domingo, noviembre 30, 2008

Con las gafas de pasta 2: El regreso

Después de mis aventuras de la semana pasada en el Festival de Cine, la verdad es que no estaba muy seguro de querer volver esta semana, pero al final volví. Pero esta vez, la cosa fue bastante mejor (¡¡menos mal!!).
El viernes nos decidimos por una peli francesa, titulada Des poupées et des anges (Muñecas y ángeles), con coloquio posterior con su directora Nora Hamidi incluido. La peli, muy recomendable, va de dos hermanas, Chirine y Lya, que son francesas aunque de origen magrebí. Chirine, la mayor, sueña con ser modelo, y la película nos muestra, a través de los ojos de su hermana, cómo va intentando abrirse camino en ese mundo. Además, entre las dos hermanas se muestra un contraste muy claro, que se ve simbolizado a través de dos cosas. En primer lugar, a través de la historia que les sucedió siendo niñas cuando su padre les compró una Barbie a cada una y Chirine la guardó y deseó ser como ella, mientras que Lya la desarmó para ver cómo era por dentro, y se dio cuenta de que estaba vacía. En segundo lugar, a través del sexo. Ambas hermanas mantienen relaciones sexuales, pero las formas en las que eso se nos muestra son claramente distintas. Mientras que la sexualidad de Lya se nos muestra de manera menos explícita, no se escatima a la hora de mostrarnos la de Chirine, que es más sórdida, hasta el punto de que ésta llega a asumir como normal el hacer determinadas cosas para medrar en el mundo de la moda, incluso sin esperar a que se las pidan.
Lo dicho, una película muy recomendable.
El sábado teníamos intención de ir a ver la última proyección de cortos de la sección oficial, pero no había entradas. No obstante, en otras salas del cine había películas comerciales, que ya no eran las del Festival, así que nos decidimos por la recién estrenada La mujer rubia, que voy a comentar ahora también porque se había presentado fuera de competición en el Festival, como parte de una retrospectiva de su directora, la argentina Lucrecia Martel. Se trata de una película hecha en coproducción entre Argentina, España, Francia e Italia, con producción de Almodóvar. La peli va de una tía que cree haber atropellado a alguien y se pasa toda la película sintiéndose culpable. No está mal, quizá sea algo lenta, pero se deja ver. Aunque claro, después de lo del sábado pasado, os recomendaría hasta American Pie, pero bueno.
Con todo esto, doy por finalizados mis comentarios sobre el Festival, no sin antes deciros que si queréis echar un vistazo al palmarés definitivo de esta edición, lo tenéis en la web, y allí podreis ver que fueron galardonadas tanto Je veux voir (Premio No Ficción/Documental ex aequo con Z 32) y Des poupées et des anges (premio Enfants terribles al mejor largometraje para mayores de 12 años).
Un abrazo.

jueves, noviembre 27, 2008

Con las gafas de pasta...

La verdad, aunque el cine me gusta mucho, reconozco que mi cultura cinematográfica no es gran cosa. Mis conocimientos sobre cine clásico se reducen a haber visto dos veces Casablanca (una en versión original), a haber visto Ciudadano Kane, a que recomiendo a quien quiera escucharme que hay que ver La noche del cazador, que adoro el cine de Woody Allen y el de Akira Kurosawa y que vi varias veces las pelis de El Padrino, incluyendo la versión épica. Además, si digo que no me gusta Kubrick es porque vi bastantes de sus películas y sólo me gustó Espartaco. En lo que se refiere al cine independiente, mi conocimiento se reduce a un ciclo que hubo hace algunos años en La 2, que me sirvió para ver alguna peli interesante (Cómo ser John Malkovich, por ejemplo) y para descubrir que Lars von Trier me parece un rollista.
Todo este preámbulo viene a que, como sabéis, en Gijón hay un Festival de Cine independiente y la semana pasada tuve mi primer contacto con él (es triste decir que a mis años todavía no había ido nunca).
La cosa se inició cuando una de vosotros me dijo que le apetecía ir al Festival el viernes, y que por qué no íbamos a ver una coproducción franco-libanesa, en versión original (toma frikada gafapasta), en la que salía Catherine Deneuve, en la que además habría un coloquio con el director y que encima era gratis. "Vale", digo yo. Y allí nos dirigimos, a ver Je veux voir. Como era gratis, pensamos que podíamos entrar sin pasar por taquilla, pero no, hay que bajar a por la entrada. Cuando volvemos, encontramos que nos dieron las entradas equivocadas y que ni eran para esa sala, ni para esa peli, ni para esa sesión, ni para ese día. Pero al final nos dejaron entrar y nos dispusimos a ver la peli.
Resulta que se trata de un documental (o más bien un falso documental) sobre el Líbano que podría haber estado bien, pero que tenía varios defectos. Es muy lento, tiene diálogos que no aportan nada y muchos tiempos muertos. Si hubiera durado media hora menos quitando esos diálogos y esos tiempos muertos hubiera quedado un mediometraje soportable y ahora estaría diciendo que había que darle un Oscar al director. Pero como no, pues me quejo. Encima, en el coloquio la intérprete sabía lo justo de francés (hasta yo le pillé los fallos) y poco tirando a nada de cine (¿es mucho pedir que si trabajas de intérprete en un festival de cine tengas un mínimo barniz de cultura cinematográfica, aunque sólo sea para que no se te quede cara de póker cuando el director cite como influencia Hiroshima, mon amour?). Así que ante tal panorama, salimos huyendo.
No contento con esta experiencia, el sábado volví con otro de vosotros. No había entradas para la peli que queríamos, y fuimos a ver el encuentro con el director Cameron Jamie (un visionario, según muchos críticos), en el que se proyectarían dos de sus mediometrajes. Baste decir que la gente se iba antes de que acabara el primero, que por cierto era el más salvable, por lo menos su primera mitad. Os cuento con más detalle:
La primera peli se titulaba Jo, y duraba 42 minutos. Su primera mitad servía para mostrar de qué manera se instrumentaliza la figura de Juana de Arco en Francia desde diversos puntos de vista, que sí me pareció muy interesante. Sin embargo, la segunda parte era un concurso de comer perritos calientes, puesto al revés, supongo que para expresar lo inútil que es escribir guiones cuando basta con grabar a varios frikis comiendo perritos calientes y luego montarlo al revés. Y de la música de la peli, mejor no hablar.
La segunda película se titulaba The Neotoma Tape, y es una recopilación de vídeos de frikis montada para que dure sus buenos 57 minutos y que al sufrido espectador le parezcan una vida entera. En esta ¿película? se mezclaban tíos hablando de que han visto híbridos de perro y conejo con otros que aseguran que pueden comunicarse con los extraterrestres y algún videoclip, incluyendo uno de Nirvana que evitó que me cortara las venas a mordiscos. La posible conversación sobre esto pudo ser así (algunas cosas no se dijeron, pero podrían haberse dicho, y no indico quién pronunció las que sí se dijeron porque son totalmente intercambiables):
- Ja, ja, ja (léase "Me río por no llorar").
- Con lo bien que estaba en casa durmiendo.
- ¿Pero qué me estás contando?
- ¿Esto qué es?
- ¿Qué clase de educación le dieron a este tío sus padres?
- Está bien claro: Sus padres no lo querían, los profesores le tenían manía y sus compañeros de instituto le pegaban.
- ¿Te imaginas ser la pareja de este tío y verlo todo el día montando estas cosas?
- Este tío no tiene pareja ni la tuvo nunca, fijo.
- ¿Por qué si lo hace este fulano es Arte y si lo hacemos nosotros es para Vídeos de Primera?
Y todo así. A veces apetecía rebelarse contra todo aquéllo, levantarse y gritar algo contra tanta tontería que cabreara a la concurrencia, como "Kubrick está sobrevalorado", pero era mejor no hacerlo ante el riesgo de que se nos echara encima una horda de furibundos gafapastas con ganas de venganza contra tamaña herejía.
Antes de que pregunte alguien, no nos fuimos antes porque para criticar primero hay que conocer lo que se critica. Y tenía muchas ganas de criticar estas "obras maestras" de Cameron Jamie.
Seguro que en el Festival hubo grandes películas, pero yo no acerté con ninguna.
Un abrazo.

miércoles, noviembre 19, 2008

Ten cuidado

- Ten cuidado, tío - dijo Joey -. Creo que el diablo está muerto.
Mike soltó el pomo de la puerta y se dio la vuelta. "¿Qué está diciendo este yonki?", se preguntó. Miró al fulano que había dicho estas palabras sin sentido y lo vio sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, y con la mirada perdida y las pupilas dilatadas. También había un jeringuilla tirada a su lado y una goma todavía alrededor de su brazo izquierdo. La verdad, estaba hecho un pingajo.
- Ten cuidado, tío - repitió Joey -. Sabes que me preocupo por ti - tomó aire mientras se regocijaba en el bienestar que le producía la dosis y añadió -. Porque eres un buen amigo.
Mike salió del sucio apartamento sin decir nada. "Un buen amigo", pensó. "Sí, soy un amigo cojonudo. Nos conocemos desde que teníamos cinco años y ahora soy el que te vende la heroína. Pero eres el único al que se la llevo a casa".
Pensaba todo esto mientras salía de un edificio viejo y sórdido. Detrás de cualquiera de las puertas que se asomaban al pasillo podría estar sucediendo una escena tan patética como la del apartamento de Joey.
Mike salió a la calle y vio todo lo que odiaba de su viejo barrio: Edificios viejos, coches abandonados, chavales tirados todo el día en la calle... Un suburbio más. Por eso no le gustaba volver.
Se acercó a su coche y antes de subirse deslizó un billete en la mano del chico que se había quedado vigilándolo.
- Gracias, Mike - dijo el chaval, de no más de doce años, antes de preguntar -. ¿Seguro que no te apetece nada?
- Seguro - respondió Mike -. Lo que yo vendo es mejor.
Condujo hasta su piso en una zona elegante de la ciudad. Donde nadie recordaba que él había sido un niño hace no tanto tiempo. Donde no tenía que ir a casa de nadie, sino que eran los demás los que iban a la suya. Donde él era el que lo conseguía todo y por eso todos comían de su mano.
Llegó a la puerta de su vivienda y sacó la llave. Entonces alguien le habló.
- ¿Eres Mike Turner? - preguntó un hombre de unos cuarenta y tantos.
Mike lo miró antes de responder con otra pregunta.
- ¿Quién quiere saberlo?
Esta pregunta no tenía más utilidad que la de ganar tiempo. Si Mike Turner había durado hasta ahora en este negocio es porque sabía calibrar a la gente con una sola mirada. Y este tío no parecía peligroso. Parecía un perdedor, sí, pero no parecía peligroso. Y desde luego no era un poli.
- Un cliente - respondió el hombre.
Mike no solía vender a alguien a quien no conocía, a no ser que fuera amigo de otro buen cliente, así que quiso hacerse el loco y decirle que se equivocaba de persona, pero ese tipo añadió.
- Susie Mitchells me habló de ti. Creo que es una buena clienta tuya.
Mike la recordaba, claro. Dieciocho o diecinueve años, muy guapa, y dispuesta a cualquier cosa por una dosis; cómo olvidarla.
- Sí, es clienta mía. - dijo al fin.
Seguro de que este tío sólo quería probar algo nuevo en plena crisis de madurez, Mike le hizo pasar al piso.
- Quiero tu mejor mercancía. - dijo el hombre.
- Igual que Susie. - respondió Mike con una sorna chulesca.
Entonces Mike cometió un grave error. Dio la espalda a ese desconocido mientras buscaba en un cajón.
Comprendió su equivocación cuando sintió el frío cañón de un arma al apoyarse en su nuca y oyó el inconfundible sonido de un revólver del calibre 38 al ser amartillado.
- Susie era mi hija, cabrón - dijo el hombre -. Y murió de sobredosis por la mierda que tú le vendiste - y entonces añadió -. Tú eres el diablo. Y estás muerto.

