Normalmente,
cuando sale el tema del arte contemporáneo, siempre hay alguien que dice cosas
como “es que no lo entiendo”, “eso es una estafa” o “eso lo hago yo”. La
verdad, a mí siempre me había parecido que dentro del arte contemporáneo hay
cosas muy interesantes, como las de Picasso y otras que me costaban más, como
las de Mondrian, a la vez que, como muchos, había pensado que obras como las de
Mondrian las podría hacer con una mano atada a la espalda.
Sin
embargo, recientemente pude recorrer algunos museos importantes y ver “en
persona” algunas de esas obras tan polémicas. Y, las cosas como son, incluso
las que en principio me parecían “fáciles” me impactaron y ya no tengo tan
claro si las podría hacer tan fácilmente.
Porque
me di cuenta de que en el arte contemporáneo hay algo más que la ejecución de
la obra. Hace falta también una reflexión intelectual previa a su ejecución, y también hace falta que esa pintura o esa escultura sea coherente con
el resto de la producción del autor y con el estilo al que se adscribe. Pero
también hace falta que sea coherente con aquello que el artista quiere
manifestar con su obra, tanto si tiene una un manifiesto escrito como si
simplemente va creando su mensaje a medida que crea las obras.
Y
en eso creo yo que se tendría que centrar la crítica de la obra. No en comentar
de manera descontextualizada un cuadro que nos puede parecer más o menos bonito
o complejo, sino en ver ese cuadro en el contexto de la obra del autor, su
mensaje y también en el contexto de la época y el estilo en el que se
desarrolla, porque de otra manera no podremos entenderlo completamente.
Una lectura sobre este tema:
An, K. y Cerasi, J. (2017). Who's afraid of contemporary art. Londres: Thames & Hudson.
Y un podcast en el que entrevistan a las autoras de ese libro:
Una lectura sobre este tema:
An, K. y Cerasi, J. (2017). Who's afraid of contemporary art. Londres: Thames & Hudson.
Y un podcast en el que entrevistan a las autoras de ese libro: