viernes, abril 27, 2012

Voy a montar una estafa


Pues sí, colegas, voy a ver si monto una estafa, que ya está bien. Ahora que nuestro querido Gobierno se empeña en que los jóvenes que nunca hayan trabajado no tengan asistencia sanitaria y que va a perseguir a los parados que cobren la prestación mientras hacen curros en negro (que me parece bien, pero también molaría que se metieran con los expresidentes del Gobierno que tienen una pensión vitalicia y a la vez trabajan en la empresa privada), pero a costa de hacer la puñeta a todos los demás desempleados, pues voy a ver si estafo a alguien o defraudo a Hacienda o hago algo así, que en este país esas cosas salen baratas.
Lo de la amnistía fiscal para los que defrauden mucho a Hacienda ya es sabido, así que simplemente vamos a recordarlo para cuando haga falta (eso sí, vosotros intentad defraudar mil euros, a ver qué os cuenta la Agencia Tributaria). Pero lo que tiene que ser una pasada es lo de estafar a gran escala.
Sí, porque si seguimos el ejemplo de grandes estafadores de este país, como Mario Conde, uno se puede enriquecer con la apropiación del dinero ajeno y no pasa nada. Oye, que igual te pillan, pero como no hace falta devolver el dinero, pues tampoco hay problema. Pasas unos añitos en la cárcel, con todos los gastos pagados, añitos que entre buen comportamiento, tercer grado y tal, se te quedan en nada. Y cuando sales tienes todo el dinero que estafaste, que ahora ya es legalmente tuyo, y encima esa superioridad moral que da decir “yo ya cumplí mi deuda con la sociedad”.
Luego, escribes un libro o dos, en los que cuentas lo mala que es la justicia que no te miró mal por robar y que no supo apreciar tu creativa contabilidad. Después, sólo queda que algún medio de comunicación te fiche como columnista o tertuliano, y ya puedes decir que sigues trabajando honradamente, pese a que todos sepan que el grueso de tu dinero viene de lo que estafaste. Pero eso a nadie le importa, claro.
Si es que son todo ventajas, ¿verdad?

jueves, abril 26, 2012

La política del miedo


Menudas noticias que encontramos estos días, ¿verdad? Que si el Gobierno central impugna las oposiciones a Cuerpos Docentes de Andalucía, que si los recortes en sanidad va a hacer que los inmigrantes dejen de tener acceso a más cuidados médicos que los de los servicios de urgencias (colapsando dichos servicios y haciéndolos menos eficientes y más caros), que si el Gobierno concede la amnistía a los que defrauden a Hacienda, que si con la que está cayendo el rey se va de caza, que si recortes y más recortes… Y para rematar, el Gobierno, al que cada vez le quedan menos promesas que incumplir y menos mentiras que decir, lanza un brindis al sol y dice que los equipos de fútbol deberán dejar de estar endeudados… en 2020.
Luego miramos cómo está la cosa en el resto de Europa y vemos que en Holanda, incapaz de tirar con tanto recorte, el Gobierno tiene que convocar elecciones anticipadas. Que en Francia, es muy posible que Sarkozy pierda el Gobierno y que la ultraderecha crece mucho. Que en el Reino Unido, con su política de austeridad y sin el lastre del euro, están en recesión. Que si algunos dirigentes políticos (menos Rajoy, por supuesto) empiezan a cuestionar las medidas propuestas por Merkel. Y nos preguntamos si, al final, tanta austeridad y tanto recorte servirán de algo.
Y lo que pasa es que todo esto sólo está llevando a que cundan el miedo y el desánimo entre la ciudadanía. Los correos electrónicos y las conversaciones que tuve con varios amigos estas últimas semanas, la conversación que tuve hace unos días con una antigua profesora de mi instituto a la que me encontré fortuitamente en una cafetería, la lectura del último artículo de Javier Marías… todo me lleva a darme cuenta de que la gente tiene miedo. Miedo de perder el trabajo, miedo de no encontrar uno. Miedo de no salir de esta situación, en definitiva. Y una población con miedo no sólo tendrá menos ganas de luchar, sino que tendrá menos ganas de consumir, con lo que la economía tampoco se reactivará, y el crecimiento seguirá siendo un objetivo imposible de cumplir.
Si premios Nobel de Economía como Paul Krugman o Joseph Stiglitz nos dicen que nunca se salió de una crisis económica con austeridad, y la Historia les da la razón… ¿por qué los políticos se obstinan en hacer todo esto?
Y una última pregunta: ¿qué podemos esperar de Gobiernos que toman medidas que fomentan el miedo entre sus ciudadanos? 
Si es que esto es lo que nos pasa por enfocar la política como si fuera el Madrid-Barça, en vez de enfocarla como una cuestión de Estado.