jueves, noviembre 13, 2008

In memoriam: Rocky (2003-2008)


"Rocky ya no vive aquí".
Con ésta frase me dijo mi madre esta mañana (escribo el día 13 de noviembre, aunque este texto tardará algunos días en colgarse) que el perro había muerto de madrugada. No voy a mentir. Rocky y yo nunca tuvimos una relación especialmente cordial. A mí ni siquiera me gustan los animales. Pero bueno, me había acostumbrado a él.
Era revoltoso, bastante ladrador y en los últimos tiempos se había vuelto algo agresivo e impredecible, y ya no podíamos dejarlo demasiado tiempo solo en casa porque siempre se las arreglaba para hacer alguna pifia. Pero era la mascota de mi familia.
Y, pese a que llegó a casa de manera casual y a que nunca quisimos tener un perro, lo tratamos bastante bien. Así que no murió por estar mal cuidado, sino por la negligencia de la veterinaria, pero eso es otra historia.
Así que si alguno de vosotros va a buscarme a casa a partir de ahora, que sepa que ya puede llamar al timbre, porque ningún perro va a ponerse a ladrar, impidiéndome escuchar lo que me decís desde abajo. Y ya no va a haber ningún bicho que moleste a las visitas en mi casa.
Porque ya no hay un perro en mi casa.

martes, noviembre 11, 2008

Un paso atrás en el tiempo

El sábado cogí el autobús para ir a casa de uno de vosotros y reunirme allí con algunos de mis amigos. Y cuando me subí me encontré, sentados juntos, aunque ellos no se conocían entre sí, a dos personas que yo sí conocía. Uno era un chaval que había sido amigo mío en el colegio del que salí hace trece años. La otra, una jovencita (creo recordar que de sólo 23 años) que estudió guitarra conmigo hace mucho tiempo (dejé las clases cuando yo tenía 19 años y calculo que ella unos 15). El saludo fue muy breve, "hola" y ya está. Normal, hace mucho que no nos veíamos.
Al día siguiente subí al trastero para buscar unas botas y encontré una vieja caja de zapatos. La abrí, y dentro de ella encontré unos dibujos en papel cebolla, recortados y colocados en unos marcos de plástico para poder usarlos en un proyector de diapositivas. Esos dibujos eran para un trabajo que yo había hecho hace muchos años con el chaval que había visto la noche anterior y con otros amigos más de aquella época (afortunadamente aún me queda alguno de ellos, y creo que me estará leyendo). Traté de recordar los nombres de los chavales con los que había hecho ese trabajo y no me costó tanto como esperaba. Tal vez, dentro de otros trece o catorce años tenga más problemas para hacerlo.
Entonces me di cuenta de una cosa. A medida que crecemos, que maduramos, que nos hacemos más viejos, tenemos que elegir un camino u otro. Y a veces, eso supone dejar atrás a ciertas personas.
Por eso valoro vuesta amistad, porque no sé cuánto va a durar. Porque no sé cuándo alguno de nosotros va a cambiar su camino y vamos a estar demasiado lejos o demasiado ocupados para seguir juntos.
Un abrazo.
P. D.: Hay días en los que uno está más bajo que otros, y salen cosas como ésta. Mañana volveremos a estar a tope.

miércoles, noviembre 05, 2008

Momentos históricos

Muy buenas, queridos lectores.
Después de que el sábado este blog cumpliera dos años suelto por el ciberespacio, hoy quería comentaros un par de cosillas muy diferentes entre sí. La primera es evidente. Que en Estados Unidos ganó Obama. Se abre una nueva época que, espero, hará que nos olvidemos de todo lo malo que hizo Bush. Aparte, claro, del hecho de que estamos ante un momento histórico, sobre todo si tenemos en cuenta que en la primera mitad de los años sesenta, los negros ni siquiera podían ir a la Universidad.
El segundo tema del que os quería hablar es muy diferente. Es cinematográfico. Resulta que el lunes fui con una de vosotros a ver El niño del pijama de rayas. Y es una peli muy recomendable. Es dura y tiene un final muy triste (como una magdalena lloraba mi acompañante, fijaos lo que os digo), pero está muy bien. En cierto modo, se puede relacionar con La vida es bella, por aquello de la visión que tienen los niños de las cosas más horribles, hasta el punto de llegar a verlas como un juego.
Pero en esta película hay otra cosa que creo que pasó bastante desapercibida: el poder de la propaganda. Sí, porque resulta que la hermana del prota pasa de ser una niña repipi pero soportable a ser una nazi odiosa gracias a la propaganda a la que la somenten, y pasa de tener su habitación llena de muñecas de porcelana a tenerla llena de carteles de Hitler. Y eso creo que es algo que podemos destacar de la película.
Bueno, pues por hoy ya está bien, que tengo algo de lío. Resumiendo: recordad que empieza una nueva era e id a ver El niño del pijama de rayas.
Un abrazo.

jueves, octubre 30, 2008

Voto de pobreza

Muy buenas, queridos lectores.
Estos días me llamaron la atención dos noticias. Son las siguientes:
En primer lugar, que el hermano mayor del Papa, el sacerdote Georg Ratzinger, va a celebrar su cumpleaños con un concierto en el Vaticano que costará 100.000 euros.
En segundo lugar, que una misionera española perdió las piernas en un ataque de la guerrilla tutsi del Congo.
Si yo fuera un extraterrestre recién llegado a la Tierra, no vería relación entre las personas que protagonizan estas noticias. Sin embargo, pertenecen a la misma superestructura ideológica. A la misma confesión religiosa. Ambas personas son católicas, tienen los mismos votos (entre ellos el de pobreza...), se basan en las mismas enseñanzas y, teóricamente, creen en lo mismo.
Y sin embargo, yo no encuentro dónde está la relación entre aquél que vive entre lujo y oropeles y aquélla que ayudaba al prójimo en un lugar del Tercer Mundo.
No sé. Hay cosas que, por mucho que les dé vueltas, nunca llegaré a comprender.
Seguid cuidándoos.

martes, octubre 21, 2008

Desenterrando la verdad

Supongo que sabéis que Garzón está hablando de desenterrar a las personas que están en fosas comunes de la Guerra y la posguerra. Ahora vemos también opiniones a favor y opiniones en contra, como con todo. Así que, amparándome en la libertad que me da mi blog, voy a dar también mi opinión. Y estoy a favor, qué coño.
Lo primero que quiero decir es que desde mi humilde punto de vista, los familiares de los muertos tienen derecho a saber dónde están sus restos, tienen derecho a desenterrarlos y a darles una sepultura más digna. Creo que en eso estaremos todos de acuerdo.
Sobre otras cosas que se derivan de estas cuestiones, creo que voy a tener que servirme de la perspectiva del historiador. Así que ahí voy:
Se dice que esto es partidista, que sólo se reconoce a los muertos de un bando. Eso puede que sea verdad. Y si queremos que la cosa se haga bien, habría que desenterrar a los de los dos bandos. Pero también debemos recordar una cosa: Que puede que haya muertos del mal llamado bando nacional que estén en fosas comunes, o que fueran masacrados de mala manera o que fueran asesinados a sangre fría (era una guerra, y eso es lo que tiene). Pero esas personas fueron consideradas héroes, mártires incluso (¿cómo se llamaba hace algunos años la Plaza del Humedal de Gijón?), y los religiosos de ese bando fueron beatificados. Las familias de esas personas tuvieron pensiones. Su memoria, en definitiva, fue honrada. Pero los del otro bando, los que defendieron al Gobierno legítimo, fueron considerados traidores, nunca se rehabilitó su memoria, sus familias fueron estigmatizadas y sus juicios nunca fueron anulados (¡viva la sacrosanta Transición!).
No es venganza. No es revancha. Es justicia. Es reconocer que en una guerra ambos bandos cometen injusticias. Pero que el bando perdedor suele llevar la peor parte.

martes, octubre 14, 2008

¿Dónde está la crisis?

