domingo, abril 05, 2009

Para que luego digan

Y luego dirán que si en España se hacen malas películas, que si se repiten siempre los mismos clichés... Mucha envidia es lo que hay. Mucha envidia, y mucha ignorancia. Porque si rascamos un poquito, de vez en cuando en cuando encontramos cosas hechas con ganas de innovar, con buenas ideas y con ilusión. Como en las dos películas de las que os quiero hablar hoy:
Los Cronocrímenes, de Nacho Vigalondo (2007, pero en España se estrenó en 2008): El cortometrajista Nacho Vigalondo, que ya había sido nominado a los Oscar por su corto 7:35 de la mañana y que acaba de presentar Marisa, ya se ha hecho mayor y nos regala su primer largometraje, Los Cronocrímenes. Para que os hagáis a la idea, esta peli, antes de ser estrenada en España (ni Dios apostaba por ella), ya había cosechado varios premios a nivel internacional (Mejor película en el Festival de Trieste, y Mejor Película, Medalla de Oro del Jurado y Medalla de Plata del Público en el Fantastic Fest de Austin, Texas) y sus derechos habían sido vendidos a Hollywood para hacer el remake. Es una película de guión innovador y poco apta para aquéllos que se pierden con las tramas complejas.
Os cuento de qué va: Resulta que Héctor (Karra Elejalde, el de Airbag) acaba de mudarse a un chalet en las afueras con su mujer, Clara (Candela Fernández). En esto, mira hacia un bosque con los prismáticos y ve a una chica (Bárbara Goenaga) desnudándose. Ni corto ni perezoso, el tío va para allá a ver qué pasa y se encuentra con la chica desnuda y muerta y un fulano con la cara vendada le clava unas tijeras. Escapa, se mete en un laboratorio muy raro en el que está trabajando el propio Vigalondo, y ahí empiezan sus líos. Hasta viajes en el tiempo hay, mirad lo que os digo.
Tres Días, de F. Javier Gutiérrez (2008): ¿Qué pasaría si por la tele dijeran que quedan tres días para que un meteorito destruya la Tierra y tú tuvieras que intentar que tus inocentes sobrinos no se enteraran de que el fin está cerca, y encima en la puerta apareciera un tipo diciendo que es amigo de tu hermano, aunque tú no te fías de él ni lo más mínimo? Pues que serías el prota de esta película. Sin apenas promoción, esta peli ganó en el Festival de Cine Español de Málaga los premios de Mejor Película, Mejor Guión Novel, Mejor Actriz Secundaria y Mejor Maquillaje. Ya os conté más o menos el argumento, así que creo que os podéis hacer a la idea de qué va esto. Sólo voy a añadir que esta película no se podría haber hecho fuera de este país, porque ese retrato de la miserable condición humana tan realista es demasiado español como para haberse hecho en cualquier otro país. Aquí es demasiado habitual que la gente prefiera, a pesar de que ya no sirva de nada, fastidiar al vecino. Pero volviedo a la peli, os la recomiendo.
Dos películas recientes, hechas por gente que empieza, injustamente ninguneadas en la última edición de los Goya, pero que demuestran que aquí también hay nivel. Que se pueden hacer grandes películas sin necesidad de invertir mucho en el presupuesto. Y que en el cine español hay muy buenas ideas.
Pero, ¿sabéis que es lo bueno de que estas pelis sean tan poco conocidas? Que como se salen de los estrechos límites que tiene el cine español para los cuatro cabezas cuadradas que siempre lo critican, éstos no las conocerán y no podrán decirnos que no son buenas.
Por cierto, la peli que sí triunfó en los Goya, Camino, también es muy recomendable, y su protagonista, Nerea Camacho (¡qué futuro tan prometedor tiene esta niña!), se merecía el premio que se llevó y otros siete más (como mínimo).
Un saludo.

viernes, abril 03, 2009

Aunque parezca mentira

Estoy escuchando un disco titulado No intente hacer esto en su casa, de los vascos Soziedad Alkohólika. Y recuerdo que los vi en directo hace ya bastante tiempo, en una Semana Negra allá por el año 2000. Eso fue antes de que estuvieran vetados.
Porque Soziedad Alkóholika están vetados.
Resulta que en su momento, unas incendiarias palabras de Alfonso Ussía en el ABC del 24 de abril de 2003, que podéis leer aquí, unas palabras mal entendidas por la AVT y una intención demagógica de varios concejales del PP en ciertos ayuntamientos crearon la ficción de que SA eran pro-etarras. Y aún hoy, eso es lo que se cree de ellos. Como será, que la explicación que se dio al hecho de que llenaran la sala Albéniz de Gijón hace varias semanas (una semana antes del concierto de Avalanch que os comenté) fue que, como nunca se sabe cuándo podrán volver, la gente fue en masa a verlos.
Porque están vetados.
Poco importan sus reiteradas declaraciones en medios, como la revista Rock Hard, condenando el terrorismo o la sentencia en la que se dice que no hay pruebas que puedan hacer pensar que hacen apología del terrorismo (datos que podéis consultar aquí). Para el gran público, Soziedad Alkohólika son y serán siempre "los etarras".
Y por eso están vetados.
Si creyera en las teorías de la conspiración, diría que este país la mayor conspiración no es ninguna de las que se inventan la COPE o El Mundo, sino la que, a veces, parece que hay contra el Rock en general, el Metal en particular.
Porque en España, donde los premios de la música los copan artistas de costumbres tan "edificantes" y "saludables" como Melendi, que es, claramente, una gran influencia para la juventud, con su apología de las drogas y el alcohol, también hay grandes bandas de Rock y Metal, cuya música puede ser objeto de interés.
Desde las críticas sociales de Def con Dos, Reincidentes o Fe de Ratas, a las canciones de tema épico de Tierra Santa o Troya. Desde los temas basados en la literatura clásica grecolatina (Iliada, Odisea, Eneida...) de WarCry, a ese disco de Mägo de Oz (Gaia), en el que narran la conquista de México. Desde la crítica a la guerra de Irak de Saratoga, a la explicación épica de la batalla de Covadonga de Avalanch. O ese disco de Lujuria, ...Y la yesca arderá, en el que relatan la revuelta comunera.
Porque en España (igual que en otros países, ojo) se han hecho canciones basadas en libros, como "En Isengard", de los extintos Red Wine, basada en un pasaje de El Señor de los Anillos, o los temas "Hamlet" y "Drácula" de Tierra Santa. O se han hecho incluso discos enteros, como el Sombras del Este, de Saurom Lamderth (que ahora se llaman sólo Saurom), basado en el tomo primero de El Señor de los Anillos, o incluso un disco basado en El Quijote, el genial La leyenda de La Mancha, de Mägo de Oz. O se ha puesto música a poemas, como hicieron Tierra Santa con "La canción del pirata" de Espronceda (sí, lo reconozco, yo soy uno de esos que se aprendieron el poema a fuerza de oir la canción), o Reincidentes con el "Poema social de guerra y muerte" de Miguel Hernández.
Y sin embargo, es aquí donde se hacen anuncios en la tele, como aquel de la ONCE que echaron este verano y el anterior y que tanto critiqué, o se ponen personajes en series que no hacen sino alimentar un tópico y un mito realmente falsos sobre quienes escuchamos Rock y Heavy Metal. O directamente, se veta a grupos de Rock basándose en mentiras (recordemos que también se dijo falsamente de La Oreja de Van Gogh que eran pro-etarras, pero como son políticamente correctos, nadie los vetó). Y así nos va.
Y encima, este año no se van a celebrar en la Complutense las Jornadas de Heavy Metal en España (sí, había en un ámbito universitario unas Jornadas de estudio de esta música, aunque os parezca mentira).
El Rock n' Roll no supone ignorancia, y creo que eso se ve en los ejemplos que os acabo de dar. Pero la imagen que se da esa música y de quienes la escuchamos es vergonzosa. Y eso me cabrea bastante.
Por cierto, ahí queda un artículo de Reverte sobre el tema.
Un saludo.

miércoles, abril 01, 2009

Jugando a adivinar el futuro

Muy buenas, colegas.
Os propongo un ejercicio de imaginación.
Imaginemos que llega el momento de votar los presupuestos del Estado y el PSOE, partido en el Gobierno, no tiene apoyos suficientes para sacarlos adelante. Podría ser, ¿no? Si eso pasara, habría que convocar elecciones anticipadas, con lo que, pasara lo que pasase, se produciría un retraso de al menos seis meses en toda la maquinaria estatal. En función de lo que pudiera pasar en ese caso, se nos abren dos posibilidades:
a) El PSOE vuelve a ganar, por la mínima, la oposición no logra llevar a cabo un pacto para desbancarlo, y Zapatero sigue siendo el Presidente. La situación sería la misma que decíamos hace un momento, pero varios meses más tarde.
b) Gana el PP, por la mínima, no hay forma de evitarlo y de pronto Rajoy se encuentra con un cargo político que, claramente, le queda grande. ¿Podría solucionarse el problema de los presupuestos?
Yo creo que no, porque después de cinco (para entonces, seis) años de hacer una oposición salvaje, ultramontana, destructiva y carente de alternativas, el PP se encontraría sin apoyos, porque a estas alturas de la película, ha cabreado a mucha gente.
Entonces, los presupuestos, otra vez, no podrían aprobarse. ¿Y qué pasaría entonces?
Pues que entraríamos en una crisis institucional y entonces sí que estaríamos en un problema gordo.
¿Y no habría alguna forma de evitar ese panorama tan poco prometedor?, puede que pregunte alguien.
Pues sí que la habría, si los políticos de este país se dedicieran a hacer un gran pacto de Estado, orientado a tirar todos en la misma dirección y a no ponerse la zancadilla unos a otros. Pero eso sólo podrá hacerse cuando se den cuenta de que es más importante el bienestar de los ciudadanos que los intereses de partido.
Y dudo que se vayan a dar cuenta pronto, porque de momento unos están más preocupados en agarrarse al sillón, y los otros sólo esperan que todo estalle definitivamente para coger ellos el chollo y aparecer como los salvadores de la Patria (es lo que decía hace algunas semanas Iñaki Gabilondo, que en este país nunca se desbancó a un partido en el Gobierno con mejores ideas, sino con un Gobierno débil que ya no puede sostenerse).
Pero todo esto, claro, es pura especulación.
Un saludo.

Woody, ¿por qué me has abandonado?

Recuparándome como buenamente puedo del cambio horario (algún día deberían calcular cuánto dinero se pierde cuando todos los trabajadores de un país están varios días trabajando como con el piloto automático porque el cambio horario los dejó hechos un trapo), hoy quería comentaros la última película de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona.