P. D.: Ya sé que el lunes, por aquello de la tradición, tendría que haber escrito sobre libros y literatura, pero qué queréis que os diga, tal como está el patio no tengo cuerpo para esas cosas.

jueves, abril 19, 2012

Más difícil todavía


Cuando pensábamos que el Gobierno se había quedado tranquilo después de advertirnos de que va a empezar a despedir a profesores interinos, ayer nos enteramos de que va a imponer el repago farmacéutico (sí, repago, porque estaríamos pagando por algo que ya pagamos con los impuestos) y a bajar las pensiones. Claro que no lo dice así, por supuesto, no vayan a pensar. Lo que dicen es lo siguiente:
En lo que se refiere a los medicamentos, nos advierten de que ahora vamos a tener que pagar más por los que nos sean prescritos. Pero unos más que otros, claro. Los que cobren más de 100.000 euros al año pagarán un diez por ciento más que el resto. Y digo yo. A alguien que cobre, digamos, más de 80.000 euros al año, ¿le resultaría muy gravoso pagar también un diez por ciento más de lo que va a pagar ahora?
Y claro, para asegurarnos de que sabemos cuánto cobra cada persona, ahora van a hacer unas tarjetas sanitarias nuevas, con un chip en el que se incluirán los datos fiscales. Pero no se dice cuánto va a costar hacerlas.
En lo de las pensiones, tampoco nos dicen que las van a bajar. Pero sí que habrá pensionistas que tendrán que pagar más por los medicamentos. Entonces, si las pensiones no suben, su poder adquisitivo bajará, con lo que es como si les hubieran bajado la pensión.
Ahora la pregunta es: ¿cuál será la próxima ocurrencia del Gobierno para seguir destruyendo el Estado del bienestar? Se admiten apuestas.

martes, abril 17, 2012

Ya veréis qué risa


No sé si lo habéis leído, pero ayer, nuestro egregio Ministro de Educación dejó claras las medidas que va a tomar para que su departamento, que tan importante debería ser para salir de la crisis, pueda capearla.
¿Y cuáles son esas medidas?, preguntaréis. ¿Tal vez retirar las subvenciones a los colegios concertados, esos colegios privados que se sostienen con fondos públicos, mientras se deja a los colegios públicos privados de fondos? No.
¿Optimizar los recursos para que no haya gastos innecesarios? No.
¿Perseguir el fraude fiscal para aprovechar el dinero que se había “distraído” a la Hacienda pública para financiar la educación? Por supuesto que no.
¿Bajar el sueldo de Ministros, Secretarios de Estado, subsecretarios y demás cargos puestos a dedo? ¡¡Por Dios!! ¡¡¡No!!!
La gran medida consiste, ni más ni menos, que en despedir gente, en este caso interinos. Claro que con la que está cayendo no se puede decir que se hace eso, sino que se disfraza diciendo que los profesores que sí trabajen van a tener que trabajar más horas y hacerse cargo de más alumnos. Lo que no se dice es que eso supone hacerles asumir el trabajo de aquéllos que se van a la calle (todavía hay quien no entiende que la “desesperación de los docentes”, de la que esta misma mañana me hablaba alguien que sabe más que yo de esto, existe de verdad).
Y entonces, en una maniobra digna del Ministro de Propaganda de la dictadura totalitaria más abyecta que se os ocurra, se deja la puerta abierta a que se pueda decir que los profesores se quejan por trabajar más. Malditos insolidarios, se añadiría. Olvidando, claro, que de lo que se trata no es de personas que no quieren trabajar, sino de personas que quieren hacerlo, pero a las que se ha despedido.
Y así, se convierte a la víctima en el chivo expiatorio, al que sufre los recortes de la crisis en el culpable de dicha crisis, y se alimenta el mito de que los funcionarios no trabajan, poniendo a unos ciudadanos contra otros (si eso no es violencia estructural, ya me diréis).
Entonces, cuando el modelo productivo de este país se reduzca a lo que decía Reverte en su último artículo, en lugar de reírnos, que será lo que nos quede por no llorar, habrá quien se queje, olvidando que tendremos exactamente lo que nos merecemos.