Puede que vaya a decir una obviedad, pero tengo que hacerlo: Hay crisis. La cosa está muy chunga, colegas.
Ahora podemos buscar culpables, y decir que es el sistema, o la ambición desmedida, o los directivos de las grandes corporaciones o el Gobierno (para el PP todo es culpa del Gobierno, ya sabéis), o lo que sea... Pero el caso es que hay crisis.
Y con toda esta movida, me encontré con cosas curiosas. Como que ahora todos los Gobiernos van al rescate de sus economías. Pero esperad un momento, que me entra una duda: ¿no nos decían no hace tanto que no era necesario que los Gobiernos metieran mano en la economía, que en el sistema capitalista no era necesario? Y mirad, ahora sí.
O lo que es lo mismo. Cuando los bancos (o las empresas en general) ganan, sus beneficios son privados, son sólo suyos; pero cuando pierden, las pérdidas son públicas, las pagamos todos. Vale, sí, ya sé que si lo bancos quiebran, los cuatro duros que tenemos en ellos se nos van al traste y nos quedamos todos en la ruina. Pero no sé, me llama la antención. Y a todo esto ¿Dónde quedaron las ganancias que atesoraron estos últimos años?
Lo que yo digo es lo siguiente: Si cuando un trabajador no es bueno en su trabajo, lo echan. ¿Podremos echar a los responsables de este descalabro para que no nos la armen otra vez? Molaría hacerlo, ¿verdad?
Seguid cuidándoos.

domingo, octubre 05, 2008

Otra vez

Reconozco que últimamente estoy muy pesado con los conciertos, pero bueno, también otras veces estoy meses sin ir a ninguno. Prometo que no volveré a escribir sobre música... hasta que vuelva a ir a otro, je, je. La cosa fue más o menos así:
Doce y veinte de la mañana del sábado día 4. Suena mi móvil. Es Miguel (alias Garry), colega del barrio de siempre, que me dice:
- Esta noche vamos a ver a Darksun. ¿Te apuntas?
Y yo, que pa' estas cosas no sé decir que no, pues me apunté. Así que anoche, nos fuimos a la sala Albéniz a verlos, yo por cuarta vez.
Acababan de sacar el disco nuevo, Libera me, hacía sólo un día o dos, así que no nos sabíamos las canciones nuevas. A ver si con las que nos sabemos de los discos anteriores "aprobamos".
Entramos a la sala y le pregunto a uno de los colegas si la chorba esa de la barra es la que fue teclista de Darksun cuando el primer disco y antes de Nörthwind. Me dicen que sí y me preguntan si me doy cuenta de quién es el tío que está con ella. Anda. Es Víctor García, el cantante de WarCry. Mola.
Nos sentamos para ver a los teloneros, La Hermandad, grupo cántabro que hacen una música deudora del sonido de Ñu, Mägo de Oz y algunos más, sobre todo por el uso del violín. No sonaban mal, pero el cantante estaba algo nervioso, por lo que nos explicó, porque era uno de sus primeros conciertos. Su música está bien, pero es algo repetitiva (y una canción tenía un estribillo que sonaba sospechosamente a Shakira...).
Terminaron su actuación y nosotros bajamos para ver de cerca al grupo principa. Y tan de cerca, que llegamos a la primera fila porque había poca gente.
Entonces, empezó lo bueno. Dani, Tino y compañía salieron con ganas de hacer un gran concierto, y de hacernos pasar un buen rato. Empezaron con "Para siempre", el tema que abre su último disco. Las primeras canciones nos dejaron algo fríos, pero no por ellos, sino porque no nos las sabíamos. Cuando sonaron "Como el viento", "Traición" o "Dentro de ti", fuimos entrando en materia. El sonido estaba muy bien, Dani cada vez canta mejor y ahora está aprendiendo a moverse en el escenario sin su guitarra, aunque todavía tiene algunas poses más propias de un guitarrista que de un cantante. Sin embargo, creo que los cambios vinieron bien al grupo. Suenan muy bien.
Fueron sonando sobre todo canciones del último disco, como "Miedo", "Huellas en la arena", "Tan lejos", "La sombra tras el cristal", pero también otras como "Prisoneros del destino", de los discos anteriores.
Un solo de batería que sirve para presentar al último fichaje, José Ojeda, que no participó en la grabación del disco, fue el arranque de los bises, que culminaron con "El legado" y "El lado oscuro".
Al final el concierto estuvo muy bien, pero quizá fue algo corto. Y todos nos llevamos algo. Maite, una de las baquetas, Nacho y yo, sendas púas del bajo, que nos dio en mano el propio Pedro (por cierto, qué púas más cutres, que no traen nada), y Miguel una de las hojas que tenían ellos en el escenario para saber qué canción va en cada momento, así que supongo que él podrá poner en su blog el repertorio en el orden exacto. Privilegios de la primera fila, je, je.
Nos vemos.

sábado, septiembre 27, 2008

Paro y Rock n' Roll

Uno de los inconvenientes que tiene estar en el paro es que de vez en cuando nos buscan movidas, de las que nos avisan mediante educadas cartas que terminan con un mafioso recordatorio de nuestras "obligaciones como demandantes de empleo y, en su caso, perceptores de subsidios". La última, ir ayer a una charla sobre un "plan experimental". O lo que es lo mismo, hacernos ir dando por hecho que estar en el paro implica no tener nada que hacer. Encima, era a las once, hora perfecta para fastidiarme la mañana entera. Además, no nos decían nada de que fuera una charla, ni nada, así que llegué para allá con mi currículum debajo del brazo, por si acaso. La carta no nos decía a qué parte del edificio teníamos que ir, de modo que me dirigí a información donde, por cierto, no había nadie. Quedaban quince minutos, así que me dispuse a esperar. Detrás de mí se fue formando una cola de tíos con hojas como la mía y cara de perdidos. Allí no aparecía funcionario alguno. En esto, me fijé en que varias mesas más allá, había una funcionaria que no hacía nada, así que me dirigí para ver si podía informarme. Muy amablemente, me dijo que yo debía subir al piso superior, información que, amablemente, transmití a los demás fulanos de la cola.
Una vez arriba, empecé a fijarme en la gente que iba al mismo sitio que yo. Tíos de mi edad o algo menos, con pinta de bakalas con pasta pero sin demasiados estudios. Una vez leí que el calzado decía mucho de la gente: allí sólo dos llevábamos zapatos. Observé que pocos llevábamos algo que no fuera la carta que nos mandaron, impresa en un folio azul. La pregunta es evidente: ¿A tan pocos se nos ocurrió llevar un currículum por si nos lo pedían? En fin...
Entramos, y entonces nos sueltan una charla sobre una fundación que, si queremos, nos daría formación para encontrar curro y que se comprometía a encontrar trabajo a al menos la mitad de los que aceptaran. La cosa parecía interesante. Pero en esto que nos dicen qué curros nos conseguirían: reponedor, mozo de almacén y cosas así, todas ellas muy respetables pero que no están dentro de mis aspiraciones actuales. De modo que pasé de la historia.
Cabreado porque había perdido la mañana, cuando salí de allí decidí bajar hasta el centro de la ciudad y pasarme por Paradiso, la librería donde suelo comprar. Pero esta vez no iba a comprar libros, sino una entrada. Una vez en el sitio, comentaba con uno de los dueños que ya había presentado la tesis doctoral el colega por cuyo libro me había interesado la última vez que había estado allí, y compré una entrada para el concierto que esa misma noche, anoche, daban la Bon Scott Band en el Casino de Asturias.
La Bon Scott Band es un grupo catalán que hacen versiones de AC/DC. Mejor dicho, hacen un concierto de AC/DC pero en pequeñito. Y ya que no voy a poder ver, al menos a corto plazo, a los AC/DC originales, fui a ver a éstos. Y lo hicieron genial. Salieron vestidos igual que los auténticos, con Ismael (guitarra solista) vestido igual que Angus y con Jordi (cantante) con una gorra igual a la de Brian.
No me suele gustar ir solo a conciertos, pero esta vez lo hice porque nadie se animaba y yo tenía muchas ganas. Tampoco sabía cómo sería un concierto en el Casino, pero bueno, tenía curiosidad. Así que para allá que fui, con ganas de Rock.
Salieron con algo de retraso, pero desde el principio, con "Thunderstruck", demostraron que iban a pasarlo bien y hacernos disfrutar. No eran sus canciones, pero las hicieron suyas, y las defendieron como se defienden las grandes canciones, al borde del escenario y con el público a pocos centímetros. "Rock n' Roll damnation", "Hard as a rock", "Shot down in flames", "If you want blood (you've got it)"... se las saben todas y las hacen bien, calcando hasta el más mínimo detalle de ellas. Así, escuché en directo una de mis canciones favoritas de AC/DC, "Dirty deeds done dirt cheap" y no pude evitar dar unos cuantos saltos. Ismael clava hasta la última nota de cada solo y hace a la perfección todos y cada uno de los movimientos de Angus Young, paso del pato incluido.
Jordi nos pide perdón por el sonido y nos dice que parte de la amplificación no llegó a tiempo. Da igual, lo pasamos bien igual.
Tocan "The Jack", y todos sabemos qué pasa entonces. Si éstos fueran AC/DC, Angus haría un strip tease, pero, ¿lo hará también Ismael? Pues claro que sí, imitando todos y cada uno de los movimientos del maestro.
- Iba a decir algo del Sporting - dice Jordi entonces- pero mejor me callo, porque, joder... vaya tela... Pero ahí seguís, con dos cojones aguantando. ¡Qué coño! Estáis en Primera, porque sois un equipo de primera, con una afición de primera y esta noche estáis siendo un público de Primera.
Sabe bien cómo ganarse al público, y tocan "Whole lotta Rosie". Después, unas campanadas nos dicen qué es lo siguiente. Claro, "Hells Bells".
Van cayendo más canciones, y si cerramos los ojos, casi podemos creer que estamos viendo a AC/DC de verdad. Cada vez falta menos para el final, y suenan canciones conocidas por todos.
Suena "Let there be rock", e Ismael se va del escenario. Pero seguimos oyéndole. ¿Dónde está? Ángel (bajo) y Freddy (guitarra rítmica) están al borde del escenario, y nos señalan al fondo de la sala. Nos volvemos, y allí está Ismael, junto a la barra. Y vuelve al escenario pasando entre el público.
La cosa toca a su fin: "TNT", "You shoock me all night long", "High voltage" y para acabar, "Highway to hell", para la que Ismael se pone unos cuernos diabólicos.
Esto es hacer música con ganas, con rabia y desde las tripas, disfrutando y haciéndonos disfrutar. Y haciéndome olvidar que los del paro me habían jodido la mañana.

martes, septiembre 23, 2008

¿Hasta cuándo?

Esta mañana fui a la piscina después de más de un mes sin ir. La verdad es que me hacía falta. Después de hacer ejercicio en general, después de nadar en particular, tengo la cabeza más despejada. Es decir, que el ejercicio me ayuda a pensar. Cuando salía de la piscina y volvía a casa, caminando por una zona del barrio que es enteramente nueva (hace diez años no era ni parecida, hace quince daba miedo y hace veinte no era más que un montón de naves industriales), recordaba que el viernes estuve en la lectura de la tesis doctoral de uno de vosotros. Una tesis espléndida, redactada, expuesta y defendida en dos idiomas (español y francés) para conseguir la mención europea. Y recordé una conversación que tuve con otro de vosotros este fin de semana sobre lo que se puede ver en la Universidad actual. Y me hice una pregunta.
¿Hasta cuándo va a durar esto? Quiero decir. ¿Cuánto va a durar esta buena racha? Ahora que ya vemos que puede haber un investigador español hablando de la Historia de otro país, ahora que todavía somos capaces de hacer tesinas y tesis leyendo en varios idiomas (latín incluido), ahora que podemos mirar de igual a igual a historiadores de otros países, resulta que el sistema educativo va a conseguir que las próximas generaciones no sean capaces de leer bien ni siquiera en su propio idioma. Y para colmo, profesores cerriles y paletos van a lograr que nadie se interese por nada fuera de su terruño. Y por eso dudo que esta buena racha nos dure demasiado.
Así, dentro de unos años, tendremos una generación de "historiadores" paletos, sin interés por nada fuera de su municipio, incapaces de leer lo que escriben otros porque no saben idiomas y, eso sí, encantados de haberse conocido y sin sentir ningún remordimiento por poner faltas de ortografía en sus artículos. Y mientras, los buenos investigadores (sí, hablo de vosotros que me estáis leyendo), tendrán que buscarse la vida fuera de España, y otros, tal vez no tan brillantes pero igualmente capaces de aportar cosas valiosas a la ciencia, tendrán que buscar otras salidas porque la investigación les estará vedada.
Vaya mierda.

domingo, septiembre 14, 2008

Los extremos... ya se sabe

El viernes día 12, una vez más, tocaba concierto. Esta vez en Oviedo, en plenas fiestas de San Mateo, y actuaban Extremoduro en el complejo deportivo de San Lázaro. Con el "uniforme de gala" (je, je), es decir, botas de montaña hechas unos zorros (por fin aparecieron), vaqueros gastados, camiseta con la calavera reglamentaria y vieja cazadora vaquera curtida en mil batallas, fui para allá con unos cuantos colegas y un par de chicas a las que me acababan de presentar. Buen Rock n' Roll y buena compañía; la cosa prometía. Además, en el blog de uno de mis compañeros de andanzas ya se ponía el repertorio más probable del concierto, así que sabía a lo que me iba a enfrentar.
Extremoduro fue uno de los primeros grupos que escuché cuando me metí en estas sendas del Rock, más o menos cuando tenía quince años, y ésta ya era la cuarta vez que iba a verlos. Después de varios años sin hacer gira y de algunos más sin material nuevo, Robe y los suyos volvían a Asturias, y no podíamos faltar. Además, venían con un nuevo disco debajo del brazo, que, como acababa de salir (de hecho, creo que éste era el primer concierto que daban desde la salida del disco), no tuvo demasiada presencia en el repertorio.
Llegamos al sitio y nos encontramos con que habían forrado el suelo para evitar que lo estropeáramos saltando. No sé qué era, pero era muy cómodo para saltar. Como es habitual antes de que empiecen los conciertos de Extremo, la música de ambiente era, sobre todo de sus colegas, es decir, Platero y Tú, Barricada (antes de que digas nada, no reconocí la canción porque estaba hablando con alguien), La Gripe (grupo fundado por el bajista y el batería de Platero cuando el grupo se separó), Memoria de Pez (los teloneros), La Inconsciencia de Uoho (o sea, el grupo de todos los músicos de Extremoduro, salvo Robe, en el que canta el tío de Memoria de Pez)... además de AC/DC y Aerosmith (sí, ésos que tú confundiste con Guns n' Roses, je, je).
Entonces salieron al escenario Memoria de Pez, como dije antes, el grupo en el que milita el cantante con el se juntan todos los de Extremo menos Robe para no aburrirse. Con un estilo muy parecido al de los extintos Platero y Tú (incluso en la voz del tipo, que se parece a la de Fito), se ganaron a un público predispuesto hacia los colegas del de Plasencia.
Cuando terminaron, el escenario fue cubierto no por un telón, sino por tres más estrechos, y tras una espera indecentemente larga, sonó una intro que nos decía que aquello ya era inminente. El telón central cayó y vimos a un Robe con la misma cara de colgado de siempre, armado con su guitarra y dispuesto a empezar a cantar "Deltoya". A mí no me convencía esta canción para empezar, pero debo reconocer que no estuvo mal. Cuando, tras dos versos se produjo el cambio a un ritmo más cañero, los dos telones laterales cayeron y vimos a todo el grupo salir a darlo todo. Continuaron con "Sol de invierno", "Historias prohibidas", "Golfa", y el fragmento inicial del último disco, La ley innata, momento en el cual el escenario fue iluminado por unas luces que imitaban la caída de la lluvia (la misma que amenazó durante toda la noche).
Robe se movía más que de costumbre, pero estaba muy poco comunicativo, incluso borde. Siguieron con "Buscando una luna" (que incluye versos de Machado), "La vereda de la puerta de atrás", "Quemando tus recuerdos", "De acero", y un cachito de "Pedrá" (que originalmente dura media hora y ya se vio en la última gira, allá por 2004, que el público no responde bien si la tocan entera). Entonces llegó el momento malo de todos los conciertos de Extremoduro: el "intermedio". Tienen la mala costumbre de dejarnos, según ellos, quince o veinte minutos de descanso, en la realidad, casi media hora, que no nos sirve más que para perder el hilo y hacer que se nos enfríe el sudor. Lo bueno es que siempre vuelven con las canciones más cañeras.
Así, a la vuelta tocaron "Papel secante", "Sucede" (que empieza con un verso de Pablo Neruda), "Amor castúo", "Standby", la durísima "A fuego" (que hubiera sido perfecta para empezar, como en la gira de Yo, minoría absoluta), "Central nuclear" (que no me gusta una mierda, pa' qué os voy a mentir), "Pepe Botika", "So payaso" (que, como diré más tarde, podríamos dedicarla a ciertos capullos que había por ahí sueltos) y "Jesucristo García", en la que a Robe se le fue la letra en un momento y en la que incluyeron un solo antes de la segunda estrofa que resultó más largo de lo recomendable y que hizo que nos planteáramos si realmente era Robe el que tocaba la guitarra y no Uoho o el tercer guitarrista que, sospechosamente, estaban "escondidos" en la parte de atrás del escenario, en lo "oscuro". Terminaron este tramo del concierto con "Puta", en la que meten versos de Lorca y se fueron. En los bises, como sospechábambos, "Salir", "Ama, ama, ama y ensancha el alma", y para acabar, la coda con la que termina "Autorretrato". Después, todo el grupo se despidió de nosotros, salvo el borde del Robe.
El balance final fue bueno, aunque faltó algo más de interacción con el público. Se les ve en forma y con ganas, pero no puedo decir que fuera el mejor concierto de ellos que he visto. Lo hicieron bien, pero otras veces lo hicieron mejor.
La pega fue que, como muchas veces, a nuestro lado había algunos imbéciles que nos molestaron más de la cuenta. Cuando uno va a un concierto, lo normal es saltar, puedes chocarte con los colegas o con los de al lado si ellos hacen lo mismo y no lo haces con demasiada mala uva. Pero nos molestó que los de al lado saltaran con las rodillas o los codos por delante contra todo lo que estuviera cerca. Desde mi punto de vista, a esa peña no les gusta la música, porque al final no se enteraron de nada del concierto. En segundo lugar, son unos niños de papá a los que les pagaron la entrada, porque los conciertos ahora son caros (¡qué tiempos aquellos cuando los conciertos de San Mateo costaban quinientas pelas!), y quien sabe lo que cuesta ganar ese dinero o ahorrarlo para el concierto quiere enterarse de algo de lo que suena. No me importa hacer pogos contra la gente, es más, me gusta, pero tener que vigilar con el rabillo del ojo al colgao de al lado por si en una de éstas me solmena una coz, me repatea un poco. Éstos cabrones son los que dan mal nombre a los que nos gusta el Rock n' Roll.
Y dicho, esto, hasta la próxima, no sin antes deciros que ya tenéis la última entrega de Sombra y Luz. Se acabó, espero que os gustara.

miércoles, septiembre 03, 2008

¡¡Cuánto vicio!!

La verdad, no pensaba sentarme a escribir tan pronto. Pero es que a veces me obligan, carajo. Resulta que hoy salió la polémica con las Fiestas del Portal, de Villaviciosa (curioso nombre para el concejo, sobre todo teniendo en cuenta el temita del que voy a hablar). Y la polémica se relaciona con el cartel. Con este cartel:



Su autor es Noe Tuero, y, por cierto, no cobró nada por hacerlo. Se basó para hacer este dibujo en los relieves de un par de iglesias románicas del concejo (San Juan de Amandi y Santa María de la Oliva), y ahora, resulta que hay que retirar el cartel porque dicen que es pornográfico. Sí. Pornográfico. Y para encima, en el cartel nuevo, el que sustituye a éste, sale una foto del Ayuntamiento de la villa, pero de antes de retirar los símbolos franquistas.
Ahora, parémonos a pensar en estas cosas un momento. Se trata de un cartel de las fiestas. Un cartel que, normalmente, nadie se va a parar a mirar de manera detallada. Que no va a quedar en el subconsciente de ninguno de nosotros. A mí me parece un cartel horroroso, pero no me parece que sea tan ofensivo como dicen, la verdad.
No sé. A veces me pregunto hacia dónde va nuestra sociedad si nos preocupamos de cosas como éstas. Si lo que en cierta serie de la tele llamaban "mirada sucia" de ciertas personas va a hacer que tengamos que censurar estas cosas, mal vamos.
Os hago una apuesta. Ya veréis, y yo lo contaré aquí o tal vez para entonces en una página web propia, cómo dentro de unos años, cuando yo sea profesor de instituto y me toque dar Historia del Arte de 2º de Bachillerato (o de COU o de como coño se llame entonces), habrá quien quiera objetar de la asignatura porque en ella se estudian cuadros y esculturas de gente desnuda. Y encima, algunos de esos desvergonzados dibujos representan a dioses paganos.
Y lo harán diciendo que mientras sigamos estudiando Arte, estaremos abocados al infierno.
La madre que los parió.
Nota: Para que veáis que lo que cuento es verdad, ahí tenéis la noticia.
Nota 2: Penúltima entrega de Sombra y Luz. Esto se acaba.

