jueves, agosto 31, 2023

Feminazgûl – No dawn for men

 


Por casualidades de la vida, mientras preparaba mi participación en una mesa redonda sobre la influencia de Tolkien en el Rock y el Metal para el festival Celsius de Avilés, me enteré de la existencia de un grupo de chicas llamado FEMINAZGÛL.

Creada en el año 2018 en la localidad de Asheville, en Carolina del Norte (Estados Unidos), FEMINAZGÛL es una banda de Atmospheric Black Metal que desarrolla canciones de temáticas feministas y también tolkenianas, como se deduce de su nombre. Hasta el momento, han publicado un EP en el año 2018, titulado “The age of men is over”, un disco de larga duración, titulado “No dawn for men”, en 2020, un single titulado “A mallacht” en 2021 y un split con la one-man band de Atmospheric Black Metal AWENDEN también en 2021. Además, el año pasado participaron en el recopilatorio “Not a minute of silence” con una sorprendente versión de “A las barricadas” cantada en castellano. No obstante, vamos a hablar ahora de su único disco de larga duración, “No dawn for men”.

En “No dawn for men”, su disco de 2020, nos presentaron ocho temas muy oscuros, aunque sorprendentemente fáciles de escuchar y no demasiado agresivos, en los que, además de los instrumentos típicos como la guitarra, el bajo y la batería, también se sirven del piano, el acordeón e incluso el violín. Dos de ellos, los que cierran el disco, ya se incluían en su EP “The age of men is over”, pero se regrabaron para este lanzamiento. Todo ello viene acompañado por una portada de aires mitológicos obra de del canadiense Trez Laforge, que ya había trabajado con los deathmetaleros canadienses SALLOW REGENT.

El disco arranca con sonidos de pájaros que dan inicio a la canción “Illa, mother of death”, un tema que empieza con el sonido del acordeón, para luego desarrollarse con mucha densidad y una voz gutural y cavernosa que suena de manera un tanto inquietante. Hacia la mitad del tema, empieza a desarrollarse con algo más de velocidad, no demasiada, aunque mantiene el sonido inquietante. Finaliza de nuevo con el sonido del acordeón, mucha tranquilidad y, de nuevo, sonidos de cantos de pájaros.

Seguimos con “I pity de immortal”, que arranca con más potencia y una velocidad, sobre todo en la batería, que contrasta con la de la canción anterior. Aquí la voz, combinada con el ritmo, mucho más rápido, sí crea una sensación de agresividad mayor que en el tema anterior, siendo una canción muy contundente.

The rot in the field is holy” es un tema que empieza con un sonido que es una amalgama de melodías de diferentes instrumentos y voces que resulta un tanto sorprendente, pero que muy pronto gana potencia gracias a la aportación de la batería. Luego, la canción se desarrolla con cierta agresividad y contundencia, que hace que sea un tema que encaja muy bien con lo que acabamos de escuchar. En su parte final destaca el sonido del violín.

Con tranquilidad y el sonido del piano empieza “Bury the antlers with the stag”, una canción que luego se desarrolla con mucha más potencia y caña, sobre todo gracias a la aportación de la batería. Además, hay unos cambios de ritmo muy bien introducido y, en general, una instrumentación muy lograda.

Con tranquilidad y creando una atmósfera muy calmada empieza “Forgiver, I am not yours”, una canción que luego se desarrolla con mucha densidad y oscuridad. Es una canción que puede funcionar a modo de interludio hacia la parte final del disco. Y es que luego llega “Look not to Erebor”, un tema que arranca con unos sonidos misteriosos y, muy pronto, tranquilos y casi propios de la música clásica, con el piano sonando en todo momento.

El disco termina con dos temas regrabados de su EP “The age of men is over”. El primero de ellos es “To the throat”, un tema muy tranquilo y pausado, en cuyos primeros momentos el piano es el protagonista. Sin embargo, en sus más de diez minutos de duración hay tiempo para muchos sonidos diferentes, y así rápidamente suenan unas voces muy agresivas y una batería que van “comiéndose” al piano. Luego, el tema sigue con mucha potencia y mucha agresividad. Además, es una canción cargada de detalles y de cambios de ritmo a los que prestar atención, y vale la pena dedicar un tiempo a escucharla con atención.

El disco termina con “In the shadow of dead gods”, un tema de mucha potencia y contundencia que, desde el primer momento, ya va dando caña. La contundencia de la batería es muy grande, pero lo más interesante es la aportación del teclado, que casi “compite” con la voz por llamar nuestra atención.

Como vemos, este disco de FEMINAZGÛL nos muestra a estas chicas como un valor muy interesante a tener en cuenta dentro de la música extrema, con su creación de atmósferas inquietantes, pero también de temas contundentes y cargados de detalles.

Me hubiera gustado conocerlas antes.

Track list:

1. Illa, mother of death.

2. I pity the immortal.

3. The rot in the field is holy.

4. Bury the antlers with the stag.

5. Forgiver, I am not yours.

6. Look not to Erebor.

7. To the throat.

8. In the shadow of dead gods.

FEMINAZGÛL son:

Laura Beach: Voz.

Margaret Killjoy: Guitarras, bajo, batería, teclado, piano, acordeón y coros.

Meredith Yayanos: Theremín, violín y coros.

Discográfica: Independiente.

Puntuación: 8/10