sábado, septiembre 27, 2008

Paro y Rock n' Roll

Uno de los inconvenientes que tiene estar en el paro es que de vez en cuando nos buscan movidas, de las que nos avisan mediante educadas cartas que terminan con un mafioso recordatorio de nuestras "obligaciones como demandantes de empleo y, en su caso, perceptores de subsidios". La última, ir ayer a una charla sobre un "plan experimental". O lo que es lo mismo, hacernos ir dando por hecho que estar en el paro implica no tener nada que hacer. Encima, era a las once, hora perfecta para fastidiarme la mañana entera. Además, no nos decían nada de que fuera una charla, ni nada, así que llegué para allá con mi currículum debajo del brazo, por si acaso. La carta no nos decía a qué parte del edificio teníamos que ir, de modo que me dirigí a información donde, por cierto, no había nadie. Quedaban quince minutos, así que me dispuse a esperar. Detrás de mí se fue formando una cola de tíos con hojas como la mía y cara de perdidos. Allí no aparecía funcionario alguno. En esto, me fijé en que varias mesas más allá, había una funcionaria que no hacía nada, así que me dirigí para ver si podía informarme. Muy amablemente, me dijo que yo debía subir al piso superior, información que, amablemente, transmití a los demás fulanos de la cola.
Una vez arriba, empecé a fijarme en la gente que iba al mismo sitio que yo. Tíos de mi edad o algo menos, con pinta de bakalas con pasta pero sin demasiados estudios. Una vez leí que el calzado decía mucho de la gente: allí sólo dos llevábamos zapatos. Observé que pocos llevábamos algo que no fuera la carta que nos mandaron, impresa en un folio azul. La pregunta es evidente: ¿A tan pocos se nos ocurrió llevar un currículum por si nos lo pedían? En fin...
Entramos, y entonces nos sueltan una charla sobre una fundación que, si queremos, nos daría formación para encontrar curro y que se comprometía a encontrar trabajo a al menos la mitad de los que aceptaran. La cosa parecía interesante. Pero en esto que nos dicen qué curros nos conseguirían: reponedor, mozo de almacén y cosas así, todas ellas muy respetables pero que no están dentro de mis aspiraciones actuales. De modo que pasé de la historia.
Cabreado porque había perdido la mañana, cuando salí de allí decidí bajar hasta el centro de la ciudad y pasarme por Paradiso, la librería donde suelo comprar. Pero esta vez no iba a comprar libros, sino una entrada. Una vez en el sitio, comentaba con uno de los dueños que ya había presentado la tesis doctoral el colega por cuyo libro me había interesado la última vez que había estado allí, y compré una entrada para el concierto que esa misma noche, anoche, daban la Bon Scott Band en el Casino de Asturias.
La Bon Scott Band es un grupo catalán que hacen versiones de AC/DC. Mejor dicho, hacen un concierto de AC/DC pero en pequeñito. Y ya que no voy a poder ver, al menos a corto plazo, a los AC/DC originales, fui a ver a éstos. Y lo hicieron genial. Salieron vestidos igual que los auténticos, con Ismael (guitarra solista) vestido igual que Angus y con Jordi (cantante) con una gorra igual a la de Brian.
No me suele gustar ir solo a conciertos, pero esta vez lo hice porque nadie se animaba y yo tenía muchas ganas. Tampoco sabía cómo sería un concierto en el Casino, pero bueno, tenía curiosidad. Así que para allá que fui, con ganas de Rock.
Salieron con algo de retraso, pero desde el principio, con "Thunderstruck", demostraron que iban a pasarlo bien y hacernos disfrutar. No eran sus canciones, pero las hicieron suyas, y las defendieron como se defienden las grandes canciones, al borde del escenario y con el público a pocos centímetros. "Rock n' Roll damnation", "Hard as a rock", "Shot down in flames", "If you want blood (you've got it)"... se las saben todas y las hacen bien, calcando hasta el más mínimo detalle de ellas. Así, escuché en directo una de mis canciones favoritas de AC/DC, "Dirty deeds done dirt cheap" y no pude evitar dar unos cuantos saltos. Ismael clava hasta la última nota de cada solo y hace a la perfección todos y cada uno de los movimientos de Angus Young, paso del pato incluido.
Jordi nos pide perdón por el sonido y nos dice que parte de la amplificación no llegó a tiempo. Da igual, lo pasamos bien igual.
Tocan "The Jack", y todos sabemos qué pasa entonces. Si éstos fueran AC/DC, Angus haría un strip tease, pero, ¿lo hará también Ismael? Pues claro que sí, imitando todos y cada uno de los movimientos del maestro.
- Iba a decir algo del Sporting - dice Jordi entonces- pero mejor me callo, porque, joder... vaya tela... Pero ahí seguís, con dos cojones aguantando. ¡Qué coño! Estáis en Primera, porque sois un equipo de primera, con una afición de primera y esta noche estáis siendo un público de Primera.
Sabe bien cómo ganarse al público, y tocan "Whole lotta Rosie". Después, unas campanadas nos dicen qué es lo siguiente. Claro, "Hells Bells".
Van cayendo más canciones, y si cerramos los ojos, casi podemos creer que estamos viendo a AC/DC de verdad. Cada vez falta menos para el final, y suenan canciones conocidas por todos.
Suena "Let there be rock", e Ismael se va del escenario. Pero seguimos oyéndole. ¿Dónde está? Ángel (bajo) y Freddy (guitarra rítmica) están al borde del escenario, y nos señalan al fondo de la sala. Nos volvemos, y allí está Ismael, junto a la barra. Y vuelve al escenario pasando entre el público.
La cosa toca a su fin: "TNT", "You shoock me all night long", "High voltage" y para acabar, "Highway to hell", para la que Ismael se pone unos cuernos diabólicos.
Esto es hacer música con ganas, con rabia y desde las tripas, disfrutando y haciéndonos disfrutar. Y haciéndome olvidar que los del paro me habían jodido la mañana.