domingo, agosto 31, 2008

Corazón de Rock n' Roll

- Mamá, ¿dónde están mis botas?
- En el trastero. Las guardé allí porque no creo que por el verano te sean muy útiles.
- Pues nada, tendré que subir a buscarlas.
(Un rato después...)
- Nada, no las encuentro, voy de zapatillas.
¿A qué venía esta conversación? - puede que pregunte alguien.
Pues esta conversación (que no es más que un intento de desmitificar al rockero, je, je, que hasta Ozzy Osbourne tuvo padres) la tuve ayer con mi señora madre, y viene a que anoche, la noche del 30 de agosto, había concierto y quería ir... elegante. Tocaban La Fuga en el Parque de La Paz de Lugones (al lado de Oviedo, pero en el concejo de Siero).
Así que, con calaveras en mi pecho, me dirigí con mis colegas al lugar.
Tenía algo de miedo por ver cómo sería la actuación. Ha pasado mucho tiempo desde que los de Reinosa eran unos chavaletes con ganas de tocar Rock y de disfrutar. Desde entonces han ganado en experiencia y se han pasado al lado más comercial (más mainstream, que dirían los pedantes) de la música, con todo cuanto de bueno y de malo tiene eso. Por ello, no estaba seguro de que Rulo y los suyos hicieran un concierto duro. Pero había que estar allí.
Además, por primera vez y sin que sirva de precedente, no llovió en los conciertos de Lugones, lo cual es bueno. Pero había llovido por la tarde, de modo que aquello estaba muy embarrado. Y así acabamos, claro.
A las once y veinticinco se subieron a las tablas los teloneros, Pablo Valdés & The Crazy Lovers, con su música de corte norteamericano y clasicote, ideal para disfrutarla con un Jack Daniel's en la mano en un garito de Nueva Orleans. Con muchas ganas, trataron de calentar el ambiente de la mejor manera que pudieron, pero se enfrentaron a lo mismo a lo que se enfrentan todos los teloneros: a un público que no es el suyo, que no tiene interés por su música y que, con bastante mala baba, los insultaba y les decía que se fueran a su casa. Pero yo os digo que son muy recomendables.
Mientras se desmontaba la batería de Pablo Valdés & The Crazy Lovers y se preparaba todo lo necesario para la actuación de La Fuga, por los altavoces sonaban canciones de AC/DC y alguna de Iron Maiden. No sabía que esa música de ambiente era toda una declaración de intenciones (además, fijo que mucha gente de la que estaba allí no iba a escuchar esas canciones en otra ocasión, así que es bueno que se culturicen, je, je).
Y entonces, a eso de las doce y media o la una menos algo, las luces se apagaron, el escenario se fue inundando de luz violeta y sonaba como intro una música que mi colega Boni identificó como la de la peli Gladiator. Entonces, "Desde Reinosa (...) La Fuga", dijo Rulo, y dio comienzo un concierto de ROCK con mayúsculas, con cuatro tíos subidos al escenario, con muchas ganas de pasarlo bien y de hacer ruido.
Empezaron con "Los Molinos", para seguir con "En vela" y "Despacito". Fueron cayendo temas como "Los de siempre", "Majareta", "El manual",... sin concesiones, sin parar, con rabia, tocando Rock n' Roll desde las tripas, con los músicos saltando, corriendo por el escenario y, sobre todo, disfrutando. Como hacen los grandes. Ganándose al público.
"Jaleo", "No sólo respirar", "Pa' volar", "Trampas al sol",... No paran, disfrutan y nos hacen disfrutar, saltamos, cantamos, gritamos. Momento intimista con la balada dedicada a la ciudad de Buenos Aires, "Capital Federal", interpretada por Rulo solo en el escenario con la guitarra acústica.
"Hasta nunca", "Sueños de papel", "Nunca mais", "Miguel", "Por verte sonreir", "Balada del despertador"... En algunas, Rulo cambia la letra un poco y, con mucha buena voluntad, intenta cantar en asturiano, lo cual sirvió para que las tipas que estaban detrás de mí (que por cierto, antes habían insultado a los teloneros) se rieran de él. Primera despedida con "Pedazo de morón" y se van del escenario.
La primera tanda de bises fue con "Buscando en la basura", "Baja por diversión", y para despedirse por segunda vez, la versión de Los Calis, "Heroína". La gente se iba, pero es absurdo... ¿Cómo van a acabar con una canción de otro grupo? Además, falta un tema, coño. Los que los escuchamos desde hace tiempo lo sabemos. ¿Cómo nos van a dejar sin escuchar...?
"P'aquí, p'allá", por supuesto, con ésa volvieron y con esa se despidieron. Y antes de irse, ya después de soltar los instrumentos, empezaron a cantar el "Asturias, patria querida", para que la siguiéramos nosotros. Y lo hicimos, claro, mientras ellos escanciaban sidra en el escenario. Y cuando salíamos, por los altavoces sonaba "Hells Bells" de AC/DC...
Y por eso titulo este texto "Corazón de Rock n' Roll", porque eso fue lo que hicieron, Rock de verdad, sin concesiones, con ganas y dispuestos a comerse el mundo. Dispuestos a divertir y a divertirse, y así se hace un buen concierto.
Y ahora, id a ver el nuevo capítulo de Sombra y Luz, que ya hay uno nuevo.

viernes, agosto 29, 2008

Nos venden la moto... y nosotros nos dejamos

El otro día, leí un artículo en El País que me hizo pensar. Concretamente éste. Lo que dice sobre la demagogia en Italia, unido a una conversación que tuve días después y a algunas de las cosas que se dijeron durante el coloquio que siguió a mi charla del día 20 (lo bueno de las charlas sobre Historia Contemporánea es que dan pie a debates muy interesantes, en los que un tema puede llevar a otro y así acabar hablando de algo muy diferente al tema principal), me llevaron a plantearme una cuestión interesante: La facilidad con la que se puede dirigir la opinión a través del control de los medios de comunicación.
Es decir. La capacidad que tienen ciertas personas para decirnos qué tenemos que pensar. En el caso de Italia, es evidente lo que se ha conseguido: Que en un país con crisis económica, paro, crimen organizado, corrupción y hasta problemas con la recogida de basuras en Náploles, se asuma que la culpa es de los inmigrantes y de los gitanos. Parece sacado de un episodio de Los Simpsons, pero es verdad. La culpa de la corrupción no la tienen los políticos, la culpa del crimen organizado no la tienen los mafiosos y camorristas, el paro no deriva de la crisis y ésta de la situación económica internacional. No. La culpa de todo, la tienen los inmigrantes.
¿Cómo se ha llegado a asumir algo así? Pues a través del control de los medios de comunicación que tiene el colega Berlusconni. Si repite muchas veces en sus noticiarios que la culpa es de los de fuera, la gente lo acabará creyendo. Igual que cuando en la Cadena COPE se dicen muchas tonterías sobre el Gobierno actual. Al final, quien lo escucha se lo acaba creyendo (y de ahí salen muchas opiniones que se ven en los comentarios de las noticias en los diarios digitales).
De todo esto se deriva una conclusión interesante: La información es poder, así que si alguien controla los medios, como hace Berlusconni, consigue acumular todo el poder en sus manos. Y de esa manera, logra que la gente acepte lo que él quiere, que le elijan sistemáticamente pese a todo y que acepten sus intentos de blindarse y de perpetuarse en el poder.
Interesante, ¿no os parece?
Por cierto, sobre este tema ya han hablado antes personas que sabían más que yo, y así os recomiendo la lectura de Cómo nos venden la moto, de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet.
Y otra cosa: Cada vez queda menos para el final de Sombra y Luz. A ver qué os parecen los últimos capítulos...

jueves, agosto 21, 2008

La charla

Muy buenas, queridos lectores.
Como os dije hace unos días, ayer día 20 di una charla titulada "La Transición: Mito y realidad", en el CSOA La Reflexón. La verdad, no tengo más que palabras de agradecimiento a los compañeros del lugar por lo bien que me trataron y por todas las facilidades que me dieron de cara a soltar el rollo. Tampoco puedo dejar de elogiar el trabajo tan enorme que están haciendo con la recuperación del viejo edificio. La charla quedó (modestia aparte) bastante bien, estructurada, clara y, espero, didáctica, y en el coloquio de después la gente participó mucho y casi todo el mundo tuvo algo interesante que decir o que preguntar.
Ahora, os dejo el texto que elaboré de cara a hacer la charla; aunque os dije que no lo colgaría, al final me atrevo a hacerlo. En primer lugar, quiero aclarar que no tiene mucho que ver con lo que dije. Como sabéis, una cosa es escribir y otra diferente hablar, así que en el texto están los datos y en la charla lo que hice fue explicarlos de forma más clara, menos técnica y, sobre todo, más amena. En segundo lugar, es necesario decir que no soy experto en el tema, así que puede que haya algún fallo; espero que seáis benevolentes con las críticas. Otra cosa: el texto tiene seis páginas, así que al colgarlo aquí saldrá algo largo. Por último, es necesario recordar que la charla la di en una casa okupada, así que incluí cosas que en otras circunstancias no habría incluido. Espero que os parezca interesante. Si no, tendréis que esperar al siguiente texto, je, je.
Otra cosa: Resulta que ayer
La Voz de Asturias colgó la noticia de que se iba a dar esta charla. La pena es que ponen mal mi segundo apellido (la madre que los parió). Miradlo aquí.
Ah, se me olvidaba: Entrad de una vez en Sombra y Luz, leñe, que me tenéis esa historia abandonada, je, je.

LA TRANSICIÓN: MITO Y REALIDAD

INTRODUCCIÓN

Con la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 se inicia en España el proceso de Transición a la democracia, que se caracteriza por que fue el cambio de régimen más largo y complejo de la Historia Contemporánea de nuestro país. Además, presenta una serie de peculiaridades que diferencian a la Transición española de las llevadas a cabo en otros países de nuestro entorno inmediato y de Latinoamérica. A lo largo de esta ponencia vamos a explicar cómo se llevó a cabo el proceso de Transición, deteniéndonos en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Nos detendremos en este punto y no en la fecha que tradicionalmente se acepta como final de la Transición (la victoria electoral de Felipe González en octubre de 1982), porque consideramos que el golpe tiene la relevancia suficiente como para que nos sirva para marcar un punto final claro.

¿QUÉ ES LA TRANSICIÓN?

Con la palabra “Transición” nos referimos al cambio institucional que supuso el paso de una dictadura a un sistema plenamente democrático. En el desarrollo de este proceso, iniciado con la muerte del dictador, se produjeron una serie de hitos que explican la complejidad de la Transición española, porque no sólo fue necesario llevar a cabo un completo cambio en las instituciones del Estado, sino que también hizo falta conseguir un cambio en la manera de pensar de los españoles, para conseguir que aceptaran la necesidad de toda esta transformación.

EL PROCESO DE TRANSICIÓN

El proceso de Transición a la democracia se inició dentro de los cauces de la Dictadura. En efecto, Franco había nombrado a Juan Carlos de Borbón como su sucesor, de manera que al asumir éste la Jefatura del Estado, sólo estaba cumpliendo las órdenes del dictador. Sin embargo, estaba claro que el principal interés del nuevo rey iba a ser el de iniciar el proceso de Transición a la democracia, que ya se presentaba como una necesidad si se quería que España entrara a formar parte de ciertas organizaciones internacionales, ya que por ejemplo la Comunidad Europea exigía que los países que formaran parte de ella fueran democracias consolidadas.

Evidentemente, como los partidos políticos aún no estaban legalizados, los primeros en asumir responsabilidades en este nuevo Gobierno fueron antiguos altos cargos del Gobierno franquista. Así, el primer Presidente de la democracia fue el mismo que ya había sido nombrado Presidente por Franco, Arias Navarro, de modo que lo único que hizo el rey fue ratificarlo en un cargo que ya le había dado el dictador.