Mira que me habían avisado, mira que había leído malas críticas, que me habían dicho que era decepcionante, que había leído lo que otros blogueros habían escrito al respecto (por ejemplo, Pilar o el responsable de El blog de Randy). Pero nada. No me lo quería creer. ¿Cómo va Woody a hacer una mala película? Eso es imposible. ¿Dicen los críticos de los periódicos que no mola? Eso es porque son unos amargados que sólo hablan bien de las películas de sus amigos.
Así que el otro día me dispuse a verla. Sabéis que Woody Allen me encanta y que en cambio Penélope Cruz me parece una actriz normalita tirando a mala. O sea que imaginaos lo que me cuesta decir esto: La peli es mala, y Penélope Cruz es lo único que la hace salvable.
Veamos. ¿Realmente es una película de Woody Allen? Porque no lo parece, casi parece que un chaval aficionado a su cine cogió una cámara, rodó cuantro escenas chorras y mencionó en una de ellas al psicoanalista como homenaje a uno de los tópicos de Allen. Y me parecía increible que Woody pudiera hacer una película que casi parece más un reportaje de viajes, pero es que lo hizo. Y para encima le metió en algunas partes una voz en off que ni es necesaria ni aporta nada.
No tiene nombre, vamos.
Ni Javier Bardem ni Scarlett Johanson son capaces de hacer que la película sea interesante, y la primera mitad lo es un poco gracias al papel de Rebeca Hall, y la segunda gracias a una Penélope Cruz tan inmensa en su papel de loca que eclipsa a todos los demás actores. No sé si merecía el Oscar, pero lo hizo muy bien.
Volveremos a las películas que Woody hizo en los setenta, porque ésta...

sábado, marzo 21, 2009

Metalisterías varias

Empiezo este texto el día 21 de marzo y, seguramente, no lo acabaré al menos hasta el día 27. Otra cosa será saber cuándo lo colgaré, pero bueno.
Lo que quería hacer hoy es comentaros un par de conciertos que tuve la suerte de ver. Primero, uno de los asturianos Avalanch y después otro de los alemanes In Extremo.
1- Empieza la avalancha
Viernes día 20 de marzo. Oficialmente, esta noche termina la gira de presentación de Caminar sobre el agua, el último disco de Avalanch. En la realidad, en los últimos meses se concretaron algunas fechas más para las próximas semanas. Pero eso nos daba igual. Estuvimos cuando se grabó el disco (en ese concierto del que os hablé hace algunos meses) y había que estar para verlos de nuevo, esta vez en la sala Albéniz. Ya sabíamos que el repertorio sería distinto al que habían hecho por el verano, pero yo no esperaba que lo fuera tanto.
La noche empezó con unos chavales catalanes, Amadeüs, que calentaron el ambiente con muchas ganas de comerse el mundo. Acaban de sacar su primer disco, Caminos del alma, y nos demostraron una capacidad asombrosa para unos chavales que están empezando. Tal vez deberían currarse algo la imagen de su cantante, pero por lo demás, todo fue perfecto. Temas como "Por el río olvidado", "La última canción" o "La cruzada del miserable" (para la que Ramón, el cantante de Avalanch, se subió a cantar con ellos) son ejemplos de su calidad musical. Se marcaron también una versión del "Before I forget" de Slipknot, para la que Gonzalo, su batería, se puso una careta que imita la del batería de los americanos. Terminaron su actuación con "Fausto", tema en el que se incluye un fragmento de una composición de ese genial loco de Salzburgo al que deben su nombre.
Rápidamente, se desarmaron la batería y el teclado, se desenrollaron los telones de Avalanch, y en poco tiempo supimos que la cosa sería inminente. Entonces, todo el grupo excepto Ramón se subió al escenario, y observamos que el teclista ya no era Dark la Eme, sino Chez, el mismo que en el concierto anterior se había subido a hacer un par de temas con ellos. Empezaron a tocar "Hacia la luz", la intro de su viejo disco El ángel caído. Entonces, el tema con el que se van a arrancar está claro. Evidentemente, se trata de "Tierra de nadie", en el que Ramón, que salió de golpe a cantar, demostró que es capaz de hacer bien esta canción que en origen estaba compuesta para Víctor García. El sonido no era perfecto, parecía que el bajo retumbaba demasiado. Pero daba igual. Son Avalanch.
Continuaron con "Madre Tierra". En el concierto fueron dejando caer varias sorpresas, como el hecho de dejar fuera canciones como "Quién soy" u "Hoy te he vuelto a recordar", pero recuperaron varias para regocijo de todos los que estábamos allí, como "Cambaral", la celebradísima (y que tanto añoré la otra vez) "Pelayo" o "Del cielo a la tierra". Y es que, como dice Miguel, hay canciones que no deberían dejar de sonar en directo. El concierto fue muy duro, y después de interpretar seguidas "Torquemada", "Xana", "Pelayo" y "Pies de barro", se despidieron.
Pero faltaban los bises. Los iniciaron con otro tema recuperado, "Vientos del sur" (eso de empezar los bises con una canción lenta no acaba de convencerme, pero bueno), y siguieron con "Lucero", para encarar el final con "Semilla de rencor", "Sombras y ceniza" y, por supuesto, "Lágrimas negras". En la despedida, los chavales de Amadeüs también subieron con ellos.
Después de ver el concierto me reafirmo en algo que ya estaba pensando desde hace algún tiempo, y es que Ramón cada vez es mejor cantante, demostrando que puede interpretar perfectamente canciones de cualquier época de Avalanch, haciéndolas suyas y bordándolas.
Si hubiera que buscar un fallo ("siempre quejándose", dirá alguien, je, je), sería que no tocaron ningún tema del primer disco, pero bueno, por lo demás estuvo bien. Y esta vez, sí me quedé afónico, je, je.
2- Juglares desde Alemania
Y el jueves 26 (anoche mismo) tocaba volver al mismo lugar a ver a los alemanes In Extremo, gurpo de Folk Metal verdaderamente interesante que descubrí gracias al colega Miguel (cuya crónica sigo en algunas partes). Su música, muy dura, se basa sobre todo en el sonido que le dan las gaitas, el arpa y otros instrumentos que, desgraciadamente, no logro identificar, mientras que el bajo, la batería y la guitarra quedan en segundo plano.
Era ya la tercera vez que se acercaban por nuestra ciudad, pero yo no había podido ir todavía a verlos. Tenía muchas ganas de verlos, porque su música es muy buena, aunque al estar en alemán tenemos el problema de que no sabemos qué dicen (pero esto me recuerda a cuando empecé a escuchar a Guns n' Roses y a Iron Maiden, que todavía no sabía suficiente inglés como para entenderlos, je, je).
El concierto empezó con bastante puntualidad, cuando acababan de dar las nueve de la noche. Salieron a darlo todo con "Sieben Koeche", con un Michael R. Rhein (voz) pletórico que hizo desde el primer momento todo lo posible por animarnos, demostrando un carisma (a la par que un buen rollo y una humildad) que para sí quisieran muchos cantantes españoles. Continuaron con "Frei zu sein", "Hiemali Tempore", y el tema que da el nombre a su plástico más reciente, "Sangerkrieg". Pero fue con "Spielmannsfluch" con que empezó la caña de verdad, canción a la que siguió esa extravagancia en nuestra lengua que es "En esta noche". Siguieron con "Ave María", la genial "Vollmond", "Poc Vecmen", "In diesem licht", "Ai vis lo lop", que sonó potentísima, y "Omnia sol temperat", antes de despedirse con dos temas nuevos, "Zauberspruch" y "Flaschenpost".
Poco hubo que esperar para que volvieran a hacer los bises, con una "Küss Mich" que sonó espléndida y para finalizar definitivamente con "Wind".
En resumen, un concierto estupendo, con un sonido inmejorable (¿por qué los grupos españoles siempre suenan mal y en cambio los extranjeros siempre suenan de cine?), pero en el que se dejaron fuera del repertorio canciones como "Liam", y que se hizo corto. Aunque esto último tuvo también su lado bueno: Pudimos coger un bus pronto para volvere al barrio, que al día siguiente había que madrugar, je, je.
Por cierto, en la web de Rafa Basa están una crónica del concierto de Avalanch, y otra del concierto que dieron In Extremo en Barakaldo junto a las fotos de ese concierto y del de Gijón.
Nos vemos.

viernes, marzo 20, 2009

A ver si me pongo al día

El haber tenido un par de días de inspiración en febrero tuvo tres consecuencias. La primera, que llevo casi un mes sin escribir nada. La segunda, que mis textos anteriores tienen todos fechas muy anteriores a la fecha en la que los colgué realmente. Y la tercera y más importante, que este blog quedó algo desconectado de la actualidad. Así que a ver si consigo ponerme un poco al día.
Y, otra vez, las ideas para escribir me la da la Iglesia. Ahí vamos:
1- Los linces y el aborto
Supongo que a estas alturas ya conoceréis la campaña de la Conferencia Episcopal contra la ampliación de la Ley del Aborto. Ya sabéis, la del lince. Y me gustaría decir qué opino al respecto.
En primer lugar, mi opinión sobre el tema del aborto y la injerencia eclesiástica en estos temas ya quedó clara en un texto anterior. Por eso me voy a centrar en la campaña.
Vamos a ver. En la imagen que todos vimos ya, se ve a un niño pequeño (niño ya nacido, ojo) y un lince y se asegura que éste está más protegido. Y ahí está el fallo de la campaña. Por un lado, no es un lince ibérico, sino uno euroasiático, que no está protegido porque no está en peligro de extinción. Por otro lado, dudo que, por mucho que digan, el niño esté menos protegido, porque creo recordar (corregidme si me equivoco) que no es legal cazar niños. Pero bueno, eso es lo de menos.
La verdad, creo que toda esta tontería no tiene mucho sentido. A pesar de la opinión de la jerarquía eclesiástica (afortunadamente, aún quedan muchos sacerdotes "de infantería" que no han olvidado el mensaje evangélico), el aborto no es un medio anticonceptivo ni se practica a la ligera, por una morbosa sed de sangre. Es un mal menor para evitar males mayores. Y luego viene mi pregunta: ¿por qué siempre que se quiere hacer la legislación española más cercana a la europea, sale siempre algún grupo social a decir que eso está mal? Y sobre todo, ¿por qué si el aborto es tan malo, el Partido Popular no lo volvió a ilegalizar cuando gobernó?
Y realmente, si el aborto volviera a ser ilegal, se seguiría abortando, las mujeres que tienen recursos en el extranjero (como durante el Franquismo) y las que no los tienen, jugándose la vida en manos de matarifes.
Por eso, desde aquí quiero mandar mi apoyo a quienes creen en la necesidad de una ley de plazos, por ejemplo a las responsables del blog Las Linces (ahí al lado lo tenéis, en mi lista de blogs). Y les pido que recuerden que aunque haya energúmenos que las insulten en los comentarios del blog, amparándose en el anonimato, es precisamente el insulto la demostración de que ellas tienen razón. Porque el insulto es la última opción que le queda al que miente y difama cuando se demuestra que detrás de las mentiras, la demagogia, la hipocresía y el cinismo no hay más que un discurso vacío y carente de argumentos.
Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que muchas veces los que se llaman a sí mismos "pro-vida", suelen apoyar la pena de muerte? Cuánta coherencia. Sí, de hecho una vez uno me dijo que todos los que no estábamos en contra del aborto éramos asesinos en potencia y, por ello, susceptibles de merecer la pena de muerte.
Y otra cosa: ¿Os fijásteis en que cuando el otro día salieron los representantes de las cofradías sevillanas reunidos para consensuar su postura contra el aborto, todos eran hombres y bastante mayores? Curioso, ¿verdad?
Eso sí, contra la pobreza no se manifiestan.
2- Condones para África
Decía el Papa el otro día (escribo el día 20 de marzo, a ver cuándo cuelgo el texto) que el condón no sirve para curar el SIDA. Anda que... se habrá quedao calvo pensando la frasecita. Claro que no lo cura, sobre todo por aquello de que el SIDA todavía no tiene cura. Pero lo previene, que por ahora es lo mejor que se puede hacer. Y la frase de Benedicto XVI me parece muy irresponsable, sobre todo en África, donde la pobreza es directamente proporcional al número de hijos y donde hay países en los que la esperanza de vida media se ha reducido en casi veinte años precisamente por la incidencia del SIDA.
Afortunadamente, al final hasta el Vaticano tuvo que reconocer la eficacia del preservativo, aunque sigan diciendo que es malo usarlo.
No pienso (o no quiero pensar) que para la jerarquía eclesiástica valga más un embrión del Primer Mundo que un niño del Tercero. Pero a veces dicen cada cosa que no sé qué pensar...

