domingo, junio 29, 2008

Últimas noticias

Muy buenas, queridos lectores. Sé que dije que iba a estar un tiempo sin escribir, pero esa afirmación no sólo es falsa (esta semana voy a escribir un par de textos antes de que se me pasen las ideas), sino que además, acabo de abrir otro blog. Se titula Sombra y Luz, y en él voy ir dando a conocer por entregas un relato bastante más largo de lo habitual, a razón de un capítulo por semana. Por supuesto, eso no significa que este blog desaparezca, sino que ambos coexistirán y se complementarán, de manera que en éste seguiré escribiendo sobre lo que quiera en cada momento, inculyendo brevísimos relatos cortos, mientras que el otro blog sólo servirá para que podáis conocer ese otro relato que, normalmente, sería más difícil de leer, ya que tiene unas treinta páginas y comprendo que resulte pesado leer en la pantalla del ordenador. Por eso voy a ir colgándolo por entregas.
La presentación del proyecto y la introducción del relato ya están disponibles, y supongo que cada domingo iré colgando nuevas entregas.
Espero que os guste.
Disfrutadlo.

lunes, junio 16, 2008

Tres cositas antes de irme

Muy buenas, queridos lectores. Aquí estoy de nuevo. Quería referirme hoy a tres cosas que no tienen nada que ver entre sí, pero que me resultan interesantes, y que me ayudarán a juntar en un mismo texto varios temas clásicos en este blog.
Quería empezar comentando que Jiménez Losantos ha sido condenado por la vía penal (o sea, que tiene antecedentes) por las injurias que soltó contra Gallardón. Esa noticia me dio una gran alegría cuando la leí esta mañana. Ya era hora de que alguien le hiciera saber a ese individuo que no todo vale, y que el concepto de libertad de expresión significa precisamente eso, libertad para expresar las opiniones, ideas o pensamientos. Pero que una vez expresados, no todas las opiniones (ni ideas, ni pensamientos) son válidos ni respetables. Así que...
En segundo lugar, quería hablar de cine. Concretamente, de la película supuestamente histórica Alejandro. No me entendáis mal, la peli es entretenida, interesante, pero tiene algunos fallos que se podrían haber evitado con un poco de sentido común (que, como sabéis, es el menos común de los sentidos) y con la lectura de un par de páginas de un libro de Historia. En primer lugar, es un fallo garrafal que los padres del protagonista sean morenos y que el Jandro salga más rubio que Beckam. Pero también que se presente a Alejandro Magno como un fulano bestia y medio analfabeto (pasando de puntillas sobre el hecho de que fue discípulo de Aristóteles y mantuvo con él una relación bastante estrecha durante toda su vida), como un general irresponsable e impulsivo (algo debía de saber de estrategia si aún hoy se siguen estudiando sus campañas en las escuelas militares), como un homosexual que se casó por guardar las apariencias (cuando no sólo no era así, sino que además la homosexualidad o, mejor dicho, la bisexualidad de los hombres no estaba en absoluto mal vista entre griegos ni entre romanos). También se menciona muy de pasada su intención de crear una sociedad en la que helenos y asiáticos estuvieran asimiliados y aparece como un fulano obsesionado en ir hacia Oriente (que en la peli está continuamente intentando ir "p'allá"). Pues eso, que además, como la echaban en Antena 3 y metieron 45 minutos de publicidad (cronometrados), acabó casi a las dos de la mañana. Y entre unas cosas y otras, no me moló nada verla.
Y el tercer tema que quería mencionar es que el Sporting de Gijón ascendió ayer a Primera División. Después de diez años, después de tanta ilusión, esto trasciende lo futbolístico y es mucho más. Lo reconozco. Yo, que no suelo ejercer de aficionado, también lo vi, yo también salté con el primer gol y me emocioné con el segundo... "y pobre del que quiera quitarnos la ilusión".
Y cambiando ya totalmente de tema, tengo que deciros que este blog va a permanecer cerrado durante las próximas semanas, así que, como dije hace un año, portaos bien y no hagáis nada que yo no haría.
Un abrazo a todos.

miércoles, junio 11, 2008

¡A la huelga, camaradas!

