viernes, enero 29, 2010

Rabia y decepción

Rabia y decepción son las palabras que me vienen a la cabeza después de ver lo que ha sucedido en el occidente de Asturias esta semana. Pero vayamos por partes.
Algunos de vosotros me habéis preguntado quién es ese tal Pepe el Ferreiro a cuyo grupo de apoyo en Facebook me uní el otro día y al que mencioné incluso en la respuesta a uno de las felicitaciones de cumpleaños que recibí ayer. Pues bien, José María Naveiras Escanlar, más conocido como "Pepe el Ferreiro", es el creador y, hasta su cese el martes pasado, director del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, el mejor museo etnográfico de Asturias, uno de los más importantes del norte de España y un referente a nivel nacional. Además, fue el responsable de la primera intervención en el castro del Chao Samartín, también en Grandas (el primer yacimiento en el que yo excavé). Ahora lo destituyen porque, dicen, la suya fue una gestión "anárquica" del Museo. Lo cual no deja de ser llamativo, sobre todo porque es el único museo de Asturias que terminó 2009 con superávit en sus cuentas.
En este caso no puedo ser objetivo. Me decía una de vosotros ayer que este buen señor es una institución en el occidente de Asturias, y en la conversación salió también el tema de qué se va hacer con todas esas cosas que no fueron donadas al Museo, sino a él a título personal. Id vosotros a saber.
En este caso, repito, no puedo ser objetivo. Porque lo conozco y porque conozco su labor. Podría tirarme el rollo hablándoos de él, pero prefiero deciros cómo lo conocí y qué hizo que ahora esté incondicionalmente de su parte:
En agosto de 2001, un chavalete de veinte años, con segundo de la carrera de Historia recién terminado, llegó a Grandas para excavar en el Chao Samartín. Aconsejado por otros compañeros, antes aún de conocer el yacimiento, dicho chaval se acercó a ver el Museo Etnográfico. En su recreación de un viejo bar-tienda estaba un paisano con boina sirviendo vino a los visitantes (sin cobrarlo, por supuesto) y preguntándoles qué les parecía el pueblo. Cuando ese chaval salió de esa sala, uno de sus acompañantes le preguntó "¿Sabes con quién acabas de hablar? Es el director del Museo".
En agosto de 2004, el mismo chaval estaba excavando en el yacimiento de Grandas, y el director de la excavación le dijo "Vete al Museo a hablar con Pepe, que me tiene que dar unos libros". El chaval fue y el director del Museo, le atendió amablemente, no sin antes preguntarle de dónde era, si era la primera vez que iba a Grandas y si le gustaban el pueblo y el Museo.
En octubre de 2005, nuestro joven, ya con 24 años, fue a las IX Jornadas de Museología, y escuchó, asombrado, que uno de los ponentes citaba como un referente a nivel nacional el Museo Etnográfico de Grandas.
Y en abril de 2006, nuestro amigo volvió a Grandas para realizar el trabajo de campo para su Memoria de Investigación sobre el pueblo, y encontró la necesidad de pedir ayuda al Ferreiro, que, una vez más, le atendió amablemente, contestó a todas sus preguntas, le facilitó una cantidad de información muy superior a la que era necesaria. Y de paso, el chaval se fijó en que en el despacho del Ferreiro había muchos más libros que en los despachos de muchos profesores de la Universidad.
A estas alturas, ya sabéis que ese chaval que sirve de hilo conductor del relato es el historiador y (algo) arqueólogo bajito y de patillas que escribe estas líneas.
Lo dicho: Que siento rabia y estoy decepcionado con la Consejería de Cultura, con la Universidad de Oviedo y con la Caja de Asturias (ah, no, que ahora somos modernos y se llama Cajastur), miembros del consorcio que controlaba el Museo, por su decisión de quitarlo de en medio. Por cierto, os comunico que mucha gente está cerrando sus cuentas en Cajastur en señal de repulsa por este atropello. Yo sólo lo digo...
Y ahora me despido como él lo haría, diciendo aquello de "Haxa salú".

Bibliografía y enlaces de él, que lo mencionan o que le deben algo:

FOLGUEIRA LOMBARDERO, Pablo: El poblamiento altomedieval en el concejo de Grandas de Salime. Propuesta de investigación y primeras hipótesis, Oviedo, 2006 (Trabajo de Investigación inédito).

