Hola a todo el
mundo:
Hacía ya bastante
tiempo que no tenía ideas para escribir sobre cine, pero por fin, se
me ocurrió algo. Y es que este fin de semana, me acerqué a ver Las
brujas de Zugarramurdi, la última película de Alex de la Iglesia.
Antes de nada, tengo que dejar claro que las películas de este tío me gustan bastante, así que tal vez mi opinión no sea del todo objetiva. Porque en este caso, la peli me gustó mucho.
Antes de nada, tengo que dejar claro que las películas de este tío me gustan bastante, así que tal vez mi opinión no sea del todo objetiva. Porque en este caso, la peli me gustó mucho.
Desde un punto de
vista meramente cinematográfico, me gustó bastante más que su película, Balada triste de trompeta, que sí me había
gustado, aunque no me había parecido nada del otro mundo. Además,
mantiene el rollo cafre y divertido de sus primeras pelis, Acción mutante y El día de la Bestia, aunque sin acercarse a La comunidad,
que desde mi punto de vista es la mejor que ha rodado.
Desde el principio,
la película está cargada de referencias. En su cabecera, se
alternan figuras femeninas de todos los tiempos, desde la Venus de
Willendorf, la Dama de Elche, la duquesa de Éboli y otras figuras
más cercanas, como Merkel o Thatcher. Que, por cierto, cuando vimos
las fotos de estas últimas, todos dijimos lo mismo: “Ja, ja, mira,
esas sí que son brujas”. Pero yo creo que no aparecían por
brujas, sino que esas figuras femeninas aparecían por su carácter
sagrado o poderoso.
En lo que se refiere
a la peli en sí, lo que hace es actualizar e incluso fantasear sobre
muchos de los rasgos que se atribuyen a las brujas. Por otro lado, no
es fiel a la verdadera historia de las brujas de Zugarramurdi (que
podéis leer aquí), porque trae la acción a nuestros días.
En el desarrollo de
la película, encontramos diálogos muy conseguidos y muy divertidos,
escenas muy graciosas y unos personajes muy bien caracterizados,
hasta el punto de que a mí, el personaje que interpreta Mario Casas
me pareció de los más logrados.
No obstante, las
escenas finales, resultan un tanto confusas. Igual que pasó en
Balada triste de trompeta, da la sensación de que a Alex de la
Iglesia no le sale bien crear escenas espectaculares, parece que se
le escapan de las manos. Y la última escena a mí, personalmente, me
pareció que sobraba.
En resumen, una peli
que, pese a estas bajadas de nivel del final, es muy recomendable y
divertida. Y que, sobre todo, no es Plutón B. R. B. nero.
Si alguien quiere
saber más sobre brujas, ahí os dejo un par de referencias:
CARO BAROJA, Julio: Magia y brujería, San Sebastían, Editorial Txertoa, 1987.
CARO BAROJA, Julio: Magia y brujería, San Sebastían, Editorial Txertoa, 1987.
HARRIS, Marvin:
Vacas, cerdos, guerras y brujas. Los enigmas de la cultura, Madrid,
Alianza, 1998.
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