Durante estos primeros momentos de democracia, se intentó que España mejorara su imagen de cara al exterior, mediante una serie de medidas aperturistas que sirvieron para que ciertos sectores provenientes del Franquismo se mostraran contrarios a este nuevo Gobierno. Además, en estos primeros meses se produjo una agitación obrera espontánea que buscaba desestabilizar al Gobierno.

La agitación obrera no tenía motivaciones políticas reales, y además dio lugar a una represión dirigida por Manuel Fraga que restó credibilidad al Gobierno y sirvió para que la oposición fuera consciente de la necesidad de unirse para reclamar cambios. Esta unidad de la oposición democrática sirvió para que se rebajara el nivel de las exigencias al Gobierno, porque si se pedían menos objetivos era más fácil obtenerlos, y también para que se optara por la negociación antes que por la movilización de las masas.

El fracaso de su intento de legalizar los partidos políticos debido a la oposición de los antiguos mandatarios franquistas, llevó a que Arias Navarro se viera obligado a dimitir en julio de 1976, tras lo que asumió el cargo Adolfo Suárez. Cada vez estaba más claro que la población no quería cambios revolucionarios, sino que prefería cambios más lentos que permitieran un aumento de las libertades y una equiparación a la situación de otros países europeos, y ése fue el proyecto que asumió Adolfo Suárez, iniciando lo que podríamos llamar una “revolución desde arriba”.

De este modo, se inicia la reforma política de la mano de Adolfo Suárez, con la concesión de la amnistía a los delitos de asociación y opinión, lo que ya era un paso de cara a la democratización del país. A la vez, se reconoce la pluralidad de los pueblos que forman España, se reconocen las libertades de expresión y sindicación, y se reconoce la posibilidad de convocar elecciones.

La legalización de los partidos estaba cada vez más cerca, pero el terrorismo de grupos de diversa ideología (ETA, GRAPO, y grupos de extrema derecha) produjo una situación de crispación política que perjudicaba las posibilidades de legalización de todos los partidos en general y del Partido Comunista en particular. Sin embargo, en abril de 1977 se consiguió la legalización del partido, a pesar de la dimisión o las protestas de ciertos altos mandos militares, y a pesar de la oposición de Manuel Fraga, para quien fue un verdadero “golpe de Estado”. La legalización del Partido Comunista, el principal partido de la oposición y el mejor organizado, demostraba una verdadera intención de conseguir el cambio social. A finales de este mismo mes se legalizaban los sindicatos y desaparecía la Organización Sindical Española, único sindicato permitido durante la Dictadura.

Después de la legalización de los partidos políticos, en junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones libres, a las que se presentaron una gran cantidad de partidos políticos de toda índole. Las elecciones fueron ganadas por Adolfo Suárez y su partido UCD, sobre todo gracias a su control de los medios de comunicación y al respaldo de los grandes bancos. Otros partidos que obtuvieron representación fueron el Partido Socialista (dirigido por Felipe González), Alianza Popular (de Manuel Fraga), el Partido Comunista (de Santiago Carrillo, que obtuvo muchos menos escaños de los esperados), y algunos partidos nacionalistas moderados, como Convergencia Democrática de Cataluña (de Jordi Pujol) y el PNV. Es interesante destacar que los partidos de extrema derecha vinculados al Franquismo no obtuvieron representación parlamentaria.

Este primer Gobierno democráticamente elegido tuvo dos actuaciones de peso. En primer lugar, los llamados Acuerdos de la Moncloa, entre el Gobierno y los agentes sociales, orientados a conseguir una mejora de la situación económica y social. Esta mejora era necesaria debido al aumento del paro, a la inflación y a la falta de inversiones. Además, sirvieron para promover un programa de cambios de carácter jurídico y político, orientados por ejemplo a establecer reformas en el Código Penal. Estos Acuerdos, que deberían haberse llevado a cabo con la patronal y los sindicatos, al final se hicieron con los partidos de la oposición, sobre todo el PCE y un sorprendentemente radical PSOE. No obstante, sindicatos como Comisiones Obreras propusieron medidas para contribuir al saneamiento de la economía.

Pero la actuación más relevante de este primer Gobierno fue la redacción de la Constitución, la ley fundamental del Estado. Para su redacción se buscó el consenso entre los partidos, lo que llevó a que fuera necesario dedicar mucho tiempo a elaborarla. Además, es un texto muy largo en comparación con las Constituciones de otros países debido al interés por recordar el pasado dictatorial. En ella se reconoce además la existencia de diferentes nacionalidades dentro del Estado, diferenciando entre las nacionalidades históricas (las que tuvieron Estatutos de Autonomía en la Segunda República) y las demás. Desaparece así el centralismo franquista y aparece el Estado autonómico.

Pero también hay algunas incongruencias en el texto, porque por un lado se dice que los españoles son iguales ante la ley (artículo 14), pero también dice que la figura del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad (artículo 56.3); dice que el Estado es aconfesional, pero también se incluye la mención a la Iglesia Católica (artículo 16.3).

1978 fue también el año en el que se intentó llevar a cabo un golpe de Estado preparado por algunos mandos militares y políticos de extrema derecha, que fue abortado antes de llevarse a cabo. Sólo fueron juzgados por su participación en él unos pocos implicados, que fueron condenados a penas irrisoriamente bajas.

En marzo de 1979 se celebraron las segundas elecciones libres. En ellas hubo una participación escasa, debido a lo que se conoce como “desencanto”, que se debe a la sensación que tenían los ciudadanos de que la situación no mejoraba debido a la mala situación económica y al terrorismo. Además, la campaña fue muy dura y demostraba que el consenso entre partidos estaba desapareciendo. Volvió a ganar la UCD pero sin lograr la mayoría absoluta. La principal novedad fue que partidos nacionalistas más “radicales”, como Esquerra Republicana de Catalunya consiguieron representación.

Un mes después se celebraron las primeras elecciones municipales, que mostraron un gran crecimiento de los partidos de izquierda. Con estas elecciones, la democracia llegó también a los ayuntamientos, de manera que se desarrollaron planes urbanísticos, se racionalizó la circulación e incluso se recuperaron fiestas populares.

Sin embargo, la situación del Gobierno de Adolfo Suárez era bastante mala, tenía en su contra al ala derecha de su partido, el paro seguía creciendo y en 1980 se llegó al momento de mayor intensidad de la actividad terrorista, con grupos de extrema derecha (Guerrilleros de Cristo Rey y Alianza Anticomunista), de extrema izquierda (GRAPO) e independentista (ETA). Surgen también los primeros grupos armados ilegales para luchar contra el terrorismo, el llamado Batallón Vasco Español y después, en 1983, el GAL. Además, leyes como la del divorcio sirvieron para restar apoyos al Presidente.

Además, una serie de decisiones internacionales, en relación con la entrada en la Comunidad Económica Europea, con la revisión de los acuerdos con el Vaticano, con la entrada en la OTAN o con la posición ante la Guerra Fría dieron lugar a problemas ideológicos dentro del partido gobernante. Parecía que Suárez ya no era visto como capaz de resolver los problemas del país y carecía de apoyos. Por eso, él decidió dimitir el 29 de enero de 1981. Tres semanas más tarde, el 23 de febrero, el día que iba a ser investido Leopoldo Calvo Sotelo como nuevo presidente, 300 guardias civiles irrumpen en el Congreso con la intención de dar un golpe de Estado.

Sobre el golpe todavía quedan muchas incógnitas, ya que hay cuestiones que no se han investigado. Se sabe que el ejército tuvo mucho que ver en él, aunque sólo algunos mandos de la época de Franco vieron empeorar su situación (sin embargo, la situación general del ejército había mejorado), y a pesar de que no se habían llevado a cabo reformas demasiado profundas. Si el ejército conocía la posibilidad del golpe de Estado, es posible que también el servicio secreto (el CESID) tuviera conocimiento de la existencia de la trama, de manera que incluso el Gobierno podría haber sabido algo. Tal vez no se plantearon medidas para evitarlo porque no se creía que realmente fuera un peligro potencial.

Algunos militares que habían dimitido al legalizarse el PCE, así como políticos de extrema derecha estaban integrados en la trama. La intención de los golpistas era mantener el “legado de Franco” intacto frente a las reformas democráticas. En realidad, dentro de la trama había varios grupos que buscaban cosas distintas, de manera que el golpe al final fue una confusa mezcla de proyectos que estaban destinados al fracaso porque no eran compatibles entre sí.

Temiendo las posibles represalias que pudiera haber si el golpe triunfaba, en las sedes sindicales y de partidos se destruyeron los registros de afiliación, llegando incluso a atascar retretes al hacerlo.

Los golpistas esperaban el apoyo del rey, pero éste condenó el golpe de Estado en un mensaje televisado. Los partidos políticos también lo condenaron. Días después, la población salió a la calle a manifestarse en defensa de la Constitución convocados por los partidos. El desencanto había desaparecido.

¿QUÉ HACE DIFERENTE A LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA?

Desde nuestro punto de vista, hay varias cuestiones que deben ser destacadas en lo que se refiere a la Transición en España, y que la diferencian de los procesos de transición de otros países. En primer lugar, que ningún miembro de los Gobiernos franquistas tuvo que responsabilizarse de sus actos, a diferencia de lo que sucedió en otros países donde al finalizar las dictaduras se llevaron a cabo juicios contra los responsables. En relación con esto, está el hecho de que no se invalidaron las sentencias de los tribunales franquistas. Por último, también es destacable el hecho de que nunca se llegó a ilegalizar al partido único de la dictadura; en efecto, la Falange, aunque apenas tiene repercusión en la vida política española, sigue existiendo y es perfectamente legal, aunque no reconoce el sistema democrático.

¿Significa esto que la Transición española no es más que una “ley de punto final”? En absoluto. Simplemente queremos destacar el hecho de que es un proceso que, si bien fue muy complejo, no llegó a terminarse del todo, ya que se dejaron algunas cuestiones sin tratar. No queremos decir con esto que la Transición fuera mala, sino simplemente que fue algo incompleto. Y en relación con este carácter incompleto podemos entender la recientemente promulgada Ley de Memoria Histórica, que buscaría entre otras cosas tratar algunas de estas cuestiones.

EL PAPEL DEL REY

La figura que vertebra toda esta etapa que conocemos como Transición es la del rey Juan Carlos. Pero debemos ser conscientes de una serie de cuestiones en relación con este personaje. En primer lugar, que fue nombrado por Franco, lo que hace que sea el sucesor de un dictador. En segundo lugar, que su carácter de inviolable hace que choque con la supuesta igualdad de todos los españoles ante la ley. Además, es indudable que su figura es casi intocable en nuestro país, ya que él y su familia jamás son cuestionados por los medios de comunicación.