lunes, febrero 23, 2009

La lucha por la vida

- No podemos comernos eso.
- ¿Que no? Ahora lo verás - y alargando la mano, le dio al joven un trozo de carne cruda, antes de añadir - . Come, chaval. Pero acércala al fuego, que no creo que sea fácil comerla así.
El más joven cogió el pedazo de carne con asco y con un punto de cargo de conciencia. Se fijó en ella y se dio cuenta de que la nieve había hecho que la carne se mantuviese en buen estado durante varios días.
- ¿Pero cuándo nos van a rescatar? - se preguntó.
Miró el crepitar de las llamas de la hoguera, pensando si debía cocinar la carne o no. Y sobre todo, si debía comerla o no. Entonces, se dio cuenta del frío que tenía.
Pero lo que más sentía era hambre.
Si no comía, podía incluso desmayarse, o algo peor.
Entonces, ensartó el pedazo de carne en una rama y la acercó al fuego. Mientras, su acompañante cortaba otro trozo del cadáver del que hasta hacía unos días había sido su amigo.

sábado, febrero 21, 2009

Esto no es Esparta

Hace casi dos años, coincidiendo con el estreno de la peli 300, el compadre Pedro colgó un interesante texto sobre la película en su blog en el que yo comenté dando también mi opinión. Ahora me leí el cómic (entonces sólo lo había tenido un rato en mis manos, pero sin leerlo con atención), así que, aunque con un poco (bueno, con bastante) retraso, voy a comentároslo.
Ante todo, lo primero que hay que decir, es que el cómic casi parece el storyboard de la película, porque la peli les salió calcada al cómic. Eso significa que, desde el punto de vista estético, es chulo y está bien hecho.
Pero luego llegamos a la visión ideológica del asunto. Como ya se sabe, Esparta fue una fuente de inspiración para Hitler y sus chicos (sobre el particular, recomiendo la lectura de Ideologías de los Estudios Clásicos, de Luciano Canfora, editado en Akal en 1991), de modo que ya os podréis imaginar por dónde van los tiros. Evidentemente, no podemos interpretar que el cómic cuenta una historia que pueda tener cierto paralelismo con la última guerra de Irak porque es de 1998 y en ese momento no se podía saber que iba a haber la movida con la ONU que hubo después cuando Bush y sus acólitos quisieron destruir una de las cunas de la civilización porque querían petróleo barato (interpretación que en la película sí era posible porque fue en un momento más reciente).
Pero la interpretación de ver a los héroes espartanos como machotes que ven a los demócratas atenienses como afeminados y a los malvados persas como feos, libidinosos, decadentes y también afeminados sí que está. La imagen que se da de los espartanos nos los muestra como guerreros dispuestos a luchar por sus leyes. Pero ojo: por mucho que diga el colega Reverte, luchaban por las leyes de Esparta, no por la democracia del resto de los griegos, atenienses, por ejemplo. Por eso no considero que podamos aceptar a los espartanos como los que salvaron nuestros orígenes de la injerencia oriental. Acepto que pudieron demostrar a los demás griegos (los que sí podríamos ver como los creadores de la idea democrática) que los persas podían ser derrotados. Pero hombre, no digamos que los espartanos, que de demócratas tenían poco y que se dedicaban a despeñar a sus hijos cuando no les salían perfectos, que "Eran los nuestros", leñe. Y todo eso se ve muy bien en el cómic (y en la peli, vaya).
Nos vemos.

Lenguas libres

Comentaba esta mañana (escribo el día 21 de febrero, pero esto tardará algunas semanas en ver la luz) que me parecía muy interesante la polémica generada a raiz de una manifestación que hubo hace algunas semanas en Galicia para pedir el bilingüismo. A la vez, me acordé del Manifiesto por la lengua común que se hizo hace algunos meses, al que se respondió con un contramanifiesto posteriormente. Y eso me llevó a preguntarme si la polémica es real.
Es decir, si todo esto que se dice sobre que si el castellano está en peligro o que si no se puede usar en los sitios con otra lengua oficial, responde a una realidad. Y yo creo que no.
En primer lugar, la instrumentalización política del uso de un idioma me parece como mínimo algo bastante traído por los pelos. Porque hablar una lengua u otra poco tiene que ver con una opción política. Simplemente hablamos como sabemos o como nos apetece.
En segundo lugar, la existencia de otras lenguas en nuestro país no supone que el castellano esté en peligro, por mucho que se diga en sitios como Libertad Digital. Porque vamos a ver. ¿Cómo podemos decir que está en peligro la lengua que nos permite entendernos con cuatrocientos millones de personas en todo el mundo? Y porque la existencia del gallego, el catalán o el vasco no significa que en esos lugares no se entienda el castellano, aunque en estos lugares la lengua vehicular de la enseñanza sea la propia en perjuicio del castellano (bueno, llegados a este punto podríamos entrar en la discusión sobre si esto es justo o no, pero no es momento ni lugar). Y recordemos que en Galicia, el País Vasco y Cataluña tienen también televisiones autonómicas, pero ni todas son en sus lenguas (uno de los dos canales de la ETB vasca es en castellano) ni eso significa que no vean las demás cadenas españolas.
Yo creo que, en lugar de ver la existencia de otras lenguas en nuestro país como un elemento de división debemos verlo como un rasgo de riqueza cultural. Y sentirnos orgullosos de ello.
Un saludo.

¿Ser o no ser? Pues yo elijo no ser

Estos últimos días (escribo el día 21 de febrero, pero este texto tardará aún un par de semanas en colgarse) estuve yendo a unas jornadas sobre Arte, ciencia, tecnología y nuevas prácticas artísticas, que me parecieron muy interesantes y que me ayudaron a abrir un poco mi mente a otras formas de trabajar. Y escuché un debate interesante.
En efecto, la primera ponente hizo una mención al concepto de los nativos digitales, cosa de la que ya había hablado unos días antes en su blog. ¿Y qué es eso de los nativos digitales?, os preguntaréis. Pues los nativos digitales serían aquellas personas que tienen menos de 44 años (ni 40, ni 45, ni 50, 44, ahí queda eso), que usan internet habitualmente, que lo usan como forma de comunicación y que crean contenidos para la red. Pero también dijo la ponente que ella, a sus 32 años, no se consideraba una nativa digital. Entonces, me pregunté si yo lo sería. Veamos:
- Tengo 28 años.
- Uso internet habitualmente, entro dos, tres y hasta cuatro veces al día en la red. Tengo dos cuentas de correo electrónico, un perfil en Facebook y lo uso como medio de comunicación y de búsqueda de información.
- Además, formo parte de la red académica global Historia a Debate.
- Y creo contenidos para la red, ya que tengo este blog, el otro (Sombra y Luz), y además he publicado en revistas digitales, como el artículo que tengo en el número 42 de Medievalismo Digital.
Anda, según eso, yo soy un nativo digital de libro.
Pero, ¿lo soy realmente?
Yo creo que no. Como bien decía la ponente, nuestra educación fue una educación basada en los libros, en la que los medios digitales apenas tuvieron presencia. Por eso, por mucho que se quiera hacer uso de la generalización, ni yo ni, seguramente, ninguno de vosotros seamos nativos digitales. Somos "inmigrantes digitales", porque llegamos a este mundo desde una educación muy distinta.
Porque, como comentábamos hace algunas semanas, toda generalización supone vulgarizar la idea, y por eso creo que, por muchas etiquetas que se quieran usar, no es tan fácil decir que se puede reducir todo lo que hacemos a una idea tan simple.
Y es que somos de un complicado...

Por cierto, supongo que habréis notado que ahí al lado incuí una lista de etiquetas para que os resulte más fácil la búsqueda de textos, y también la lista de vuestros blogs. ¿No os quejaréis, eh? Je, je.

sábado, febrero 14, 2009

¿Quién soy?

Llegó a su casa, después de un día en el que había realizado su trabajo como siempre: Había sido el portavoz y el altavoz de aquéllos que le pagaban (muy bien, todo sea dicho) por manipular a los que le escuchaban; además, había aderezado su discurso con mentiras, insultos e improperios varios contra amigos y enemigos, para demostrar a los "modernos fariseos" que le pagaban que era un fiel estómago agradecido.
Había sido lo que Eça de Queiroz habría llamado un "bellaco con ortografía, sin escrúpulos, que redactaba con lenguaje sonoro los insultos, las calumnias", y había hecho buenas las frases que dicen "¡Si hay escándalo, se cuenta! ¡Si no lo hay, se inventa!". Fiel a sus principios actuales, claro.
Se acercó cojeando a su despacho, dejó su portafolios sobre el escritorio, y se acercó a la ventana. Desde ella, vio a alguien que conocía. Pero no recordaba de qué.
Durante todo el resto de la tarde estuvo haciendo memoria, pero no pudo acordarse de qué conocía a ese hombre. Cenó con la cabeza ocupada en recordar, pero sin éxito. Se acostó, y, con su conciencia tranquila, durmió profundamente.
Eran las tres y cuarto de la mañana cuando volvió a despertarse. Entre sueños, había recordado a ese hombre.
Se levantó de la cama y, todo lo rápido que su cojera le permitía, fue hacia su despacho. Cogió un viejo álbum de fotos de un estante y rebuscó entre las fotografías ajadas por el tiempo.
Ahí estaba. Incluso podía recordar su nombre. Ese hombre había sido su amigo en otro tiempo. En otra vida. Cuando sus principios eran diferentes.
En la fotografía se veía el emblema de un partido político al que ahora insultaba, y recordó que antes él creía en ese partido. Ahora, sólo creía en los que le pagaban.
"¿Para qué quiero principios, si tengo dinero?", se dijo.
Pero antes de acostarse fue al cuarto de baño y, al verse reflejado en el espejo, no pudo evitar preguntarse "¿Quién soy?".

Libertad para vivir, libertad para morir

Como bien sabéis, recientemente hubo un enconado debate en Italia sobre la pertinencia de que la mujer Eluana Englaro fuera desconectada de la máquina que la mantenía con vida, ya que estaba en coma, debate que es sorprendente sobre todo si tenemos en cuenta que Eluana había dejado dicho que no quería vivir así, que los médicos decían que su estado era irreversible, y que había ya una sentencia amparando la decisión de desconectarla.
Esto podría llevarnos a hablar de las tonterías que puede llegar a hacer Berlusconni con tal de salir en la foto (llegó a decir que Eluana aún "podría ser madre", justificando implícitamente una hipotética violación de la mujer) o a comentar el poder que la jerarquía eclesiástica tiene todavía en ciertos países. En definitiva, nos podría llevar a hablar de la instrumentalización del sufrimiento ajeno. Pero prefiero referirme al debeta más polémico, el de la eutanasia.
En primer lugar, para evitar malos entendidos y suspicacias, me gustaría comentar el hecho de que la existencia de un derecho no supone la obligación de hacer uso de él. Es decir, que igual que la existencia del derecho a casarse con personas del mismo sexo no me obliga a casarme con otro tío, la existencia de la eutanasia no supondría la obligación de ser ayudado a morir llegado un cierto momento de la vida. Hecha esta aclaración, empiezo con mi argumento.
Lo que yo opino es que hay momentos en los cuales una persona debería poder decidir si quiere o no seguir sufriendo y seguir haciendo sufrir a sus seres queridos. Ver a una persona antaño fuerte consumirse no es agradable, y ser consciente del sufrimiento que causamos a los que nos ven consumirnos, tampoco.
Por eso, me gustaría ver que se legisla y se regula la eutanasia, tanto activa como pasiva, en ciertos supuestos. Porque si tenemos derecho a la vida, también deberíamos tenerlo a una muerte digna, y no a morir sufriendo como animales.
Y desde aquí hago mi testamento vital: Si llegado el momento me encuentro en coma irreversible, o incapacitado para nada más que para hacer sufrir a mis personas cercanas, quede claro que no quiero vivir atado a una máquina sin esperanza de mejora, ni quiero que mi existencia (que no mi vida) suponga un lastre para los demás.
He dicho.

Doctor, creo que me persiguen

Muy buenas, queridos lectores:
Supongo que ya sabéis la movida que hay con las supuestas corrupciones perpetradas por ciertos personajes cercanos al PP (fijaos que digo "personajes cercanos al PP" y no "corrupciones perpetradas por el PP", es un matiz importante). Y, al margen de que sean verdad o no, a mí se me ocurren algunas reflexiones al respecto.
En primer lugar, que, lógicamente, me parece mal que coincidieran Garzón y Bermejo en la cacería, aunque eso no me parece lo más llamativo. Lo llamativo es el revuelo que están montando en el PP. Vamos a ver. Si el Partido no cometió ningún delito (y yo creo que el Partido en sí no está pringado en eso, están pringados personajes concretos), no hay motivos para quejarse. De hecho, deberían ser los del Partido Popular los primeros interesados en que se supiera la verdad, para demostrar que no tienen nada que ocultar.
Y luego nos vienen con lo de que Garzón les persigue y tiene una manifiesta animosidad contra el PP. Supongo que eso no lo decían cuando Garzón juzgaba las tramas de los GAL. Pero, no sé, eso de la animosidad y la persecución me recuerda ciertas cosas:
a) ¿Qué decían cuando la Ley de Matrimonios Homosexuales? Que se perseguía a los matrimonios heterosexuales.
b) ¿Qué dicen cuando alguien critica a la Iglesia? Que se persigue a los católicos.
c) ¿Qué dicen cuando se acuerdan de que existen más lenguas aparte del castellano? Que se persigue la lengua castellana (llegué a escuchar que se persigue en Asturias, cuando el asturiano ni siquiera es oficial...).
Y ahora que se persigue a todo el partido en bloque con una conspiración. ¿No os resulta conocido el argumento?
Y sobre su técnica de responder a los ataques con el "Y tú más", sólo decir que en el patio del parvulario me parece lógico. En el Congreso, no del todo.

sábado, febrero 07, 2009

Querido diario

Hoy no sabía sobre qué escribir. Estuve a punto de dedicarle mi tiempo a la trama de espionaje de Madrid y al lamentable espectáculo que dio Esperanza Aguirre en la "Comisión de Investigación". Pero lo mejor será que no lo haga. Todo eso sólo sirve para que me reafirme en mi teoría de que la política de nuestro país cada vez da cabida a más cantidad de personas sin educación.
Así que decidí escribir sobre el último libro cayó en mis manos y que acabo de terminar: El Diario de Ana Frank. Supongo que todos vosotros sabéis que se trata del diario que escribió una niña judía que se escondía de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, como supongo que también sabéis que es una lectura muy recomendable para chavales de pocos años. Así que tengo que entonar el mea culpa por no haberlo leído antes. Y no me habría interesado leerlo si no estuviera preparando materiales didácticos de cara a una hipotéticas clases y a las oposiciones. Pero al leerlo me encontré con un texto en el que, además de la realidad histórica (que era lo que yo buscaba), se ve la sensibilidad de una persona de excepcional talento.
Sí, porque esa niña, que escribió esas páginas entre los trece y los quince años, no sólo nos habla de su vida escondida, del transcurso de la guerra o de la situación de los judíos bajo el yugo nazi. Nos habla de sus ambiciones y de sus sentimientos con una manera de escribir que ya quisiera yo tener algún día. Si con esa edad escribía así, qué habría podido hacer si su vida no hubiera sido truncada por la barbarie (al final la pillaron y murió en Bergen-Belsen después de pasar por Auschwitz).
En su situación, todavía encuentra motivos para la risa, para la reflexión, para la esperanza y para el amor, y lo deja escrito con una madurez sorprendente. Consciente en todo momento de por qué las cosas son como son, y consciente de la responsabilidad que supone estar escribiendo esas páginas, Ana Frank escribe de manera visceral, dejando claro lo que opina en cada momento, dejando constancia incluso de la mala relación que tiene con algunos de sus compañeros de escondite.
Y nos deja clara otra cosa: Que pueden cambiar los medios de expresión, pero los sentimientos de las personas siguen siendo los mismos. Entonces ella tenía su cuaderno y tinta, ahora nosotros tenemos nuestros ordenadores y blogs en internet, pero los sentimientos son los mismos. Por eso su relato es tan actual, porque lo que le sucedió a ella puede sucederle a cualquiera en muchas otras situaciones.
Muy recomendable.

Algunos enlaces al respecto:
Sobre Ana Frank.
Sobre el Diario.
Página oficial de la Casa de Ana Frank.
El resto de la obra de Ana Frank (durante su cautiverio también escribió varios cuentos que están publicados).
El capítulo perdido del Diario.
Una curiosidad: Una canción de Gabinete Caligari sobre Ana Frank y su encierro.

jueves, enero 29, 2009

Educando ciudadanos

Después de que en mi texto anterior se batiera el récord de comentarios en este blog, y después de haber cumplido ayer los 28 años, hoy vuelvo a sentarme a escribir, mientras decido si Pedro y yo debemos fundar un partido político o directamente crear nuestra propia religión.
Afortunadamente, esta vez mi motivo para escribir no es quejarme de algo, sino alegrarme de que, por fin, se ha impuesto el sentido cumún. Resulta que el Tribunal Supremo considera que no se puede ejercer la objeción de conciencia sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Sé que ya hablé de ella hace varios meses, pero me parecía interesante comentarlo ahora.
Y creo que, a lo mejor, si los que se oponen a la asignatura supieran de qué va, no se opondrían tanto. Porque, por mucho que digan, no es inconstitucional estudiar la Constitución ni vulnera ningún derecho estudiar los Derechos Humanos. Esta asignatura simplemente sirve para que los estudiantes conozcan cosas que existen en nuestro mundo, sirve para que sepan que todos somos diferentes, pero que nadie es mejor ni peor. Comprender el mundo en el que viven para trabajar en su mejora, como dicen los Currículos escolares. Pero los que me dan pena de verdad son los chavales cuyos padres habían objetado y que ahora tendrán que ir a clase... Qué pena, ya no podrán hacer pellas con el beneplácito de sus padres.
Además, esta asignatura no vulnera el derecho de los padres a elegir la educación que ellos quieren para sus hijos (suponiendo, claro, que todavía queden padres dispuestos a educar a sus hijos, que lo que más abunda últimamente son padres que dejan el marrón de educar a la escuela). ¿Dice la asignatura que es malo ser católico? No. ¿Impide que sus padres les enseñen en casa los valores que consideren más oportunos? No. ¿Aprobar la asignatura significa que los conocimientos supuestamente adquiridos en ella se van a recordar toda la vida? Desgraciadamente, no (cuántas cosas aprendimos en nuestros años de estudio y hemos acabado olvidando...).
Pero ahora parémonos a pensar un momento. Si la objeción se permitiera, eso sentaría un peligroso precedente. No me cuesta imaginar a alguien diciendo "No quiero que mi hijo estudie el origen del Islam, vamos a objetar de Historia", o "Soy musulmán y me ofende que mis hijos estudien la Reconquista o las Cruzadas, vamos a objetar de Historia", o "No creo en la Teoría de la Evolución, vamos a objetar de las Ciencias Naturales", o algo tan estúpido como "A mi hijo no le gusta leer, vamos a objetar de la Literatura". Rediós, si casi me apetece a mí objetar de la Educación Física con efecto retroactivo.
¿Y sabéis qué es lo más patético? Que a pesar de la oposición del PP, cuando lleguen al Gobierno seguramente la mantendrán. ¿Sabéis por qué? Porque cuando el PP gobierne ya no será un partido comandado por Rajoy (que a día de hoy es un cadáver político que mira a su alrededor sorprendido sin saber muy bien qué pasa), sino que será un partido moderno, que ya no se dejará dirigir por Jiménez Losantos y Rouco Varela (que no por la Conferencia Episcopal, que, por cierto, no se opone a la Educación para la Ciudadanía), que dejará de centrarse en la rancia tradición nacional-católica para mirar al resto del mundo. Y verán que esta asignatura no es un invento de Zapatero, sino que se imparte en Europa y Estados Unidos sin que nadie se rasgue las vestiduras, a pesar de que en el Reino Unido también hay padres que se preocupan por sus hijos, y a pesar de que en Estados Unidos también hay católicos (alguno hay, creedme).
Un saludo.

domingo, enero 18, 2009

Se dice, se comenta...

Supongo que a estas alturas no será niguna novedad que diga que suelo leer El País a diario, por lo menos su edición digital. Y en su edición digital es donde está lo que me inspira para escribir hoy: los comentarios. Sí, porque en esa web, a diferencia de las otros diarios, como El Mundo, se pueden dejar comentarios a algunas noticias, y además, sin necesidad de registrarse para hacerlo. Y a veces es casi más interesante leer los comentarios que las propias noticias. La verdad, es un verdadero estudio sociológico.
En ocasiones se pueden leer cosas interesantes, pero muchas otras veces, se ve cómo hay gente que habla (mejor dicho, escribe), por no callar, sin argumentos, o con algunos muy simplistas, y mezclando las churras con las merinas de forma alucinante.
Por ejemplo, en una noticia sobre la crisis se pueden leer comentarios del tipo "eso pasa por votar a Zapatero", o "me alegro de que haya crisis, porque así los que votasteis a Zapatero perderéis el trabajo y veréis lo que pasa por no votar a Rajoy". Claro, si el presidente fuera Rajoy no habría crisis, España ganaría Eurovisión y los estudiantes españoles serían los primeros en el informe PISA. No te digo. Por cierto, comentarios como el segundo (que es real) me llevan a suponer que no hay crisis, o al menos que no es como nos la cuentan. Si fuera real, no habría gente tan imbécil como para decir esas cosas.
O se sigue comentando lo mismo, aunque la noticia tenga poco (o nada) que ver. Si se habla de la Ley de Memoria Histórica, siempre habrá alguien que mencione la masacre de Paracuellos, que puede ser lógico. Pero es que si se habla de la dictadura argentina, siempre hay alguien que habla de... la masacre de Paracuellos. Parece que en la Historia no hubo más casos de violencia que ése.
Otras veces, se comenta pero sin leer la noticia, o se responde a comentarios que no se han leído (o lo que es peor, que no se han entendido). En este caso, voy a hablar de un comentario que colgué yo. En una noticia sobre la oposición de la Conferencia Episcopal a algo (no me acuerdo qué), alguien comentó que los protestantes también eran muy malos, que habían quemado a Miguel Servet. Entonces, me salió el profesor que llevo dentro (y que, espero, pronto podrá salir cobrando por hacerlo) y dejé un comentario diciendo que sí, que efectivamente al colega Servet lo habían quemado protestantes, pero que los católicos también lo habían condenado, sólo que no lo quemaron porque escapó a tiempo. Pues alguien respondió a mi comentario con una frase que decía "¡Lo que tengo que leer! Miguel Servet quemado por católicos. ¡Cuánta ignorancia!" (la letra en cursiva la incluyo yo). Es decir, el pavo confundía la condena con la ejecución. O simplemente no se había molestado en intentar entender lo que yo decía, sino que sólo quería montar bulla. Supongo que eso es lo que pasa cuando se dejan escritas cosas que puede leer mucha gente, que no todo el mundo se molesta en entenderlas.
Otras veces, los comentarios son argumentos muy simplistas, como por ejemplo, suponer que la crítica a los ataques de Israel a la franja de Gaza equivale a apoyar el terrorismo de Hamás o, directamente, ser un antisemita.
Y para terminar, os voy a hablar de un comentario que vi, no en la web de El País, sino en la de El Jueves, pero es que me parece que no tiene desperdicio: En una "noticia" en la que se hablaba de los atentados de ETA (insultando a los etarras, por cierto), alguien comentó que era una vergüenza meterse con las víctimas del terrorismo.
Como mínimo, llamativo.
Ahora, os tenéis que lucir con los comentarios que me dejéis ahí abajo, jeje.

domingo, enero 11, 2009

Roma eterna

Muy buenas, amigos.
Durante el año pasado y el anterior, en Cuatro se emitió la serie más cara de la historia de la televisión, Roma (artículo en la Wikipedia y en la web de Cuatro). Se trata de una serie muy recomendable, con una muy buena ambientación y muy bien hecha, y cuenta el paso de la Roma republicana a la Roma imperial a través de la mirada de dos legionarios de César, Lucio Voreno y Tito Pullo. Pues resulta que el pasado verano me compré una edición de los Comentarios a la Guerra de las Galias, del colega Julio César (concretamente, la traducción que hizo José Joaquín Caerols para Alianza Editorial) y descubrí sorprendido que los dos legionarios existieron realmente y César los menciona (el dato de que existieron aparece en la Wikipedia, pero como no entré en ese artículo hasta ahora, entonces no lo sabía). Evidentemente, lo que les pasa a Lucio y Tito en la serie es totalmente ficticio, porque en la obra de César apenas aparecen, así que por eso, me tomo la libertad de reproducir aquí parte del capítulo de la Guerra de las Galias en el que aparecen (libro V, 44, o sea, las páginas 189 y 190 de la edición que cito), para que veáis lo que se cuenta de su realidad histórica. Mantengo la traducción del nombre de uno de ellos como "Tito Pulón" porque me parece más correcta:

Había en esta legión dos centuriones excepcionalmente valientes (...), Tito Pulón y Lucio Voreno. Constantemente discutían entre sí por ver cuál sería antepuesto al otro, y todos los años rivalizaban por los primeros puestos (...). Uno de ellos, Pulón, cuando más encarnizada era la lucha en la fortificación, dice: "¿Por qué vacilas, Voreno? ¿Qué ocasión aguardas para hacer gala de tu valor? Esta jornada decidirá nuestra disputa." Dicho esto, sale fuera de la fortificación y se lanza allí donde parece haber más enemigos. Tampoco Voreno se queda dentro de la fortificación, sino que, preocupado por lo que todos pudieran opinar, sigue sus pasos. A corta distancia, Pulón lanza su jabalina contra los enemigos y atraviesa a uno que venía corriendo de entre la multitud. Éste recibe el impacto y cae muerto. Lo protegen los enemigos con sus escudos y, todos a una, disparan contra aquél sus dardos, cortándole la retirada. Atraviesan el escudo de Pulón y un venablo se le clava en la bandolera. Este accidente hace que se le gire la vaina. Mientras intenta sacar la espada tiene ocupada la mano derecha: se encuentra atascado y los enemigos lo están rodeando. En este difícil trance, corre en su ayuda su rival Voreno. Al punto, todo el tropel se vuelve contra él y se desentiende de Pulón, creyendo que había sido atravesado por el venablo. Voreno combate con la espada, cuerpo a cuerpo: mata a uno de ellos y obliga a los otros a retirarse un tanto. Mientras los acomete, llevado de su fogosidad, cae en un hoyo y rueda por tierra. Cercado a su vez, es ayudado por Pulón. Ambos regresan a la fortificación sanos y salvos y cubiertos de gloria, después de haber causado un buen número de bajas. De esta manera, en la competición y en la lucha la Fortuna dispuso para ambos que cada rival ayudase y salvase al otro, y que no fuera posible decidir cuál de ellos se debía anteponer al otro en valor.

¿A que mola?

viernes, enero 02, 2009

Profetas en su tierra

Muy buenas, queridos lectores, y feliz año.
No sé si recordáis que hace algunos meses, concretamente el día 15 de julio, colgué un texto sobre el concierto que dieron Avalanch en la Semana Negra de Gijón. Pues ahora, varios meses después, me hice con el disco en directo que se grabó esa noche. Se titula Caminar sobre el agua y es muy, pero que muy recomendable.


Como disco en directo, captura perfectamente la caña y la rabia de esa noche, desde el principio con "Ángel de la muerte" hasta el final con "La prisión de marfil", pasando por temas como "Hoy te he vuelto a recordar", la cañera y recuperada "Torquemada" y momentos más intimistas como "Alborada" o la versión instrumental de "Santa Bárbara". Porque es destacable el hecho de que incluye todo el concierto.
Si he de buscar algún defecto al disco, diría que el fallo es que no se incluyen en él ni la intro del concierto ni la música de cierre. Pero sí se incluyen en el dvd, que trae el concierto completo con todo, con imágenes muy cuidadas y con un sonido inmejorable. Sí es verdad que trae pocos extras, porque sólo trae un vídeo del grupo justo antes de salir a tocar y las fotos de esa noche, la mayoría de las cuales están en el libreto. Los extras más interesantes (un par de videoclips, textos de los músicos y algunas caricaturas) están en la web del grupo.
Y lo mejor de todo... Pues que al principio del dvd, cuando empieza el concierto, se nos ve de lejos a mi colega Miguel (el Garry) y a mí, jeje.
Un abrazo.

lunes, diciembre 29, 2008

Increíble

Otra vez. Ya van dos años seguidos que, por estas mismas fechas, tengo que cambiar mis planes de redacción para adaptarme a las noticias. O mejor dicho, a la noticia, que los dos años fue la misma. Parece mentira que alguien como yo, que en los últimos años no he pisado una iglesia si no era por un interés histórico, arqueológico o artístico, tenga que dejar de escribir sobre un disco de Heavy Metal (que es lo que quería hacer hoy), por una noticia que tiene que ver con la Iglesia. Pero lo hice hace un año, y vuelvo a hacerlo hoy.
Porque, como ya sabréis, ayer hubo en la plaza de Colón de Madrid una misa por la familia cristiana. Y no me parece mal ni me opongo a ello, quede claro, cada uno es libre de defender aquéllo en lo que cree. Lo que sí me parece mal es que la defensa de un modelo de familia suponga el insulto a todos los demás.
Porque las familias en las que yo creo son ésas en las que los progenitores salen a las seis de la mañana de casa para sacar adelante a sus críos. Ésas que, como no pueden mantener más que a un hijo o a ninguno, usan métodos anticonceptivos para evitar los embarazos. Ésas en las que el amor y el respeto son los pilares de la convivencia. Y me da igual que en esas familias haya un padre y una madre, o dos padres, o dos madres, o una madre soltera, o un padre sólo con sus hijos, me da igual que los hijos sean naturales o adoptados, y me da lo mismo cómo sea esa familia en fin, siempre que en ella haya ese amor y ese respeto al que me refería hace un momento.
Se dicen tantas cosas en actos como el de ayer... El aborto es un asesinato, dijo Rouco Varela. No sé. No sé cómo lo vería si la mujer que va a abortar fuera alguien cercano a mí, o mi propia pareja. Lo que sí sé es que yo no tengo la verdad absoluta. Por eso, no censuraría a esos jóvenes que deciden libremente abortar porque fallaron los métodos anticonceptivos que usaban porque no querían tener hijos, tal vez porque no podían mantenerlos. Ni llamaría asesina a esa mujer que aborta porque el hijo que espera es fruto de una violación. Ni criticaría a esa mujer que, entre lágrimas, decide abortar porque su médico le dijo que el feto tenía una malformación y que había muchas posibilidades de que el embarazo no se pudiera llevar a término de manera feliz. En esos casos, supongo que la decisión no se tomará a la ligera, ni mucho menos con gusto, sino después de una reflexión profunda y dolorosa. Por eso creo que esas personas, lejos de merecer insultos, merecen apoyo. Que algún católico practicante que lea este blog me corrija si me equivoco, pero, ¿no decía la Biblia que quien esté libre de pecado tire la primera piedra?
Se dijo también que los divorciados están fuera de la Iglesia. Pero, ¿se puede decir a una mujer, católica practicante de toda la vida, casada por la Iglesia y cuyos hijos están bautizados, han hecho la Primera Comunión e incluso la Confirmación, que está fuera de la Iglesia por divorciarse de un energúmenos que la maltrataba a ella y sus hijos?
Y se dice que los matrimonios homosexuales son una amenaza para los matrimonios heterosexuales... Sobre una afirmación tan demencial, creo que no es necesario que escriba nada. La propia frase ya se descalifica sola.
Fuera de las grandes catedrales, lejos de los oropeles y el lujo hay un mundo muy grande. Un mundo en el que hay tantas maneras de vivir como personas, y tantos tipos de familias como familias. Lo que no hay es una moral única y excluyente. Ni existen sólo el blanco y el negro, hay muchos (demasiados) tonos de gris.
No critico a la Iglesia en sí misma, porque si bien hizo cosas malas a lo largo de la Historia, también las hizo buenas, tanto en lugares como Ruanda o el Congo, como aquí, al lado de nuestras casas, en parroquias como la de San Carlos Borromeo, en Madrid, o las de Fátima y San Melchor en los barrios antiguamente obreros de La Calzada y El Cerillero, aquí en Gijón. Porque pese a todo, a pesar de las incendiarias declaraciones de las altas jerarquías, aún quedan religiosos que transmiten un mensaje de paz y de solidaridad.
Y, si realmente me planteara creer en algún Dios, sería el que se reconoce en sus predicaciones.

viernes, diciembre 26, 2008

Dejemos que hable uno que sabe

Muy buenas, queridos amigos. Hoy, con un polvorón todavía "añusgao" en la garganta, me gustaría ceder la palabra a un insigne hispanista estadounidense, llamado Gabriel Jackson y que es uno de los que más controla de temas relativos a la Segunda República Española y la Guerra Civil, que hace cosa de un mes publicó en El País un texto muy interesante y creo que muy atinado tal como está ahora mismo el debate sobre la memoria histórica. El texto original lo podéis leer aquí, y por cierto, me sirvió para saber que este buen señor seguía vivo... Y sin más, ahí va:

¿SE PUEDE DAR POR CERRADA LA GUERRA CIVIL?

