viernes, septiembre 28, 2007

Adiós

Hace unos días encontré en una carpeta de mi ordenador este breve texto que había escrito allá por febrero de 2005. Ya ni me acordaba de él. Volví a leerlo y la verdad es que no me parece que esté mal, así que decidí compartirlo con vosotros:

“Adiós” dijo él, y esa palabra sonó tan rotunda como una puerta que se cierra.

Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta de la cafetería, con la cabeza alta y la arrogancia de un guerrero medieval que vuelve victorioso de una batalla. Ella lo miraba alejarse con los ojos inundados de lágrimas y con un nudo atenazando su garganta e impidiéndole hacer lo que más deseaba en ese momento: gritar. Los pasos firmes de él resonaban en su cabeza como si en lugar de ser los pasos de un hombre fueran los de una enorme bestia.

Él sentía el peso de los ojos de ella clavados en su espalda. En su interior sentía la necesidad de volverse y decir que nada de aquello era en serio, que no quería irse para siempre, pero su orgullo se lo impedía. Tuvo que apretar con fuerza los dientes para no sucumbir a la tentación. Cuando cruzó el umbral de la puerta, sintió que un enorme vacío se abría dentro de su corazón.

Ambos sabían que aquello era para siempre.

lunes, septiembre 24, 2007

Así va el mundo...

Alegre porque por fin alguien escribió un comentario en mi texto anterior, vuelvo a la acción. Sí, ya sé que había prometido que no volvería a hablar de política hasta el día 1, pero es que hay temas que si no los comento ahora, se me pasan.
En primer lugar, hablemos de pisos. Todos sabemos cómo está el patio y ahora que las elecciones generales ya tienen fecha y sabemos quiénes van a ser los candidatos (como si antes no lo supiéramos), podemos esperar que nos cuenten cómo piensan arreglar las cosas. Y entonces empieza a pasar algo que me encanta: Que todos nos cuentan ideas irreales para hacer como que van a cambiar las cosas sin, en realidad, cambiar nada. Pero, mira tú por dónde, a Rajoy se le ha ido la pinza. Sí, porque en vez de querer vendernos la moto, nos cuenta la verdad: Nos dice que va a liberalizar los precios del suelo. Cojonudo. Así podremos ver cómo se construye en cualquier sitio y a cualquier precio. No sé... igual me hacía más ilusión que me mintiera y me dijera que no se va a volver a construir en las costas.
En segundo lugar, hablemos de memoria histórica. Resulta que este próximo mes de octubre, en Roma unos cuantos curas van a ver si beatifican a los "mártires de España", es decir, a los muertos del mal llamado "bando nacional" (con tiempo, con ganas y, sobre todo, sin nada mejor que hacer, os explicaré por qué considero que no se debería usar el concepto de "bando nacional" para hablar de los franquistas). Cuando veo estas cosas me asalta una pregunta de índole histórica: Si todos cometieron atrocidades... ¿por qué siempre se beatifica a los mismos?
No sé, son cuestiones que me inquietan y que no quería dejar pasar.
Si con cosas como éstas, no es de extrañar que el mundo vaya como va (de culo).

martes, septiembre 11, 2007

Una fecha señalada

En El País de hoy, 11 de septiembre, se publicaba esta viñeta de Elrich. Hace referencia a algo obvio: hace seis años las Torres Gemelas que daban buena parte de su carisma a la sky line de Nueva York fueron derribadas en el mayor ataque terrorista de la Historia. Recuerdo muy bien qué hacía yo aquel día. Mientras muchos de mis amigos estaban de exámenes, yo había quedado con otro (uno de vosotros, queridos lectores) para acercarme a la playa, que todavía hacía buen tiempo. Además, aquel dia llegaba la Vuelta a España a Gijón, complicándome bastante lo de coger un autobús para llegar a donde habíamos quedado. Pero la noticia del día no tenía nada que ver con el deporte, sino que se refería a la sinrazón y la barbarie. Las noticias que llegaban desde La Gran Manzana eran estremecedoras y, mientras yo las escuchaba en la tele, con el bañador ya puesto, no podía hacer nada más que mirar a la pantalla boquiabierto (literalmente) y sin entender nada. La frase del colega cuando nos reunimos en una de las escaleras de la playa fue bastante ilustrativa: "Puede estallar la tercera".
Después, todos sabemos lo que pasó: La invasión de Afganistán, la de Irak, el recorte de derechos en Estados Unidos en busca de, supuestamente, una mayor seguridad, aeropuertos en los que cada vez hay más medidas de seguridad... Y el mundo no es, ni de lejos, más seguro que hace seis años, como se vio el 11 de marzo de 2004 en Madrid o el 7 de Julio de 2005 en Londres, o más recientemente en Argelia. Se demuestra así que la venganza no suele servir de nada.
Pero me gustaría recordar también que tal día como hoy, pero de 1973, ocurrió otro hecho histórico bastante desagradable. El golpe de Estado de Pinochet en Chile, financiado, por cierto, por Estados Unidos. En esa financiación tuvo mucho peso el papel de Henry Kissinger (que, por cierto, sale en un episodio de Los Simpsons), que, para mayor burla de los chilenos (entre otros), fue galardonado con el Nobel de la Paz (manda huevos, como dijo aquél).
Menos mal que estos días anda por España el Dalai Lama y nos deleita con reflexiones como las que hizo esta mañana en la Cadena Ser, intentando que comprendamos que el camino es el diálogo.
Nota: Ahora me gustaría citar el comentario que una de vosotros hizo al texto que colgué el 11 de marzo ("¿Dónde estabais en los malos tiempos?"), porque me parece que dice algo muy interesante que se puede aplicar también al día de hoy: "Ahora que recuerdo aquello, sólo espero que en el futuro las fechas que se graben a fuego conmemoren hazañas nobles que nos permitan esbozar una sonrisa". Pues eso.