lunes, diciembre 29, 2008

Increíble

Otra vez. Ya van dos años seguidos que, por estas mismas fechas, tengo que cambiar mis planes de redacción para adaptarme a las noticias. O mejor dicho, a la noticia, que los dos años fue la misma. Parece mentira que alguien como yo, que en los últimos años no he pisado una iglesia si no era por un interés histórico, arqueológico o artístico, tenga que dejar de escribir sobre un disco de Heavy Metal (que es lo que quería hacer hoy), por una noticia que tiene que ver con la Iglesia. Pero lo hice hace un año, y vuelvo a hacerlo hoy.
Porque, como ya sabréis, ayer hubo en la plaza de Colón de Madrid una misa por la familia cristiana. Y no me parece mal ni me opongo a ello, quede claro, cada uno es libre de defender aquéllo en lo que cree. Lo que sí me parece mal es que la defensa de un modelo de familia suponga el insulto a todos los demás.
Porque las familias en las que yo creo son ésas en las que los progenitores salen a las seis de la mañana de casa para sacar adelante a sus críos. Ésas que, como no pueden mantener más que a un hijo o a ninguno, usan métodos anticonceptivos para evitar los embarazos. Ésas en las que el amor y el respeto son los pilares de la convivencia. Y me da igual que en esas familias haya un padre y una madre, o dos padres, o dos madres, o una madre soltera, o un padre sólo con sus hijos, me da igual que los hijos sean naturales o adoptados, y me da lo mismo cómo sea esa familia en fin, siempre que en ella haya ese amor y ese respeto al que me refería hace un momento.
Se dicen tantas cosas en actos como el de ayer... El aborto es un asesinato, dijo Rouco Varela. No sé. No sé cómo lo vería si la mujer que va a abortar fuera alguien cercano a mí, o mi propia pareja. Lo que sí sé es que yo no tengo la verdad absoluta. Por eso, no censuraría a esos jóvenes que deciden libremente abortar porque fallaron los métodos anticonceptivos que usaban porque no querían tener hijos, tal vez porque no podían mantenerlos. Ni llamaría asesina a esa mujer que aborta porque el hijo que espera es fruto de una violación. Ni criticaría a esa mujer que, entre lágrimas, decide abortar porque su médico le dijo que el feto tenía una malformación y que había muchas posibilidades de que el embarazo no se pudiera llevar a término de manera feliz. En esos casos, supongo que la decisión no se tomará a la ligera, ni mucho menos con gusto, sino después de una reflexión profunda y dolorosa. Por eso creo que esas personas, lejos de merecer insultos, merecen apoyo. Que algún católico practicante que lea este blog me corrija si me equivoco, pero, ¿no decía la Biblia que quien esté libre de pecado tire la primera piedra?
Se dijo también que los divorciados están fuera de la Iglesia. Pero, ¿se puede decir a una mujer, católica practicante de toda la vida, casada por la Iglesia y cuyos hijos están bautizados, han hecho la Primera Comunión e incluso la Confirmación, que está fuera de la Iglesia por divorciarse de un energúmenos que la maltrataba a ella y sus hijos?
Y se dice que los matrimonios homosexuales son una amenaza para los matrimonios heterosexuales... Sobre una afirmación tan demencial, creo que no es necesario que escriba nada. La propia frase ya se descalifica sola.
Fuera de las grandes catedrales, lejos de los oropeles y el lujo hay un mundo muy grande. Un mundo en el que hay tantas maneras de vivir como personas, y tantos tipos de familias como familias. Lo que no hay es una moral única y excluyente. Ni existen sólo el blanco y el negro, hay muchos (demasiados) tonos de gris.
No critico a la Iglesia en sí misma, porque si bien hizo cosas malas a lo largo de la Historia, también las hizo buenas, tanto en lugares como Ruanda o el Congo, como aquí, al lado de nuestras casas, en parroquias como la de San Carlos Borromeo, en Madrid, o las de Fátima y San Melchor en los barrios antiguamente obreros de La Calzada y El Cerillero, aquí en Gijón. Porque pese a todo, a pesar de las incendiarias declaraciones de las altas jerarquías, aún quedan religiosos que transmiten un mensaje de paz y de solidaridad.
Y, si realmente me planteara creer en algún Dios, sería el que se reconoce en sus predicaciones.

viernes, diciembre 26, 2008

Dejemos que hable uno que sabe

Muy buenas, queridos amigos. Hoy, con un polvorón todavía "añusgao" en la garganta, me gustaría ceder la palabra a un insigne hispanista estadounidense, llamado Gabriel Jackson y que es uno de los que más controla de temas relativos a la Segunda República Española y la Guerra Civil, que hace cosa de un mes publicó en El País un texto muy interesante y creo que muy atinado tal como está ahora mismo el debate sobre la memoria histórica. El texto original lo podéis leer aquí, y por cierto, me sirvió para saber que este buen señor seguía vivo... Y sin más, ahí va:

¿SE PUEDE DAR POR CERRADA LA GUERRA CIVIL?

Todas las guerras son crueles, y las guerras civiles parecen especialmente crueles porque dividen familias, clases sociales y hermandades profesionales dentro de un mismo país. Pero la forma de terminarlas puede influir de manera considerable en las actitudes de los supervivientes y de generaciones posteriores. En el caso de la guerra civil de Estados Unidos, la guerra de secesión, la victoria del norte hizo que Estados Unidos siguiera siendo una sola nación y que se aboliera la esclavitud en toda esa nación, incluida la zona de la derrotada Confederación sudista. Inmediatamente después de la rendición del general Robert E. Lee, el presidente Abraham Lincoln y el general en jefe Ulysses Grant ordenaron a los líderes sudistas que disolvieran sus tropas, regresaran a sus casas y reanudaran sus ocupaciones en la vida civil. Como en todas las guerras, se habían producido asesinatos y crueldades innecesarias, pero no había habido campos de concentración para los vencidos ni una política de encarcelamiento prolongado ni ejecuciones sin fin por parte del gobierno victorioso.
La sociedad española en su conjunto no ha juzgado la dictadura de Franco como un régimen criminal
El norte victorioso en EE UU no castigó con saña al sur como hizo Franco con los 'rojos'
A largo plazo, el fin de la guerra de secesión y la restauración de la democracia constitucional en los antiguos Estados confederados significaron también que, como la clase dirigente blanca volvió a sus posiciones de poder, los antiguos esclavos y sus hijos se vieron legalmente privados de los derechos que tenían los ciudadanos blancos. Hubo que esperar a la década de 1960, un siglo después de la guerra, tras la plena participación de soldados negros en la defensa de la democracia occidental en dos guerras mundiales y después de decenios de lucha de un movimiento de derechos civiles, para que un presidente blanco y originario del Sur, Lyndon Johnson, firmara las leyes de derechos civiles que, por fin, permitieron que los negros estadounidenses fueran ciudadanos de pleno derecho, hasta desembocar en el hecho de que acabemos de elegir a un presidente negro. Y, a lo largo del siglo XX, cuando personas del norte como el que esto escribe viajábamos por diversos Estados del sur, veíamos con frecuencia estatuas de Robert E. Lee y otros héroes políticos y militares de la Confederación derrotada, pero nunca se nos ocurrió exigir que quitaran esas estatuas.
¡Qué distintos fueron el desarrollo y las consecuencias de la Guerra Civil en España! El propósito del alzamiento militar de julio no fue liberar a esclavos ni defender un Gobierno democrático legítimo, sino destruir el primer -y muy imperfecto- experimento de democracia política en España y eliminar físicamente, dentro o fuera del campo de batalla, a todos aquellos a quienes se consideraba comunistas, ateos, anarquistas, masones, etcétera. Después llegó una dictadura de 36 años que incluyó miles de ejecuciones políticas -más en el primer decenio- y la continuación de sentencias de cárcel por motivos políticos y de esporádicas condenas a muerte hasta al final.
Sin embargo, para inmensa fortuna del sufrido pueblo español, el joven rey designado por Franco como sucesor y una parte importante de los hijos de la clase media y alta que había apoyado a Franco se habían convencido poco a poco de que a España le era mucho más beneficiosa una democracia constitucional que la continuación del Movimiento. Esta actitud y la sed de libertad de los vencidos y sus descendientes hicieron posible la transición de una dictadura militar de derechas a una monarquía democrática constitucional.
¿Por qué, entonces, han vuelto a convertirse la Guerra Civil y la dictadura posterior en objeto de enconadas disputas en la conciencia pública española? El principal factor, en estos momentos, es la enorme diferencia de trato recibido por el recuerdo público de los muchos miles de víctimas de asesinatos según fueran personas partidarias del alzamiento militar o de la defensa de la república. Las víctimas de los paseos llevados a cabo por incontrolados anarquistas o agentes estalinistas recibieron honras fúnebres siempre que fue posible recuperar sus cuerpos y, en cualquier caso, durante toda la Guerra Civil y la dictadura de Franco, fueron objeto colectivo del homenaje de la Iglesia y el Estado. Las víctimas, mucho más numerosas, de las incursiones falangistas en las prisiones y los juicios en tribunales de guerra sin un mínimo de defensa legal, seguidos de enterramientos de masas en tumbas anónimas, sólo podían ser recordadas en asustado silencio por sus familiares y amigos. Mientras Franco vivía, cualquier homenaje a su memoria era imposible; en los primeros 20 o 30 años de la Monarquía constitucional, la mayoría de la gente permaneció callada porque no había seguridad de cuánto iba a durar la libertad recién adquirida o porque aceptaba de mejor o peor grado la idea de que era mejor olvidarse del pasado, no "remover las brasas" de una guerra que, al fin y al cabo, había terminado hacía más de 50 años.
En mi opinión, si la reconciliación general de los dos bandos de la Guerra Civil dependiera sólo de restaurar la dignidad de los asesinados por la derecha y por la izquierda, sería posible dar por zanjada la cuestión en el contexto de la actual Ley de Memoria Histórica. Por comparar, si la gran mayoría de los alemanes ha reconocido los crímenes del régimen nazi; si la gran mayoría de los estadounidenses ha reconocido los crímenes colectivos de la esclavitud y posteriormente la segregación; y si la mayoría de los surafricanos ha aprobado el final del apartheid, no cabe duda de que la inmensa mayoría de los españoles podría reconocer el carácter criminal de una represión que duró décadas y ejecutó a más de 100.000 no combatientes.
Sin embargo, lo que ocurre en España, una parte importante del problema, es que la sociedad española en su conjunto no ha juzgado la dictadura de Franco como régimen criminal, en el mismo sentido en el que Alemania condenó el régimen nazi, Suráfrica condenó el apartheid y Estados Unidos condenó la esclavitud y el siglo de segregación que siguió al fin de la esclavitud. Existe una parte pequeña pero sustancial de la población española que opina que la palabra República no fue más que un sinónimo de incompetencia y desorden, que recuerda la violencia laboral, las amenazas contra la Iglesia y la burguesía y las promesas de uno u otro tipo de revolución colectivista en la primavera de 1936. Para esa minoría sustancial, el alzamiento militar fue un esfuerzo justificado, un pronunciamiento tradicional español como método para restablecer el orden público. Esas personas, aunque reconocen la extrema crueldad del régimen de Franco, consideran que la izquierda revolucionaria fue más responsable de la Guerra Civil y sus terribles consecuencias que el alzamiento del 18 de julio.
En estas circunstancias, con la opinión nacional fuertemente dividida, la Ley de Memoria Histórica cumple el propósito justo de permitir que las familias que perdieron a miembros en la salvaje represión franquista descubran todo lo posible, entre 30 y 70 años después, de los restos físicos de sus seres queridos, y que vean sus nombres limpios de acusaciones penales injustas. El Gobierno actual también ha actuado de manera honorable al conceder la ciudadanía a los exiliados republicanos y sus hijos, así como a los miembros de las Brigadas Internacionales que lucharon en defensa de la República. Y, desde luego, debería ser posible, aunque sin duda controvertido, anular por completo las condenas de prisión y muerte dictadas por los tribunales sin que se permitiera ninguna defensa ni se mostrara ninguna preocupación profesional por la veracidad de las acusaciones. Sin embargo, el trato reciente dado al esfuerzo del juez Garzón para documentar en la mayor medida posible las purgas mortales realizadas por los generales rebeldes y sus seguidores deja bien claro que muchos ciudadanos conservadores no creen que dichas purgas constituyeran crímenes contra la humanidad.
Existe un viejo dicho que siempre ha tenido un gran significado para mí como historiador: la verdad os hará libres. En realidad, me parece una frase demasiado categórica. Pero sí estoy convencido de que la voluntad de reconocer la verdad, por desagradable que sea, es un requisito indispensable para superar los recuerdos amargos que pueden transmitirse mientras no haya un relato claro, cualitativo y cuantitativo, de los crímenes cometidos por los militares rebeldes, la Falange, los "incontrolados", los agentes estalinistas y la escoria criminal que, en cualquier sociedad, se aprovecha de los odios de clase y la desintegración del orden público.