Todas las guerras son crueles, y las guerras civiles parecen especialmente crueles porque dividen familias, clases sociales y hermandades profesionales dentro de un mismo país. Pero la forma de terminarlas puede influir de manera considerable en las actitudes de los supervivientes y de generaciones posteriores. En el caso de la guerra civil de Estados Unidos, la guerra de secesión, la victoria del norte hizo que Estados Unidos siguiera siendo una sola nación y que se aboliera la esclavitud en toda esa nación, incluida la zona de la derrotada Confederación sudista. Inmediatamente después de la rendición del general Robert E. Lee, el presidente Abraham Lincoln y el general en jefe Ulysses Grant ordenaron a los líderes sudistas que disolvieran sus tropas, regresaran a sus casas y reanudaran sus ocupaciones en la vida civil. Como en todas las guerras, se habían producido asesinatos y crueldades innecesarias, pero no había habido campos de concentración para los vencidos ni una política de encarcelamiento prolongado ni ejecuciones sin fin por parte del gobierno victorioso.
La sociedad española en su conjunto no ha juzgado la dictadura de Franco como un régimen criminal
El norte victorioso en EE UU no castigó con saña al sur como hizo Franco con los 'rojos'
A largo plazo, el fin de la guerra de secesión y la restauración de la democracia constitucional en los antiguos Estados confederados significaron también que, como la clase dirigente blanca volvió a sus posiciones de poder, los antiguos esclavos y sus hijos se vieron legalmente privados de los derechos que tenían los ciudadanos blancos. Hubo que esperar a la década de 1960, un siglo después de la guerra, tras la plena participación de soldados negros en la defensa de la democracia occidental en dos guerras mundiales y después de decenios de lucha de un movimiento de derechos civiles, para que un presidente blanco y originario del Sur, Lyndon Johnson, firmara las leyes de derechos civiles que, por fin, permitieron que los negros estadounidenses fueran ciudadanos de pleno derecho, hasta desembocar en el hecho de que acabemos de elegir a un presidente negro. Y, a lo largo del siglo XX, cuando personas del norte como el que esto escribe viajábamos por diversos Estados del sur, veíamos con frecuencia estatuas de Robert E. Lee y otros héroes políticos y militares de la Confederación derrotada, pero nunca se nos ocurrió exigir que quitaran esas estatuas.
¡Qué distintos fueron el desarrollo y las consecuencias de la Guerra Civil en España! El propósito del alzamiento militar de julio no fue liberar a esclavos ni defender un Gobierno democrático legítimo, sino destruir el primer -y muy imperfecto- experimento de democracia política en España y eliminar físicamente, dentro o fuera del campo de batalla, a todos aquellos a quienes se consideraba comunistas, ateos, anarquistas, masones, etcétera. Después llegó una dictadura de 36 años que incluyó miles de ejecuciones políticas -más en el primer decenio- y la continuación de sentencias de cárcel por motivos políticos y de esporádicas condenas a muerte hasta al final.
Sin embargo, para inmensa fortuna del sufrido pueblo español, el joven rey designado por Franco como sucesor y una parte importante de los hijos de la clase media y alta que había apoyado a Franco se habían convencido poco a poco de que a España le era mucho más beneficiosa una democracia constitucional que la continuación del Movimiento. Esta actitud y la sed de libertad de los vencidos y sus descendientes hicieron posible la transición de una dictadura militar de derechas a una monarquía democrática constitucional.
¿Por qué, entonces, han vuelto a convertirse la Guerra Civil y la dictadura posterior en objeto de enconadas disputas en la conciencia pública española? El principal factor, en estos momentos, es la enorme diferencia de trato recibido por el recuerdo público de los muchos miles de víctimas de asesinatos según fueran personas partidarias del alzamiento militar o de la defensa de la república. Las víctimas de los paseos llevados a cabo por incontrolados anarquistas o agentes estalinistas recibieron honras fúnebres siempre que fue posible recuperar sus cuerpos y, en cualquier caso, durante toda la Guerra Civil y la dictadura de Franco, fueron objeto colectivo del homenaje de la Iglesia y el Estado. Las víctimas, mucho más numerosas, de las incursiones falangistas en las prisiones y los juicios en tribunales de guerra sin un mínimo de defensa legal, seguidos de enterramientos de masas en tumbas anónimas, sólo podían ser recordadas en asustado silencio por sus familiares y amigos. Mientras Franco vivía, cualquier homenaje a su memoria era imposible; en los primeros 20 o 30 años de la Monarquía constitucional, la mayoría de la gente permaneció callada porque no había seguridad de cuánto iba a durar la libertad recién adquirida o porque aceptaba de mejor o peor grado la idea de que era mejor olvidarse del pasado, no "remover las brasas" de una guerra que, al fin y al cabo, había terminado hacía más de 50 años.
En mi opinión, si la reconciliación general de los dos bandos de la Guerra Civil dependiera sólo de restaurar la dignidad de los asesinados por la derecha y por la izquierda, sería posible dar por zanjada la cuestión en el contexto de la actual Ley de Memoria Histórica. Por comparar, si la gran mayoría de los alemanes ha reconocido los crímenes del régimen nazi; si la gran mayoría de los estadounidenses ha reconocido los crímenes colectivos de la esclavitud y posteriormente la segregación; y si la mayoría de los surafricanos ha aprobado el final del apartheid, no cabe duda de que la inmensa mayoría de los españoles podría reconocer el carácter criminal de una represión que duró décadas y ejecutó a más de 100.000 no combatientes.
Sin embargo, lo que ocurre en España, una parte importante del problema, es que la sociedad española en su conjunto no ha juzgado la dictadura de Franco como régimen criminal, en el mismo sentido en el que Alemania condenó el régimen nazi, Suráfrica condenó el apartheid y Estados Unidos condenó la esclavitud y el siglo de segregación que siguió al fin de la esclavitud. Existe una parte pequeña pero sustancial de la población española que opina que la palabra República no fue más que un sinónimo de incompetencia y desorden, que recuerda la violencia laboral, las amenazas contra la Iglesia y la burguesía y las promesas de uno u otro tipo de revolución colectivista en la primavera de 1936. Para esa minoría sustancial, el alzamiento militar fue un esfuerzo justificado, un pronunciamiento tradicional español como método para restablecer el orden público. Esas personas, aunque reconocen la extrema crueldad del régimen de Franco, consideran que la izquierda revolucionaria fue más responsable de la Guerra Civil y sus terribles consecuencias que el alzamiento del 18 de julio.
En estas circunstancias, con la opinión nacional fuertemente dividida, la Ley de Memoria Histórica cumple el propósito justo de permitir que las familias que perdieron a miembros en la salvaje represión franquista descubran todo lo posible, entre 30 y 70 años después, de los restos físicos de sus seres queridos, y que vean sus nombres limpios de acusaciones penales injustas. El Gobierno actual también ha actuado de manera honorable al conceder la ciudadanía a los exiliados republicanos y sus hijos, así como a los miembros de las Brigadas Internacionales que lucharon en defensa de la República. Y, desde luego, debería ser posible, aunque sin duda controvertido, anular por completo las condenas de prisión y muerte dictadas por los tribunales sin que se permitiera ninguna defensa ni se mostrara ninguna preocupación profesional por la veracidad de las acusaciones. Sin embargo, el trato reciente dado al esfuerzo del juez Garzón para documentar en la mayor medida posible las purgas mortales realizadas por los generales rebeldes y sus seguidores deja bien claro que muchos ciudadanos conservadores no creen que dichas purgas constituyeran crímenes contra la humanidad.
Existe un viejo dicho que siempre ha tenido un gran significado para mí como historiador: la verdad os hará libres. En realidad, me parece una frase demasiado categórica. Pero sí estoy convencido de que la voluntad de reconocer la verdad, por desagradable que sea, es un requisito indispensable para superar los recuerdos amargos que pueden transmitirse mientras no haya un relato claro, cualitativo y cuantitativo, de los crímenes cometidos por los militares rebeldes, la Falange, los "incontrolados", los agentes estalinistas y la escoria criminal que, en cualquier sociedad, se aprovecha de los odios de clase y la desintegración del orden público.

Olé, maestro.

sábado, diciembre 20, 2008

El libro del año

Antes de tomarme unos días de vacaciones, durante los que sólo colgaré textos de personas que saben más y escriben mejor, hoy quiero hablaros de una costumbre que cogí hace algunos años. Como sabéis, uno de mis vicios es leer. Siempre estoy leyendo, no sólo obras literarias o libros de Historia, sino de otros muchos temas (cine, música, viajes, teatro...). Y desde hace un tiempo, cada año elijo el libro que más me gustó de todos los que leí, para nombrarlo mi "libro del año" y recomendarlo hasta la saciedad a las personas que tengan la desgracia de dejarme hablar de tales temas. Como nunca hasta ahora me había dado por poner la elección por escrito, voy a hacer la lista de los "ganadores" de otros años (y en algunos casos, también de los "finalistas"), antes de contaros cuáles son el ganador y el finalista de este año.
Aunque antes de esa fecha ya hubo bastantes libros que me marcaron, la costumbre de elegir el "libro del año" la inicié en 2004. Así que por ese año empezamos:
2004:
Es el año en que me licencié, el año que visité Egipto, el año que dediqué más tiempo a la Arqueología y también el año en el que el país se vio sobrecogido por el peor atentado de nuestra Historia. Un año con mucho que contar.
El finalista de ese año fue Lolita, de Nabokov. Parece sorprendente que en un libro en el cual, desde el primer capítulo, ya sabemos que el protagonista es un pederasta confeso y despreciable, acabemos poniéndonos de su parte y concluyendo que la propia Lolita era aún peor que él. La obra es muy compleja, pero a mí la parte que más me gustó es la primera mitad. Y sobre todo, ese principio: "Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma (...)". Oye, no será "En un lugar de La Mancha", pero también mola.
El libro ganador de ese año fue El Conde de Montecristo, de Alejandro Dumas. Qué pasada. La sed de venganza como motor de la vida de Edmundo Dantés, sin duda, uno de los personajes literarios más fascinantes con los que me he cruzado en mis años de lector. Una obra maestra. No se me ocurre nada más que decir.
2005:
A nivel internacional, éste es el año del atentado del 7 de julio en Londres. Para mí, se trata del año en el que volví a mi antiguo instituto como profesor en prácticas, el año en el que trabajé por primera vez como arqueólogo profesional, y también el año en el que conocí a la que hoy es mi ex.
En lo que se refiere a la literatura, ese año tuve como libro finalista de mi particular "concurso" a la novela Rayuela, de Julio Cortázar. Normalmente se dice que cada libro es, en realidad, muchos, tantos como lectores y estados de ánimo de éstos. Sin embargo, Rayuela es un libro que es, al menos, el doble, porque ofrece la posibilidad de leerlo de dos maneras distintas (y sugiere una tercera), de manera que son dos (o tres) libros en uno, fruto de una clara intención de innovar. En él, la importancia del lector es trascendental.
Pero el "libro del año" no fue Rayuela, sino El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde. Es una de mis novelas favoritas, y va de un joven que ve cumplido su deseo de no envejecer. Sin embargo, su retrato sí envejece y en él quedan los efectos que cada uno de sus actos dejan en su interior. En definitiva, todo lo que hacemos nos transforma.
2006:
Este año, igual que 2007, fue un año en el que no hubo finalistas, sólo hubo un claro ganador muy destacado por encima de los demás. Y el ganador fue El pintor de batallas, de Arturo Pérez-Reverte. Se trata de un libro durísimo, de hecho, uno de vosotros dijo en cierta ocasión que puede que se trate del libro que Reverte escribió para purgar sus demonios y no suicidarse. Es también el libro que me reconcilió con la literatura de Reverte, que llevaba algunos años aburriéndome un poco.
2007:
El año 2007 tampoco tuvo un libro finalista, tuvo sólo un ganador claro muy destacado sobre los demas. Fue Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa, de momento, su última novela. En ella cuenta la tormentosa y enfermiza relación de dos amantes durante casi cuarenta años, con los cambios sociopolíticos ocurridos en ese tiempo como trasfondo. Se suele decir que es una obra de amor, pero yo más bien la veo como la descripción de una obsesión. Una obsesión que lleva a perdonar todos los sufrimientos que se viven por ella.
2008:
El año que se acaba vuelve a tener su finalista. Y se trata de un libro de relatos del que ya os había hablado hace algunos meses. Es Sicilia, invierno, de Ignacio Ferrando. Como sobre este libro ya escribí, me remito al texto correspondiente.
Y llegamos al momento de desvelar cuál es el "libro del año" correspondiente a 2008. Y ése no es otro que....
Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, de Pablo Tusset. Una novela fresca y divertidísima en la que su protagonista, Pablo Miralles, trata de desentrañar la desaparición de su hermano. En ella, la historia se ve salpicada de sexo, alcohol y de un humor muy inteligente. Os gustará, estoy seguro.
Y ahora, sólo me resta decir... ¡Felices fiestas! (aunque ya sabéis que no me gusta la Navidad, je, je).

