jueves, noviembre 07, 2013

Cuaderno de Viaje: Salamanca (10, 11 y 12 de octubre de 2013)

Hola a todo el mundo.
Hoy voy a contaros mis aventuras por Salamanca hace algunas semanas, cuando Pedro y yo nos acercamos a ver al colega Daniel, y, personalmente, yo a conocer una ciudad en la que solo había estado de paso.
PREPARATIVOS:
La idea de visitar Salamanca la teníamos desde que este verano Daniel había venido a Gijón a conocer la ciudad, y desde entonces, le debíamos una visita. Así que Pedro y yo empezamos a buscar fechas, y decidimos que íbamos a pasar tres días, de jueves a sábado, que íbamos a ir en autobús, y que nos íbamos a quedar en un hostalillo relativamente céntrico y, sobre todo, muy barato.
Con todo listo, el miércoles día 9 me acosté, con esos nervios que preceden a todos los viajes.

JUEVES DÍA 10:
El despertador sonó demasiado temprano, porque por un motivo que todavía no alcanzo a comprender, Pedro había conseguido convencerme de que lo mejor era irnos en el autobús de las siete de la mañana. A las seis y media, una llamada perdida en el móvil me indicaba que Pedro y su padre me estaban esperando en coche a la puerta de casa, para dirigirnos a la estación de autobuses.
A las siete, nos sentamos y nos dispusimos a encarar unas cinco horas y media de viaje durante las cuales Pedro habló de Mario Conde, yo de Death Metal ruso, y los demás viajeros que estaban a nuestro alrededor nos miraban raro. No sé por qué, la verdad.
A eso de las doce y media, llegamos a Salamanca y Daniel ya nos estaba esperando. Nos acompañó al hostal, dejamos las maletas, y los tres empezamos a callejear por la ciudad, viendo los primeros monumentos (la Catedral y el edificio histórico de la Universidad) y buscando algún sitio donde comer. Nos decidimos por un restaurante que, sinceramente, prometía mucho más de lo que cumplió.
Después de comer algo más de callejeo, hasta que a media tarde, Pedro y yo nos fuimos al hostal para intentar (sin éxito) dormir un rato y ducharnos antes de volver a quedar con Daniel para cenar y conocer la noche salmantina. La ducha fue con agua fría porque la comunidad de vecinos había decidido hacer arreglos en la caldera. Después pudimos hablar por primera vez que otras personas que estaban alojadas en el hostal.
Nos fuimos a cenar y Daniel nos llevó a un restaurante donde tomamos embutidos y vino de la tierra. Todo muy típico. Y luego, a salir de bares con un amigo suyo. Lo que no tengo claro es como se produjo el paso de estar bailando con unas becarias Erasmus a estar cantando en un karaoke. Tengo que investigarlo más.
A eso de las seis, nos acostamos.

VIERNES DÍA 11:
Casi no habíamos dormido cuando nos levantamos y yo decidí buscar un supermercado en el que comprar champú, porque a mí se me había olvidado llevarlo y a Pedro se le estaba terminando, con la intención de ducharme (con agua fría) antes de desayunar. Cuando vuelvo, Pedro me comunica que esta vez la comunidad de vecinos había decidido cortar el agua durante varias horas, lo que suponía que no nos podíamos duchar, y que en el hostal no se podía preparar café. Así que nos fuimos a desayunar a otro hostal del mismo grupo, en el que ya esperaban que nos presentáramos todos los alojados en el nuestro.
Después del desayuno, volvimos a quedar con Daniel para conocer la ciudad. Este día nos tocó conocer el Archivo General de la Guerra Civil (en cuyo edifico además está la Logia Masónica, que se puede visitar), una librería especializada en temas de Historia y Humanidades y de la que me enamoré perdidamente, la Casa Lys, y el verraco que aparece mencionado en el Lazarillo de Tormes. Después, Daniel nos llevó a conocer la biblioteca de la Universidad y buscamos donde comer.
Después de comer, volvimos al hostal, para intentar dormir algo (otra vez, sin éxito), y ducharnos, esta vez ya con agua caliente, y volvimos a salir de noche. Buscamos un sitio en el que cenar mientras veíamos el partido (no recuerdo cuál) de la jornada, y después, salimos. El primer garito estaba decorado como la cubierta de un barco y en él las cervezas estaban a un euro y dos por una. Con razón estaba lleno.
Continuamos recorriendo la noche, con algún que otro altibajo, y llegamos al hostal a las seis y media de la mañana.

SÁBADO DÍA 12:
De nuevo dormimos poco, esta vez porque en la habitación de al lado había una familia cuyos hijos estuvieron llorando, corriendo por el pasillo y haciendo ruido desde las ocho de la mañana. Así que venga, ya que no podemos dormir, vamos a levantarnos, darnos una ducha, y desayunar, que todavía queda mucho que hacer.
Debían de ser las once cuando salimos del hostal (por cierto, qué grande fue cuando las chicas de recepción nos preguntaron si nos había molestado la fiesta que unos que estaban alojados allí habían montado a eso de las cuatro y nosotros les respondimos que, como habíamos llegado a las seis y media, ni nos habíamos enterado; omitimos decir que, si hubieran estado levantados cuando llegamos, es posible que nos hubiéramos unido a la fiesta).
Callejeamos por el casco viejo, y, como todavía faltaba un rato para reunirnos con Daniel, decidimos separarnos para hacer cada uno las compras que considerase. Yo opté por un platito decorativo para mi abuela, una botella de vino de la tierra para mis padres y algunas cosillas más para una persona muy especial. Cuando volví a la Plaza Mayor, ellos ya me estaban esperando, y yo les dije que me iba a acercar al hostal a dejar esas cosas, mientras ellos me esperaban en un café que frecuentaba Gonzalo Torrente Ballester. Cuando volví, ellos estaban sentados en la mesa en la que hay una estatua del escritor (que, por cierto, fue tío de una profesora de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo).
El sitio en el que decidimos comer fue Casa Paca, el que, según dicen, es uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Fue la mejor comida del viaje, y, por supuesto, se alargó mucho, desde las dos de la tarde hasta las cinco.
Entonces, a correr al hostal a por los bártulos, a coger un autobús urbano hasta la estación de autobuses y a esperar el que salía a las seis y media para Gijón. Cuando nos subimos, todavía tuvimos una hora, hasta que paramos en Zamora, en la que Pedro y yo tuvimos humor para cambiarnos los reproductores de música y bucear entre los gustos musicales del otro. Pero después de Zamora, eso de dormir seis horas en tres días nos pasó factura, así que Pedro se quedó dormido y yo di varias cabezadas. A eso de las doce llegamos a Gijón y mis padres nos estaban esperando.

CONCLUSIÓN:
Pues eso, que Salamanca es una ciudad preciosa, con mucho que ver y mucho que hacer, tanto de día como de noche. Claro, que eso es lo que hace que dormir sea casi una pérdida de tiempo.
Habrá que volver con más tiempo.

Y ahora, algunas fotos poco típicas hechas con los móviles:
¿A que nadie sabía que en Salamanca hay un monumento al empresario? Pues ahí lo tenéis. Igualito a la peña de la CEOE, ¿verdad?

En una restauración reciente de la Catedral pusieron esa escultura de lo que parece un astronauta. Eso lo ven los del canal de Historia y tienen para una temporada entera de su serie Alienígenas.
Y esta foto no la hice yo, pero ahí estoy con mis compañeros de andanzas.

miércoles, noviembre 06, 2013

Terrorismo

Hola a todo el mundo:
Hoy voy a escribir sobre un tema polémico. Pero que muy polémico. Tanto que apunto estuve de no hacerlo para no buscarme más enemigos de los que ya tengo. Y es que hoy voy a escribir sobre la llamada Doctrina Parot. ¿Y por qué lo hago ahora, cuando ya han pasado más de dos semanas de toda la polémica? Pues porque este tiempo lo he dedicado a leer, escuchar, reflexionar y formarme una opinión (personal e intransferible) sobre este tema tan complejo. Pero empecemos por el principio.
Corría el año 1973 y, todavía durante la Dictadura, se promulgó un Código Penal que se mantuvo en vigor durante bastante tiempo. En este Código Penal se decía que, independientemente de la cantidad de años a que hubiera sido condenado un delincuente, no podría pasar más de treinta entre rejas. Y también que, mientras estuviera en la cárcel, podría redimir un día de condena por cada dos que participara en determinadas labores, por lo que esos treinta años de cárcel podrían llegar a quedarse en quince.
Sin embargo, en 2006 se decidió promulgar una doctrina según la cual, esa redención de condena, en lugar de aplicarse al máximo que una persona podría estar en la cárcel, debería ser aplicada al total de la condena. Esta doctrina se aplicaría a esos delincuentes que, por la extrema gravedad de sus crímenes, estaban condenados a penas excepcionalmente altas (esas que escuchamos por la tele de no-sé-cuántos-mil años), y se conoce popularmente como “Doctrina Parot” porque Parot se apellida el etarra al que se le aplicó por vez primera.
Pero al promulgar esa doctrina legislativa, también se quiso que fuera retroactiva, es decir, que no solo fuera aplicable a quienes fueran juzgados y condenados a partir de ese momento, sino también a aquellos que ya habían sido juzgados y condenados con anterioridad. Y así se dio el caso de que incluso un etarra volvió a la cárcel después de haber salido.
Y es esta retroactividad en lo que se basa la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Porque resulta que la aplicación retroactiva de las leyes no es legal, e incluso, en el caso de España, es incluso inconstitucional, porque va en contra del artículo 9.3 de la propia Constitución Española. Y eso es lo que se dice en la sentencia, en la que no se deroga la Doctrina Parot, sino su aplicación retroactiva.