Olé, maestro.

sábado, diciembre 20, 2008

El libro del año

Antes de tomarme unos días de vacaciones, durante los que sólo colgaré textos de personas que saben más y escriben mejor, hoy quiero hablaros de una costumbre que cogí hace algunos años. Como sabéis, uno de mis vicios es leer. Siempre estoy leyendo, no sólo obras literarias o libros de Historia, sino de otros muchos temas (cine, música, viajes, teatro...). Y desde hace un tiempo, cada año elijo el libro que más me gustó de todos los que leí, para nombrarlo mi "libro del año" y recomendarlo hasta la saciedad a las personas que tengan la desgracia de dejarme hablar de tales temas. Como nunca hasta ahora me había dado por poner la elección por escrito, voy a hacer la lista de los "ganadores" de otros años (y en algunos casos, también de los "finalistas"), antes de contaros cuáles son el ganador y el finalista de este año.
Aunque antes de esa fecha ya hubo bastantes libros que me marcaron, la costumbre de elegir el "libro del año" la inicié en 2004. Así que por ese año empezamos:
2004:
Es el año en que me licencié, el año que visité Egipto, el año que dediqué más tiempo a la Arqueología y también el año en el que el país se vio sobrecogido por el peor atentado de nuestra Historia. Un año con mucho que contar.
El finalista de ese año fue Lolita, de Nabokov. Parece sorprendente que en un libro en el cual, desde el primer capítulo, ya sabemos que el protagonista es un pederasta confeso y despreciable, acabemos poniéndonos de su parte y concluyendo que la propia Lolita era aún peor que él. La obra es muy compleja, pero a mí la parte que más me gustó es la primera mitad. Y sobre todo, ese principio: "Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma (...)". Oye, no será "En un lugar de La Mancha", pero también mola.
El libro ganador de ese año fue El Conde de Montecristo, de Alejandro Dumas. Qué pasada. La sed de venganza como motor de la vida de Edmundo Dantés, sin duda, uno de los personajes literarios más fascinantes con los que me he cruzado en mis años de lector. Una obra maestra. No se me ocurre nada más que decir.
2005:
A nivel internacional, éste es el año del atentado del 7 de julio en Londres. Para mí, se trata del año en el que volví a mi antiguo instituto como profesor en prácticas, el año en el que trabajé por primera vez como arqueólogo profesional, y también el año en el que conocí a la que hoy es mi ex.
En lo que se refiere a la literatura, ese año tuve como libro finalista de mi particular "concurso" a la novela Rayuela, de Julio Cortázar. Normalmente se dice que cada libro es, en realidad, muchos, tantos como lectores y estados de ánimo de éstos. Sin embargo, Rayuela es un libro que es, al menos, el doble, porque ofrece la posibilidad de leerlo de dos maneras distintas (y sugiere una tercera), de manera que son dos (o tres) libros en uno, fruto de una clara intención de innovar. En él, la importancia del lector es trascendental.
Pero el "libro del año" no fue Rayuela, sino El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde. Es una de mis novelas favoritas, y va de un joven que ve cumplido su deseo de no envejecer. Sin embargo, su retrato sí envejece y en él quedan los efectos que cada uno de sus actos dejan en su interior. En definitiva, todo lo que hacemos nos transforma.
2006:
Este año, igual que 2007, fue un año en el que no hubo finalistas, sólo hubo un claro ganador muy destacado por encima de los demás. Y el ganador fue El pintor de batallas, de Arturo Pérez-Reverte. Se trata de un libro durísimo, de hecho, uno de vosotros dijo en cierta ocasión que puede que se trate del libro que Reverte escribió para purgar sus demonios y no suicidarse. Es también el libro que me reconcilió con la literatura de Reverte, que llevaba algunos años aburriéndome un poco.
2007:
El año 2007 tampoco tuvo un libro finalista, tuvo sólo un ganador claro muy destacado sobre los demas. Fue Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa, de momento, su última novela. En ella cuenta la tormentosa y enfermiza relación de dos amantes durante casi cuarenta años, con los cambios sociopolíticos ocurridos en ese tiempo como trasfondo. Se suele decir que es una obra de amor, pero yo más bien la veo como la descripción de una obsesión. Una obsesión que lleva a perdonar todos los sufrimientos que se viven por ella.
2008:
El año que se acaba vuelve a tener su finalista. Y se trata de un libro de relatos del que ya os había hablado hace algunos meses. Es Sicilia, invierno, de Ignacio Ferrando. Como sobre este libro ya escribí, me remito al texto correspondiente.
Y llegamos al momento de desvelar cuál es el "libro del año" correspondiente a 2008. Y ése no es otro que....
Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, de Pablo Tusset. Una novela fresca y divertidísima en la que su protagonista, Pablo Miralles, trata de desentrañar la desaparición de su hermano. En ella, la historia se ve salpicada de sexo, alcohol y de un humor muy inteligente. Os gustará, estoy seguro.
Y ahora, sólo me resta decir... ¡Felices fiestas! (aunque ya sabéis que no me gusta la Navidad, je, je).

sábado, diciembre 13, 2008

Repasemos las noticias

A veces me quejo de que no tengo sobre qué escribir. Esta semana, en cambio, me sobran temas, de modo que voy a intentar hablar de varios de ellos. A ver si no me lío demasiado:
En primer lugar, resulta que según una estadística, uno de cada tres jóvenes españoles apoya la pena de muerte. Esto da miedo. Aunque claro, como toda estadística, hay que tomarla con pinzas (a mí no me preguntaron, ¿y a vosotros?), pero aún así, muestra una tendencia preocupante. Claro está, en un país como el nuestro, para instaurarla haría falta cambiar la Constitución (y para eso en concreto, mejor que no la cambien, creo yo).
Lo interesante sobre este tema es que si se preguntara un día cualquiera, mucha menos gente diría que está a favor. Si la estadística se hace después de un atentado o de un crimen especialmente sonado, pues está claro que más gente apoyará su instauración. El debate puede ser interesante, pero yo tengo una opinión: si el sistema penal está para reeducar y reinsertar ¿cómo se reinserta a alguien si se le ejecuta? Y otra cosa: ¿cuando se condena por error a un inocente qué pasa? Pues eso.
El segundo tema de la semana es la campaña del Ministerio de Sanidad sobre el uso del condón, a ritmo de Hip Hop. Vamos a ver. Por mucho que la cancioncita me parezca infame (ya me conocéis, yo la habría hecho con guitarras eléctricas y baterías con doble bombo), la campaña es necesaria, sobre todo si tenemos en cuenta que cada vez hay más abortos de chicas cada vez más jóvenes. Hace falta información, desde la Administración (con campañas como ésta, por ejemplo), desde la escuela (para que luego digan que no es necesaria la Educación para la Ciudadanía) y, sobre todo, desde las familias. Hace falta que los padres se impliquen de una vez en la educación de los hijos y no dejen todo el marrón para los centros escolares. No podemos esconder la cabeza. Los chavales cada vez se inician antes en el sexo (si nosotros con quince años hubieramos sabido lo que saben los que tienen ahora esa edad...), y es necesario que conozcan los riesgos y la manera de evitarlos. Por eso la educación es necesaria.
Y por último, quería mencionar que se está celebrando una Cumbre sobre Cambio Climático en Poznan (Polonia). Y aquí entra la polémica de siempre: Que si el clima cambia, que si no cambia, que si cambia pero poco... Da igual. Al final, da igual la postura de cada cual, porque si hasta Rajoy acabó proponiendo medidas contra él (¿y su primo qué opina de eso?), será que se le ve utilidad al debate, aunque sea para arañar votos. Obama también habla de plantear medidas contra él. Y, las cosas como son, yo pienso que el debate no es ése. Cambios en el clima los hubo siempre (la Tierra funciona de manera cíclica y cambios los hay de vez en cuando), y negar que ahora el clima está cambiando sólo lo hacen personas muy interesadas o muy ignorantes (a Aznar lo podéis incluir en el grupo que más os guste). El verdadero debate está en si es normal que el clima cambie ahora y a esta velocidad. Muchos científicos apuntan a que buena parte de la responsabilidad es humana (y esto no lo menciono porque lo digan Al Gore o Zapatero, sino porque se recoge en artículos de Nature y National Geographic), pero lo que me gustaría preguntar no es eso. Es lo siguiente: aunque el cambio climático no fuera culpa de los seres humanos, aunque el cambio climático no existiera... ¿tan malo sería que intentáramos tratar mejor al planeta? ¿Estaría mal que tratáramos de contaminar menos y generar menos desperdicios? Yo creo que no.
Vale, que sí, que hay cosas más importantes, como acabar con el hambre en el mundo (cosa que a veces dicen muchas personas que no creen en el cambio climático para intentar parecer más concienciados y de paso decir que los ecologistas se preocupan más de los osos polares que de las personas). Pero debemos recordar una cosa: Las personas más pobres, las que viven en el Tercer Mundo, son las que pueden verse más perjudicadas si el cambio climático es verdad, porque viven del sector primario, el más afectado por las oscilaciones del clima. Si hay un cambio climático (es una hipótesis, no discutamos), perderán sus medios de vida y entonces... ¿qué?
Complicada pregunta.

sábado, diciembre 06, 2008

Que treinta años no es nada...

