Justo
el día que empezaban mis vacaciones de Semana Santa, al volver de hacer la
compra, me encontré en el buzón con un sobre con propaganda electoral de un
partido por el que tal vez pueda votar. Lógicamente, la campaña electoral ya
había empezado y ya podíamos empezar a recibir propaganda.
Sin
embargo, si digo que “tal vez pueda votar” a ese partido es porque todavía no tengo
claro a quién voy a votar. No obstante, sí que tengo muy claro contra quién voy
a votar.
Voy
a votar contra todos aquellos que quieren destrozar el estado del bienestar. Voy
a votar contra todos los que, como dice la canción, siembran veneno al hablar. Contra esos a los que se les llena la boca hablando de España, pero que olvidan (o incluso desprecian) a los españoles.
Como
creo en la democracia, los derechos humanos, la igualdad y la tolerancia, voy a
votar contra quienes no creen en ellos.
Esos siempre me tendrán enfrente.