martes, septiembre 23, 2008

¿Hasta cuándo?

Esta mañana fui a la piscina después de más de un mes sin ir. La verdad es que me hacía falta. Después de hacer ejercicio en general, después de nadar en particular, tengo la cabeza más despejada. Es decir, que el ejercicio me ayuda a pensar. Cuando salía de la piscina y volvía a casa, caminando por una zona del barrio que es enteramente nueva (hace diez años no era ni parecida, hace quince daba miedo y hace veinte no era más que un montón de naves industriales), recordaba que el viernes estuve en la lectura de la tesis doctoral de uno de vosotros. Una tesis espléndida, redactada, expuesta y defendida en dos idiomas (español y francés) para conseguir la mención europea. Y recordé una conversación que tuve con otro de vosotros este fin de semana sobre lo que se puede ver en la Universidad actual. Y me hice una pregunta.
¿Hasta cuándo va a durar esto? Quiero decir. ¿Cuánto va a durar esta buena racha? Ahora que ya vemos que puede haber un investigador español hablando de la Historia de otro país, ahora que todavía somos capaces de hacer tesinas y tesis leyendo en varios idiomas (latín incluido), ahora que podemos mirar de igual a igual a historiadores de otros países, resulta que el sistema educativo va a conseguir que las próximas generaciones no sean capaces de leer bien ni siquiera en su propio idioma. Y para colmo, profesores cerriles y paletos van a lograr que nadie se interese por nada fuera de su terruño. Y por eso dudo que esta buena racha nos dure demasiado.
Así, dentro de unos años, tendremos una generación de "historiadores" paletos, sin interés por nada fuera de su municipio, incapaces de leer lo que escriben otros porque no saben idiomas y, eso sí, encantados de haberse conocido y sin sentir ningún remordimiento por poner faltas de ortografía en sus artículos. Y mientras, los buenos investigadores (sí, hablo de vosotros que me estáis leyendo), tendrán que buscarse la vida fuera de España, y otros, tal vez no tan brillantes pero igualmente capaces de aportar cosas valiosas a la ciencia, tendrán que buscar otras salidas porque la investigación les estará vedada.
Vaya mierda.