La Constitución española cumple hoy treinta años. Y parece que fue ayer. Si la Constitución fuera persona, ya sería mileurista.
Y eso que la Transición no fue cosa fácil, eh, y hubo momentos en los que parecía que esto no iba a funcionar. Pero al final, salió bien. y gracias al esfuerzo de las personas que lucharon en esos momentos, ahora tenemos un sistema que funciona de manera más o menos justa.
Pero no debemos dormirnos en los laureles. La Constitución está muy bien, fue fruto del consenso y todo eso. Pero tenemos que recordar que fue hecha por personas, y que por eso no es perfecta. Es susceptible de mejorar para adaptarse a las nuevas realidades de nuestra sociedad, y de hecho, creo que es necesario que cambie en algunos aspectos.
Y también molaría que se lograra que todos los derechos que aparecen recogidos en ella fueran respetados por igual. Que a veces por salvaguardar unos derechos se perjudica el cumplimiento de otros (ya sabéis a cuáles me refiero, para qué dar más datos).
Bueno, por hoy no digo más, que tampoco es cosa de alargarse demasiado, que no en vano yo no había nacido cuando se promulgó (y la mayoría de mis lectores tampoco). Cualquier cosa más que pudiera decir ya entraría en el campo de la divulgación histórica y no es momento para ello.
Un abrazo.

domingo, noviembre 30, 2008

Con las gafas de pasta 2: El regreso

Después de mis aventuras de la semana pasada en el Festival de Cine, la verdad es que no estaba muy seguro de querer volver esta semana, pero al final volví. Pero esta vez, la cosa fue bastante mejor (¡¡menos mal!!).
El viernes nos decidimos por una peli francesa, titulada Des poupées et des anges (Muñecas y ángeles), con coloquio posterior con su directora Nora Hamidi incluido. La peli, muy recomendable, va de dos hermanas, Chirine y Lya, que son francesas aunque de origen magrebí. Chirine, la mayor, sueña con ser modelo, y la película nos muestra, a través de los ojos de su hermana, cómo va intentando abrirse camino en ese mundo. Además, entre las dos hermanas se muestra un contraste muy claro, que se ve simbolizado a través de dos cosas. En primer lugar, a través de la historia que les sucedió siendo niñas cuando su padre les compró una Barbie a cada una y Chirine la guardó y deseó ser como ella, mientras que Lya la desarmó para ver cómo era por dentro, y se dio cuenta de que estaba vacía. En segundo lugar, a través del sexo. Ambas hermanas mantienen relaciones sexuales, pero las formas en las que eso se nos muestra son claramente distintas. Mientras que la sexualidad de Lya se nos muestra de manera menos explícita, no se escatima a la hora de mostrarnos la de Chirine, que es más sórdida, hasta el punto de que ésta llega a asumir como normal el hacer determinadas cosas para medrar en el mundo de la moda, incluso sin esperar a que se las pidan.
Lo dicho, una película muy recomendable.
El sábado teníamos intención de ir a ver la última proyección de cortos de la sección oficial, pero no había entradas. No obstante, en otras salas del cine había películas comerciales, que ya no eran las del Festival, así que nos decidimos por la recién estrenada La mujer rubia, que voy a comentar ahora también porque se había presentado fuera de competición en el Festival, como parte de una retrospectiva de su directora, la argentina Lucrecia Martel. Se trata de una película hecha en coproducción entre Argentina, España, Francia e Italia, con producción de Almodóvar. La peli va de una tía que cree haber atropellado a alguien y se pasa toda la película sintiéndose culpable. No está mal, quizá sea algo lenta, pero se deja ver. Aunque claro, después de lo del sábado pasado, os recomendaría hasta American Pie, pero bueno.
Con todo esto, doy por finalizados mis comentarios sobre el Festival, no sin antes deciros que si queréis echar un vistazo al palmarés definitivo de esta edición, lo tenéis en la web, y allí podreis ver que fueron galardonadas tanto Je veux voir (Premio No Ficción/Documental ex aequo con Z 32) y Des poupées et des anges (premio Enfants terribles al mejor largometraje para mayores de 12 años).
Un abrazo.

jueves, noviembre 27, 2008

Con las gafas de pasta...

La verdad, aunque el cine me gusta mucho, reconozco que mi cultura cinematográfica no es gran cosa. Mis conocimientos sobre cine clásico se reducen a haber visto dos veces Casablanca (una en versión original), a haber visto Ciudadano Kane, a que recomiendo a quien quiera escucharme que hay que ver La noche del cazador, que adoro el cine de Woody Allen y el de Akira Kurosawa y que vi varias veces las pelis de El Padrino, incluyendo la versión épica. Además, si digo que no me gusta Kubrick es porque vi bastantes de sus películas y sólo me gustó Espartaco. En lo que se refiere al cine independiente, mi conocimiento se reduce a un ciclo que hubo hace algunos años en La 2, que me sirvió para ver alguna peli interesante (Cómo ser John Malkovich, por ejemplo) y para descubrir que Lars von Trier me parece un rollista.
Todo este preámbulo viene a que, como sabéis, en Gijón hay un Festival de Cine independiente y la semana pasada tuve mi primer contacto con él (es triste decir que a mis años todavía no había ido nunca).
La cosa se inició cuando una de vosotros me dijo que le apetecía ir al Festival el viernes, y que por qué no íbamos a ver una coproducción franco-libanesa, en versión original (toma frikada gafapasta), en la que salía Catherine Deneuve, en la que además habría un coloquio con el director y que encima era gratis. "Vale", digo yo. Y allí nos dirigimos, a ver Je veux voir. Como era gratis, pensamos que podíamos entrar sin pasar por taquilla, pero no, hay que bajar a por la entrada. Cuando volvemos, encontramos que nos dieron las entradas equivocadas y que ni eran para esa sala, ni para esa peli, ni para esa sesión, ni para ese día. Pero al final nos dejaron entrar y nos dispusimos a ver la peli.
Resulta que se trata de un documental (o más bien un falso documental) sobre el Líbano que podría haber estado bien, pero que tenía varios defectos. Es muy lento, tiene diálogos que no aportan nada y muchos tiempos muertos. Si hubiera durado media hora menos quitando esos diálogos y esos tiempos muertos hubiera quedado un mediometraje soportable y ahora estaría diciendo que había que darle un Oscar al director. Pero como no, pues me quejo. Encima, en el coloquio la intérprete sabía lo justo de francés (hasta yo le pillé los fallos) y poco tirando a nada de cine (¿es mucho pedir que si trabajas de intérprete en un festival de cine tengas un mínimo barniz de cultura cinematográfica, aunque sólo sea para que no se te quede cara de póker cuando el director cite como influencia Hiroshima, mon amour?). Así que ante tal panorama, salimos huyendo.
No contento con esta experiencia, el sábado volví con otro de vosotros. No había entradas para la peli que queríamos, y fuimos a ver el encuentro con el director Cameron Jamie (un visionario, según muchos críticos), en el que se proyectarían dos de sus mediometrajes. Baste decir que la gente se iba antes de que acabara el primero, que por cierto era el más salvable, por lo menos su primera mitad. Os cuento con más detalle:
La primera peli se titulaba Jo, y duraba 42 minutos. Su primera mitad servía para mostrar de qué manera se instrumentaliza la figura de Juana de Arco en Francia desde diversos puntos de vista, que sí me pareció muy interesante. Sin embargo, la segunda parte era un concurso de comer perritos calientes, puesto al revés, supongo que para expresar lo inútil que es escribir guiones cuando basta con grabar a varios frikis comiendo perritos calientes y luego montarlo al revés. Y de la música de la peli, mejor no hablar.
La segunda película se titulaba The Neotoma Tape, y es una recopilación de vídeos de frikis montada para que dure sus buenos 57 minutos y que al sufrido espectador le parezcan una vida entera. En esta ¿película? se mezclaban tíos hablando de que han visto híbridos de perro y conejo con otros que aseguran que pueden comunicarse con los extraterrestres y algún videoclip, incluyendo uno de Nirvana que evitó que me cortara las venas a mordiscos. La posible conversación sobre esto pudo ser así (algunas cosas no se dijeron, pero podrían haberse dicho, y no indico quién pronunció las que sí se dijeron porque son totalmente intercambiables):
- Ja, ja, ja (léase "Me río por no llorar").
- Con lo bien que estaba en casa durmiendo.
- ¿Pero qué me estás contando?
- ¿Esto qué es?
- ¿Qué clase de educación le dieron a este tío sus padres?
- Está bien claro: Sus padres no lo querían, los profesores le tenían manía y sus compañeros de instituto le pegaban.
- ¿Te imaginas ser la pareja de este tío y verlo todo el día montando estas cosas?
- Este tío no tiene pareja ni la tuvo nunca, fijo.
- ¿Por qué si lo hace este fulano es Arte y si lo hacemos nosotros es para Vídeos de Primera?
Y todo así. A veces apetecía rebelarse contra todo aquéllo, levantarse y gritar algo contra tanta tontería que cabreara a la concurrencia, como "Kubrick está sobrevalorado", pero era mejor no hacerlo ante el riesgo de que se nos echara encima una horda de furibundos gafapastas con ganas de venganza contra tamaña herejía.
Antes de que pregunte alguien, no nos fuimos antes porque para criticar primero hay que conocer lo que se critica. Y tenía muchas ganas de criticar estas "obras maestras" de Cameron Jamie.
Seguro que en el Festival hubo grandes películas, pero yo no acerté con ninguna.
Un abrazo.