sábado, diciembre 13, 2008

Repasemos las noticias

A veces me quejo de que no tengo sobre qué escribir. Esta semana, en cambio, me sobran temas, de modo que voy a intentar hablar de varios de ellos. A ver si no me lío demasiado:
En primer lugar, resulta que según una estadística, uno de cada tres jóvenes españoles apoya la pena de muerte. Esto da miedo. Aunque claro, como toda estadística, hay que tomarla con pinzas (a mí no me preguntaron, ¿y a vosotros?), pero aún así, muestra una tendencia preocupante. Claro está, en un país como el nuestro, para instaurarla haría falta cambiar la Constitución (y para eso en concreto, mejor que no la cambien, creo yo).
Lo interesante sobre este tema es que si se preguntara un día cualquiera, mucha menos gente diría que está a favor. Si la estadística se hace después de un atentado o de un crimen especialmente sonado, pues está claro que más gente apoyará su instauración. El debate puede ser interesante, pero yo tengo una opinión: si el sistema penal está para reeducar y reinsertar ¿cómo se reinserta a alguien si se le ejecuta? Y otra cosa: ¿cuando se condena por error a un inocente qué pasa? Pues eso.
El segundo tema de la semana es la campaña del Ministerio de Sanidad sobre el uso del condón, a ritmo de Hip Hop. Vamos a ver. Por mucho que la cancioncita me parezca infame (ya me conocéis, yo la habría hecho con guitarras eléctricas y baterías con doble bombo), la campaña es necesaria, sobre todo si tenemos en cuenta que cada vez hay más abortos de chicas cada vez más jóvenes. Hace falta información, desde la Administración (con campañas como ésta, por ejemplo), desde la escuela (para que luego digan que no es necesaria la Educación para la Ciudadanía) y, sobre todo, desde las familias. Hace falta que los padres se impliquen de una vez en la educación de los hijos y no dejen todo el marrón para los centros escolares. No podemos esconder la cabeza. Los chavales cada vez se inician antes en el sexo (si nosotros con quince años hubieramos sabido lo que saben los que tienen ahora esa edad...), y es necesario que conozcan los riesgos y la manera de evitarlos. Por eso la educación es necesaria.
Y por último, quería mencionar que se está celebrando una Cumbre sobre Cambio Climático en Poznan (Polonia). Y aquí entra la polémica de siempre: Que si el clima cambia, que si no cambia, que si cambia pero poco... Da igual. Al final, da igual la postura de cada cual, porque si hasta Rajoy acabó proponiendo medidas contra él (¿y su primo qué opina de eso?), será que se le ve utilidad al debate, aunque sea para arañar votos. Obama también habla de plantear medidas contra él. Y, las cosas como son, yo pienso que el debate no es ése. Cambios en el clima los hubo siempre (la Tierra funciona de manera cíclica y cambios los hay de vez en cuando), y negar que ahora el clima está cambiando sólo lo hacen personas muy interesadas o muy ignorantes (a Aznar lo podéis incluir en el grupo que más os guste). El verdadero debate está en si es normal que el clima cambie ahora y a esta velocidad. Muchos científicos apuntan a que buena parte de la responsabilidad es humana (y esto no lo menciono porque lo digan Al Gore o Zapatero, sino porque se recoge en artículos de Nature y National Geographic), pero lo que me gustaría preguntar no es eso. Es lo siguiente: aunque el cambio climático no fuera culpa de los seres humanos, aunque el cambio climático no existiera... ¿tan malo sería que intentáramos tratar mejor al planeta? ¿Estaría mal que tratáramos de contaminar menos y generar menos desperdicios? Yo creo que no.
Vale, que sí, que hay cosas más importantes, como acabar con el hambre en el mundo (cosa que a veces dicen muchas personas que no creen en el cambio climático para intentar parecer más concienciados y de paso decir que los ecologistas se preocupan más de los osos polares que de las personas). Pero debemos recordar una cosa: Las personas más pobres, las que viven en el Tercer Mundo, son las que pueden verse más perjudicadas si el cambio climático es verdad, porque viven del sector primario, el más afectado por las oscilaciones del clima. Si hay un cambio climático (es una hipótesis, no discutamos), perderán sus medios de vida y entonces... ¿qué?
Complicada pregunta.

sábado, diciembre 06, 2008

Que treinta años no es nada...

La Constitución española cumple hoy treinta años. Y parece que fue ayer. Si la Constitución fuera persona, ya sería mileurista.
Y eso que la Transición no fue cosa fácil, eh, y hubo momentos en los que parecía que esto no iba a funcionar. Pero al final, salió bien. y gracias al esfuerzo de las personas que lucharon en esos momentos, ahora tenemos un sistema que funciona de manera más o menos justa.
Pero no debemos dormirnos en los laureles. La Constitución está muy bien, fue fruto del consenso y todo eso. Pero tenemos que recordar que fue hecha por personas, y que por eso no es perfecta. Es susceptible de mejorar para adaptarse a las nuevas realidades de nuestra sociedad, y de hecho, creo que es necesario que cambie en algunos aspectos.
Y también molaría que se lograra que todos los derechos que aparecen recogidos en ella fueran respetados por igual. Que a veces por salvaguardar unos derechos se perjudica el cumplimiento de otros (ya sabéis a cuáles me refiero, para qué dar más datos).
Bueno, por hoy no digo más, que tampoco es cosa de alargarse demasiado, que no en vano yo no había nacido cuando se promulgó (y la mayoría de mis lectores tampoco). Cualquier cosa más que pudiera decir ya entraría en el campo de la divulgación histórica y no es momento para ello.
Un abrazo.

domingo, noviembre 30, 2008

Con las gafas de pasta 2: El regreso

Después de mis aventuras de la semana pasada en el Festival de Cine, la verdad es que no estaba muy seguro de querer volver esta semana, pero al final volví. Pero esta vez, la cosa fue bastante mejor (¡¡menos mal!!).
El viernes nos decidimos por una peli francesa, titulada Des poupées et des anges (Muñecas y ángeles), con coloquio posterior con su directora Nora Hamidi incluido. La peli, muy recomendable, va de dos hermanas, Chirine y Lya, que son francesas aunque de origen magrebí. Chirine, la mayor, sueña con ser modelo, y la película nos muestra, a través de los ojos de su hermana, cómo va intentando abrirse camino en ese mundo. Además, entre las dos hermanas se muestra un contraste muy claro, que se ve simbolizado a través de dos cosas. En primer lugar, a través de la historia que les sucedió siendo niñas cuando su padre les compró una Barbie a cada una y Chirine la guardó y deseó ser como ella, mientras que Lya la desarmó para ver cómo era por dentro, y se dio cuenta de que estaba vacía. En segundo lugar, a través del sexo. Ambas hermanas mantienen relaciones sexuales, pero las formas en las que eso se nos muestra son claramente distintas. Mientras que la sexualidad de Lya se nos muestra de manera menos explícita, no se escatima a la hora de mostrarnos la de Chirine, que es más sórdida, hasta el punto de que ésta llega a asumir como normal el hacer determinadas cosas para medrar en el mundo de la moda, incluso sin esperar a que se las pidan.
Lo dicho, una película muy recomendable.
El sábado teníamos intención de ir a ver la última proyección de cortos de la sección oficial, pero no había entradas. No obstante, en otras salas del cine había películas comerciales, que ya no eran las del Festival, así que nos decidimos por la recién estrenada La mujer rubia, que voy a comentar ahora también porque se había presentado fuera de competición en el Festival, como parte de una retrospectiva de su directora, la argentina Lucrecia Martel. Se trata de una película hecha en coproducción entre Argentina, España, Francia e Italia, con producción de Almodóvar. La peli va de una tía que cree haber atropellado a alguien y se pasa toda la película sintiéndose culpable. No está mal, quizá sea algo lenta, pero se deja ver. Aunque claro, después de lo del sábado pasado, os recomendaría hasta American Pie, pero bueno.
Con todo esto, doy por finalizados mis comentarios sobre el Festival, no sin antes deciros que si queréis echar un vistazo al palmarés definitivo de esta edición, lo tenéis en la web, y allí podreis ver que fueron galardonadas tanto Je veux voir (Premio No Ficción/Documental ex aequo con Z 32) y Des poupées et des anges (premio Enfants terribles al mejor largometraje para mayores de 12 años).
Un abrazo.

jueves, noviembre 27, 2008

Con las gafas de pasta...