Vaya por delante que no me hace maldita gracia que haya asesinos o violadores que salgan a la calle por la derogación de esta retroactividad de la Doctrina Parot, pero si la retroactividad no es legal, tenemos que aguantarnos. Lo que habría que hacer, creo yo, no es legislar a golpe de telediario para castigar los delitos más mediáticos, sino hacerlo con sentido suficiente como para que esas leyes que se promulguen no entren en conflicto con las que ya existen o con la misma Constitución (que es la ley suprema). Si se quiere que esos delincuentes cumplan íntegramente sus condenas, habría que buscar formas de que lo hicieran que no supusieran saltarse las leyes que ya existen.

Y ahora hablemos del caso concreto de la etarra Inés del Río, la primera beneficiada de esta derogación. Mató a veinticuatro personas y pasó veintiséis años en la cárcel. A todas luces cumplió una pena irrisoria (de mucho menos de dos años) por cada vida que arrebató. Pero, ¿la pena hubiera sido menos irrisoria si hubiera pasado cuatro años más en la cárcel? Pues no, porque seguiría pasando en la cárcel mucho menos de dos años por cada persona a la que mató.
Y al finalizar esa condena de treinta años, sus correligionarios habrían ido a esperarla a la salida de la prisión igual que hicieron el otro día, y sería recibida igualmente como una heroína de la causa. En ese sentido, no hubiera habido cambios.

Por último, me gustaría pensar en quienes dicen que esta sentencia de Estrasburgo es una victoria de ETA. Porque no lo es. ETA no ha conseguido nada. Lleva más de cuarenta años matando y no ha obtenido lo que buscaba. El País Vasco y Navarra siguen siendo dos Comunidades Autónomas diferentes dentro de España, y el País Vasco francés sigue perteneciendo a Francia. Esa sentencia no puede ser una victoria de ETA porque ETA está derrotada, y es en eso en lo que debemos centrarnos todos los que pensamos que las ideas deben defenderse con argumentos y no con bombas.

jueves, octubre 24, 2013

¿Y no será por el precio?

Hola a todo el mundo:
Esta semana debería hablar de cosas verdaderamente importantes, como la derogación de la llamada Doctrina Parot o de la huelga general que hay hoy en la educación española, y que se ha convocado en todos los niveles educativos y a la que están llamados docentes de todas las agrupaciones sindicales (incluidas las conservadoras) y también alumnos e incluso padres. Pero sobre la Doctrina Parot no me considero lo bastante conocedor del tema como para que mis palabras fueran verdaderamente valiosas. Y sobre la huelga, aunque la apoyo como ciudadano y como profesor, y me parece un tema muy importante e interesante, tampoco voy a escribir nada porque valoro lo bastante mi tiempo como para que no me apetezca perderlo escribiendo sobre Wert.
Así que voy a escribir sobre algo un poco más amable: el cine. Y no porque ayer por la tarde estuviera en el encuentro Michael Haneke que se celebró en el Teatro Jovellanos con motivo de la concesión al cineasta del Premio Príncipe de Asturias, sino porque esta semana también fue la Fiesta del Cine.
Como todos sabéis, la Fiesta del Cine es una promoción que consistió en que, descargándose de internet una acreditación nominal, podíamos ir al cine por solo dos euros y noventa céntimos. Y el resultado fue el que todos nos esperábamos: colas, salas abarrotadas y, para los exhibidores, unos ingresos que probablemente hacía mucho que no veían.
Y es que no es por la calidad de las películas. Ni siquiera por la estupidez de poner el IVA al 21% (lo que ha hecho la puñeta no solo al cine, sino también a la literatura, el teatro, y la música, tanto en directo como en lo que se refiere a los discos). Si la gente no va al cine es, simplemente, porque el cine es caro. Muy caro.
Cuando hace algunas semanas fui con algunos de vosotros a ver Las brujas de Zugarramurdi, tuvimos que pagar la friolera de ocho euros. Y eso de vez en cuando puede estar bien. Pero pagarlos habitualmente sería un gasto inasumible.
Por eso, iniciativas como la de la Fiesta del Cine me parecen útiles, porque sirven para que podamos ver películas en su mejor versión (sigo diciendo que ver una peli en la sala de un cine es algo especial) a un precio razonable.
Ahora es el momento de que los exhibidores se pregunten qué les resulta más rentable: tener a poca gente viendo las películas porque las entradas son caras, o tener a mucha gente que ha pagado una entrada barata.
La pelota está en su tejado.

Por cierto, por si alguien tiene curiosidad, la peli que fui a ver en la Fiesta del Cine fue Metallica: Through the never. Un poco corta para mi gusto, pero la posibilidad de ver una película en tres dimensiones por menos de tres euros no se puede desaprovechar.

miércoles, octubre 16, 2013

Habla de lo que no sabe

Hola a todo el mundo:
Normalmente, las mañanas del domingo las dedico a leer por internet los artículos semanales de un par de escritores, concretamente Arturo Pérez-Reverte y Javier Marías. Y eso lo hago independientemente de a qué hora me haya acostado la noche anterior. Sin embargo, este domingo no lo hice, y no porque la noche anterior me hubiera portado mal, sino, simplemente porque estaba muy cansado de un viaje que hice desde Salamanca. Y por eso, cuando mis padres llegaron a casa para comer, cuando mi madre me preguntó si había leído a esos autores le dije que no, así que no fue difícil que ella entendiera que tampoco había sentido el interés de leer el artículo de Juan Manuel de Prada. Y entonces, mi madre me tendió el suplemento que venía con el periódico que habían comprado y me dijo que lo leyera; que me iba a cabrear mucho.
Normalmente no suelo leer a Juan Manuel de Prada, y cuando lo hago, suelo encontrarme con artículos sectarios, en los que habla de cosas que desconoce o que no comprende y que, sorprendentemente, no están tan bien escritos como sería de esperar para un escritor. Por eso no suelo acercarme a lo que escribe.
Y este artículo que me ha movido a escribir hoy es sobre un tema que yo sí conozco: y es que le dio por escribir sobre bilingüismo.
En primer lugar, este artículo no es más que la segunda parte de otro que había hecho hace varias semanas para defender a Ana Botella después de que esta demostrara su “dominio” del inglés. Y sigue las mismas pautas.
Se critica en el texto de este domingo la educación bilingüe, como algo inútil y contraproducente. Lo que no deja de ser curioso, toda vez que la derecha lleva tiempo hablando de lo buena que es la educación bilingüe y lo mucho que sirvió ese modelo educativo para que hoy su musa y lideresa Esperanza Aguirre controle la lengua de Shakespeare (y, por lo que se dice, parece ser que eso es verdad). Si tan bueno fue que ella estudiara según ese modelo, ¿por qué habría de ser mala la educación bilingüe en sí misma?
Pero lo más grave del texto de Prada es que parte de la idea de que no necesitaríamos saber otros idiomas si protegiéramos el nuestro. Dicho en otras palabras: que sabiendo castellano, deberíamos ser capaces de hacernos entender en cualquier parte.
No voy a decir qué opinión me merece esta forma de pensar, pero sí por qué creo que es errónea. Por la simple y sencilla razón de que saber idiomas no sobra y siempre nos va a ser útil, para viajar, para trabajar o, simplemente, para poder acercarnos a otras culturas sin la necesidad de la intermediación de un traductor.
Y porque, si relacionamos este texto con el otro que os enlacé más arriba, porque aunque él diga que los gobernantes no necesitan saber idiomas, yo creo que es imprescindible, y no solo para evitar que hagan el ridículo también a nivel internacional, sino también para evitar que cualquier ceporro (o ceporra) llegue a tener poder.
Otra vez.