miércoles, noviembre 19, 2008

Ten cuidado

- Ten cuidado, tío - dijo Joey -. Creo que el diablo está muerto.
Mike soltó el pomo de la puerta y se dio la vuelta. "¿Qué está diciendo este yonki?", se preguntó. Miró al fulano que había dicho estas palabras sin sentido y lo vio sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, y con la mirada perdida y las pupilas dilatadas. También había un jeringuilla tirada a su lado y una goma todavía alrededor de su brazo izquierdo. La verdad, estaba hecho un pingajo.
- Ten cuidado, tío - repitió Joey -. Sabes que me preocupo por ti - tomó aire mientras se regocijaba en el bienestar que le producía la dosis y añadió -. Porque eres un buen amigo.
Mike salió del sucio apartamento sin decir nada. "Un buen amigo", pensó. "Sí, soy un amigo cojonudo. Nos conocemos desde que teníamos cinco años y ahora soy el que te vende la heroína. Pero eres el único al que se la llevo a casa".
Pensaba todo esto mientras salía de un edificio viejo y sórdido. Detrás de cualquiera de las puertas que se asomaban al pasillo podría estar sucediendo una escena tan patética como la del apartamento de Joey.
Mike salió a la calle y vio todo lo que odiaba de su viejo barrio: Edificios viejos, coches abandonados, chavales tirados todo el día en la calle... Un suburbio más. Por eso no le gustaba volver.
Se acercó a su coche y antes de subirse deslizó un billete en la mano del chico que se había quedado vigilándolo.
- Gracias, Mike - dijo el chaval, de no más de doce años, antes de preguntar -. ¿Seguro que no te apetece nada?
- Seguro - respondió Mike -. Lo que yo vendo es mejor.
Condujo hasta su piso en una zona elegante de la ciudad. Donde nadie recordaba que él había sido un niño hace no tanto tiempo. Donde no tenía que ir a casa de nadie, sino que eran los demás los que iban a la suya. Donde él era el que lo conseguía todo y por eso todos comían de su mano.
Llegó a la puerta de su vivienda y sacó la llave. Entonces alguien le habló.
- ¿Eres Mike Turner? - preguntó un hombre de unos cuarenta y tantos.
Mike lo miró antes de responder con otra pregunta.
- ¿Quién quiere saberlo?
Esta pregunta no tenía más utilidad que la de ganar tiempo. Si Mike Turner había durado hasta ahora en este negocio es porque sabía calibrar a la gente con una sola mirada. Y este tío no parecía peligroso. Parecía un perdedor, sí, pero no parecía peligroso. Y desde luego no era un poli.
- Un cliente - respondió el hombre.
Mike no solía vender a alguien a quien no conocía, a no ser que fuera amigo de otro buen cliente, así que quiso hacerse el loco y decirle que se equivocaba de persona, pero ese tipo añadió.
- Susie Mitchells me habló de ti. Creo que es una buena clienta tuya.
Mike la recordaba, claro. Dieciocho o diecinueve años, muy guapa, y dispuesta a cualquier cosa por una dosis; cómo olvidarla.
- Sí, es clienta mía. - dijo al fin.
Seguro de que este tío sólo quería probar algo nuevo en plena crisis de madurez, Mike le hizo pasar al piso.
- Quiero tu mejor mercancía. - dijo el hombre.
- Igual que Susie. - respondió Mike con una sorna chulesca.
Entonces Mike cometió un grave error. Dio la espalda a ese desconocido mientras buscaba en un cajón.
Comprendió su equivocación cuando sintió el frío cañón de un arma al apoyarse en su nuca y oyó el inconfundible sonido de un revólver del calibre 38 al ser amartillado.
- Susie era mi hija, cabrón - dijo el hombre -. Y murió de sobredosis por la mierda que tú le vendiste - y entonces añadió -. Tú eres el diablo. Y estás muerto.

jueves, noviembre 13, 2008

In memoriam: Rocky (2003-2008)


"Rocky ya no vive aquí".
Con ésta frase me dijo mi madre esta mañana (escribo el día 13 de noviembre, aunque este texto tardará algunos días en colgarse) que el perro había muerto de madrugada. No voy a mentir. Rocky y yo nunca tuvimos una relación especialmente cordial. A mí ni siquiera me gustan los animales. Pero bueno, me había acostumbrado a él.
Era revoltoso, bastante ladrador y en los últimos tiempos se había vuelto algo agresivo e impredecible, y ya no podíamos dejarlo demasiado tiempo solo en casa porque siempre se las arreglaba para hacer alguna pifia. Pero era la mascota de mi familia.
Y, pese a que llegó a casa de manera casual y a que nunca quisimos tener un perro, lo tratamos bastante bien. Así que no murió por estar mal cuidado, sino por la negligencia de la veterinaria, pero eso es otra historia.
Así que si alguno de vosotros va a buscarme a casa a partir de ahora, que sepa que ya puede llamar al timbre, porque ningún perro va a ponerse a ladrar, impidiéndome escuchar lo que me decís desde abajo. Y ya no va a haber ningún bicho que moleste a las visitas en mi casa.
Porque ya no hay un perro en mi casa.

martes, noviembre 11, 2008

Un paso atrás en el tiempo

El sábado cogí el autobús para ir a casa de uno de vosotros y reunirme allí con algunos de mis amigos. Y cuando me subí me encontré, sentados juntos, aunque ellos no se conocían entre sí, a dos personas que yo sí conocía. Uno era un chaval que había sido amigo mío en el colegio del que salí hace trece años. La otra, una jovencita (creo recordar que de sólo 23 años) que estudió guitarra conmigo hace mucho tiempo (dejé las clases cuando yo tenía 19 años y calculo que ella unos 15). El saludo fue muy breve, "hola" y ya está. Normal, hace mucho que no nos veíamos.
Al día siguiente subí al trastero para buscar unas botas y encontré una vieja caja de zapatos. La abrí, y dentro de ella encontré unos dibujos en papel cebolla, recortados y colocados en unos marcos de plástico para poder usarlos en un proyector de diapositivas. Esos dibujos eran para un trabajo que yo había hecho hace muchos años con el chaval que había visto la noche anterior y con otros amigos más de aquella época (afortunadamente aún me queda alguno de ellos, y creo que me estará leyendo). Traté de recordar los nombres de los chavales con los que había hecho ese trabajo y no me costó tanto como esperaba. Tal vez, dentro de otros trece o catorce años tenga más problemas para hacerlo.
Entonces me di cuenta de una cosa. A medida que crecemos, que maduramos, que nos hacemos más viejos, tenemos que elegir un camino u otro. Y a veces, eso supone dejar atrás a ciertas personas.
Por eso valoro vuesta amistad, porque no sé cuánto va a durar. Porque no sé cuándo alguno de nosotros va a cambiar su camino y vamos a estar demasiado lejos o demasiado ocupados para seguir juntos.
Un abrazo.
P. D.: Hay días en los que uno está más bajo que otros, y salen cosas como ésta. Mañana volveremos a estar a tope.

miércoles, noviembre 05, 2008

Momentos históricos

Muy buenas, queridos lectores.
Después de que el sábado este blog cumpliera dos años suelto por el ciberespacio, hoy quería comentaros un par de cosillas muy diferentes entre sí. La primera es evidente. Que en Estados Unidos ganó Obama. Se abre una nueva época que, espero, hará que nos olvidemos de todo lo malo que hizo Bush. Aparte, claro, del hecho de que estamos ante un momento histórico, sobre todo si tenemos en cuenta que en la primera mitad de los años sesenta, los negros ni siquiera podían ir a la Universidad.
El segundo tema del que os quería hablar es muy diferente. Es cinematográfico. Resulta que el lunes fui con una de vosotros a ver El niño del pijama de rayas. Y es una peli muy recomendable. Es dura y tiene un final muy triste (como una magdalena lloraba mi acompañante, fijaos lo que os digo), pero está muy bien. En cierto modo, se puede relacionar con La vida es bella, por aquello de la visión que tienen los niños de las cosas más horribles, hasta el punto de llegar a verlas como un juego.
Pero en esta película hay otra cosa que creo que pasó bastante desapercibida: el poder de la propaganda. Sí, porque resulta que la hermana del prota pasa de ser una niña repipi pero soportable a ser una nazi odiosa gracias a la propaganda a la que la somenten, y pasa de tener su habitación llena de muñecas de porcelana a tenerla llena de carteles de Hitler. Y eso creo que es algo que podemos destacar de la película.
Bueno, pues por hoy ya está bien, que tengo algo de lío. Resumiendo: recordad que empieza una nueva era e id a ver El niño del pijama de rayas.
Un abrazo.

jueves, octubre 30, 2008

Voto de pobreza

Muy buenas, queridos lectores.
Estos días me llamaron la atención dos noticias. Son las siguientes:
En primer lugar, que el hermano mayor del Papa, el sacerdote Georg Ratzinger, va a celebrar su cumpleaños con un concierto en el Vaticano que costará 100.000 euros.
En segundo lugar, que una misionera española perdió las piernas en un ataque de la guerrilla tutsi del Congo.
Si yo fuera un extraterrestre recién llegado a la Tierra, no vería relación entre las personas que protagonizan estas noticias. Sin embargo, pertenecen a la misma superestructura ideológica. A la misma confesión religiosa. Ambas personas son católicas, tienen los mismos votos (entre ellos el de pobreza...), se basan en las mismas enseñanzas y, teóricamente, creen en lo mismo.
Y sin embargo, yo no encuentro dónde está la relación entre aquél que vive entre lujo y oropeles y aquélla que ayudaba al prójimo en un lugar del Tercer Mundo.
No sé. Hay cosas que, por mucho que les dé vueltas, nunca llegaré a comprender.
Seguid cuidándoos.

martes, octubre 21, 2008

Desenterrando la verdad

Supongo que sabéis que Garzón está hablando de desenterrar a las personas que están en fosas comunes de la Guerra y la posguerra. Ahora vemos también opiniones a favor y opiniones en contra, como con todo. Así que, amparándome en la libertad que me da mi blog, voy a dar también mi opinión. Y estoy a favor, qué coño.
Lo primero que quiero decir es que desde mi humilde punto de vista, los familiares de los muertos tienen derecho a saber dónde están sus restos, tienen derecho a desenterrarlos y a darles una sepultura más digna. Creo que en eso estaremos todos de acuerdo.
Sobre otras cosas que se derivan de estas cuestiones, creo que voy a tener que servirme de la perspectiva del historiador. Así que ahí voy:
Se dice que esto es partidista, que sólo se reconoce a los muertos de un bando. Eso puede que sea verdad. Y si queremos que la cosa se haga bien, habría que desenterrar a los de los dos bandos. Pero también debemos recordar una cosa: Que puede que haya muertos del mal llamado bando nacional que estén en fosas comunes, o que fueran masacrados de mala manera o que fueran asesinados a sangre fría (era una guerra, y eso es lo que tiene). Pero esas personas fueron consideradas héroes, mártires incluso (¿cómo se llamaba hace algunos años la Plaza del Humedal de Gijón?), y los religiosos de ese bando fueron beatificados. Las familias de esas personas tuvieron pensiones. Su memoria, en definitiva, fue honrada. Pero los del otro bando, los que defendieron al Gobierno legítimo, fueron considerados traidores, nunca se rehabilitó su memoria, sus familias fueron estigmatizadas y sus juicios nunca fueron anulados (¡viva la sacrosanta Transición!).
No es venganza. No es revancha. Es justicia. Es reconocer que en una guerra ambos bandos cometen injusticias. Pero que el bando perdedor suele llevar la peor parte.

martes, octubre 14, 2008

¿Dónde está la crisis?

