarios a etarras (y a ver si todos los Gobiernos de este país pueden decir tal cosa)... Y por si fuera poco, no se preocupa de la niña.
Reflexionad y votad en conciencia. Pero con coherencia, por favor.
Ilustrando este texto, una viñeta del domingo dos de marzo en La Nueva España.