lunes, octubre 07, 2013

Brujería cinematográfica

Hola a todo el mundo:
Hacía ya bastante tiempo que no tenía ideas para escribir sobre cine, pero por fin, se me ocurrió algo. Y es que este fin de semana, me acerqué a ver Las brujas de Zugarramurdi, la última película de Alex de la Iglesia.
 Antes de nada, tengo que dejar claro que las películas de este tío me gustan bastante, así que tal vez mi opinión no sea del todo objetiva. Porque en este caso, la peli me gustó mucho.
Desde un punto de vista meramente cinematográfico, me gustó bastante más que su película, Balada triste de trompeta, que sí me había gustado, aunque no me había parecido nada del otro mundo. Además, mantiene el rollo cafre y divertido de sus primeras pelis, Acción mutante y El día de la Bestia, aunque sin acercarse a La comunidad, que desde mi punto de vista es la mejor que ha rodado.
Desde el principio, la película está cargada de referencias. En su cabecera, se alternan figuras femeninas de todos los tiempos, desde la Venus de Willendorf, la Dama de Elche, la duquesa de Éboli y otras figuras más cercanas, como Merkel o Thatcher. Que, por cierto, cuando vimos las fotos de estas últimas, todos dijimos lo mismo: “Ja, ja, mira, esas sí que son brujas”. Pero yo creo que no aparecían por brujas, sino que esas figuras femeninas aparecían por su carácter sagrado o poderoso.
En lo que se refiere a la peli en sí, lo que hace es actualizar e incluso fantasear sobre muchos de los rasgos que se atribuyen a las brujas. Por otro lado, no es fiel a la verdadera historia de las brujas de Zugarramurdi (que podéis leer aquí), porque trae la acción a nuestros días.
En el desarrollo de la película, encontramos diálogos muy conseguidos y muy divertidos, escenas muy graciosas y unos personajes muy bien caracterizados, hasta el punto de que a mí, el personaje que interpreta Mario Casas me pareció de los más logrados.
No obstante, las escenas finales, resultan un tanto confusas. Igual que pasó en Balada triste de trompeta, da la sensación de que a Alex de la Iglesia no le sale bien crear escenas espectaculares, parece que se le escapan de las manos. Y la última escena a mí, personalmente, me pareció que sobraba.
En resumen, una peli que, pese a estas bajadas de nivel del final, es muy recomendable y divertida. Y que, sobre todo, no es Plutón B. R. B. nero.

Si alguien quiere saber más sobre brujas, ahí os dejo un par de referencias:
CARO BAROJA, Julio: Magia y brujería, San Sebastían, Editorial Txertoa, 1987.
HARRIS, Marvin: Vacas, cerdos, guerras y brujas. Los enigmas de la cultura, Madrid, Alianza, 1998.

sábado, septiembre 28, 2013

Juzgando el pasado

Hola a todo el mundo:
Puff… cuánto tiempo, ¿verdad? Es que últimamente no paro, y hay días que me faltan horas para todo lo que quiero hacer. Pero hay una serie de cuestiones que me parecen lo bastante importantes como para que deja otras cosas de lado por ellas.
Y entre ellas, hoy me apetece comentar la noticia que ya escuchamos hace un par de semanas, de que una jueza argentina ha solicitado la extradición devarios torturadores de la dictadura franquista para que sean juzgados allí. Que todos sabemos que al final no se les va a extraditar, pero ya es un paso.
Y, pese a la polémica (o precisamente, por ella), yo creo que el que sean juzgados por sus delitos es algo bueno.
Porque puede parecer que en España hay cierto reparo a que se sepa la verdad, o, mejor dicho, a que se actúe en consecuencia con esa verdad. Parece como si tuviéramos miedo de que juzgar a los criminales fuera a hacer que la dictadura volviera.
Pero no es así. Un juicio demostraría que somos un país democráticamente maduro, capaz de hacer frente a su pasado, para poder mirar al futuro sin miedo.
Algunos dicen que esto es reabrir viejas heridas. Como decía un represaliado ayer en la tele, no es reabrir heridas. Es cerrarlas. Y, de todas formas, ¿quién nos dice que las heridas de los represaliados están verdaderamente cerradas?
Lo deseable sería que el juicio se celebrara aquí. O que ya se hubiera celebrado hace mucho. Pero solo el hecho de que desde Argentina (un país que, en materia de juzgar su pasado, nos lleva años de ventaja) se haya intentado llevar a cabo, ya es un primer paso.
Esperemos que esos pasos den lugar a otros.

viernes, septiembre 13, 2013

Un par de cuestiones

Hola a todo el mundo:
La verdad, esta semana quería escribir algo sobre Siria. Pero por un lado, la cuestión es demasiado compleja como para abordarla en una entrada de blog, sobre todo con el poco tiempo que tengo ahora para estas cosas, y por otro lado, las cuestiones propias de la política interior ya son bastante interesantes por sí mismas. Así que voy a escribir sobre eso.
En primer lugar, como ya sabéis el pasado día 11 apenas se habló de las Torres Gemelas ni mucho menos del cuarenta aniversario del golpe de Estado de Chile, porque en España el tema del día era la cadena humana que, con motivo de la Díada de Cataluña, hicieron los grupos independentistas para pedir una consulta en la que puedan expresar su postura al respecto. Y al final, la cosa se lió del todo cuando por un lado, desde Cataluña se dijo que había sido multitudinaria y que antes de final de año sabremos la fecha de la consulta y lo que se va a preguntar en ella, y por otro lado, cuando desde el Gobierno central se dijo que había sido muchísimo menos. Del ataque perpetrado por militantes neofascistas contra los actos que se llevaban a cabo en Madrid prefiero no opinar, que me cabreo más de la cuenta.
Y sobre la consulta, pues qué queréis que os diga. A mí la consulta en sí misma no me parece mal. Porque ahora mismo no tenemos más que opiniones de unos y de otros sobre si hay independentismo o no lo hay, si hay mucho o si hay poco. Pero con la consulta ya sabremos con seguridad cuántas personas (con derecho al voto) quieren realmente la independencia de Cataluña y cuántas no. Y entonces, teniendo unas cifras exactas, pues ya sabríamos cómo actuar para responder a la situación. O, al menos, sabríamos si hace falta actuar.

Y otro tema interesante es la noticia de que ETA ha declarado que quiere entregar sus armas. Y eso es una buena noticia, o lo será si realmente hay voluntad por parte de la banda terrorista de hacerlo. Y también si, por el otro lado, el Gobierno está a la altura de las circunstancias y no mete la pata (que no estoy tan seguro de que sea capaz, visto lo visto).
A ver si, a pesar de todo el mal que está haciendo, Rajoy va a acabar pasando a la Historia como el Presidente en cuyo Gobierno se terminó el terrorismo.

martes, septiembre 10, 2013

Tradición y rebeldía

Hola a todos:
El domingo pasado fue el Día de Asturias, y este año, los eventos se centralizaron en la villa costera de Villaviciosa. Y, como yo me encontraba allí de fin de semana, aproveché para acercarme a los conciertos que hubo, aunque, como no estaba “de servicio”, no llevaba la cámara de fotos y por eso no tengo fotos buenas. Y es por eso que lo que voy a contar ahora sale en mi blog en lugar de salir en MetalCry.


Porque voy a hablaros de la brevísima actuación en el parque del Pelambre de Taranus, un grupo de Folk Metal cuyos miembros proceden de Gijón y Villaviciosa, que se acercaron por allí para presentar su estupendo primer y homónimo disco, que editaron el año pasado (y que, ahora mismo, suena en mi casa).
Desde el momento en el que se programaron las actuaciones ya quedaba claro que, seguramente Taranus serían los más perjudicados, porque les tocaba actuar después de Anabel Santiago y justo antes de la mucho más comercial Paula Rojo, que, en realidad, era la que atraía más público. Por eso, se encontraron con un tiempo muy limitado, que se vio más limitado todavía por una prueba que no parecía estar saliendo bien.
No obstante, el grupo hizo todo lo que estuvo en sus manos para que nos lo pasáramos bien, demostrando que con ganas y buen hacer se puede conseguir un público que, en principio, no parecía muy interesado por su música disfrutara y participara.
Así, fueron desarrollando temas de su disco, como “Requiem”, “Taranus” o “Siñor de la guerra”, pero también otros temas tradicionales, como “Montesinos”, o una nana que quedó muy chula, solo con voz y guitarra acústica. Terminaron con “Ensín ti”, y de la que en breve presentarán el videoclip.
El hecho de que alternen la voz femenina de Susana Mortem con las voces más guturales de sus compañeros hace que la suya sea una música muy variada. Además, que combinen las bases contundentes propias del Metal con las melodías más festivas que aportan los instrumentos como la gaita, también sirve para hacer que la suya sea una música que resulta fácil de escuchar.
Ah, por cierto. En unas pocas semanas, colgaré la reseña de su disco en MetalCry.