Puede que vaya a decir una obviedad, pero tengo que hacerlo: Hay crisis. La cosa está muy chunga, colegas.
Ahora podemos buscar culpables, y decir que es el sistema, o la ambición desmedida, o los directivos de las grandes corporaciones o el Gobierno (para el PP todo es culpa del Gobierno, ya sabéis), o lo que sea... Pero el caso es que hay crisis.
Y con toda esta movida, me encontré con cosas curiosas. Como que ahora todos los Gobiernos van al rescate de sus economías. Pero esperad un momento, que me entra una duda: ¿no nos decían no hace tanto que no era necesario que los Gobiernos metieran mano en la economía, que en el sistema capitalista no era necesario? Y mirad, ahora sí.
O lo que es lo mismo. Cuando los bancos (o las empresas en general) ganan, sus beneficios son privados, son sólo suyos; pero cuando pierden, las pérdidas son públicas, las pagamos todos. Vale, sí, ya sé que si lo bancos quiebran, los cuatro duros que tenemos en ellos se nos van al traste y nos quedamos todos en la ruina. Pero no sé, me llama la antención. Y a todo esto ¿Dónde quedaron las ganancias que atesoraron estos últimos años?
Lo que yo digo es lo siguiente: Si cuando un trabajador no es bueno en su trabajo, lo echan. ¿Podremos echar a los responsables de este descalabro para que no nos la armen otra vez? Molaría hacerlo, ¿verdad?
Seguid cuidándoos.

domingo, octubre 05, 2008

Otra vez

Reconozco que últimamente estoy muy pesado con los conciertos, pero bueno, también otras veces estoy meses sin ir a ninguno. Prometo que no volveré a escribir sobre música... hasta que vuelva a ir a otro, je, je. La cosa fue más o menos así:
Doce y veinte de la mañana del sábado día 4. Suena mi móvil. Es Miguel (alias Garry), colega del barrio de siempre, que me dice:
- Esta noche vamos a ver a Darksun. ¿Te apuntas?
Y yo, que pa' estas cosas no sé decir que no, pues me apunté. Así que anoche, nos fuimos a la sala Albéniz a verlos, yo por cuarta vez.
Acababan de sacar el disco nuevo, Libera me, hacía sólo un día o dos, así que no nos sabíamos las canciones nuevas. A ver si con las que nos sabemos de los discos anteriores "aprobamos".
Entramos a la sala y le pregunto a uno de los colegas si la chorba esa de la barra es la que fue teclista de Darksun cuando el primer disco y antes de Nörthwind. Me dicen que sí y me preguntan si me doy cuenta de quién es el tío que está con ella. Anda. Es Víctor García, el cantante de WarCry. Mola.
Nos sentamos para ver a los teloneros, La Hermandad, grupo cántabro que hacen una música deudora del sonido de Ñu, Mägo de Oz y algunos más, sobre todo por el uso del violín. No sonaban mal, pero el cantante estaba algo nervioso, por lo que nos explicó, porque era uno de sus primeros conciertos. Su música está bien, pero es algo repetitiva (y una canción tenía un estribillo que sonaba sospechosamente a Shakira...).
Terminaron su actuación y nosotros bajamos para ver de cerca al grupo principa. Y tan de cerca, que llegamos a la primera fila porque había poca gente.
Entonces, empezó lo bueno. Dani, Tino y compañía salieron con ganas de hacer un gran concierto, y de hacernos pasar un buen rato. Empezaron con "Para siempre", el tema que abre su último disco. Las primeras canciones nos dejaron algo fríos, pero no por ellos, sino porque no nos las sabíamos. Cuando sonaron "Como el viento", "Traición" o "Dentro de ti", fuimos entrando en materia. El sonido estaba muy bien, Dani cada vez canta mejor y ahora está aprendiendo a moverse en el escenario sin su guitarra, aunque todavía tiene algunas poses más propias de un guitarrista que de un cantante. Sin embargo, creo que los cambios vinieron bien al grupo. Suenan muy bien.
Fueron sonando sobre todo canciones del último disco, como "Miedo", "Huellas en la arena", "Tan lejos", "La sombra tras el cristal", pero también otras como "Prisoneros del destino", de los discos anteriores.
Un solo de batería que sirve para presentar al último fichaje, José Ojeda, que no participó en la grabación del disco, fue el arranque de los bises, que culminaron con "El legado" y "El lado oscuro".
Al final el concierto estuvo muy bien, pero quizá fue algo corto. Y todos nos llevamos algo. Maite, una de las baquetas, Nacho y yo, sendas púas del bajo, que nos dio en mano el propio Pedro (por cierto, qué púas más cutres, que no traen nada), y Miguel una de las hojas que tenían ellos en el escenario para saber qué canción va en cada momento, así que supongo que él podrá poner en su blog el repertorio en el orden exacto. Privilegios de la primera fila, je, je.
Nos vemos.

sábado, septiembre 27, 2008

Paro y Rock n' Roll

Uno de los inconvenientes que tiene estar en el paro es que de vez en cuando nos buscan movidas, de las que nos avisan mediante educadas cartas que terminan con un mafioso recordatorio de nuestras "obligaciones como demandantes de empleo y, en su caso, perceptores de subsidios". La última, ir ayer a una charla sobre un "plan experimental". O lo que es lo mismo, hacernos ir dando por hecho que estar en el paro implica no tener nada que hacer. Encima, era a las once, hora perfecta para fastidiarme la mañana entera. Además, no nos decían nada de que fuera una charla, ni nada, así que llegué para allá con mi currículum debajo del brazo, por si acaso. La carta no nos decía a qué parte del edificio teníamos que ir, de modo que me dirigí a información donde, por cierto, no había nadie. Quedaban quince minutos, así que me dispuse a esperar. Detrás de mí se fue formando una cola de tíos con hojas como la mía y cara de perdidos. Allí no aparecía funcionario alguno. En esto, me fijé en que varias mesas más allá, había una funcionaria que no hacía nada, así que me dirigí para ver si podía informarme. Muy amablemente, me dijo que yo debía subir al piso superior, información que, amablemente, transmití a los demás fulanos de la cola.
Una vez arriba, empecé a fijarme en la gente que iba al mismo sitio que yo. Tíos de mi edad o algo menos, con pinta de bakalas con pasta pero sin demasiados estudios. Una vez leí que el calzado decía mucho de la gente: allí sólo dos llevábamos zapatos. Observé que pocos llevábamos algo que no fuera la carta que nos mandaron, impresa en un folio azul. La pregunta es evidente: ¿A tan pocos se nos ocurrió llevar un currículum por si nos lo pedían? En fin...
Entramos, y entonces nos sueltan una charla sobre una fundación que, si queremos, nos daría formación para encontrar curro y que se comprometía a encontrar trabajo a al menos la mitad de los que aceptaran. La cosa parecía interesante. Pero en esto que nos dicen qué curros nos conseguirían: reponedor, mozo de almacén y cosas así, todas ellas muy respetables pero que no están dentro de mis aspiraciones actuales. De modo que pasé de la historia.
Cabreado porque había perdido la mañana, cuando salí de allí decidí bajar hasta el centro de la ciudad y pasarme por Paradiso, la librería donde suelo comprar. Pero esta vez no iba a comprar libros, sino una entrada. Una vez en el sitio, comentaba con uno de los dueños que ya había presentado la tesis doctoral el colega por cuyo libro me había interesado la última vez que había estado allí, y compré una entrada para el concierto que esa misma noche, anoche, daban la Bon Scott Band en el Casino de Asturias.
La Bon Scott Band es un grupo catalán que hacen versiones de AC/DC. Mejor dicho, hacen un concierto de AC/DC pero en pequeñito. Y ya que no voy a poder ver, al menos a corto plazo, a los AC/DC originales, fui a ver a éstos. Y lo hicieron genial. Salieron vestidos igual que los auténticos, con Ismael (guitarra solista) vestido igual que Angus y con Jordi (cantante) con una gorra igual a la de Brian.
No me suele gustar ir solo a conciertos, pero esta vez lo hice porque nadie se animaba y yo tenía muchas ganas. Tampoco sabía cómo sería un concierto en el Casino, pero bueno, tenía curiosidad. Así que para allá que fui, con ganas de Rock.
Salieron con algo de retraso, pero desde el principio, con "Thunderstruck", demostraron que iban a pasarlo bien y hacernos disfrutar. No eran sus canciones, pero las hicieron suyas, y las defendieron como se defienden las grandes canciones, al borde del escenario y con el público a pocos centímetros. "Rock n' Roll damnation", "Hard as a rock", "Shot down in flames", "If you want blood (you've got it)"... se las saben todas y las hacen bien, calcando hasta el más mínimo detalle de ellas. Así, escuché en directo una de mis canciones favoritas de AC/DC, "Dirty deeds done dirt cheap" y no pude evitar dar unos cuantos saltos. Ismael clava hasta la última nota de cada solo y hace a la perfección todos y cada uno de los movimientos de Angus Young, paso del pato incluido.
Jordi nos pide perdón por el sonido y nos dice que parte de la amplificación no llegó a tiempo. Da igual, lo pasamos bien igual.
Tocan "The Jack", y todos sabemos qué pasa entonces. Si éstos fueran AC/DC, Angus haría un strip tease, pero, ¿lo hará también Ismael? Pues claro que sí, imitando todos y cada uno de los movimientos del maestro.
- Iba a decir algo del Sporting - dice Jordi entonces- pero mejor me callo, porque, joder... vaya tela... Pero ahí seguís, con dos cojones aguantando. ¡Qué coño! Estáis en Primera, porque sois un equipo de primera, con una afición de primera y esta noche estáis siendo un público de Primera.
Sabe bien cómo ganarse al público, y tocan "Whole lotta Rosie". Después, unas campanadas nos dicen qué es lo siguiente. Claro, "Hells Bells".
Van cayendo más canciones, y si cerramos los ojos, casi podemos creer que estamos viendo a AC/DC de verdad. Cada vez falta menos para el final, y suenan canciones conocidas por todos.
Suena "Let there be rock", e Ismael se va del escenario. Pero seguimos oyéndole. ¿Dónde está? Ángel (bajo) y Freddy (guitarra rítmica) están al borde del escenario, y nos señalan al fondo de la sala. Nos volvemos, y allí está Ismael, junto a la barra. Y vuelve al escenario pasando entre el público.
La cosa toca a su fin: "TNT", "You shoock me all night long", "High voltage" y para acabar, "Highway to hell", para la que Ismael se pone unos cuernos diabólicos.
Esto es hacer música con ganas, con rabia y desde las tripas, disfrutando y haciéndonos disfrutar. Y haciéndome olvidar que los del paro me habían jodido la mañana.

martes, septiembre 23, 2008

¿Hasta cuándo?

