De nuevo estoy aquí, para sacarle punta a la actualidad. Sigo prefiriendo los temas "ligeros", por eso de las vacaciones, de modo que esta vez voy a meterme con un anuncio de televisión.
Supongo que todos habréis visto ya el anuncio del sorteo especial de verano de la ONCE. Ése del sorteo más heavy de la Historia. Pero claro, como parece ser que la peña no tiene mucha idea de lo que es el Heavy Metal y cómo son las personas que lo escuchan, tiran del tópico, el mismo que se usó en películas tan deleznables como Isi / Disi.
De este modo, presentan a los heavys como unos gañanes sucios y horteras con una actitud que, de tan chulesca, resulta ridícula. Encima, aderezan el anuncio con la canción "The Final Countdown" de Europe, canción, por cierto, elegida por el canal televisivo VH1 como la canción más "antimetalera" de la Historia. Luego nos quejaremos si, a la entrada de algún concierto, llega un periodista, muy enterado él, y nos pregunta cosas del tipo "¿tú cómo te defines, como heavy, rocker o como qué?" (pregunta hecha por un fulano de La Voz de Asturias anteayer a la entrada del gloriosos concierto de Motörhead aquí en Gijón), que dan ganas de responderle "Yo soy un tío normal, las etiquetas son para que los ignorantes como tú podáis insultar con más facilidad".
Pero claro. Los tópicos ayudan precisamente a eso. A que sea más fácil hablar de lo que no se tiene ni puñetera idea teorizando como si fuéramos expertos. Así, todos los arqueólogos son como Indiana Jones, y de este modo, los turistas se sienten decepcionados cuando visitan un yacimiento en excavación y no ven látigos por allí (os lo dice uno que excavó en algunos yacimientos, y en uno de ellos incluso como arqueólogo profesional).
Otros tópicos son todavía peores. Cuando el tópico dice que los asturianos somos catetos, los catalanes tacaños, los madrileños chulos o los andaluces vagos, ya tenemos la crítica en bandeja. O si dejamos que la imagen del musulmán sea la del fanático que pone bombas y la del homosexual la que aparece en muchas series de la tele, la crítica da paso al odio. Y eso ya es peligroso.
Total, camaradas, que cuando hablamos de algo deberíamos tener una idea mínimamente clara de lo que estamos diciendo y no dejarnos llevar por el tópico. Para no quedar como unos ignorantes descerebrados.
Supongo que todos habréis visto ya el anuncio del sorteo especial de verano de la ONCE. Ése del sorteo más heavy de la Historia. Pero claro, como parece ser que la peña no tiene mucha idea de lo que es el Heavy Metal y cómo son las personas que lo escuchan, tiran del tópico, el mismo que se usó en películas tan deleznables como Isi / Disi.
De este modo, presentan a los heavys como unos gañanes sucios y horteras con una actitud que, de tan chulesca, resulta ridícula. Encima, aderezan el anuncio con la canción "The Final Countdown" de Europe, canción, por cierto, elegida por el canal televisivo VH1 como la canción más "antimetalera" de la Historia. Luego nos quejaremos si, a la entrada de algún concierto, llega un periodista, muy enterado él, y nos pregunta cosas del tipo "¿tú cómo te defines, como heavy, rocker o como qué?" (pregunta hecha por un fulano de La Voz de Asturias anteayer a la entrada del gloriosos concierto de Motörhead aquí en Gijón), que dan ganas de responderle "Yo soy un tío normal, las etiquetas son para que los ignorantes como tú podáis insultar con más facilidad".
Pero claro. Los tópicos ayudan precisamente a eso. A que sea más fácil hablar de lo que no se tiene ni puñetera idea teorizando como si fuéramos expertos. Así, todos los arqueólogos son como Indiana Jones, y de este modo, los turistas se sienten decepcionados cuando visitan un yacimiento en excavación y no ven látigos por allí (os lo dice uno que excavó en algunos yacimientos, y en uno de ellos incluso como arqueólogo profesional).
Otros tópicos son todavía peores. Cuando el tópico dice que los asturianos somos catetos, los catalanes tacaños, los madrileños chulos o los andaluces vagos, ya tenemos la crítica en bandeja. O si dejamos que la imagen del musulmán sea la del fanático que pone bombas y la del homosexual la que aparece en muchas series de la tele, la crítica da paso al odio. Y eso ya es peligroso.