Lo mejor que podía pasar

Hola a todo el mundo:
Supongo que a estas alturas no digo nada nuevo si os comento que, al final, Madrid se quedó sin los Juegos Olímpicos de 2020. Y, al margen de cuestiones emotivas, creo que es lo mejor que pudo pasar.
No voy a hablar del ridículo que hicieron nuestros representantes al hacer como que hablaban inglés, porque eso ya se ha comentado hasta el hastío (pero una cosa… ¿eso no daña eso que han llamado “marca España”?). Pero sí quiero referirme a, si en la situación en la que estamos, es procedente liarse a organizar unas Olimpiadas. Y, como ya dije anteriormente, creo que no lo sería.

En primer lugar, porque como hizo notar un periodista de los que estaban en Buenos Aires, con un paro de (bastante más de un) 25% y con una obligada austeridad que se traduce en unos recortes salvajes, igual es mejor dejarse de gastos inútiles.
Pero es que resulta que si Madrid hubiera sido la ciudad elegida, las cosas no hubieran mejorado tanto como nos querían hacer creer.
Por un lado, porque si, en general, la organización de unos Juegos Olímpicos suele terminar con unos gastos del doble de lo presupuestado, ¿de cuánto sería el sobrecoste aquí, con la costumbre que tienen los promotores de hinchar las facturas? ¿De un tiple? ¿De un cuádruple? De lo que fuera, sería inasumible. Y el empleo que se creara para terminar estas obras, sería un empleo con fecha de caducidad, serían trabajos sin continuidad después de terminar esas obras. Y además, con todo eso, lo que estaríamos haciendo sería reactivar la burbuja inmobiliaria que nos ha traído hasta esta situación.
Por otro lado, se crearían trabajos en la hostelería, claro. Pero que durarían solo lo que duraran las Olimpiadas. Después, otra vez al paro.
Y falta que alguien nos explique qué se pensaba hacer con esos estadios tan chulos después de los Juegos.

¿Este “fracaso” (lo entrecomillo, porque ya os dije que me parece que, en realidad, esto es algo bueno) puede tener también una lectura política? Pues sí, porque, al margen de que probablemente deje a Ana Botella fuera de la candidatura por la alcaldía de Madrid en las próximas elecciones municipales, el no haber retirado la candidatura es un ejemplo de la falta de sentido común de unos políticos interesados únicamente por logros inmediatos y electoralistas, sin importar que esos “logros” hipotequen el futuro de todo un país.

Vamos a ver. Si en estos tiempos a todos nos parece normal que quien se queda en paro deje de renovar el abono para ver a su equipo de fútbol todas las semanas, no porque quiera dejar de ir a verlo, sino porque no le queda otro remedio, ¿no nos parece normal también que, con el país en crisis, dejemos de gastar en tonterías (en “mamandurrias”, como dijo aquélla)?

Y, como ya dije al principio, creo que esto es bueno. Ahora tenemos la oportunidad de replantearnos qué futuro queremos para este país. Si tan solo nos interesa un crecimiento rápido, basado en el ladrillo y el turismo, pero sin crear una economía articulada y diversificada, podemos seguir aceptando que se gaste en tonterías de este tipo.
Pero si lo que nos interesa es crear un país verdaderamente moderno, igual hay que pensar que es mejor invertir en educación, sanidad o investigación que en aventuras olímpicas.

Y digo yo. ¿Se les ocurrirá a nuestros políticos invertir el dinero que iban a destinar a las Olimpiadas en algo que redunde en el beneficio de todos?
No lo creo.

martes, agosto 20, 2013

Más versiones

Muy buenas a todo el mundo:
Después de tener mucho agobio toda la semana pasada, la terminé acercándome hasta el Jardín Botánico donde se iba a celebrar un concierto de Melomanía, una banda de homenaje a la Creedence Clearwater Revival. Que no es que la Creedence sea un grupo que me guste especialmente, pero bueno, era una forma como otra cualquiera de escuchar música en directo.

Llegamos un poco perdidos, pensando que la cosa iba a empezar a las nueve y media, y resultó que empezaba una hora más tarde, así que no quedó otra que esperar. Hacía ya mucho que no me acercaba hasta el Jardín Botánico, y no sabía (o no recordaba) lo bien montada que está la zona para actuaciones, con un escenario pequeñito, un pequeño graderío y unas mesas en las que habían puesto velas. Además, nos dieron unos cojines para que estuviéramos más cómodos y unos ponchos de plástico, porque amenazaba lluvia.
El grupo, que lleva ya algunos años tocando por Asturias, se arrancó con "Proud Mary", para seguir con "Down on the corner" y continuar desgranando el repertorio del grupo de los hermanos Fogerty.
Se marcaron así una "Cotton fields" de ritmo más country y casi entera a dos voces, y también otros temas como "It came out of the sky". 
Después de tocar "Suzie Q", se va la luz, así que durante un tiempo (afortunadamente, muy breve), la cosa se enfrió un poco. Y para que la cosa siguiera en plan épico, después de que interpretaran "Hello Marie Lou", empezó a llover.
Y fue ése el momento en el que nos fuimos, porque la lluvia hacía muy incómodo el estar allí, y además, una de mis acompañantes tenía que trabajar al día siguiente.
En definitiva, fue un concierto que, si bien no es del estilo que más me gusta, sí sirvió para pasar un rato agradable.
Por cierto, esta vez las fotos las hice con el móvil y sin flash, así que no salieron demasiado bien. Pero como siempre, están en Pinterest.

martes, agosto 13, 2013

¿Dios salve a la Reina?

Hola a todo el mundo: 
Hoy tenía que estar escribiendo la crónica de un supuesto concierto para MetalCry. Sin embargo, después de mucho reflexionar, me he dado cuenta de que lo que vi el otro día no fue un concierto al uso. Ni siquiera fue un espectáculo tan bueno como había esperado. Y encima, tampoco conseguí unas fotos decentes (las pocas que pude hacer, desde muy lejos, están, como siempre, en mi perfil de Pinterest). Así que, en vez de currarme una crónica digna de una web musical seria, voy a hacer una simple entrada de blog. 
Lo que estuve viendo la noche del domingo día once fue un espectáculo titulado Dios salve a la Reina, un tributo musical a la banda británica Queen. Pero, antes de ponerme a ello, quiero dejar clara una cosa. Sí hay un grupo de homenaje a Queen que se llama Dios salve a la Reina (son argentinos), pero ellos ya no son los que realizan este espectáculo, sino que los que se encargan de hacerlo en la actualidad son los italianos White Queen. Hecha esta aclaración, entremos en materia.