Esta mañana fui a la piscina después de más de un mes sin ir. La verdad es que me hacía falta. Después de hacer ejercicio en general, después de nadar en particular, tengo la cabeza más despejada. Es decir, que el ejercicio me ayuda a pensar. Cuando salía de la piscina y volvía a casa, caminando por una zona del barrio que es enteramente nueva (hace diez años no era ni parecida, hace quince daba miedo y hace veinte no era más que un montón de naves industriales), recordaba que el viernes estuve en la lectura de la tesis doctoral de uno de vosotros. Una tesis espléndida, redactada, expuesta y defendida en dos idiomas (español y francés) para conseguir la mención europea. Y recordé una conversación que tuve con otro de vosotros este fin de semana sobre lo que se puede ver en la Universidad actual. Y me hice una pregunta.
¿Hasta cuándo va a durar esto? Quiero decir. ¿Cuánto va a durar esta buena racha? Ahora que ya vemos que puede haber un investigador español hablando de la Historia de otro país, ahora que todavía somos capaces de hacer tesinas y tesis leyendo en varios idiomas (latín incluido), ahora que podemos mirar de igual a igual a historiadores de otros países, resulta que el sistema educativo va a conseguir que las próximas generaciones no sean capaces de leer bien ni siquiera en su propio idioma. Y para colmo, profesores cerriles y paletos van a lograr que nadie se interese por nada fuera de su terruño. Y por eso dudo que esta buena racha nos dure demasiado.
Así, dentro de unos años, tendremos una generación de "historiadores" paletos, sin interés por nada fuera de su municipio, incapaces de leer lo que escriben otros porque no saben idiomas y, eso sí, encantados de haberse conocido y sin sentir ningún remordimiento por poner faltas de ortografía en sus artículos. Y mientras, los buenos investigadores (sí, hablo de vosotros que me estáis leyendo), tendrán que buscarse la vida fuera de España, y otros, tal vez no tan brillantes pero igualmente capaces de aportar cosas valiosas a la ciencia, tendrán que buscar otras salidas porque la investigación les estará vedada.
Vaya mierda.

domingo, septiembre 14, 2008

Los extremos... ya se sabe

El viernes día 12, una vez más, tocaba concierto. Esta vez en Oviedo, en plenas fiestas de San Mateo, y actuaban Extremoduro en el complejo deportivo de San Lázaro. Con el "uniforme de gala" (je, je), es decir, botas de montaña hechas unos zorros (por fin aparecieron), vaqueros gastados, camiseta con la calavera reglamentaria y vieja cazadora vaquera curtida en mil batallas, fui para allá con unos cuantos colegas y un par de chicas a las que me acababan de presentar. Buen Rock n' Roll y buena compañía; la cosa prometía. Además, en el blog de uno de mis compañeros de andanzas ya se ponía el repertorio más probable del concierto, así que sabía a lo que me iba a enfrentar.
Extremoduro fue uno de los primeros grupos que escuché cuando me metí en estas sendas del Rock, más o menos cuando tenía quince años, y ésta ya era la cuarta vez que iba a verlos. Después de varios años sin hacer gira y de algunos más sin material nuevo, Robe y los suyos volvían a Asturias, y no podíamos faltar. Además, venían con un nuevo disco debajo del brazo, que, como acababa de salir (de hecho, creo que éste era el primer concierto que daban desde la salida del disco), no tuvo demasiada presencia en el repertorio.
Llegamos al sitio y nos encontramos con que habían forrado el suelo para evitar que lo estropeáramos saltando. No sé qué era, pero era muy cómodo para saltar. Como es habitual antes de que empiecen los conciertos de Extremo, la música de ambiente era, sobre todo de sus colegas, es decir, Platero y Tú, Barricada (antes de que digas nada, no reconocí la canción porque estaba hablando con alguien), La Gripe (grupo fundado por el bajista y el batería de Platero cuando el grupo se separó), Memoria de Pez (los teloneros), La Inconsciencia de Uoho (o sea, el grupo de todos los músicos de Extremoduro, salvo Robe, en el que canta el tío de Memoria de Pez)... además de AC/DC y Aerosmith (sí, ésos que tú confundiste con Guns n' Roses, je, je).
Entonces salieron al escenario Memoria de Pez, como dije antes, el grupo en el que milita el cantante con el se juntan todos los de Extremo menos Robe para no aburrirse. Con un estilo muy parecido al de los extintos Platero y Tú (incluso en la voz del tipo, que se parece a la de Fito), se ganaron a un público predispuesto hacia los colegas del de Plasencia.
Cuando terminaron, el escenario fue cubierto no por un telón, sino por tres más estrechos, y tras una espera indecentemente larga, sonó una intro que nos decía que aquello ya era inminente. El telón central cayó y vimos a un Robe con la misma cara de colgado de siempre, armado con su guitarra y dispuesto a empezar a cantar "Deltoya". A mí no me convencía esta canción para empezar, pero debo reconocer que no estuvo mal. Cuando, tras dos versos se produjo el cambio a un ritmo más cañero, los dos telones laterales cayeron y vimos a todo el grupo salir a darlo todo. Continuaron con "Sol de invierno", "Historias prohibidas", "Golfa", y el fragmento inicial del último disco, La ley innata, momento en el cual el escenario fue iluminado por unas luces que imitaban la caída de la lluvia (la misma que amenazó durante toda la noche).
Robe se movía más que de costumbre, pero estaba muy poco comunicativo, incluso borde. Siguieron con "Buscando una luna" (que incluye versos de Machado), "La vereda de la puerta de atrás", "Quemando tus recuerdos", "De acero", y un cachito de "Pedrá" (que originalmente dura media hora y ya se vio en la última gira, allá por 2004, que el público no responde bien si la tocan entera). Entonces llegó el momento malo de todos los conciertos de Extremoduro: el "intermedio". Tienen la mala costumbre de dejarnos, según ellos, quince o veinte minutos de descanso, en la realidad, casi media hora, que no nos sirve más que para perder el hilo y hacer que se nos enfríe el sudor. Lo bueno es que siempre vuelven con las canciones más cañeras.
Así, a la vuelta tocaron "Papel secante", "Sucede" (que empieza con un verso de Pablo Neruda), "Amor castúo", "Standby", la durísima "A fuego" (que hubiera sido perfecta para empezar, como en la gira de Yo, minoría absoluta), "Central nuclear" (que no me gusta una mierda, pa' qué os voy a mentir), "Pepe Botika", "So payaso" (que, como diré más tarde, podríamos dedicarla a ciertos capullos que había por ahí sueltos) y "Jesucristo García", en la que a Robe se le fue la letra en un momento y en la que incluyeron un solo antes de la segunda estrofa que resultó más largo de lo recomendable y que hizo que nos planteáramos si realmente era Robe el que tocaba la guitarra y no Uoho o el tercer guitarrista que, sospechosamente, estaban "escondidos" en la parte de atrás del escenario, en lo "oscuro". Terminaron este tramo del concierto con "Puta", en la que meten versos de Lorca y se fueron. En los bises, como sospechábambos, "Salir", "Ama, ama, ama y ensancha el alma", y para acabar, la coda con la que termina "Autorretrato". Después, todo el grupo se despidió de nosotros, salvo el borde del Robe.
El balance final fue bueno, aunque faltó algo más de interacción con el público. Se les ve en forma y con ganas, pero no puedo decir que fuera el mejor concierto de ellos que he visto. Lo hicieron bien, pero otras veces lo hicieron mejor.
La pega fue que, como muchas veces, a nuestro lado había algunos imbéciles que nos molestaron más de la cuenta. Cuando uno va a un concierto, lo normal es saltar, puedes chocarte con los colegas o con los de al lado si ellos hacen lo mismo y no lo haces con demasiada mala uva. Pero nos molestó que los de al lado saltaran con las rodillas o los codos por delante contra todo lo que estuviera cerca. Desde mi punto de vista, a esa peña no les gusta la música, porque al final no se enteraron de nada del concierto. En segundo lugar, son unos niños de papá a los que les pagaron la entrada, porque los conciertos ahora son caros (¡qué tiempos aquellos cuando los conciertos de San Mateo costaban quinientas pelas!), y quien sabe lo que cuesta ganar ese dinero o ahorrarlo para el concierto quiere enterarse de algo de lo que suena. No me importa hacer pogos contra la gente, es más, me gusta, pero tener que vigilar con el rabillo del ojo al colgao de al lado por si en una de éstas me solmena una coz, me repatea un poco. Éstos cabrones son los que dan mal nombre a los que nos gusta el Rock n' Roll.
Y dicho, esto, hasta la próxima, no sin antes deciros que ya tenéis la última entrega de Sombra y Luz. Se acabó, espero que os gustara.

miércoles, septiembre 03, 2008

¡¡Cuánto vicio!!

La verdad, no pensaba sentarme a escribir tan pronto. Pero es que a veces me obligan, carajo. Resulta que hoy salió la polémica con las Fiestas del Portal, de Villaviciosa (curioso nombre para el concejo, sobre todo teniendo en cuenta el temita del que voy a hablar). Y la polémica se relaciona con el cartel. Con este cartel:



Su autor es Noe Tuero, y, por cierto, no cobró nada por hacerlo. Se basó para hacer este dibujo en los relieves de un par de iglesias románicas del concejo (San Juan de Amandi y Santa María de la Oliva), y ahora, resulta que hay que retirar el cartel porque dicen que es pornográfico. Sí. Pornográfico. Y para encima, en el cartel nuevo, el que sustituye a éste, sale una foto del Ayuntamiento de la villa, pero de antes de retirar los símbolos franquistas.
Ahora, parémonos a pensar en estas cosas un momento. Se trata de un cartel de las fiestas. Un cartel que, normalmente, nadie se va a parar a mirar de manera detallada. Que no va a quedar en el subconsciente de ninguno de nosotros. A mí me parece un cartel horroroso, pero no me parece que sea tan ofensivo como dicen, la verdad.
No sé. A veces me pregunto hacia dónde va nuestra sociedad si nos preocupamos de cosas como éstas. Si lo que en cierta serie de la tele llamaban "mirada sucia" de ciertas personas va a hacer que tengamos que censurar estas cosas, mal vamos.
Os hago una apuesta. Ya veréis, y yo lo contaré aquí o tal vez para entonces en una página web propia, cómo dentro de unos años, cuando yo sea profesor de instituto y me toque dar Historia del Arte de 2º de Bachillerato (o de COU o de como coño se llame entonces), habrá quien quiera objetar de la asignatura porque en ella se estudian cuadros y esculturas de gente desnuda. Y encima, algunos de esos desvergonzados dibujos representan a dioses paganos.
Y lo harán diciendo que mientras sigamos estudiando Arte, estaremos abocados al infierno.
La madre que los parió.
Nota: Para que veáis que lo que cuento es verdad, ahí tenéis la noticia.
Nota 2: Penúltima entrega de Sombra y Luz. Esto se acaba.