Total, camaradas, que cuando hablamos de algo deberíamos tener una idea mínimamente clara de lo que estamos diciendo y no dejarnos llevar por el tópico. Para no quedar como unos ignorantes descerebrados.
3 comentarios:
buenas bicho!! me paso x aki nada mas xa saldarte y decirte..
cada uno ve las cosas de una forma muy dferente...
un bsito y nos vemos
pasalo bien!!
Juas juas juas, buen artículo, compadre. Jo, a mí que me gustaba ese anuncio por lo de ¡enchufar la plancha!
Ahora vamos al asunto (¿no pensarías que iba a ser tan fácil, verdad? Homenaje a Kill Bill). En primer lugar, es curioso que digas eso justo después de alabar los Simpsons, precisamente por retratar los tópicos americanos. Pero bueno, no quiero ir por ahí (aunque ya ves que podría).
Sobre los tópicos culturales tengo dos cosas que decir. En primer lugar, una cosa es la gente normal a la que le gusta un determinado tipo de música, y otra cosa son los frikis, aquellas personas de existencia vacía cuyas vidas giran en torno a un determinado tipo de música, ropa, pelis y series de tv... etc. De eso lo hay en el mundo del rock, del bacalao, del celtismo, de la ciencia ficción, del rol... no hay más que salir por la noche y verlo. Y claro, son esos tíos los que llaman la atención, y los que a la larga definen ese estilo, porque son los que lo viven al 100%; quizás porque no tienen otra cosa que hacer con sus vidas. Y en el caso de heavy, o del rock duro, o del death metal sueco, pues vaya por Dios, tienen esa pinta. Luis Javier, nuestro amigo moderadamente bakaleta, también detestaba al Neng de Castefa por su parodia del bakalao. Los siento pero es así; los tópicos sólo duelen al que está dentro de ellos; a los que los ven desde afuera les (nos, pues a mí no se me puede incluir en ningún tópico, jejeje) hace muchísima gracia, como fue tu caso con los simpsons.
Y ahora el segundo punto. Hay dos tipos de obras encuadradas en un género: las buenas obras que hablan de la vida, que cuentan una historia universal, pero dentro de los esquemas de un género determinado, y aquellas malas que sólo repiten una serie de tópicos. Y desgraciadamente, para el público no especializado, un género se define por sus obras malas, porque son las más numerosas y las que más fielmente siguen sus esquemas (y a veces tienen ese encanto de la serie B; que se lo digan a Tarantino). Así, para mucha gente la ciencia ficción es igual a cocos, y no a Blade Runner, y el western es igual a “yo que tú no lo haría, forastero”, y no a joyas como Centauros del desierto, El hombre que mató a Liberty Valance, Grupo Salvaje o Sin perdón (vale, me gusta más el western que la ciencia ficción, pero me corto y no cito Los profesionales, ni Mayor Dundee, ni la trilogía de la caballería...)
Y en cuanto a los otros tópicos, pues qué te voy a contar; paletos los hay en todas las zonas rurales, y ahora gracias al nacionalismo etnocéntrico se sienten crecidos y cool (para cuándo la redención de las provincias de Ortega); los madrileños son una subespecie que van de guays y sólo son manchegos de asfalto en la capital menos carismática de Europa, y en todo el mundo hay tópicos sobre la chulería de la gente de las capitales; de los catalanes y su neopaletismo nacionalista hablaré cuando toque; Andalucía es la reserva mágica de España, con todo lo que ello conlleva; y en cuanto al odio, la gente puede ser más o menos mediatizada por lo que dicen los medios, pero cuando hay bombas, o delitos, y una población determinada que los justifica, el odio ya está ahí, no hace falta alimentarlo. Y una cosa es una bomba y otra un comentario racista.
Por último, sobre los homosexuales, creo que ahora mismo son bastante respetados por las series de ficción; de hecho creo que acogían con cierto cariño al personaje de Mauri, de aquí no hay quien viva. En cuanto a la tele de no ficción, concretamente a la gente del tomate, esa sí que fomenta la homofobia, y como tal debía ser tratada.
Sin más te dejo; ha sido un texto demasiado largo, pero como ahora apenas escribo en mi blog tengo que desahogar. Lo siento y gracias.
Un abrazo. Pedro.
Pues efectivamente es curioso que diga estas cosas, pero si te fijaste, en el texto de Los Simpsons digo que la serie hay que verla con sentido crítico, y ese sentido crítico es el que nos serviría para darnos cuenta de dónde acaba la realidad y empieza el tópico.
Pues eso, sentido crítico y respeto.
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