La cosa empezó a eso de las once de la noche, ante un público muy numeroso, y desde el principio la banda quiso que ese público participara, haciéndonos cantar y dar palmas. Así que se arrancaron con unas cuantas canciones conocidas por todos, como “Tie your mother down” o “I want it all”. Esa intención que tenían de hacernos participar, unida al hecho de que las canciones de Queen son muy conocidas, y algunas también muy festivas, propició esa participación, incluso a pesar de que, al principio, las voces se escuchaban muy mal. 
Siguieron con temas que daban mucha cancha a todos los músicos, como “Innuendo”, “Don’t stop me now”, “Another one bites the dust”, “Under pressure”, “Radio Ga Ga” o “A kind of magic”, que hacían que el público se implicara cada vez más. 
Entre tema y tema Piero Venery, en su papel de Freddie Mercury, se cambiaba de ropa para parecerse cada vez más a un cantante cuyos movimientos casi calcaba. A su vez, unos músicos que no solo cumplían con su papel musical, sino que también buscaban parecerse físicamente a los originales, intentaban que olvidáramos que lo que teníamos delante no era la banda que había compuesto esas canciones. Sin embargo, no podían evitar que nos diéramos cuenta de que se servían de muchos sonidos pregrabados, ya que el piano que se escuchaba en muchas canciones, no se veía por ninguna parte. 
Cuando interpretaron “I want to break free”, Venery salió vestido de mujer, igual que Mercury en el videoclip. Después de que tocaran este tema, nos pusieron un vídeo en el que aparecía el propio Mercury explicando el significado de la canción. 
Uno de los momentos más rocambolescos de la noche llegó cuando se quisieron marcar “Barcelona”, el tema que Mercury había grabado con Montserrat Caballé y que sirvió de himno de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Entonces sí que se notó lo de los sonidos pregrabados, porque no había músicos en el escenario, solo estaban Venery (alias Freddie Mercury) y una chica que hacía de Montserrat Caballé. Además, ellos dos compartían micrófono, y en varias ocasiones dio la sensación de que él se lo quitaba a ella. 
Para la interpretación de “Is this the world we created?”, el escenario volvió a quedarse casi vacío, ya que Venery se quedó solo con el guitarrista Vito de Matteis, alias Brian May, que tocó una guitarra acústica. 
Otro de los temas en los que más se notó el uso de sonidos (en este caso, voces) pregrabados fue cuando, ya casi al final, tocaron una “Bohemian rhapsody” en la que los coros fueron hechos por una grabación (que recordaba sospechosamente a la original de Queen…). 
El final del concierto fue con “We will rock you” (después de la que Venery se envolvió con las banderas británica, española y asturiana) y con un medley en el que juntaron “Show must go on”, “Friends will be friends” y “We are the champions”, tras lo cual, Veneris presentó a la banda, se puso una corona real y se despidió de nosotros. 
Eso sí, cuando ya la gente se iba, volvieron para interpretar un último tema que sirvió de despedida definitiva. 
En resumen, casi dos horas y media de espectáculo, que, sin embargo, nos dejó un sabor de boca tirando a agridulce a muchos de los que estábamos allí, porque, si bien fue entretenido, no fue el espectáculo que nos esperábamos. El uso (o más bien abuso) de voces e instrumentos pregrabados restaba fuerza a la interpretación, y en algún caso, la puesta en escena por parte de Venery nos sorprendió y no sé si necesariamente para bien (eso de ponerse una peluca de plátanos…). 
 Inmediatamente después de que todo terminara, se descargó un chaparrón muy fuerte sobre la Playa de Poniente. No sé si no serían las lágrimas de Freddie que lloraba desde el cielo…

domingo, agosto 11, 2013

Música por un tubo

Hola a todo el mundo:
Entre que me estoy tomando con mucha calma estos días, y que apenas tengo nada sobre lo que escribir, pues ya os habréis dado cuenta de que  no escribo mucho. Pero bueno, siempre que tengo oportunidad, pues me acuerdo de vosotros y os cuento lo que voy haciendo.
Por ejemplo, el jueves mi colega el Garry me dijo que iba a acercar hasta el TNT, que es un garito de Cimadevilla (el barrio viejo de Gijón) para escuchar una actuación de MBolas, que es un grupo de versiones que mola mucho.
En plena fiesta hawaiana que había en varios sitios de la zona, incluído el propio TNT, el grupo se había montado un mínimo set para interpretar en formato semi-acústico varias canciones por todos de sobra conocidas.
Con bastante retraso, empezaron con "Ring of fire", de Johnny Cash. Que eso no es empezar un concierto sin más. Eso es ir pidiendo guerra desde el principio.
Siguieron con "The man who sold the world" de David Bowie, pero en una versión que a mí me recordó más a la de Nirvana. 
Poco a poco el público se fue metiendo más en la actuación, y fue participando más, gracias, sobre todo a que se trataba de canciones clásicas del Rock y el Blues que todos conocíamos, y así cuando, casi al final de la primera parte de su actuación atacaron "Highway to hell" de AC/DC, la peña se lo estaba pasando genial.
Cuando anunciaron que se iban a dar un descanso de quince minutos yo me fui, porque otros colegas me esperaban en un bar cercano. 
Pero lo que vi esa noche valió mucho la pena.

Y ahora, un par de fotos hechas con un móvil:



viernes, agosto 02, 2013

Sherlock contra Holmes

Hola a todo el mundo:
Como bien sabéis a estas alturas, no me gusta escribir sobre cosas serias en verano. Y eso que nos sobran temas, eh. Que ayer mismo Rajoy volvió a hacer el ridículo. Pero en agosto, no hablo de cosas serias, así que lo voy a dejar tranquilo (de momento).
Hoy me gustaría hablaros de televisión, que es uno de los temas a los que he dedicado menos atención en los años que llevo escribiendo en este blog. En concreto, me apetece hablaros de dos series distintas en su concepción, pero que suponen la actualización del mismo personaje de ficción. El personaje es Sherlock Holmes, y las series son Sherlock y Elementary.
Lo primero que hay que dejar claro es que, aunque van sobre el mismo personaje, las series parten de dos premisas diferentes. 

Por un lado, Sherlock, la serie de la BBC que protagonizan Benedict Cumberbatch en el papel de Holmes, y Martin Freeman (el Bilbo Bolsón de El hobbit) como John Watson, supone una actualización de las historias de Sherlock Holmes, es decir, trae a Holmes al siglo XXI. Para todos los que conocemos el llamado "Canon holmesiano" (o sea, las historias originales que escribió Arthur Conan Doyle), es una oportunidad de ver cómo serían esas historias si en lugar de haber sido escritas entre 1887 y 1927 se hubieran escrito ahora. Sin embargo, tiene el defecto de que las temporadas son muy cortas (entre las dos que se han rodado hasta el momento sólo suman seis episodios). Pero ése es el único defecto que yo le encuentro, porque por lo demás es bastante fiel a los relatos originales, e incluso actualiza alguno de los pasajes más conocidos de las historias. Además, cada capítulo es largo, porque se ruedan en formato cinematográfico, lo que permite un mejor desarrollo de las historias. Personalmente, es la que más me gusta de las dos.

Por otro lado, Elementary, serie de la CBS que protagonizan Johnny Lee Miller en el papel de Homes y Lucy Liu en el papel de Joan Watson, parte de una premisa distinta, ya que más bien nos cuenta las historias de un tío del siglo XXI que, casualmente, se llama Sherlock Holmes. En este caso, lo que se hace es crear una serie policiaca más, en la que la única relación con los relatos originales son los nombres de algunos personajes. Pero desde mi punto de vista, el mayor error de esta serie consiste en trasladar la acción a Nueva York, descontextualizando totalmente a Holmes. Si el protagonista se llamara John Smith, por ejemplo, sería una serie policiaca que valdría la pena ver de vez en cuando. Sin embargo, llamándose Sherlock Holmes, hay que currárselo un poco más.

Creo que ya os he dejado claro cuál me parece mejor, ¿verdad?
Feliz verano :-)

domingo, julio 28, 2013

Reflexiones sobre el tráfico de armas

Hola a todo el mundo:

Este fin de semana debería haberlo pasado en un festival en Luarca, pero al final, por una serie de circunstancias que no viene al caso detallar, no pudo ser. Eso sí, aproveché para acercarme hasta el concierto acústico que dieron Arenia el viernes pasado aquí en Gijón, que también mola.

Pero lo más relevante de este fin de semana fue que, por primera vez en lo que va de verano, lo dediqué a descansar. Y así, la noche del sábado, en vez de pasarla por ahí, pues la dediqué a ver en La 2 un reportaje sobre el comercio de armas. Reportaje que, por cierto, ya había visto hace algún tiempo y me había servido como punto de partida para escribir uno de mis primeros artículos en Suite 101 (esa web para la que ya no voy a escribir más), de los de aquella época en que me los curraba más y me quedaban más a mi gusto.
Y volviendo a ver ese reportaje, volví a recordar todas las reflexiones de aquella vez, derivadas del hecho de que se me revolvían las tripas cada vez más a medida que pasaban los minutos.
Sí, porque oyendo hablar a los honrados empresarios que vendían herramientas de muerte y destrucción (las armas no son otra cosa), oyéndoles dar razones supuestamente objetivas y asépticas que justifican su labor, no podía pensar más que en el cinismo que manifestaban. Cinismo que, seguramente, les sirve para dormir bien por las noches.
Volviendo a leer el artículo que había escrito la otra vez que había visto ese reportaje, volviendo a consultar las fuentes que había utilizado entonces y dándome cuenta de que muchas de esas cifras ahora estarán desfasadas y serán todavía más terroríficas, me doy cuenta de la paradoja que supone que esas personas, esos honrados empresarios que seguramente serán pilares de la sociedad en sus países del Primer Mundo, vivan de crear armas que terminan en las manos de quienes matan en el Tercer Mundo.
Lo objetivo sobre este particular comercio ya lo escribí hace dos años. Hoy sólo me apetecía soltar bilis al respecto.

martes, julio 16, 2013

Un poco de Blues

Hola a todo el mundo:
Hoy me apetece hablar de algo ligero, como corresponde al verano. Hoy quería hablaros de unas actuaciones que vi la semana pasada en la Semana Negra. Porque el miércoles, después de ver a Crudo en el escenario central, me acerqué por la carpa del Muddy’s a ver quién actuaba.