domingo, agosto 31, 2008

Corazón de Rock n' Roll

- Mamá, ¿dónde están mis botas?
- En el trastero. Las guardé allí porque no creo que por el verano te sean muy útiles.
- Pues nada, tendré que subir a buscarlas.
(Un rato después...)
- Nada, no las encuentro, voy de zapatillas.
¿A qué venía esta conversación? - puede que pregunte alguien.
Pues esta conversación (que no es más que un intento de desmitificar al rockero, je, je, que hasta Ozzy Osbourne tuvo padres) la tuve ayer con mi señora madre, y viene a que anoche, la noche del 30 de agosto, había concierto y quería ir... elegante. Tocaban La Fuga en el Parque de La Paz de Lugones (al lado de Oviedo, pero en el concejo de Siero).
Así que, con calaveras en mi pecho, me dirigí con mis colegas al lugar.
Tenía algo de miedo por ver cómo sería la actuación. Ha pasado mucho tiempo desde que los de Reinosa eran unos chavaletes con ganas de tocar Rock y de disfrutar. Desde entonces han ganado en experiencia y se han pasado al lado más comercial (más mainstream, que dirían los pedantes) de la música, con todo cuanto de bueno y de malo tiene eso. Por ello, no estaba seguro de que Rulo y los suyos hicieran un concierto duro. Pero había que estar allí.
Además, por primera vez y sin que sirva de precedente, no llovió en los conciertos de Lugones, lo cual es bueno. Pero había llovido por la tarde, de modo que aquello estaba muy embarrado. Y así acabamos, claro.
A las once y veinticinco se subieron a las tablas los teloneros, Pablo Valdés & The Crazy Lovers, con su música de corte norteamericano y clasicote, ideal para disfrutarla con un Jack Daniel's en la mano en un garito de Nueva Orleans. Con muchas ganas, trataron de calentar el ambiente de la mejor manera que pudieron, pero se enfrentaron a lo mismo a lo que se enfrentan todos los teloneros: a un público que no es el suyo, que no tiene interés por su música y que, con bastante mala baba, los insultaba y les decía que se fueran a su casa. Pero yo os digo que son muy recomendables.
Mientras se desmontaba la batería de Pablo Valdés & The Crazy Lovers y se preparaba todo lo necesario para la actuación de La Fuga, por los altavoces sonaban canciones de AC/DC y alguna de Iron Maiden. No sabía que esa música de ambiente era toda una declaración de intenciones (además, fijo que mucha gente de la que estaba allí no iba a escuchar esas canciones en otra ocasión, así que es bueno que se culturicen, je, je).
Y entonces, a eso de las doce y media o la una menos algo, las luces se apagaron, el escenario se fue inundando de luz violeta y sonaba como intro una música que mi colega Boni identificó como la de la peli Gladiator. Entonces, "Desde Reinosa (...) La Fuga", dijo Rulo, y dio comienzo un concierto de ROCK con mayúsculas, con cuatro tíos subidos al escenario, con muchas ganas de pasarlo bien y de hacer ruido.
Empezaron con "Los Molinos", para seguir con "En vela" y "Despacito". Fueron cayendo temas como "Los de siempre", "Majareta", "El manual",... sin concesiones, sin parar, con rabia, tocando Rock n' Roll desde las tripas, con los músicos saltando, corriendo por el escenario y, sobre todo, disfrutando. Como hacen los grandes. Ganándose al público.
"Jaleo", "No sólo respirar", "Pa' volar", "Trampas al sol",... No paran, disfrutan y nos hacen disfrutar, saltamos, cantamos, gritamos. Momento intimista con la balada dedicada a la ciudad de Buenos Aires, "Capital Federal", interpretada por Rulo solo en el escenario con la guitarra acústica.
"Hasta nunca", "Sueños de papel", "Nunca mais", "Miguel", "Por verte sonreir", "Balada del despertador"... En algunas, Rulo cambia la letra un poco y, con mucha buena voluntad, intenta cantar en asturiano, lo cual sirvió para que las tipas que estaban detrás de mí (que por cierto, antes habían insultado a los teloneros) se rieran de él. Primera despedida con "Pedazo de morón" y se van del escenario.
La primera tanda de bises fue con "Buscando en la basura", "Baja por diversión", y para despedirse por segunda vez, la versión de Los Calis, "Heroína". La gente se iba, pero es absurdo... ¿Cómo van a acabar con una canción de otro grupo? Además, falta un tema, coño. Los que los escuchamos desde hace tiempo lo sabemos. ¿Cómo nos van a dejar sin escuchar...?
"P'aquí, p'allá", por supuesto, con ésa volvieron y con esa se despidieron. Y antes de irse, ya después de soltar los instrumentos, empezaron a cantar el "Asturias, patria querida", para que la siguiéramos nosotros. Y lo hicimos, claro, mientras ellos escanciaban sidra en el escenario. Y cuando salíamos, por los altavoces sonaba "Hells Bells" de AC/DC...
Y por eso titulo este texto "Corazón de Rock n' Roll", porque eso fue lo que hicieron, Rock de verdad, sin concesiones, con ganas y dispuestos a comerse el mundo. Dispuestos a divertir y a divertirse, y así se hace un buen concierto.
Y ahora, id a ver el nuevo capítulo de Sombra y Luz, que ya hay uno nuevo.

viernes, agosto 29, 2008

Nos venden la moto... y nosotros nos dejamos

El otro día, leí un artículo en El País que me hizo pensar. Concretamente éste. Lo que dice sobre la demagogia en Italia, unido a una conversación que tuve días después y a algunas de las cosas que se dijeron durante el coloquio que siguió a mi charla del día 20 (lo bueno de las charlas sobre Historia Contemporánea es que dan pie a debates muy interesantes, en los que un tema puede llevar a otro y así acabar hablando de algo muy diferente al tema principal), me llevaron a plantearme una cuestión interesante: La facilidad con la que se puede dirigir la opinión a través del control de los medios de comunicación.
Es decir. La capacidad que tienen ciertas personas para decirnos qué tenemos que pensar. En el caso de Italia, es evidente lo que se ha conseguido: Que en un país con crisis económica, paro, crimen organizado, corrupción y hasta problemas con la recogida de basuras en Náploles, se asuma que la culpa es de los inmigrantes y de los gitanos. Parece sacado de un episodio de Los Simpsons, pero es verdad. La culpa de la corrupción no la tienen los políticos, la culpa del crimen organizado no la tienen los mafiosos y camorristas, el paro no deriva de la crisis y ésta de la situación económica internacional. No. La culpa de todo, la tienen los inmigrantes.
¿Cómo se ha llegado a asumir algo así? Pues a través del control de los medios de comunicación que tiene el colega Berlusconni. Si repite muchas veces en sus noticiarios que la culpa es de los de fuera, la gente lo acabará creyendo. Igual que cuando en la Cadena COPE se dicen muchas tonterías sobre el Gobierno actual. Al final, quien lo escucha se lo acaba creyendo (y de ahí salen muchas opiniones que se ven en los comentarios de las noticias en los diarios digitales).
De todo esto se deriva una conclusión interesante: La información es poder, así que si alguien controla los medios, como hace Berlusconni, consigue acumular todo el poder en sus manos. Y de esa manera, logra que la gente acepte lo que él quiere, que le elijan sistemáticamente pese a todo y que acepten sus intentos de blindarse y de perpetuarse en el poder.
Interesante, ¿no os parece?
Por cierto, sobre este tema ya han hablado antes personas que sabían más que yo, y así os recomiendo la lectura de Cómo nos venden la moto, de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet.
Y otra cosa: Cada vez queda menos para el final de Sombra y Luz. A ver qué os parecen los últimos capítulos...

jueves, agosto 21, 2008

La charla

Muy buenas, queridos lectores.
Como os dije hace unos días, ayer día 20 di una charla titulada "La Transición: Mito y realidad", en el CSOA La Reflexón. La verdad, no tengo más que palabras de agradecimiento a los compañeros del lugar por lo bien que me trataron y por todas las facilidades que me dieron de cara a soltar el rollo. Tampoco puedo dejar de elogiar el trabajo tan enorme que están haciendo con la recuperación del viejo edificio. La charla quedó (modestia aparte) bastante bien, estructurada, clara y, espero, didáctica, y en el coloquio de después la gente participó mucho y casi todo el mundo tuvo algo interesante que decir o que preguntar.
Ahora, os dejo el texto que elaboré de cara a hacer la charla; aunque os dije que no lo colgaría, al final me atrevo a hacerlo. En primer lugar, quiero aclarar que no tiene mucho que ver con lo que dije. Como sabéis, una cosa es escribir y otra diferente hablar, así que en el texto están los datos y en la charla lo que hice fue explicarlos de forma más clara, menos técnica y, sobre todo, más amena. En segundo lugar, es necesario decir que no soy experto en el tema, así que puede que haya algún fallo; espero que seáis benevolentes con las críticas. Otra cosa: el texto tiene seis páginas, así que al colgarlo aquí saldrá algo largo. Por último, es necesario recordar que la charla la di en una casa okupada, así que incluí cosas que en otras circunstancias no habría incluido. Espero que os parezca interesante. Si no, tendréis que esperar al siguiente texto, je, je.
Otra cosa: Resulta que ayer
La Voz de Asturias colgó la noticia de que se iba a dar esta charla. La pena es que ponen mal mi segundo apellido (la madre que los parió). Miradlo aquí.
Ah, se me olvidaba: Entrad de una vez en Sombra y Luz, leñe, que me tenéis esa historia abandonada, je, je.

LA TRANSICIÓN: MITO Y REALIDAD

INTRODUCCIÓN

Con la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 se inicia en España el proceso de Transición a la democracia, que se caracteriza por que fue el cambio de régimen más largo y complejo de la Historia Contemporánea de nuestro país. Además, presenta una serie de peculiaridades que diferencian a la Transición española de las llevadas a cabo en otros países de nuestro entorno inmediato y de Latinoamérica. A lo largo de esta ponencia vamos a explicar cómo se llevó a cabo el proceso de Transición, deteniéndonos en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Nos detendremos en este punto y no en la fecha que tradicionalmente se acepta como final de la Transición (la victoria electoral de Felipe González en octubre de 1982), porque consideramos que el golpe tiene la relevancia suficiente como para que nos sirva para marcar un punto final claro.

¿QUÉ ES LA TRANSICIÓN?

Con la palabra “Transición” nos referimos al cambio institucional que supuso el paso de una dictadura a un sistema plenamente democrático. En el desarrollo de este proceso, iniciado con la muerte del dictador, se produjeron una serie de hitos que explican la complejidad de la Transición española, porque no sólo fue necesario llevar a cabo un completo cambio en las instituciones del Estado, sino que también hizo falta conseguir un cambio en la manera de pensar de los españoles, para conseguir que aceptaran la necesidad de toda esta transformación.

EL PROCESO DE TRANSICIÓN

El proceso de Transición a la democracia se inició dentro de los cauces de la Dictadura. En efecto, Franco había nombrado a Juan Carlos de Borbón como su sucesor, de manera que al asumir éste la Jefatura del Estado, sólo estaba cumpliendo las órdenes del dictador. Sin embargo, estaba claro que el principal interés del nuevo rey iba a ser el de iniciar el proceso de Transición a la democracia, que ya se presentaba como una necesidad si se quería que España entrara a formar parte de ciertas organizaciones internacionales, ya que por ejemplo la Comunidad Europea exigía que los países que formaran parte de ella fueran democracias consolidadas.

Evidentemente, como los partidos políticos aún no estaban legalizados, los primeros en asumir responsabilidades en este nuevo Gobierno fueron antiguos altos cargos del Gobierno franquista. Así, el primer Presidente de la democracia fue el mismo que ya había sido nombrado Presidente por Franco, Arias Navarro, de modo que lo único que hizo el rey fue ratificarlo en un cargo que ya le había dado el dictador.