A estas alturas de la película, todos vosotros sabéis que haría falta lobotomizarme para que yo votara al PP. Lo que algunos todavía no sabéis es que, encima, estoy afiliado a un sindicato. Eso significa que estoy bastante concienciado con los problemas laborales y cuando hay reivindicaciones de derechos, suelo apoyarlas, como ya se vio en otros textos de este blog. Y un buen motivo de reivindicación o de queja o para ciscarme en los muertos de alguien puede ser esa idea de ampliar a 65 las horas de trabajo a la semana, apoyada de manera tan entusiasta por Sarkozy y Berlusconi y que, hasta los que celebrabais con lágrimas de emoción en los ojos la victoria electoral de Sarko, tendréis que reconocer que es un paso atrás (si por estos políticos fuera, trabajaríamos 12 horas diarias por 500 euros al mes, y además, besando la bota que nos pisa).
Pero esta semana las reivindicaciones que vemos por la tele no me parecen tan justas. Me refiero, claro, a las de los camioneros. Me explico:
Para empezar, la huelga está convocada por una plataforma que sólo agrupa al 18% de los camineros de nuestro país. En segundo lugar, la mayoría son autónomos, luego esta huelga es un paro promovido no por los asalariados, sino por la patronal. A todo esto se añade que los "solidarios" camioneros ya tienen mejores precios para los carburantes (además, me asalta una duda: cuando otros trabajadores en huelga corten las autopistas y los transportistas no puedan currar, ¿se sentirán igual de solidarios?)
Añadamos a todo esto que los camioneros en huelga están agrediendo a los que quieren currar,que amenazan con el desabastecimiento, y que además señalan a la Ministra de Fomento como responsable de la muerte accidental de uno de ellos.
Y encima, por su culpa los kiwis están subiendo de precio que es una barbaridad. Y eso sí que me molesta. Hasta ahí podríamos llegar. Rediós.
Pero bueno, menos mal que la selección ganó con contundencia ayer (a ver lo que dura) y que el Sporting de Gijón ya tiene pie y medio en Primera División.

jueves, junio 05, 2008

¿Libertad para qué?

Una de las grandes cosas que tenemos en nuestra sociedad es que disfrutamos de libertades y de derechos. Sobre todo si tenemos en cuenta que en nuestro país tuvimos que soportar una dictadura bastante puñetera. Pero a veces se nos olvidan ciertas cosas en relación con los derechos y las libertades, en plan que los derechos suponen también deberes, que los derechos de unos terminan donde empiezan los de otros, o que las libertades suponen también responsabilidades.
Esto viene a colación por el juicio contra Jiménez Losantos por los insultos vertidos contra Ruiz Gallardón en su programa de radio. El locutor se escuda en la libertad de expresión, en el derecho a informar (me acabo de enterar de que este tío estaba interesado en informar, yo que pensaba que lo que quería era beneficiar a una parte muy concreta del Partido Popular) y esas cosas. Pero se le olvida que junto al derecho que él tiene de informar, está el derecho de Gallardón a no ser insultado. Y la libertad de decir lo que nos venga en gana también debería suponer que tenemos que asumir la responsabilidad de lo que decimos y las posibles consecuencias que pueda tener.
Es decir, yo puedo ser muy libre de salir a la calle a pegar gritos como un descosido, ningua ley me lo impide, pero debo asumir que pueden llegar unos simpáticos señores vestidos de blanco para llevarme a la planta de psiquiatría del hospital más cercano. O una noche puedo estar borracho como un mandril y cruzarme con un fulano cuya cara parezca un cuadro cubista; nada me impide decirle que es feo, pero debo asumir la responsabilidad de mis actos y aceptar que el tipo puede cruzarme la cara.
Pues en el caso del señor Jiménez Losantos y sus acólitos es lo mismo. No hay censura, nunca se les impidió que soltaran sus insultos en antena. Ahora deben aceptar la responsabilidad de sus actos y aceptar que aquéllos a quienes insultaban puedan reivindicar sus derechos.
Entre ellos, el derecho a no ser insultados.
Ilustrando este texto, una de las portadas alternativas de El Jueves de esta semana (número 1619)