Y me encontré con que esa noche tocaba que actuaran Edu Manazas & The Whiskey Tren y Alejandra Burgos. Los primeros son un grupo de Blues afincado en Madrid, y realizaron una actuación de sonido muy clásico, en la que además contaron con la colaboración del casi legendario y sobre todo versátil guitarrista asturiano Rafa Kas, que interpretó con ellos sus últimos temas.






Pero la que más interés atraía para la gente que estaba allí era la blueswoman argentina Alejandra Burgos, que también contó con la colaboración de Rafa Kas, que tocó con ella durante toda la actuación. La suya también es una música de sonido clasicote, y así tocó temas muy míticos del Blues y el Rock, como “Proud Mary” o “Hard’s day night”. El tema “Come together” lo cantó el propio Rafa Kas, que en otro momento había llegado a tocar la guitarra con un cuchillo, lo que le obligó a cambiar de instrumento.

Casi sin haberlo planeado, esas dos actuaciones en plan mucho más intimista que lo que habíamos visto un rato antes fueron un buen colofón a la noche.
Y que viva la música, leñe.

viernes, julio 12, 2013

Conversaciones sobre la III República

Hola a todo el mundo:
Después de algún tiempo, hoy vuelvo a escribir algo para vosotros. Y tengo preparada alguna cosilla más que iré escribiendo en los próximos días, aunque de un tema que no tiene nada que ver. Y es que, si lo próximo sobre lo que voy a escribir es sobre música, hoy quiero hablaros de política. Concretamente de la presentación a la que asistí ayer. A la presentación de Conversaciones sobre la III República, el nuevo libro de Julio Anguita, que escribió junto a la periodista Carmen Reina.
La presentación, organizada por el Partido Comunista, tuvo lugar en el salón de actos del Centro Municipal Ateneo de La Calzada, o sea, en mi barrio. Y no hace falta que os diga que era uno de esos actos a los que hay que asistir sí o sí, independientemente de que estemos a favor o en contra de lo que el ponente dice.
Sí, porque Anguita, que hizo más una conferencia que una intervención al uso en una presentación, es un gran orador, de ideas claras y mucha lucidez, que, lejos de intentar convencer, lo que buscaba era mover a la reflexión.
Cuando llegó, a mí me dio la sensación de que tenía cara de cansado, de que los años ya no solo pasan, sino que también pesan. Sin embargo, cuando empezó a hablar, lo hizo con fuerza, con brillantez y con vehemencia, adoptando una postura que superaba la mera militancia y apelaba a argumentos complejos que explicaba con sencillerz.
Y de todo lo que dijo, me quedo con dos ideas. La primera, que para hablar de la Tercera República no tenemos que remontarnos a la Primera o a la Segunda, al pasado, sino que tenemos que plantear propuestas de futuro, líneas de actuación que hagan que la República pueda ser una realidad en el mundo actual.
Y la segunda, que hay que buscar propuestas que unan a todos los espectros políticos (porque, amig@s mí@s, ser republicano no equivale necesariamente a ser de izquierdas), dejando de lado los símbolos y las etiquetas, y partiendo de lo que nos une, no de lo que nos separa.
Qué bien nos iría con si en vez de tanto salvapatrias tuviéramos políticos así, lúcidos y comprometidos, tanto en lo intelectual como en lo sociopolítico. 


miércoles, junio 19, 2013

Cuestiones complejas...

Hola a todo el mundo:
Como todos sabéis ya, estos días se estuvo celebrando el cónclave anual de la CEOE. O como me gusta decir, el aquelarre. Y aunque sus participantes se lo curraron mucho, lo prepararon con tiempo e intentaron llevar a cabo una puesta en escena que cambiara un poco la imagen que esta organización está dando a la sociedad (a fin de cuentas, su anterior presidente está en la cárcel), al final, solo nos quedaremos con el hecho de que uno de sus dirigentes dijo que cuatro días de permiso por el fallecimiento de un pariente cercano es demasiado.
Veamos, señores empresarios, señores empresarios que tanto dinero público necesitan, por cierto. Sé que a ustedes les sonará raro, pero esos cuatro días suponen mucho más que desplazarse. Son días en los que hay que hacer papeleo, porque, repetimos, esos cuatro días se dan por un familiar directo, no por el primo segundo de la tía del pueblo. Alguien, en definitiva, que estaba cerca de nosotros, así que seremos nosotros los que tendríamos que encargarnos de solucionar ese papeleo.
Pero es que, aparte del papeleo, esos días son también los que, probablemente, se encuentren entre los peores de la vida del trabajador al que le quieren racanear días de permiso. Aunque me imagino que a ustedes los sentimientos de los trabajadores les importan bien poco.
Y saliéndome un poco del tema, me gustaría recordarles una cosa que tal vez se les olvida, pero que puede ayudarles a ganar más dinero (que es, en definitiva, lo que a la gente como ustedes les importa): que un trabajador contento y bien pagado, produce más y mejor y, además, consume más.
O sea. Que si ustedes dan sueldos dignos y buenas condiciones laborales (y se dejan de hablar de rebajar el salario mínimo, o de implantar mini-jobs, o de exigir la imposición de reformas laborales que destrozan los derechos laborales), sus trabajadores se identificarán con la empresa, trabajarán más a gusto y serán más productivos. Y además, si encima tienen salarios dignos, podrán consumir, comprando los bienes que sus empresas (las de ustedes) producen y reactivando la economía nacional. Aunque sé bien que, mientras se reactiven sus economías (las de ustedes), poco les importa que se reactive la economía nacional.

Otro tema que me preocupa estos días es uno del que se está hablando mucho. Lo de las propiedades supuestamente vendidas por la infanta Cristina. Primero se dijo que, después de venderlas, no habrían declarado ese dinero. Luego, que se demostró que dichas propiedades no habían sido vendidas por la infanta, sino que ya pertenecían a los supuestos compradores. Entonces se dijo que todo había sido un fallo de la Agencia Tributaria, que se habría hecho un lío con los DNI, poniendo, por error, el de la infanta en los documentos correspondientes.
Y a mí todo eso me resulta muy extraño. Porque equivocarse al poner un número de DNI es posible en teoría. Yo mismo me encontré con que el mío era casi igual al de un compañero de Universidad (teníamos en común cinco cifras y la letra). Pero en la práctica, un error con el DNI de un miembro de la Familia Real ya es más complicado, porque los suyos tienen solo dos cifras (y la letra), con seis ceros delante (aquí podéis insertar el chiste de Los Simpsons sobre el número de Seguridad Social del señor Burns). Así que es difícil que alguien se equivoque con un número de DNI tan poco corriente.
Pero además, el error no se habría cometido una sola vez, sino varias, porque las fincas supuestamente vendidas estarían en cuatro provincias distintas, y en cada transacción haría falta que hubiera un notario y un registrador de la propiedad, que se tendrían que equivocar una vez cada uno. No es imposible, pero es altamente improbable, sería algo así como una posibilidad entre no-sé-cuántos mil millones
En unos días espero haber leído (y reflexionado) lo suficiente como para poder aportar algo al respecto.
Y ahora que hablamos de delitos financieros y gente de baja catadura moral, voy a haceros una recomendación literaria: Ahora mismo estoy leyendo un libro titulado Calle Erottaja, del finlandés Karo Hämälainen (en español, eh, que con el finlandés todavía no me atrevo, jejeje), una novela sobre los tiburones financieros que nos metieron en esta crisis (el título hace referencia a la calle de Helsinki en la que se encuentran las sedes de los grandes bancos y entidades financieras). Para leer con calma y reflexionar sobre los movimientos bursátiles.
Y también sobre lo mala que es la gente…

