miércoles, octubre 08, 2014

Estamos arreglados

Hola a todo el mundo:
Como todos sabéis, hay una auxiliar de enfermería infectada con ébola ingresada en un hospital madrileño. Y, como siempre, nuestro (des)Gobierno no pierde la oportunidad de hacer el ridículo con este tema.
En primer lugar, porque los primeros responsables de que haya llegado aquí una enfermedad infecciosa, contagiosa, de elevada mortalidad y para la que no existe cura son ellos, que se empeñaron en traer a España a dos enfermos que pocos visos tenían de poder curarse. O sea, que trajeron la enfermedad a nuestro país poniendo en peligro a los ciudadanos, en un ejemplo claro de su irresponsabilidad y su incompetencia.
En segundo lugar, porque son ellos los que decidieron recortar en equipamiento y en formación para los profesionales.
Y en tercer lugar, porque son los que, al no dar explicaciones, están haciendo que muchas personas estén preocupadas. Porque claro, la rueda de prensa del lunes ni fue dar explicaciones ni nada que se le parezca.

Entonces, ahora que la bolsa está cayendo por esta situación, tal vez nuestro (des)Gobierno debería recordar las dimisiones que exigían allá por 2009 al Gobierno anterior por su gestión de la gripe A y actuar con la responsabilidad con la que todavía se niegan a actuar:
Ana Mato dimitiendo, porque está llevando a cabo una gestión nefasta.
Mariano Rajoy dando explicaciones a los ciudadanos sobre por qué decidió traer la enfermedad a nuestro país y, sobre todo, qué favores le debía a Ana Mato para premiarla haciéndola Ministra de Sanidad cuando está claro que el cargo le viene muy grande.

Porque al final, más que la propia enfermedad, lo verdaderamente preocupante es que sean estos inútiles los que tienen que gestionar la situación. Y es que, con ellos, estamos arreglados.

sábado, octubre 04, 2014

¡¡Qué morro!!

Muy buenas.
Hace algunos días, vi en la tele una entrevista que le hizo Risto Mejide a Pablo Iglesias. En esa conversación se dijeron cosas muy interesantes, sobre todo por parte del entrevistado, que supo responder muy bien a unas preguntas no siempre afortunadas.
No obstante, hubo un momento en el que la pregunta de Risto no fue (o no me pareció) oportuna: fue en el momento en el que le preguntó a Iglesias qué empresas había creado y a quién ha dado trabajo, como queriendo dar a entender que al no haber creado empresas (ni empleos), no podía tener una perspectiva válida.
Entonces me puse a pensar. Ya os he dicho que ni he votado a Podemos ni tengo pensado (en principio) hacerlo. Sin embargo, me caen simpáticos, y sobre todo cuando veo que se les ataca con cosas como estas. Porque resulta que se les está criticando por ser profesores o científicos y, por ello, no dar trabajo a nadie ni “crear riqueza”. Es decir, que se les critica por no hacer algo que ni es su obligación ni ha hecho buena parte de los políticos actuales, que, con suerte, antes de meterse a políticos fueron funcionarios. Otras veces ni siquiera tenían trabajos conocidos y habían desarrollado toda su vida laboral dentro de las estructuras de su partido.
Y por lo mismo, a los de Podemos se les acusa de hacer propuestas utópicas, cuando estamos viendo a diario a partidos de Gobierno que ganaron las elecciones prometiendo cosas que no podían llevar a cabo por ser irrealizables o que, pese a haber prometido cosas posibles, se obstinan en incumplirlas.
O sea, que se le pide a la gente de Podemos cosas que no se pide (ni siquiera se plantea) a los demás partidos. Vamos, es lo mismo que se hace cuando se pide a los docentes de la educación pública una formación que no tiene (ni de lejos) el Ministro del ramo.
¿No os parece que quienes hacen estas críticas tienen un morro impresionante?

miércoles, octubre 01, 2014

Estamos todos locos

Hola a todo el mundo:
Hace ya algún tiempo, probablemente casi un año, alguien me recomendó un libro, Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena. Quien me lo recomendó fue alguien a quien conocemos como Dany Jack, cantante del grupo Black Devil, y fue a la vuelta de un festival en el que había tocado su grupo. Volvíamos juntos en el autobús hacia Gijón y él me habló de que las canciones que habían tocado esa noche que no estaban en su primer disco iban a salir en el siguiente, y que la lectura de ese libro le había influido para escribir las letras de algunas de ellas.
La recomendación quedó ahí, como tantas que nos hacen cada día, uno más de esos libros que queremos leer, pero que siempre dejamos para mejor ocasión, unas veces por falta de tiempo y otras veces (la mayoría, en mi caso), porque son otros libros los que caen en nuestras manos antes. Sin embargo, desde el momento en que el disco de Black Devil cayó en mis manos y empecé a bucear en sus canciones, decidí que iba a leerlo en cuanto tuviera la más mínima oportunidad, y más después de que, cada vez que hablaba con Dany, él se ofreciera a dejármelo.
Finalmente, la semana pasada, aprovechando que tuve que bajar al centro, me dirigí a la Biblioteca Jovellanos y lo saqué. Esa misma noche, empecé a adentrarme en la historia de Alice Gould de Almenara y su misteriosa investigación en el manicomio. Poco a poco, me fui haciendo cada vez más preguntas, las mismas que subyacían en las canciones de Black Devil, según ellos mismos me dijeron cuando los entrevisté hace algunos meses: ¿Quién está más loco? ¿Nosotros o los que están encerrados en el manicomio?
Ojo, no es la primera vez que este libro sobre la locura (y la cordura) influye a un grupo de Metal. Hace ya algún tiempo, se incluyó una canción con este mismo título y temática en el disco Finisterra de Mägo de Oz. Pero creo que, en el caso de Mägo de Oz, la influencia era mucho más superficial que en el caso de Black Devil.
El libro en sí, nos cuenta, como os acabo de decir, la historia de la detective Alice Gould, que se interna “voluntariamente” en un manicomio para investigar un asesinato. A través de sus ojos, vemos la realidad de quienes viven en él, y también la realidad de quienes trabajan en el centro. Vemos como va conociendo a todas esas personas y como establece relaciones con ellas, a la vez que nos adentramos también en los entresijos de la mente de la propia Alice, mucho más misteriosa de lo que podemos pensar en un principio.
Es un libro adictivo, casi hipnótico a veces, como me comentaron (me comentasteis) algunas personas a raíz de un comentario que hice en Facebook. Una novela que rápidamente se queda entre las que más recordamos.
Sin embargo, su estilo, aunque es muy fluido, también es un estilo que delata claramente la época en la que fue escrito, lo que hace que, en ocasiones, su lenguaje resulte un poco arcaico. Además, la ideología del autor también queda muy clara por la manera en la que se refiere a algunos internos.
Al margen de eso, es una obra muy recomendable, que nos hace reflexionar y preguntarnos quién es el verdadero loco.