FOLGUEIRA LOMBARDERO, Pablo: "El poblamiento altomedieval en el concejo de Grandas de Salime (Asturias). Un acercamiento desde la Arqueología del Territorio", Arqueoweb, 11, 1 (2009).

LÓPEZ ÁLVAREZ, Joaco y GRAÑA GARCÍA, Armando: Ferrerías, mazos y fraguas en Asturias. Documentación para el estudio de la industria tradicional del hierro en el occidente de Asturias, Oviedo, Servicio de Publicaciones del Principado de Asturias, 1998.

NAVEIRAS ESCANLAR, José, LÓPEZ ÁLVAREZ, Joaco y GRAÑA GARCÍA, Armando: Guía del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, Grandas de Salime, Museo Etnográfico, 2001.

VILLA VALDÉS, Ángel: El castro de Chao Samartín (Grandas de Salime, Asturias). Guía para su interpretación y visita, Grandas de Salime, Sociedad Arqueológica Profesional, 2005.

Su blog personal.
Plataforma de apoyo.
Grupo de apoyo en Facebook.

lunes, enero 25, 2010

Vamos al lío

El pasado sábado día 23, en la Sala Otto de Gijón (curioso lugar para algo así) hubo un concierto de los que yo llamo "de currículum", o sea, de un gurpo que no me entusiasma pero que hay que ver: Y es que actuaba un importante pedazo de la Historia del Heavy español: Ñu.
A pesar de llevar casi cuarenta años en esto, no es un grupo demasiado conocido, así que cuando alguien me pregunta qué música hacen yo suelo definirlos como "Mägo de Oz con menos influencia de Iron Maiden y más influencia de Jetro Thul"; normalmente me suelen pedir más explicaciones, así que añado "Como si Mägo de Oz en vez de ser del siglo XXI fuesen un grupo de los setenta".
Por las filas de este grupo han pasado nombres tan ilustres como el patriarca Rosendo Mercado, Chiqui Mariscal, Jero Ramiro, Niko del Hierro o, en la actualidad, el legendario Manolo Arias. Eso sin olvidar, por supuesto, a su líder, el cantante y multiinstrumentista José Carlos Molina.
Llegamos a la sala y nos dimos cuenta de que el escenario estaba en un sitio poco propicio, ya que delante no cabía demasiada gente. Pero bueno, tampoco éramos tantos. Lo siguiente que vimos es que éramos los más jóvenes del lugar.
Con cierto retraso sobre la hora prevista (que ya era tardía) se subieron al escenario Molina y los suyos. Empezaron el recital con "Animales sueltos", a la que siguió "Manicomio". Molina pide que suban la luz para "vernos las caras" y porque aquello parecía "un puticlub" y atacan el clásico entre los clásicos: "No hay ningún loco". Y a pesar de que no había locos, la demencia siguió con "La granja del loco", seguida de "Títeres".
Molina suelta su flauta travesara y se cuelga una guitarra acústica con la que interpretó un tema que yo desconocía. Después siguieron con la cañera (como dijo Molina, "guerrera") "Preparan" a la que siguió un instrumental en el que se lucieron el guitarrista Manolo Arias y, sobre todo, el batería Javier Arnaiz "Bumper". Molina vuelve a coger la acústica y hacen una emotiva "Tocaba correr", seguida de otro instrumental con el que, en palabras del cantante, querían homenajear a Jetro Thul y en el que se lució el teclista Peter Mayr, sublime con ese órgano Hammond que da al grupo un sonido cercano a Deep Purple.
Está claro que la música de Ñu no es para "desfasar", sino para disfrutar de lo buenos músicos que son, así que disfrutamos igual de este largo "intermedio" instrumental (y del que vendría después, jejeje).
Lo malo de que el concierto fuera tan tarde es que la gente llegó un poco "cargada", de forma que el comportamiento de parte del público no era del todo cívico, lo que molestaba a un José Carlos Molina que ya hacía rato que demostraba pocas ganas de ser majo (que normalmente NO lo es). De hecho, en cierto momento dijo algo así como "¿Qué pasa? ¿Que soy antipático? Pues traed al Yosi" (se refería al cantante de Los Suaves, y yo pensando "A mi Yosi no me lo toques...").
Después de otro tema instrumental que, según dijo Molina era para un programa de televisión, éste volvió a coger la acústica para interpretar una versión sorprendente de "La bailarina", en la que Molina, además, hizo un breve solo de flautín, y en cuya coda tocó también la flauta travesera.
La cosa tocaba a su fin, y así hicieron "Cuentos de ayer y de hoy", "El flautista" y, para cerrar antes de los bises, "El tren", con dedicatoria irónica a los extintos Leño (que en su época lideró Rosendo).
Parecía que se retrasaba su vuelta al escenario, y al asomarnos un poco a un lateral, vimos a Chalsetto (de los 40 Principales y el responsable de buena parte del movimiento de conciertos de Rock en Asturias) hablando con Molina, suponemos que intentando convencerlo para que volviera. Afortunadamente lo consiguió y los Ñu volvieron a subirse al escenario a interpretar un "Más duro que nunca", en el que Molina volvió a cambiar su fiel flauta por otro instrumento, en este caso, una armónica.
Ya eran casi las tres de la mañana y la actuación se terminaba. Balance final: un sonido bastante bueno, un repertorio bien elegido aunque algo corto (se echaron de menos temas como "Robin Hood" o "Marisoka"), unos músicos muy buenos y un José Carlos Molina borde y antipático como pocos, pero también carismático y, para qué mentir, perfectamente conocido por todos los que estábamos allí, así que nadie se extrañó de su antipatía.
Nos veremos en el próximo concierto.