Durante estos primeros momentos de democracia, se intentó que España mejorara su imagen de cara al exterior, mediante una serie de medidas aperturistas que sirvieron para que ciertos sectores provenientes del Franquismo se mostraran contrarios a este nuevo Gobierno. Además, en estos primeros meses se produjo una agitación obrera espontánea que buscaba desestabilizar al Gobierno.

La agitación obrera no tenía motivaciones políticas reales, y además dio lugar a una represión dirigida por Manuel Fraga que restó credibilidad al Gobierno y sirvió para que la oposición fuera consciente de la necesidad de unirse para reclamar cambios. Esta unidad de la oposición democrática sirvió para que se rebajara el nivel de las exigencias al Gobierno, porque si se pedían menos objetivos era más fácil obtenerlos, y también para que se optara por la negociación antes que por la movilización de las masas.

El fracaso de su intento de legalizar los partidos políticos debido a la oposición de los antiguos mandatarios franquistas, llevó a que Arias Navarro se viera obligado a dimitir en julio de 1976, tras lo que asumió el cargo Adolfo Suárez. Cada vez estaba más claro que la población no quería cambios revolucionarios, sino que prefería cambios más lentos que permitieran un aumento de las libertades y una equiparación a la situación de otros países europeos, y ése fue el proyecto que asumió Adolfo Suárez, iniciando lo que podríamos llamar una “revolución desde arriba”.

De este modo, se inicia la reforma política de la mano de Adolfo Suárez, con la concesión de la amnistía a los delitos de asociación y opinión, lo que ya era un paso de cara a la democratización del país. A la vez, se reconoce la pluralidad de los pueblos que forman España, se reconocen las libertades de expresión y sindicación, y se reconoce la posibilidad de convocar elecciones.

La legalización de los partidos estaba cada vez más cerca, pero el terrorismo de grupos de diversa ideología (ETA, GRAPO, y grupos de extrema derecha) produjo una situación de crispación política que perjudicaba las posibilidades de legalización de todos los partidos en general y del Partido Comunista en particular. Sin embargo, en abril de 1977 se consiguió la legalización del partido, a pesar de la dimisión o las protestas de ciertos altos mandos militares, y a pesar de la oposición de Manuel Fraga, para quien fue un verdadero “golpe de Estado”. La legalización del Partido Comunista, el principal partido de la oposición y el mejor organizado, demostraba una verdadera intención de conseguir el cambio social. A finales de este mismo mes se legalizaban los sindicatos y desaparecía la Organización Sindical Española, único sindicato permitido durante la Dictadura.

Después de la legalización de los partidos políticos, en junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones libres, a las que se presentaron una gran cantidad de partidos políticos de toda índole. Las elecciones fueron ganadas por Adolfo Suárez y su partido UCD, sobre todo gracias a su control de los medios de comunicación y al respaldo de los grandes bancos. Otros partidos que obtuvieron representación fueron el Partido Socialista (dirigido por Felipe González), Alianza Popular (de Manuel Fraga), el Partido Comunista (de Santiago Carrillo, que obtuvo muchos menos escaños de los esperados), y algunos partidos nacionalistas moderados, como Convergencia Democrática de Cataluña (de Jordi Pujol) y el PNV. Es interesante destacar que los partidos de extrema derecha vinculados al Franquismo no obtuvieron representación parlamentaria.

Este primer Gobierno democráticamente elegido tuvo dos actuaciones de peso. En primer lugar, los llamados Acuerdos de la Moncloa, entre el Gobierno y los agentes sociales, orientados a conseguir una mejora de la situación económica y social. Esta mejora era necesaria debido al aumento del paro, a la inflación y a la falta de inversiones. Además, sirvieron para promover un programa de cambios de carácter jurídico y político, orientados por ejemplo a establecer reformas en el Código Penal. Estos Acuerdos, que deberían haberse llevado a cabo con la patronal y los sindicatos, al final se hicieron con los partidos de la oposición, sobre todo el PCE y un sorprendentemente radical PSOE. No obstante, sindicatos como Comisiones Obreras propusieron medidas para contribuir al saneamiento de la economía.

Pero la actuación más relevante de este primer Gobierno fue la redacción de la Constitución, la ley fundamental del Estado. Para su redacción se buscó el consenso entre los partidos, lo que llevó a que fuera necesario dedicar mucho tiempo a elaborarla. Además, es un texto muy largo en comparación con las Constituciones de otros países debido al interés por recordar el pasado dictatorial. En ella se reconoce además la existencia de diferentes nacionalidades dentro del Estado, diferenciando entre las nacionalidades históricas (las que tuvieron Estatutos de Autonomía en la Segunda República) y las demás. Desaparece así el centralismo franquista y aparece el Estado autonómico.

Pero también hay algunas incongruencias en el texto, porque por un lado se dice que los españoles son iguales ante la ley (artículo 14), pero también dice que la figura del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad (artículo 56.3); dice que el Estado es aconfesional, pero también se incluye la mención a la Iglesia Católica (artículo 16.3).

1978 fue también el año en el que se intentó llevar a cabo un golpe de Estado preparado por algunos mandos militares y políticos de extrema derecha, que fue abortado antes de llevarse a cabo. Sólo fueron juzgados por su participación en él unos pocos implicados, que fueron condenados a penas irrisoriamente bajas.

En marzo de 1979 se celebraron las segundas elecciones libres. En ellas hubo una participación escasa, debido a lo que se conoce como “desencanto”, que se debe a la sensación que tenían los ciudadanos de que la situación no mejoraba debido a la mala situación económica y al terrorismo. Además, la campaña fue muy dura y demostraba que el consenso entre partidos estaba desapareciendo. Volvió a ganar la UCD pero sin lograr la mayoría absoluta. La principal novedad fue que partidos nacionalistas más “radicales”, como Esquerra Republicana de Catalunya consiguieron representación.

Un mes después se celebraron las primeras elecciones municipales, que mostraron un gran crecimiento de los partidos de izquierda. Con estas elecciones, la democracia llegó también a los ayuntamientos, de manera que se desarrollaron planes urbanísticos, se racionalizó la circulación e incluso se recuperaron fiestas populares.

Sin embargo, la situación del Gobierno de Adolfo Suárez era bastante mala, tenía en su contra al ala derecha de su partido, el paro seguía creciendo y en 1980 se llegó al momento de mayor intensidad de la actividad terrorista, con grupos de extrema derecha (Guerrilleros de Cristo Rey y Alianza Anticomunista), de extrema izquierda (GRAPO) e independentista (ETA). Surgen también los primeros grupos armados ilegales para luchar contra el terrorismo, el llamado Batallón Vasco Español y después, en 1983, el GAL. Además, leyes como la del divorcio sirvieron para restar apoyos al Presidente.

Además, una serie de decisiones internacionales, en relación con la entrada en la Comunidad Económica Europea, con la revisión de los acuerdos con el Vaticano, con la entrada en la OTAN o con la posición ante la Guerra Fría dieron lugar a problemas ideológicos dentro del partido gobernante. Parecía que Suárez ya no era visto como capaz de resolver los problemas del país y carecía de apoyos. Por eso, él decidió dimitir el 29 de enero de 1981. Tres semanas más tarde, el 23 de febrero, el día que iba a ser investido Leopoldo Calvo Sotelo como nuevo presidente, 300 guardias civiles irrumpen en el Congreso con la intención de dar un golpe de Estado.

Sobre el golpe todavía quedan muchas incógnitas, ya que hay cuestiones que no se han investigado. Se sabe que el ejército tuvo mucho que ver en él, aunque sólo algunos mandos de la época de Franco vieron empeorar su situación (sin embargo, la situación general del ejército había mejorado), y a pesar de que no se habían llevado a cabo reformas demasiado profundas. Si el ejército conocía la posibilidad del golpe de Estado, es posible que también el servicio secreto (el CESID) tuviera conocimiento de la existencia de la trama, de manera que incluso el Gobierno podría haber sabido algo. Tal vez no se plantearon medidas para evitarlo porque no se creía que realmente fuera un peligro potencial.

Algunos militares que habían dimitido al legalizarse el PCE, así como políticos de extrema derecha estaban integrados en la trama. La intención de los golpistas era mantener el “legado de Franco” intacto frente a las reformas democráticas. En realidad, dentro de la trama había varios grupos que buscaban cosas distintas, de manera que el golpe al final fue una confusa mezcla de proyectos que estaban destinados al fracaso porque no eran compatibles entre sí.

Temiendo las posibles represalias que pudiera haber si el golpe triunfaba, en las sedes sindicales y de partidos se destruyeron los registros de afiliación, llegando incluso a atascar retretes al hacerlo.

Los golpistas esperaban el apoyo del rey, pero éste condenó el golpe de Estado en un mensaje televisado. Los partidos políticos también lo condenaron. Días después, la población salió a la calle a manifestarse en defensa de la Constitución convocados por los partidos. El desencanto había desaparecido.

¿QUÉ HACE DIFERENTE A LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA?

Desde nuestro punto de vista, hay varias cuestiones que deben ser destacadas en lo que se refiere a la Transición en España, y que la diferencian de los procesos de transición de otros países. En primer lugar, que ningún miembro de los Gobiernos franquistas tuvo que responsabilizarse de sus actos, a diferencia de lo que sucedió en otros países donde al finalizar las dictaduras se llevaron a cabo juicios contra los responsables. En relación con esto, está el hecho de que no se invalidaron las sentencias de los tribunales franquistas. Por último, también es destacable el hecho de que nunca se llegó a ilegalizar al partido único de la dictadura; en efecto, la Falange, aunque apenas tiene repercusión en la vida política española, sigue existiendo y es perfectamente legal, aunque no reconoce el sistema democrático.

¿Significa esto que la Transición española no es más que una “ley de punto final”? En absoluto. Simplemente queremos destacar el hecho de que es un proceso que, si bien fue muy complejo, no llegó a terminarse del todo, ya que se dejaron algunas cuestiones sin tratar. No queremos decir con esto que la Transición fuera mala, sino simplemente que fue algo incompleto. Y en relación con este carácter incompleto podemos entender la recientemente promulgada Ley de Memoria Histórica, que buscaría entre otras cosas tratar algunas de estas cuestiones.

EL PAPEL DEL REY

La figura que vertebra toda esta etapa que conocemos como Transición es la del rey Juan Carlos. Pero debemos ser conscientes de una serie de cuestiones en relación con este personaje. En primer lugar, que fue nombrado por Franco, lo que hace que sea el sucesor de un dictador. En segundo lugar, que su carácter de inviolable hace que choque con la supuesta igualdad de todos los españoles ante la ley. Además, es indudable que su figura es casi intocable en nuestro país, ya que él y su familia jamás son cuestionados por los medios de comunicación.

Otras cuestiones, como su participación supuestamente accidental en la muerte de su hermano, o su hipotética participación en la gestación del golpe de Estado son motivos de polémica pero no es éste el momento de tratarlas debido a que no están debidamente investigadas, ni creemos que vayan a estarlo debido a ese carácter de inviolable que tiene su figura.