domingo, septiembre 14, 2008

Los extremos... ya se sabe

El viernes día 12, una vez más, tocaba concierto. Esta vez en Oviedo, en plenas fiestas de San Mateo, y actuaban Extremoduro en el complejo deportivo de San Lázaro. Con el "uniforme de gala" (je, je), es decir, botas de montaña hechas unos zorros (por fin aparecieron), vaqueros gastados, camiseta con la calavera reglamentaria y vieja cazadora vaquera curtida en mil batallas, fui para allá con unos cuantos colegas y un par de chicas a las que me acababan de presentar. Buen Rock n' Roll y buena compañía; la cosa prometía. Además, en el blog de uno de mis compañeros de andanzas ya se ponía el repertorio más probable del concierto, así que sabía a lo que me iba a enfrentar.
Extremoduro fue uno de los primeros grupos que escuché cuando me metí en estas sendas del Rock, más o menos cuando tenía quince años, y ésta ya era la cuarta vez que iba a verlos. Después de varios años sin hacer gira y de algunos más sin material nuevo, Robe y los suyos volvían a Asturias, y no podíamos faltar. Además, venían con un nuevo disco debajo del brazo, que, como acababa de salir (de hecho, creo que éste era el primer concierto que daban desde la salida del disco), no tuvo demasiada presencia en el repertorio.
Llegamos al sitio y nos encontramos con que habían forrado el suelo para evitar que lo estropeáramos saltando. No sé qué era, pero era muy cómodo para saltar. Como es habitual antes de que empiecen los conciertos de Extremo, la música de ambiente era, sobre todo de sus colegas, es decir, Platero y Tú, Barricada (antes de que digas nada, no reconocí la canción porque estaba hablando con alguien), La Gripe (grupo fundado por el bajista y el batería de Platero cuando el grupo se separó), Memoria de Pez (los teloneros), La Inconsciencia de Uoho (o sea, el grupo de todos los músicos de Extremoduro, salvo Robe, en el que canta el tío de Memoria de Pez)... además de AC/DC y Aerosmith (sí, ésos que tú confundiste con Guns n' Roses, je, je).
Entonces salieron al escenario Memoria de Pez, como dije antes, el grupo en el que milita el cantante con el se juntan todos los de Extremo menos Robe para no aburrirse. Con un estilo muy parecido al de los extintos Platero y Tú (incluso en la voz del tipo, que se parece a la de Fito), se ganaron a un público predispuesto hacia los colegas del de Plasencia.
Cuando terminaron, el escenario fue cubierto no por un telón, sino por tres más estrechos, y tras una espera indecentemente larga, sonó una intro que nos decía que aquello ya era inminente. El telón central cayó y vimos a un Robe con la misma cara de colgado de siempre, armado con su guitarra y dispuesto a empezar a cantar "Deltoya". A mí no me convencía esta canción para empezar, pero debo reconocer que no estuvo mal. Cuando, tras dos versos se produjo el cambio a un ritmo más cañero, los dos telones laterales cayeron y vimos a todo el grupo salir a darlo todo. Continuaron con "Sol de invierno", "Historias prohibidas", "Golfa", y el fragmento inicial del último disco, La ley innata, momento en el cual el escenario fue iluminado por unas luces que imitaban la caída de la lluvia (la misma que amenazó durante toda la noche).
Robe se movía más que de costumbre, pero estaba muy poco comunicativo, incluso borde. Siguieron con "Buscando una luna" (que incluye versos de Machado), "La vereda de la puerta de atrás", "Quemando tus recuerdos", "De acero", y un cachito de "Pedrá" (que originalmente dura media hora y ya se vio en la última gira, allá por 2004, que el público no responde bien si la tocan entera). Entonces llegó el momento malo de todos los conciertos de Extremoduro: el "intermedio". Tienen la mala costumbre de dejarnos, según ellos, quince o veinte minutos de descanso, en la realidad, casi media hora, que no nos sirve más que para perder el hilo y hacer que se nos enfríe el sudor. Lo bueno es que siempre vuelven con las canciones más cañeras.
Así, a la vuelta tocaron "Papel secante", "Sucede" (que empieza con un verso de Pablo Neruda), "Amor castúo", "Standby", la durísima "A fuego" (que hubiera sido perfecta para empezar, como en la gira de Yo, minoría absoluta), "Central nuclear" (que no me gusta una mierda, pa' qué os voy a mentir), "Pepe Botika", "So payaso" (que, como diré más tarde, podríamos dedicarla a ciertos capullos que había por ahí sueltos) y "Jesucristo García", en la que a Robe se le fue la letra en un momento y en la que incluyeron un solo antes de la segunda estrofa que resultó más largo de lo recomendable y que hizo que nos planteáramos si realmente era Robe el que tocaba la guitarra y no Uoho o el tercer guitarrista que, sospechosamente, estaban "escondidos" en la parte de atrás del escenario, en lo "oscuro". Terminaron este tramo del concierto con "Puta", en la que meten versos de Lorca y se fueron. En los bises, como sospechábambos, "Salir", "Ama, ama, ama y ensancha el alma", y para acabar, la coda con la que termina "Autorretrato". Después, todo el grupo se despidió de nosotros, salvo el borde del Robe.
El balance final fue bueno, aunque faltó algo más de interacción con el público. Se les ve en forma y con ganas, pero no puedo decir que fuera el mejor concierto de ellos que he visto. Lo hicieron bien, pero otras veces lo hicieron mejor.
La pega fue que, como muchas veces, a nuestro lado había algunos imbéciles que nos molestaron más de la cuenta. Cuando uno va a un concierto, lo normal es saltar, puedes chocarte con los colegas o con los de al lado si ellos hacen lo mismo y no lo haces con demasiada mala uva. Pero nos molestó que los de al lado saltaran con las rodillas o los codos por delante contra todo lo que estuviera cerca. Desde mi punto de vista, a esa peña no les gusta la música, porque al final no se enteraron de nada del concierto. En segundo lugar, son unos niños de papá a los que les pagaron la entrada, porque los conciertos ahora son caros (¡qué tiempos aquellos cuando los conciertos de San Mateo costaban quinientas pelas!), y quien sabe lo que cuesta ganar ese dinero o ahorrarlo para el concierto quiere enterarse de algo de lo que suena. No me importa hacer pogos contra la gente, es más, me gusta, pero tener que vigilar con el rabillo del ojo al colgao de al lado por si en una de éstas me solmena una coz, me repatea un poco. Éstos cabrones son los que dan mal nombre a los que nos gusta el Rock n' Roll.
Y dicho, esto, hasta la próxima, no sin antes deciros que ya tenéis la última entrega de Sombra y Luz. Se acabó, espero que os gustara.