jueves, junio 06, 2013

De aquí se sale... pero a ver como

Hola a todo el mundo:
El otro día, comentaba con una de vosotros que en esta crisis se está haciendo todo lo contrario a lo que se hizo en crisis anteriores. Es decir, que antes se intentaba incentivar el consumo para crear crecimiento, y ahora se opta por la austeridad. Que, como ya ha tenido que reconocer el propio Fondo Monetario Internacional, es lo que más está hundiendo a Grecia.
Entonces, la colega me dijo que dejara de una vez la demagogia, que de la crisis de los años treinta se había salido con una guerra. De la crisis de 1973 no dijo nada, por supuesto.
Claro, que puestos a buscar formas de salir de la crisis, ya que lo de las guerras queda mal visto, podríamos buscar otras soluciones. Como, por ejemplo, la colonización del espacio.
Ahora hablando en serio. Cuando hablo de colonizar el espacio, no lo digo en sentido estricto, sino en un sentido más metafórico. Me estoy refiriendo a que, una posible solución a la crisis podría ser una inversión fuerte en Investigación, Desarrollo e Innovación.
Sería muy sencillo: Si los Gobiernos invierten en I+D+i, los investigadores, esos mismos investigadores que o son precarios o se ven obligados a irse al extranjero, tendrían una situación económica más estable, que les permitiría consumir más. De su consumo, se derivaría, lógicamente, una mayor demanda de productos.
Entonces habría que contar con la racionalidad de los empresarios de este país, porque ante esa mayor demanda, lo lógico no sería subir los precios, sino producir más. Y para producir más, tendrían que contratar a más gente (a ser posible, no con mini-jobs, sino con trabajos dignos y pagados como corresponde).
Esa gente a la que se contratara dejaría de está en el paro (obviamente), tendría liquidez económica, consumiría más, dando lugar a más demanda, que daría lugar a más necesidad de contrataciones… Y así se reactiva la economía.

Y ahora habrá quien pregunte de dónde saldría el dinero para esas inversiones iniciales. Pues hombre, yo creo que no precisamente de subir indefinidamente el IVA o de recortar en servicios esenciales (sanidad, educación, dependencia), sino de medidas un poco más racionales. Por ejemplo, eliminando cargos innecesarios. Sí, porque no es lógico que un político tenga entre veinte y treinta asesores (elegidos a dedo, por supuesto) cobrando entre cincuenta y sesenta mil euros anuales por no hacer casi nada.
O eliminando coches oficiales, que no me parece normal que tengamos tantos en este país.
O haciendo que toda esa gente que defrauda a Hacienda o no paga lo que debería pague de una vez y de paso, devuelva lo que ha dejado de pagar. Pienso, por ejemplo, en los clubes de fútbol, que tienen unas deudas millonarias con el fisco. O en la Iglesia, a la que se exime de ciertos impuestos como el IBI (antes de que nadie saque a relucir a Cáritas: alrededor del 95 por ciento de su presupuesto procede de donaciones privadas).
O persiguiendo con más ahínco el fraude que llevan a cabo las grandes fortunas, que son las que de verdad defraudan.

Si dinero hay. Lo que hace falta es querer buscarlo.

lunes, mayo 27, 2013

Más música

Hola a todo el mundo.
Después de haber estado la noche anterior cubriendo la Metal Thrash Night, el sábado me acerqué hasta el Teatro Jovellanos para asistir a una actuación radicalmente distinta: el recital con el que culminaba el proyecto Con ‘G’ de Música, o lo que es lo mismo, el Día de Conciertos del Conservatorio Profesional de Música de Gijón. Y en este caso, en ese recital iban a participar las tres agrupaciones del Conservatorio que se centran en la música Jazz, es decir, la Little Band, la Big Band y el Coro Más que Jazz, del que forma parte mi amiga Vanesa Vez y que, por eso, era el que más me interesaba.
Puntualmente a las ocho de la tarde, el coro, al que yo había visto hacía unas pocas semanas, salió al escenario, con tazas y periódicos como material de atrezzo, para interpretar una “Java Jive” durante la cual fingían leer o tomar el café y el té que se mencionan en la letra del tema. Con el entrechocar de tazas se rubricaban ciertos momentos de la canción, lo que, unido a toda la puesta en escena, le dio una viveza que yo había echado en falta en la actuación anterior en que los había visto.
Finalizada la interpretación de este tema, se nos presenta el acto y se nos avisa de que va a haber un cambio en el programa, por lo que pasan a cantar “Blues and trouble”, una de las canciones de su repertorio que más me gustan y en la que una de las solistas es Vanesa (la otra es Yasmin Sadeghi). Siguió el recital con un tema que no habían interpretado la vez anterior, “I got rhythm”, en la que la solista fue Elena Fernández, y después otra novedad, “Hit the road, Jack”, en la que los solistas fueron María José Álvarez y el cantante invitado Davi Quixito. Este tema, que todos conocíamos sobradamente, fue de los que mejor les quedó.
La directora del coro, Adriana Cristina García, presenta a dos músicos invitados, el bajista Ángel Longueira y el batería Pier St. Bruera (de la Little Band, y creo que los mismos que habían colaborado en la actuación anterior), ella se sienta al piano, e interpretan “La chica de Ipanema”, que fue seguida por la interpretación de los temas “El baile” y “Qué guapa yes”, fundidos en uno solo, con unos arreglos jazzísticos diferentes a los originales que los convierten en temas muy divertidos. Su actuación finalizó con la canción que según el programa debería haber sonado la segunda, “Más que nada”.

Se subieron luego a las tablas los músicos de la Little Band, dirigida por Antonio Gómez, y en la que militan dos de los miembros del coro, en concreto María Álvarez y Borja Moreira, que tocan el saxofón. Esta banda interpretó un repertorio muy variado, con temas de Swing, como “Sugar train”, con la balada Gospel “Prayer meetin’”, con el tema de Duke Ellington “Caravan” o como el Funk de “Magic hour”. Sin embargo, mis conocimientos de estos estilos no son lo bastante elevados como para saber apreciar su actuación, que me dejó bastante frío. Estoy seguro de que lo dieron todo y de que lo hicieron genial, pero no fui capaz de apreciar su sonido.

Tocó después el turno de la Big Band, dirigida por Óscar Camacho, y en la que Borja Moreira también toca el saxofón. El suyo fue un repertorio también muy variado, con temas más tradicionales, como “Cuélebre” o “Ecos de la quintana”, pero también con otros de sonido más urbano. Así, la cantante Ana García cantó con ellos “Somebody to loves me” y “Fever”, que resultaron dos de los mejores temas de la noche, que dieron paso a “New York, New York”, que sonó genial.
Entonces, hubo otra novedad fuera del programa, ya que la Little Band volvió a salir, y las dos bandas juntas interpretaron un tema de Chick Corea, concretamente “Spain”, que sonó muy bien, pero durante el cual se notó que los percusionistas tuvieron algunas dudas.

Y para finalizar el recital, el coro volvió a salir al escenario, para que las tres agrupaciones interpretaran juntas dos temas más, que fueron “Don’t sit under the apple tree” (en la que los solistas fueron Sergio Fernández y Vanesa Vez) y “Birdland”. Pero al finalizar, en lugar de despedirse del público, las tres agrupaciones nos regalaron una pequeña sorpresa fuera de programa, que fue la interpretación de “Rehab”, de Amy Winehouse, que, ahora sí, fue el último tema de la noche y que hizo que el público disfrutara mucho.
Ramos de flores para los tres directores, y se dio por terminada una velada en la que tuvimos la oportunidad de escuchar a tres agrupaciones de mucho nivel (repito, si no supe apreciar la actuación de la Little Band estoy seguro de que es porque mis conocimientos de Jazz son muy escasos, no por ellos), que hicieron que un público mucho más numeroso de lo que yo esperaba se lo pasara genial.