martes, enero 19, 2010

Vamos a ver

Hace tiempo que no escribo, y no es tanto por falta de temas como por falta de tiempo para sentarme a escribirlos. Pero bueno, sí que puedo dar un par de pinceladas.

El primer tema de estos días está muy claro, es el del terremoto de Haití. Después de doscientos años de neocolonialismo y de explolio por parte de malos gobernantes, la Naturaleza se ceba con el país más pobre de América, donde el hecho de que el suyo sea un Estado fallido no hace sino ampliar la desgracia. Eso sí, somos todos muy solidarios, pero hasta que esto pasó, ninguno nos acordábamos de Haití.

En segundo lugar, tenemos al Ayuntamiento de Vic queriendo negar el empadronamiento a los inmigrantes sin papeles, pasándose por el forro la Constitución, la legislación europea y la Declaración Universal de Derechos Humanos. Claro, lógico, quieren que los inmigrantes trabajen, se dejen explotar y encima no tengan derechos, porque si no se empadronan, no pueden recibir asistencia sanitaria ni sus hijos pueden estudiar.

Y luego tenemos a Mariano Rajoy hablando de educación. Supongo que lo hará recordando que hace tiempo fue Ministro del ramo. Lo que a mí me gustaría es que algún día hubiera un político que hablara de educación teniendo unos conocimientos sobre el tema que no se basen en series como ¿Física o química? (en general, los de todos los partidos tienen un desconocimiento bastante grande de estas cosas). Porque resulta que lo que propone Rajoy echaría abajo las dos únicas cosas buenas que tuvo la LOGSE y que mantiene la LOE: por un lado, equiparar la edad de obligatoriedad de la educación con la edad mínima para trabajar, y, por otro, dignificar la Formación Profesional. Si su propuesta prosperara, volveríamos a tener una FP con el estigma de ser una educación "de segunda", y otra vez a chavales que no estudian ni pueden trabajar tirados por la calle sin poder hacer nada.

Qué perra es la vida, maldita sea.

martes, enero 05, 2010

¿Y yo qué?

Y pensar que me hacía ilusión que me inmortalizaran con estos tres personajes tan relevantes.

Quién me iba a decir que al final sería precisamente su relevancia la que me eclipsaría hasta el punto de que, tantos años después, se llegase a olvidar mi nombre.

Porque yo tengo un nombre. O al menos creo que lo tenía, porque ahora ni yo mismo estoy seguro del todo.

Y encima, cuando alguien me menciona, no es para algo bueno. Como el escitor ese, ese tal Dan No-Se-Qué, que dice que el genio que nos retrató ocultó en el cuadro un mensaje herético e incluso una amenaza en mi gesto.

¿Pero a quién voy a amenazar yo, por amor de Dios?

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Nota del Autor: Todo mi reconocimiento, admiración y enhorabuena a quien adivine las tres palabras que no escribí, jejeje. Ahí os dejo una pista:


La Virgen de las Rocas (1495-1508, año arriba, año abajo), óleo de Leonardo da Vinci conservado en el Louvre.