Otras cuestiones, como su participación supuestamente accidental en la muerte de su hermano, o su hipotética participación en la gestación del golpe de Estado son motivos de polémica pero no es éste el momento de tratarlas debido a que no están debidamente investigadas, ni creemos que vayan a estarlo debido a ese carácter de inviolable que tiene su figura.

domingo, agosto 17, 2008

Cuadernos de viaje: Mérida (segunda parte)

VIERNES 15 DE AGOSTO
Continuando con el relato de mis andanzas emeritenses, el viernes me levanté y después de la ducha fui a desayunar al mismo sitio que el día anterior. Después, decidí acercarme hasta la Basílica de Santa Eulalia, el único lugar verdaderamente interesante que no había visto la vez anterior que había estado en Mérida. Por cierto, está a sólo quince minutos del hostal. Se trata de un sitio muy interesante, ya que la basílica está construida sobre unos restos antiguos, y para verlos hay que bajar hasta la cripta. Pero no se tarda demasiado en verla, en media hora ya estaba fuera. Por eso, decidí buscar qué hacer hasta la hora de comer. Se me ocurrió buscar por última vez el Museo de Geología y Prehistoria y, oh sorpresa, conseguí encontrarlo. Está en la calle de John Lennon. Pero, vaya por dios, resulta que como el 15 de agosto es fiesta, no estaba abierto. Debe de ser el único sitio de Mérida que cierra. Coño.
Como todavía eran las doce de la mañana, se me ocurrió ir caminando hasta la estación de autobús, para aprenderme bien el camino por si el sábado no encontraba un taxi para ir a la estación. No está demasiado lejos, se llega en veinte minutos. Regresé al hostal, y fui a comer algo.
El resto de la tarde la dediqué a descansar y a pasear, y también a comprar un regalito para mi abuela (una reproducción de una lucerna, o sea, una lámpara romana hecha de terracota, que funciona con aceite). Después de cenar, pregunté a los camareros del mesón si sabían qué recorrido seguía el pasacalles que se iba a hacer esa noche, a cargo de Samarkanda Teatro. Difícilmente podrían decirme por dónde iba a pasar, porque no tenían ni puta idea de que iba a celebrarse. Enteradillos los chavales.
Usando un poco la lógica, sabiendo que salía de la plaza de España y que llegaba hasta el teatro, callejero en mano, busqué el camino más fácil. Y acerté. Me lo encontré por una calle paralela a la del hostal y lo fui siguiendo hasta que llegó a la plaza donde está el teatro. Y allí estaba montado un escenario, donde empezó un espectáculo de danza con música en directo, en el que se mezclaban fragmentos de la obra de teatro que se está representando estos días en Mérida. Fue impresionante.
Después, al hostal, que hay que hacer el equipaje y acostarnos pronto, que mañana madrugamos. Por cierto, truco que desarrollé en los viajes de estudios del instituto: Si compráis algo delicado (en este caso, el regalito para mi abuela) y no queréis que se rompa en el viaje, podéis meterlo en el equipaje de mano (en mi caso, en mi fiel mochilita) envuelto en las camisetas que usasteis durante el resto del viaje. No es muy higiénico, pero os aseguraréis de que no se rompe.

SÁBADO 16 DE AGOSTO
Una vez más, mi reloj biológico me impidió dormirme. De hecho, desde las dos de la mañana me fui despertando cada hora. De esta manera, me levanté a las siete de la mañana. Me duché, recogí mis trastos y dejé la habitación. Llamé a las dos compañías de taxis de Mérida y, la madre que los parió, no me cogieron el teléfono. Bueno, es temprano, el bus no sale hasta las nueve, puedo ir andando. Además, es como si fuera haciendo una ruta turística:
"Si bajamos por la calle del hostal, a su derecha verán el pórtico del Foro, la plaza pública de la Mérida romana. Un poco más allá, también a su derecha, el llamado Templo de Diana. Si caminamos hasta el final de la calle, encontraremos la Alcazaba (fortaleza) de época musulmana (Mérida fue ocupada por los musulmanes en el año 713). En ella se encuentra ahora la Presidencia de la Junta de Extremadura. Vamos a rodearla, venga, venga, no se me despisten.
Justo detrás, tenemos el puente romano, y, en el centro de la rotonda que queda a la derecha, una réplica de la escultura de la Loba Capitolina amamantando a Rómulo y Remo, donada recientemente por la ciudad de Roma a su pequeña réplica. No, no se metan por el puente romano. Vamos a seguir aguas arriba hasta el puente siguiente, el Puente Lusitania.
Antes de meternos por él, miren a su derecha. Verán un edificio muy moderno, que sirve para conservar otros restos de época musulmana. Ahora sí, métanse por el puente. Venga, venga, sigan caminando. Ahora, justo cuando lleguen al final del puente, verán la estación de autobuses. Aquí acaban mis servicios como guía."
Llegado a la estación, comí algo, leí el periódico (y en él me enteré de que el miércoles habían tocado Extremoduro, si lo llego a saber, voy) y me subí al bus. Otras diez horas viajando, con conductores de chirigota. El primero, llevaba puesta una emisora de coplas (así que me enchufé al mp3 para sobrevivir). El segundo, en cada parada hacía una llamada de teléfono y hablaba a voz en grito. Me enteré de que estaba arreglando el cuarto de baño de su casa. Pero también fue el responsable de que el bus acumulara bastante retraso. Amparándose en eso, el último decidió no parar. De modo que desde Salamanca (donde paramos a las dos de la tarde) hasta Gijón (donde llegamos a las siete menos algo) no paramos para estirar las piernas. Así recuperamos el tiempo perdido y algo más, pero también sirvió para que la gente se quejara bastante. Cuando llegamos, alguien se acordaba de los muertos del conductor.
Pero bueno, ya estaba en casa, con mis padres esperando para recogerme y con ganas de llegar.
En resumen, no estuvo mal. Será cosa de volver otra vez. Y os lo recomiendo.

Cuadernos de viaje: Mérida (primera parte)

- Muy buenas, queridos lectores. Ya estoy de vuelta.
- Espera un momento - dice un lector de este blog -. ¿Tú no deberías estar en un autocar volviendo de Mérida?
- Pues sí, pues sí. Si lees hasta el final de este texto, entenderás por qué estoy aquí tan pronto. La verdad, fue un viaje bastante... rocambolesco. Pero empecemos por el principio:

INTRODUCCIÓN: Los preparativos
La verdad es que la idea original no era ir a Mérida. Era ir a Londres, pero al final, por una serie de cuestiones, acabamos optando por el plan B. Además, con el Festival de Teatro Clásico ahí, era una buena opción para agosto. El martes día 12 de agosto, ya teníamos Javi y yo las maletas listas para coger al día siguiente el autobús a eso de las siete de la mañana.

MIÉRCOLES 13 DE AGOSTO
La verdad es que mi reloj biológico no suele dejar que me duerma cuando tengo que salir de viaje. Normalmente, esa mañana me despierto varias horas antes de que suene el despertador. De este modo, me levanté a las cinco de la mañana, desayuné y me metí a la ducha. Cuando estaba ya duchado y empezando a vestirme, suena el teléfono. "Mala señal", pienso. En calzoncillos, lo cojo y me encuentro con la voz de Javier que me dice: "Estoy malo, no puedo ir. Otra vez será". ¿Cómo que otra vez será? El hostal y las entradas del teatro los tenemos desde abril, y los billetes de autobús desde hace casi mes y medio. Repuesto del shock, le digo: "Llama al hostal, que la reserva está a tu nombre. Diles que voy a llegar yo sólo". Así que me largo yo solo a Mérida.
Me subo al bus, me esperan diez horas de viaje. Un par de películas descatalogadas cuyos títulos no llegué a conocer (aunque sé que en una salía el viejecito de Karate Kid), un rato durmiendo, mucha música en mi mp3 y bastantes llamadas de teléfono y mensajes. Que si mi madre llama para ver cómo me va el viaje (una de las veces para despertarme), Javi para decir que está bien y coge el bus al día siguiente, luego para decir que igual va con su padre, después para decir que ya está en camino, un mensaje de Álvaro para avisar de que no va a pasar por Mérida de vuelta a Lisboa...
Total, que a las cinco de la tarde llego a Mérida y al entrar, al pasar por una rotonda, veo que han puesto un monumento a la Guardia Civil (recuerdos para los dos Robertos), que según me dijo un taxista al día siguiente, llevaba poco tiempo allí. Salgo de la estación, me subo a un taxi y le digo al conductor que me lleve a la calle Sagasta, que estoy alojado en el Hostal El Alfarero. Cuando llegamos, me fijo en que vamos por callejuelas con mala pinta (o eso me parecía a mí en ese momento, con todo el cansancio acumulado). Llego al hostal y otra movida: El coche ha dejado tirados a Javi y a su padre. No van a llegar. Entonces, trato de cambiar la habitación doble por una individual, pero no hay manera. El hostal está hasta los topes y no hay habitaciones disponibles. Me tengo que hacer cargo de una habitación doble yo solo.
Me doy una ducha para quitarme el "olor a autobús" y salgo a ver si me oriento por la ciudad. A ver qué hay a la izquierda según se sale... ¡Anda! Si eso es el pórtico del Foro de la ciudad romana. Entonces (en mi cabeza se agolpan los recuerdos de la otra vez que estuve)... más abajo tiene que estar el Templo de Diana (que por cierto, no estaba dedicado a esa diosa en concreto, sino al culto al Emperador, pero bueno). Sí, ahí está. Mola. Demos la vuelta y vayamos a la calle más grande que queda perpendicular a la calle del hostal. Mira, tiendas de recuerdos. ¿Y ésa? Se llama Mithra. ¿De qué me suena ese nombre? Claro, nos lo contaba una profesora de la Facultad, es una tienda de artesanía que está cerca del Museo... Entonces, si camino un poco más, me encuentro con... el Museo, y en la acera de enfrente, el teatro y el anfiteatro romanos. Coño. Estoy en la misma calle del Foro y del templo y a la vuelta de la esquina del Museo de Arte Romano, del teatro y del anfiteatro. Qué pasada. Mientras camino por allí, me doy cuenta de que los guiris tienen cara de eso, de guiris. La pregunta es... ¿yo también la tengo? Por dios, espero que no.
Me acerco hasta la taquilla del teatro para preguntar si puedo recuperar el dinero de la entrada que Javi ya no iba a usar. Pero nada. Las chicas (muy guapas y muy majas, por cierto) me dicen que no se admiten devoluciones, que la única opción para recuperar el dinero es que yo revenda la entrada.
Bueno, se hizo lo que se pudo. Ahora, a cenar y a descansar, que mañana hay mucho que ver.