Y que viva la música, hombre.

martes, mayo 21, 2013

A vueltas con la ley

Hola a todo el mundo:
Resulta que el viernes se aprobó el Proyecto de la nueva Ley de Educación, la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, LOMCE o, simplemente, “Ley Wert”. Y desde mi punto de vista, estamos ante una Ley que va a durar muy poco.
En primer lugar, porque sólo el partido del Gobierno la apoya. Toda la oposición está en contra. Y como la oposición, los maestros, profesores, alumnos y padres de alumnos también están en contra. O sea, que es la Ley educativa que ha conseguido más consenso, pero en contra. Eso significa que, cuando gobierne un partido diferente al PP, se va a ir por donde vino, se aprobará una Ley nueva, y los profesores se volverán a encontrar con esa sensación de provisionalidad eterna de la que ya había hablado en otro lugar.
Pero el problema de la LOMCE es que, en algún momento va a funcionar. Y es por eso que conviene leérsela y reflexionar sobre las estupideces que se dicen en ella. Empecemos.
Lo primero que habría que preguntarse es sin, en el contexto actual, es inteligente gastar dinero y recursos en preparar una nueva Ley educativa, cuando lo más lógico (y barato) sería racionalizar la que ya está en vigor. Pero claro, pedirle lógica a este (des)Gobierno es pedir un imposible.
En esta Ley se dice que uno de sus objetivos es disminuir el abandono escolar y el número de alumnos que repiten. Y sin embargo, incluyen no una prueba de evaluación al final de la educación, sino ¡¡cuatro!! (una al finalizar tercero de Primaria, otra al finalizar sexto, otra después de cuarto de Secundaria y otra al terminar el Bachillerato). Como todos recordamos, el último año de instituto (en mi caso, el COU) se centraba en prepararnos para la prueba de acceso a la Universidad que nos tocara, hasta el punto que uno de vosotros llegó a decir que el COU debería haberse llamando “Curso de Orientación a la Selectividad”. Entonces, si a lo largo de la educación no universitaria de una persona va a tener que hacer cuatro pruebas, el riesgo que se corre es que toda su educación sea una continua preparación para esas pruebas y no un proceso educativo real. Además, como las pruebas que se realizan en Secundaria y Bachillerato son eliminatorias, mucha gente va a quedarse sin poder seguir estudiando, o sea, abandonando los estudios o repitiendo hasta que las aprueben, justo lo que se dice que se quiere evitar con esta Ley.
Luego nos encontramos con que ahora se va a volver a financiar con dinero público a los colegios concertados que segreguen por sexo. Que ojo, a mí me parece genial que si los padres quieren mandar a sus hijos a un colegio en el que niños y niñas estudien separados lo hagan, eh. Pero que se lo paguen, que el dinero público debería usarse para financiar modelos educativos integradores, no los excluyentes.
Y luego llegamos a lo de la materia de Religión. Que, en primer lugar, igual habría que preguntarse si, en un país en cuya Constitución se declara la aconfesionalidad, tiene sentido que la materia de Religión (y más una materia de carácter confesional) tenga cabida en los centros educativos públicos. Que yo creo que no lo tiene. Pero es que en este caso, encima se intenta poner esa materia al mismo nivel que las Matemáticas, la Lengua, las Ciencias Sociales o las Naturales. Y, sintiéndolo mucho, no puede estar al mismo nivel, la fe no puede estar al mismo nivel que la ciencia.
Después en esta Ley se recortan competencias a las Comunidades Autónomas y se cometen otros ataques al sentido común (ataques, además, de dudosa constitucionalidad), pero este texto ya me ha salido demasiado largo.
Nos vemos.

Actualización: Al final, de cara a su tramitación se han eliminado ciertos elementos polémicos de la Ley. 

viernes, mayo 10, 2013

Mucho más que Jazz

Hola a todo el mundo:
Hay que recordar que no todo en la música va a ser dar caña. A veces hay que escuchar otros estilos diferentes a los que escuchamos habitualmente para oxigenar un poco. Y por eso, ayer, día 9 de mayo, me acerqué a ver la actuación de dos coros en la iglesia de Fátima, aquí en mi barrio, dentro del XVII Festival de Masas Corales José María Bardales, que se celebra en homenaje al carismático y querido párroco del barrio (paradigma del sacerdote obrero aquí en Gijón, hasta el punto de que mucha gente lo conocía como el “cura rojo”), tristemente fallecido el año pasado, Festival que se enmarca dentro de las XXII Jornadas Deportivo Culturales del barrio de La Calzada. Y mi interés principal estaba en escuchar al coro Más que Jazz, del que forma parte mi colega Vanesa Vez.
Y es que, como le comentaba a ella, la única manera de que me hubieran puesto más fácil lo de ver su actuación hubiera sido que cantaran en el salón de mi casa. Claro, que no estoy seguro de que a mi familia eso le hiciera mucha gracia.
La iglesia, demolida y vuelta a construir hace poco más de veinte años, estaba llena a rebosar, porque parece ser que es habitual que cuando hay actuación, mucha gente se quede después de la misa a “coger sitio”. Y fue por eso que me tocó ver las actuaciones desde bastante más distancia de la que me hubiera gustado.
El primer coro en actuar fue el Coro de Voces Mixtas del Conservatorio, dirigido por Policarpo Muñiz. Con una imagen muy sobria, este numeroso coro se decantó por un repertorio de carácter predominantemente clásico, con piezas de, por ejemplo, Mozart. La suya fue una actuación que gustó, pero que no arrancó unos aplausos demasiado entusiastas.
Y llegó el turno del coro que yo iba a ver, Más que Jazz, dirigido por Adriana C. García, un coro que lleva sólo unos pocos meses ensayando, pero que ya demuestra muchas ganas. Con una imagen más desenfadada, optaron por un repertorio más movido, como exige la música Jazz, más rítmica.
Empezaron con “Java jive”, un tema que fue introduciéndonos en su sonido, que cristalizó con “Blues and trouble”, una canción de Jazz tradicional que fue de las que más me gustó.
Con un movimiento de vaivén acompañaron la interpretación de la Bossa Nova “Más que nada”, de Menezes, la típica canción que todos conocemos pero que nos cuesta reconocer por su título, justo antes de optar por un registro más melancólico e incluso solemne al cantar “My funny Valentine”.
La directora se acerca al atril para agradecernos nuestra presencia, para decirnos qué es lo siguiente que vamos a escuchar y para presentar al bajista y al batería que les van a acompañar en los dos últimos temas de su actuación.
Entonces, vuelven a los ritmos brasileños con la interpretación de otro tema que todos conocemos, “La chica de Ipanema”, de Jobim. Y finaliza la actuación con dos canciones tradicionales asturianas, con arreglos jazzísticos hechos por la directora, que fueron “El baile” y “Qué guapa yes”, que fueron interpretadas con mucha gracia, demostrando que las etiquetas son sólo eso, etiquetas para ahorrar tiempo, pero que la música va más allá de etiquetas, estilos y prejuicios. Al finalizar, un aplauso mucho más generalizado que el que recibió el coro anterior.
He de reconocer que mi conocimiento de la música coral en general, y del Jazz en particular no es demasiado grande, pero lo que vi ayer me gustó y me llevó a considerar que, si la música sale de dentro, podemos disfrutarla igual, al margen de lo que escuchemos habitualmente.
Quizá la acústica de la iglesia no fue la mejor. Pero las interpretaciones de esa tarde sí que lo fueron.


jueves, mayo 09, 2013

Comentarios sobre la nueva legislación

Hola a todo el mundo:
La verdad, este Gobierno no hace más que darnos disgustos. Y no por nada en particular, sino simplemente porque se empeñan en enfrentarse no sólo al estado del bienestar o a los ciudadanos, sino porque ahora se enfrentan también al sentido común y a la cordura. Y eso lo estamos viendo estos días con la reforma de la Ley del Aborto que prepara Gallardón (también con la Ley que prepara Wert, pero de momento no voy a hablar de ella porque Wert ya me cansa).
Evidentemente, hablar del aborto supone hablar de temas complejos y controvertidos en los que puede haber implicaciones morales, éticas, jurídicas e incluso religiosas. Pero yo creo que es mucho más fácil y productivo acercarnos a este tema desde el punto de vista del sentido común (que, como todos sabemos, es el menos común de los sentidos).
Porque a pesar de las tonterías que estamos escuchando estos días (que si tiene que ver con ETA, que si es propio de mujeres sin educación y todas esas estupideces que dicen los mediocres que buscan sus quince minutos de fama), el aborto no es un tema baladí que se pueda abordar con superficialidad o haciendo comparaciones que no vienen al caso. Es un hecho que supone un drama para las personas implicadas en él. Y como tal hay que considerarlo.
Y, aunque el Gobierno no se acuerde, la ley actual no obliga a practicarlo. Sólo delimita el marco dentro del cual se podría practicar en caso de que una mujer se decidiese a hacerlo. Y, como bien se ha demostrado (a las cifras de la Organización Mundial de la Salud me remito), en los lugares en los que se prohíbe o en los que las legislaciones son menos flexibles, hay más muertes de mujeres debidas a que el aborto se les practica en condiciones insalubres.
O sea. Que por muchas trabas que se pongan, quien lo considere necesario como mal menor, va a seguir abortando, sólo que en lugar de hacerlo en las condiciones más apropiadas, lo hará en la “consulta” de cualquier matarife.
Y sobre los argumentos del Ministro, queda muy aparente que diga que el supuesto de la malformación del feto no es motivo de aborto, amparándose en el derecho a la vida. Pero me lo tomaría más en serio si el suyo no fuera el mismo Gobierno que ha destruido las ayudas a la dependencia que harían que la vida del niño que va a nacer fuera más digna.