La verdad, aunque el cine me gusta mucho, reconozco que mi cultura cinematográfica no es gran cosa. Mis conocimientos sobre cine clásico se reducen a haber visto dos veces Casablanca (una en versión original), a haber visto Ciudadano Kane, a que recomiendo a quien quiera escucharme que hay que ver La noche del cazador, que adoro el cine de Woody Allen y el de Akira Kurosawa y que vi varias veces las pelis de El Padrino, incluyendo la versión épica. Además, si digo que no me gusta Kubrick es porque vi bastantes de sus películas y sólo me gustó Espartaco. En lo que se refiere al cine independiente, mi conocimiento se reduce a un ciclo que hubo hace algunos años en La 2, que me sirvió para ver alguna peli interesante (Cómo ser John Malkovich, por ejemplo) y para descubrir que Lars von Trier me parece un rollista.
Todo este preámbulo viene a que, como sabéis, en Gijón hay un Festival de Cine independiente y la semana pasada tuve mi primer contacto con él (es triste decir que a mis años todavía no había ido nunca).
La cosa se inició cuando una de vosotros me dijo que le apetecía ir al Festival el viernes, y que por qué no íbamos a ver una coproducción franco-libanesa, en versión original (toma frikada gafapasta), en la que salía Catherine Deneuve, en la que además habría un coloquio con el director y que encima era gratis. "Vale", digo yo. Y allí nos dirigimos, a ver Je veux voir. Como era gratis, pensamos que podíamos entrar sin pasar por taquilla, pero no, hay que bajar a por la entrada. Cuando volvemos, encontramos que nos dieron las entradas equivocadas y que ni eran para esa sala, ni para esa peli, ni para esa sesión, ni para ese día. Pero al final nos dejaron entrar y nos dispusimos a ver la peli.
Resulta que se trata de un documental (o más bien un falso documental) sobre el Líbano que podría haber estado bien, pero que tenía varios defectos. Es muy lento, tiene diálogos que no aportan nada y muchos tiempos muertos. Si hubiera durado media hora menos quitando esos diálogos y esos tiempos muertos hubiera quedado un mediometraje soportable y ahora estaría diciendo que había que darle un Oscar al director. Pero como no, pues me quejo. Encima, en el coloquio la intérprete sabía lo justo de francés (hasta yo le pillé los fallos) y poco tirando a nada de cine (¿es mucho pedir que si trabajas de intérprete en un festival de cine tengas un mínimo barniz de cultura cinematográfica, aunque sólo sea para que no se te quede cara de póker cuando el director cite como influencia Hiroshima, mon amour?). Así que ante tal panorama, salimos huyendo.
No contento con esta experiencia, el sábado volví con otro de vosotros. No había entradas para la peli que queríamos, y fuimos a ver el encuentro con el director Cameron Jamie (un visionario, según muchos críticos), en el que se proyectarían dos de sus mediometrajes. Baste decir que la gente se iba antes de que acabara el primero, que por cierto era el más salvable, por lo menos su primera mitad. Os cuento con más detalle:
La primera peli se titulaba Jo, y duraba 42 minutos. Su primera mitad servía para mostrar de qué manera se instrumentaliza la figura de Juana de Arco en Francia desde diversos puntos de vista, que sí me pareció muy interesante. Sin embargo, la segunda parte era un concurso de comer perritos calientes, puesto al revés, supongo que para expresar lo inútil que es escribir guiones cuando basta con grabar a varios frikis comiendo perritos calientes y luego montarlo al revés. Y de la música de la peli, mejor no hablar.
La segunda película se titulaba The Neotoma Tape, y es una recopilación de vídeos de frikis montada para que dure sus buenos 57 minutos y que al sufrido espectador le parezcan una vida entera. En esta ¿película? se mezclaban tíos hablando de que han visto híbridos de perro y conejo con otros que aseguran que pueden comunicarse con los extraterrestres y algún videoclip, incluyendo uno de Nirvana que evitó que me cortara las venas a mordiscos. La posible conversación sobre esto pudo ser así (algunas cosas no se dijeron, pero podrían haberse dicho, y no indico quién pronunció las que sí se dijeron porque son totalmente intercambiables):
- Ja, ja, ja (léase "Me río por no llorar").
- Con lo bien que estaba en casa durmiendo.
- ¿Pero qué me estás contando?
- ¿Esto qué es?
- ¿Qué clase de educación le dieron a este tío sus padres?
- Está bien claro: Sus padres no lo querían, los profesores le tenían manía y sus compañeros de instituto le pegaban.
- ¿Te imaginas ser la pareja de este tío y verlo todo el día montando estas cosas?
- Este tío no tiene pareja ni la tuvo nunca, fijo.
- ¿Por qué si lo hace este fulano es Arte y si lo hacemos nosotros es para Vídeos de Primera?
Y todo así. A veces apetecía rebelarse contra todo aquéllo, levantarse y gritar algo contra tanta tontería que cabreara a la concurrencia, como "Kubrick está sobrevalorado", pero era mejor no hacerlo ante el riesgo de que se nos echara encima una horda de furibundos gafapastas con ganas de venganza contra tamaña herejía.
Antes de que pregunte alguien, no nos fuimos antes porque para criticar primero hay que conocer lo que se critica. Y tenía muchas ganas de criticar estas "obras maestras" de Cameron Jamie.
Seguro que en el Festival hubo grandes películas, pero yo no acerté con ninguna.
Un abrazo.

miércoles, noviembre 19, 2008

Ten cuidado

- Ten cuidado, tío - dijo Joey -. Creo que el diablo está muerto.
Mike soltó el pomo de la puerta y se dio la vuelta. "¿Qué está diciendo este yonki?", se preguntó. Miró al fulano que había dicho estas palabras sin sentido y lo vio sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, y con la mirada perdida y las pupilas dilatadas. También había un jeringuilla tirada a su lado y una goma todavía alrededor de su brazo izquierdo. La verdad, estaba hecho un pingajo.
- Ten cuidado, tío - repitió Joey -. Sabes que me preocupo por ti - tomó aire mientras se regocijaba en el bienestar que le producía la dosis y añadió -. Porque eres un buen amigo.
Mike salió del sucio apartamento sin decir nada. "Un buen amigo", pensó. "Sí, soy un amigo cojonudo. Nos conocemos desde que teníamos cinco años y ahora soy el que te vende la heroína. Pero eres el único al que se la llevo a casa".
Pensaba todo esto mientras salía de un edificio viejo y sórdido. Detrás de cualquiera de las puertas que se asomaban al pasillo podría estar sucediendo una escena tan patética como la del apartamento de Joey.
Mike salió a la calle y vio todo lo que odiaba de su viejo barrio: Edificios viejos, coches abandonados, chavales tirados todo el día en la calle... Un suburbio más. Por eso no le gustaba volver.
Se acercó a su coche y antes de subirse deslizó un billete en la mano del chico que se había quedado vigilándolo.
- Gracias, Mike - dijo el chaval, de no más de doce años, antes de preguntar -. ¿Seguro que no te apetece nada?
- Seguro - respondió Mike -. Lo que yo vendo es mejor.
Condujo hasta su piso en una zona elegante de la ciudad. Donde nadie recordaba que él había sido un niño hace no tanto tiempo. Donde no tenía que ir a casa de nadie, sino que eran los demás los que iban a la suya. Donde él era el que lo conseguía todo y por eso todos comían de su mano.
Llegó a la puerta de su vivienda y sacó la llave. Entonces alguien le habló.
- ¿Eres Mike Turner? - preguntó un hombre de unos cuarenta y tantos.
Mike lo miró antes de responder con otra pregunta.
- ¿Quién quiere saberlo?
Esta pregunta no tenía más utilidad que la de ganar tiempo. Si Mike Turner había durado hasta ahora en este negocio es porque sabía calibrar a la gente con una sola mirada. Y este tío no parecía peligroso. Parecía un perdedor, sí, pero no parecía peligroso. Y desde luego no era un poli.
- Un cliente - respondió el hombre.
Mike no solía vender a alguien a quien no conocía, a no ser que fuera amigo de otro buen cliente, así que quiso hacerse el loco y decirle que se equivocaba de persona, pero ese tipo añadió.
- Susie Mitchells me habló de ti. Creo que es una buena clienta tuya.
Mike la recordaba, claro. Dieciocho o diecinueve años, muy guapa, y dispuesta a cualquier cosa por una dosis; cómo olvidarla.
- Sí, es clienta mía. - dijo al fin.
Seguro de que este tío sólo quería probar algo nuevo en plena crisis de madurez, Mike le hizo pasar al piso.
- Quiero tu mejor mercancía. - dijo el hombre.
- Igual que Susie. - respondió Mike con una sorna chulesca.
Entonces Mike cometió un grave error. Dio la espalda a ese desconocido mientras buscaba en un cajón.
Comprendió su equivocación cuando sintió el frío cañón de un arma al apoyarse en su nuca y oyó el inconfundible sonido de un revólver del calibre 38 al ser amartillado.
- Susie era mi hija, cabrón - dijo el hombre -. Y murió de sobredosis por la mierda que tú le vendiste - y entonces añadió -. Tú eres el diablo. Y estás muerto.

jueves, noviembre 13, 2008

In memoriam: Rocky (2003-2008)


"Rocky ya no vive aquí".
Con ésta frase me dijo mi madre esta mañana (escribo el día 13 de noviembre, aunque este texto tardará algunos días en colgarse) que el perro había muerto de madrugada. No voy a mentir. Rocky y yo nunca tuvimos una relación especialmente cordial. A mí ni siquiera me gustan los animales. Pero bueno, me había acostumbrado a él.
Era revoltoso, bastante ladrador y en los últimos tiempos se había vuelto algo agresivo e impredecible, y ya no podíamos dejarlo demasiado tiempo solo en casa porque siempre se las arreglaba para hacer alguna pifia. Pero era la mascota de mi familia.
Y, pese a que llegó a casa de manera casual y a que nunca quisimos tener un perro, lo tratamos bastante bien. Así que no murió por estar mal cuidado, sino por la negligencia de la veterinaria, pero eso es otra historia.
Así que si alguno de vosotros va a buscarme a casa a partir de ahora, que sepa que ya puede llamar al timbre, porque ningún perro va a ponerse a ladrar, impidiéndome escuchar lo que me decís desde abajo. Y ya no va a haber ningún bicho que moleste a las visitas en mi casa.
Porque ya no hay un perro en mi casa.

martes, noviembre 11, 2008

Un paso atrás en el tiempo

El sábado cogí el autobús para ir a casa de uno de vosotros y reunirme allí con algunos de mis amigos. Y cuando me subí me encontré, sentados juntos, aunque ellos no se conocían entre sí, a dos personas que yo sí conocía. Uno era un chaval que había sido amigo mío en el colegio del que salí hace trece años. La otra, una jovencita (creo recordar que de sólo 23 años) que estudió guitarra conmigo hace mucho tiempo (dejé las clases cuando yo tenía 19 años y calculo que ella unos 15). El saludo fue muy breve, "hola" y ya está. Normal, hace mucho que no nos veíamos.
Al día siguiente subí al trastero para buscar unas botas y encontré una vieja caja de zapatos. La abrí, y dentro de ella encontré unos dibujos en papel cebolla, recortados y colocados en unos marcos de plástico para poder usarlos en un proyector de diapositivas. Esos dibujos eran para un trabajo que yo había hecho hace muchos años con el chaval que había visto la noche anterior y con otros amigos más de aquella época (afortunadamente aún me queda alguno de ellos, y creo que me estará leyendo). Traté de recordar los nombres de los chavales con los que había hecho ese trabajo y no me costó tanto como esperaba. Tal vez, dentro de otros trece o catorce años tenga más problemas para hacerlo.
Entonces me di cuenta de una cosa. A medida que crecemos, que maduramos, que nos hacemos más viejos, tenemos que elegir un camino u otro. Y a veces, eso supone dejar atrás a ciertas personas.
Por eso valoro vuesta amistad, porque no sé cuánto va a durar. Porque no sé cuándo alguno de nosotros va a cambiar su camino y vamos a estar demasiado lejos o demasiado ocupados para seguir juntos.
Un abrazo.
P. D.: Hay días en los que uno está más bajo que otros, y salen cosas como ésta. Mañana volveremos a estar a tope.

miércoles, noviembre 05, 2008

Momentos históricos

Muy buenas, queridos lectores.
Después de que el sábado este blog cumpliera dos años suelto por el ciberespacio, hoy quería comentaros un par de cosillas muy diferentes entre sí. La primera es evidente. Que en Estados Unidos ganó Obama. Se abre una nueva época que, espero, hará que nos olvidemos de todo lo malo que hizo Bush. Aparte, claro, del hecho de que estamos ante un momento histórico, sobre todo si tenemos en cuenta que en la primera mitad de los años sesenta, los negros ni siquiera podían ir a la Universidad.
El segundo tema del que os quería hablar es muy diferente. Es cinematográfico. Resulta que el lunes fui con una de vosotros a ver El niño del pijama de rayas. Y es una peli muy recomendable. Es dura y tiene un final muy triste (como una magdalena lloraba mi acompañante, fijaos lo que os digo), pero está muy bien. En cierto modo, se puede relacionar con La vida es bella, por aquello de la visión que tienen los niños de las cosas más horribles, hasta el punto de llegar a verlas como un juego.
Pero en esta película hay otra cosa que creo que pasó bastante desapercibida: el poder de la propaganda. Sí, porque resulta que la hermana del prota pasa de ser una niña repipi pero soportable a ser una nazi odiosa gracias a la propaganda a la que la somenten, y pasa de tener su habitación llena de muñecas de porcelana a tenerla llena de carteles de Hitler. Y eso creo que es algo que podemos destacar de la película.
Bueno, pues por hoy ya está bien, que tengo algo de lío. Resumiendo: recordad que empieza una nueva era e id a ver El niño del pijama de rayas.
Un abrazo.