miércoles, septiembre 03, 2008

¡¡Cuánto vicio!!

La verdad, no pensaba sentarme a escribir tan pronto. Pero es que a veces me obligan, carajo. Resulta que hoy salió la polémica con las Fiestas del Portal, de Villaviciosa (curioso nombre para el concejo, sobre todo teniendo en cuenta el temita del que voy a hablar). Y la polémica se relaciona con el cartel. Con este cartel:



Su autor es Noe Tuero, y, por cierto, no cobró nada por hacerlo. Se basó para hacer este dibujo en los relieves de un par de iglesias románicas del concejo (San Juan de Amandi y Santa María de la Oliva), y ahora, resulta que hay que retirar el cartel porque dicen que es pornográfico. Sí. Pornográfico. Y para encima, en el cartel nuevo, el que sustituye a éste, sale una foto del Ayuntamiento de la villa, pero de antes de retirar los símbolos franquistas.
Ahora, parémonos a pensar en estas cosas un momento. Se trata de un cartel de las fiestas. Un cartel que, normalmente, nadie se va a parar a mirar de manera detallada. Que no va a quedar en el subconsciente de ninguno de nosotros. A mí me parece un cartel horroroso, pero no me parece que sea tan ofensivo como dicen, la verdad.
No sé. A veces me pregunto hacia dónde va nuestra sociedad si nos preocupamos de cosas como éstas. Si lo que en cierta serie de la tele llamaban "mirada sucia" de ciertas personas va a hacer que tengamos que censurar estas cosas, mal vamos.
Os hago una apuesta. Ya veréis, y yo lo contaré aquí o tal vez para entonces en una página web propia, cómo dentro de unos años, cuando yo sea profesor de instituto y me toque dar Historia del Arte de 2º de Bachillerato (o de COU o de como coño se llame entonces), habrá quien quiera objetar de la asignatura porque en ella se estudian cuadros y esculturas de gente desnuda. Y encima, algunos de esos desvergonzados dibujos representan a dioses paganos.
Y lo harán diciendo que mientras sigamos estudiando Arte, estaremos abocados al infierno.
La madre que los parió.
Nota: Para que veáis que lo que cuento es verdad, ahí tenéis la noticia.
Nota 2: Penúltima entrega de Sombra y Luz. Esto se acaba.