viernes, abril 13, 2012

300

Pues sí, amigos míos. Ésta es la entrada número trescientos de este blog con el que empecé hace ya casi cinco años y medio, desde el uno de noviembre de 2006. Cinco años y medio en los que he escrito sobre un montón de cosas, en los que he usado esta bitácora como una forma de expresión, de queja, de promoción... Un tiempo en el que hice muchas cosas, algunas que esperaba, otras que nunca había pensado que haría y algunas que nunca había creído que fuera capaz de hacer.
Al principio, gracias a que me tomé el blog mucho más en serio de lo que hago ahora, pude entrar en contacto con otras personas de este mundo del blog, con alguna de las cuales inicié una amistad que llegó a trascender lo virtual. 
Pero sobre todo, este blog me sirivió para aprender. A lo largo de este tiempo aprendí mucho. ¡¡¡Y ojalá nunca deje de aprender!!! Aprendí a defender mis argumentos, a aceptar las críticas,... Además, claro, de todo lo que aprendí cuando me documentaba para algún tema concreto. Y aprendí también de los errores que cometí, que fueron muchos. Por cierto, qué pena me da esa gente que lo hace todo bien a la primera, porque nunca podrán aprender de los errores, que son los que más nos enseñan.
Sería muy bonito que ahora mis lectores me dijeran cuál es su texto favorito. Pero eso es muy complicado, porque con tantas entradas y tan pocos lectores es muy difícil que alguien se moje tanto. Por eso, ahora voy a deciros yo cuáles creo que son mis entradas favoritas. 
Escribí sobre muchos temas. Sobre actualidad o sobre política, por ejemplo. Pero como estas entradas las hacía siempre en relación a alguna noticia que me había llamado la atención, son entradas que, en su mayoría, ya están caducadas. Escribí sobre música, literatura o cine, pero claro, al hablar sobre discos, conciertos, libros o películas, aunque pudiera decir mucho de mis gustos (qué leches, sólo escribo sobre lo que me gusta), no es original, porque estoy hablando del trabajo de otras personas. Aunque también escribí sobre mis guitarras. Y también escribí algo sobre mi vida, Historia o Arqueología, pero en realidad son temas menos interesantes, jejeje.
Por eso, voy a hablaros de los textos que creo que son verdaderamente originales de este blog: Los relatos
La posibilidad de tener un medio de expresión para dar a conocer historias que antes se habrían quedado guardadas en mi ordenador fue, sin duda, lo mejor de tener un blog. Y por eso, aunque algunas no me quedaron tan bien como me hubiera gustado, son los textos a los que más cariño tengo de todos los que están aquí. Y mis favoritos son (es un orden aleatorio, eh, no un ranking): 

El tiempo pasará: El más reciente de todos, lo escribí el verano pasado. El más convencional y menos truculento de todos los que escribí. Hasta cierto punto es un relato más o menos amable. Las palabras de elogio que recibí por él fueron algunas de las mejores recompensas de tener este blog. 

Misterio desvelado: Casi dos años antes del anterior, escribí este relato para un concurso. Me sirvió para aprender y asimilar de verdad los reglas de escribir un microrrelato. Con él sólo quería contar una historia simple, pero de final sorprendente.

La lucha por la vida: Uno de los últimos relatos truculentos que escribí. La historia no es del todo original, como bien se vio, pero me sirvió para jugar con un tabú muy interesante. No obstante, creo que me quedó demasiado corto. 

Ten cuidado: No sé si, como alguien me dijo, es lo mejor que escribí nunca. Sólo sé que es uno de mis favoritos. Otra historia oscura que a punto estuve de conseguir que alguien que sabe de esas cosas adaptara al cómic. Al final no pudo ser, pero... ¿a que hubiera molado?

Entre sueño y...: Sin duda mi relato favorito. Un tema clásico, resuelto de la forma que todos esperábamos. No sé si es bueno o es malo, sólo sé que es el que más me gusta. Quedó tal y como yo quería; por una vez, pude encontrar las palabras que buscaba. 

El secreto: Otro tema clásico y otro de los que más me gustan.

¿Quién eres tú?: Uno de los más antiguos. En este caso el tema no es original, porque lo tomé de un capítulo de CSI, pero creo que no quedó mal del todo.

¿Y a vosotros qué os parece? ¿Cuáles son vuestros favoritos?

Ah, y antes de que se me olvide: Gracias por estar ahí.

martes, abril 10, 2012

¡¡¡Viva Eurovegas!!!

Muy buenas, colegas:
Resulta que, desde hace algún tiempo, se viene hablando de un proyecto bastante ambicioso El de Eurovegas, por el que además pugnan Barcelona y Madrid.Y, sinceramente, yo creo que no va a ser tan bonito como nos lo pintan. 
En primer lugar, porque las cifras de empleos directos que dicen que va a crear a mí me parece que están un poco hinchadas. Si otros macrocomplejos lúdicos (o para ludópatas) que el señor Sheldon Adelson, presidente de Las Vegas Sands, tiene en Macao, Singapur y la propia Las Vegas no tienen, entre los tres ni cuarenta mil trabajadores, me parece un poco ingenuo creer que realmente puede crear, como dice, 160.000 empleos directos en los próximos diez años.
En segundo lugar, porque si quiere que se relaje la Ley de Extranjería, está claro que lo que le interesa no es crear puestos de trabajo para personas de aquí, sino traer a trabajadores extranjeros por sueldos mucho más bajos, lo que llevaría además a que los trabajos que sí se crearan fueran empleos precarios. 
Encima, el tío quiere que se le haga una fiscalidad personalizada, lo que significa que se quiere pasar por el forro lo de pagar impuestos, con lo que el Estado, lógicamente, no los ingresaría. Como si el Gobierno actual no estuviera haciendo ya bastante por los que defraudan a Hacienda...
Y no es que yo no crea que el juego puede ser una opción de ocio como otra cualquiera (yo también jugué en algún momento a la ruleta), sino que, tal como lo plantea el colega Sheldon, que parece que quiere crear una "isla" con su propia ley (o sin respeto a ninguna ley nacional en vigor), pienso que no va a ser la mejor opción posible. 
Igual me equivoco, pero creo que no va a ser tan bueno como nos lo pintan...