JUEVES 14 DE AGOSTO
Después de dormir muy bien (que buena falta me hacía), me levanto, me ducho y voy a buscar dónde desayunar. En dirección al Museo, encuentro una cafetería y heladería donde ponen el café muy caliente y los croissants recién hechos, tiernos y calentitos. Mola. Voy al Museo, que está a pocos metros y me entero de que si hubiera llevado los papeles del paro me harían rebaja. Ya lo sé para la próxima.
Entro en el edificio diseñado por Rafael Moneo y me doy cuenta de una cosa. Cuando estuve allí hace años, yo estaba en COU. Ahora tengo una licenciatura en Historia, una especialidad en Arqueología y encima sacaba Matrícula de Honor en Epigrafía Romana. Y eso se nota en un sitio así. Sobre todo, para darme cuenta de que normalmente en las traducciones de las inscripciones romanas sólo ponían parte del texto y no el texto completo. Y a veces se dejaban en el tintero cosas muy interesantes. Por ejemplo, había una lápida en cuya cartela sólo ponía que estaba dedicada a una mujer. Lo que no ponía es dicha mujer era una chica de dieciocho años y que se la dedicaban unos cuantos decuriones de la Legión No-Sé-Cuántos. Se me ocurrieron varias explicaciones. Y sólo algunas eran buenas...
Por muy chulo que sea, el Museo Nacional de Arte Romano se ve en hora y media o poco más, y eso parándose en todo. Si lo ves como muchos guiris, es decir, mirando sólo una de cada cinco piezas, puedes verlo perfectamente en veinte minutos.
Salgo de allí y se me ocurre pillar un taxi para ir hasta la estación de autobús, a ver si consigo cambiar el billete para el sábado en vez de volver el domingo. Yo ya conozco la ciudad y sólo quiero ver algunas cosas concretas, de modo que no voy a necesitar tantos días. No hay problema, cambio el billete y ya puedo volver el sábado. Vuelvo al hostal caminando, para aprenderme bien el camino, y aviso de que me voy un día antes. Todo solucionado. Puff... Menos mal.
Pero aún es temprano, así que me acerco hasta la oficina de turismo, para hacerme con un plano y para que me expliquen cómo llegar a los dos sitios que me interesa visitar (la Basílica de Santa Eulalia, con sus restos romanos y tardoantiguos debajo, y el Museo de Geología y Prehistoria). Si la tía de la oficina me hubiera señalado en el callejero los sitios dibujando las líneas sobre las calles y no sobre los edificios sería más fácil de entender.
Después de comer, me acerco hasta un pequeño yacimiento musealizado que está justo en la esquina de la calle del hostal. Muy pequeño, se ve en nada. ¿Y ahora qué hago el resto de la tarde, hasta la hora de la obra de teatro? Pues desplegar el plano y buscar los sitios que quiero visitar. A ver... ¿por qué calle voy para la Basílica? Repito, si la tía hubiera dibujado los itinerarios sobre las calles y no sobre los edificios sería más fácil. ¿Por qué calle voy, por la izquierda o por la derecha? Como dijo aquél, "siempre a la derecha, menos en política". Vamos por la calle de la derecha. Nada, por aquí no hay nada, rodeemos a ver. Efectivamente, tenía que haber ido por la izquierda. Está a punto de cerrar, mañana visitaremos este sitio. Ahora, a ver si encuentro el Museo de Geología y Prehistoria (que digo yo, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?). Nada, en el plano me hizo las rayas sobre los edificios, otra vez a mirar por qué calle voy. Nada, no encuentro nada.
Bueno, ya es hora de ir a recoger las entradas del teatro y ver si puedo colocar la segunda. Primero, algún indocumentado analfabeto había puesto mis entradas en un sobre en el que mi apellido aparecía como Zolgueira, y no Folgueira, así que la chica tardó en encontrarlas. Luego, no es fácil colocar una entrada de teatro así como así. La gente, en general, pensaba que quería timarles. En particular, las tías pensaban que quería ligar. Claro, lógico, donde esté una mochilera que vete a saber cuándo se duchó por última vez que se quiten todas las lugareñas guapas y de agradable acento que salen de casa recién duchaditas. No te digo.
Voy a cenar y a descansar un rato antes de ir al teatro. Voy a ver Edipo, rey, de Sófocles. Se merece un respeto, me voy a duchar y a ponerme ropa un poco elegante, que además, esta noche es el estreno. Entro al teatro y la sensación sobrecoge. Es lo que yo llamo la "responsabilidad del historiador". Saber que donde yo estoy sentado, hace dos mil años hubo otro tío esperando para ver un espectáculo similar. Increíble. Eso sí, por muy Mérida y por muy agosto que sea, os recomiendo que si vais a ver una obra del Festival, os cojáis una chaqueta, que hace algo de rasca. Anda, mira, esta tía de la primera fila, la que está junto a la cámara de la tele, es Nieves Herrero. Qué cosas.
La obra, protagonizada por Ernesto Alterio, es increíble. Un montaje innovador para una de las mayores tragedias jamás escritas, sobre la lucha contra el destino. Alucinante. Os dejo un par de enlaces, para que sepáis de qué hablo (comentario en El País, vídeo). Al final, todo el público en pie para ovacionar a todo el equipo.
Mañana, seguiré contándoos más cosas.

jueves, agosto 07, 2008

Noticias raras

Muy buenas, queridos lectores. No sé si sabéis que en mi barrio hay una casa okupada, llamada La ReFLEXón, que se encuentra en una fábrica abandonada de colchones FLEX (de ahí el nombre de la okupación, que es un juego de palabras entre eso y la forma de decir "reflexión" en asturiano). En dicho lugar (Avenida Príncipe de Asturias, 19, Gijón) se hacen iniciativas culturales y cosas así, y resulta que una de las próximas va a ser, concretamente el miércoles día 20 de este mes a las siete de la tarde, una charla-coloquio titulada "La Transición: Mito y realidad", a cargo de dos licenciados en Historia...
Dichos licenciados somos Javier Bayón (el mismo con el que yo hice el programa de radio hace años) y yo mismo . Vale, que sí, que ni él ni yo somos expertos en el tema y que muchos de mis lectores podrían saber más de esas cosas. Pero en plan divulgativo, creo que vale tanto lo que podamos decir nosotros como lo que puedan decir otras personas (aún así, no me atrevo a colgar el texto de la charla en el blog... a lo mejor más adelante en el de Javi). De todas maneras, si sobre la Guerra Civil escriben César Vidal, que es experto en cristianismo primitivo, y Pío Moa, que no es experto en nada (que se sepa) creo que nosotros también podremos hablar de estas cosas.
Por eso, os invito a acercaros. Para los legos en la materia, prometo que no seremos demasiado técnicos ni pedantes. Para lo que sabéis más, os cederemos la palabra cuando sepamos que podéis aportar cosas de interés (que sé que algunos de vosotros podréis decir cosas muy interesantes sobre el tema).
En este enlace podéis ver la lista de las próximas actividades de los okupas, entre ellas la charla (por cierto, os advierto que está todo en asturiano, aunque supongo que se entiende bien). Sería divertido que os acercarais.
Y tenéis ya otro capítulo de Sombra y Luz... ¡Ya falta menos para el desenlace!
Por cierto, voy a estar unos pocos días de viaje, concretamente en Mérida, viendo una obra del Festival de Teatro Clásico, volviendo a ver la ciudad (estuve allí hace años) y pasando calor. Cuando vuelva, os lo contaré en forma de cuaderno de viaje.
Cuidaos.

Encantado de conocerte

¿Así que tú eres el famoso X?
¿Sabes? Me han hablado mucho de ti. Y por lo que contaban, sospechaba que no me ibas a caer bien. Y veo que no me equivocaba. Lo que no sabía es que tenías más defectos de los que yo pensaba. Y mucho más detestables.
No me importa demasiado que te apropies de lo que no es tuyo. Al fin y al cabo se trata sólo de objetos. Pero me molesta que seas un cobarde que sólo se siente bien cuando pega a una mujer. Y en este caso me molesta más porque acabas de darle una bofetada a una amiga mía. Y eso va a obligarme a tomar medidas.
Lo siento, X, pero creo que estoy obligado a partirte la cara. Y mira que me molesta mancharme las manos con escoria como tú. Pero no me queda otro remedio.
Colega, ¿serías tan amable de sujetar mi cazadora? Gracias. No es que quiera parecer un chulo quitándomela ni nada de eso, pero es que le tengo cariño. Sé que es una chaqueta vieja, pero aún así no quiero estropearla.
No te dejes engañar por mi aspecto, X, es que llevo una camisa muy amplia. Me la compré en una época en la que... ocupaba más espacio por así decir. Pero debajo de ella no estoy delgado por haber dejado de comer. Sino por el ejercicio.
Y para tu información, sólo lo hago para estar en forma, no para estar "cachas", porque no acostumbro a pelearme con nadie. Pero me temo que hoy tendré que hacer una excepción.
Y eso que cuando me levanté por la mañana estaba dispuesto a portarme bien. Pero como decía un guardia civil que conocí una vez "aunque a veces me propongo no multar a nadie, a veces me obligan a hacerlo, los hay que parece que piden a gritos que les ponga una multa". Yo, salvando las distancias, me veo en esa situación.
A veces no queda otro remedio.
¿Quién sabe? A lo mejor cuando toda esta tontería termine podemos fingir que nos caemos bien.
Incluso puede que te diga que estoy encantado de conocerte.

Espero que os guste... Y mirad el nuevo capítulo de Sombra y Luz, que ya está colgado.

viernes, agosto 01, 2008

Conociendo al enemigo

"Hay que comer de todo. De lo que gusta y de lo que no". Estas palabras las escuchaba bastante a menudo cuando era pequeño de boca, normalmente, de mi madre o de mi abuela. Y desde entonces, le he hecho bastante caso, sobre todo en lo que se refiere a mi "alimentación cultural". Quiero decir que a la hora de leer, leo de todo, y de manera que igual que me he leído tres veces Don Quijote y dos La Iliada, puedo decir que me he leído también El código Da Vinci, y lo mismo que adoro lo que escribe Gabriel García Márquez, tengo interés por echarle mano al algo que haya salido de las manos de Carlos Ruiz Zafón.
En lo que se refiere a lecturas de carácter histórico, aunque no es algo que haga tan a menudo, también intento no ceñirme sólo a una visión y conocer otras visiones de un mismo hecho. Por eso ahora estoy leyendo algo de Pío Moa, concretamente uno de los muchos libros que escribió sobre la Guerra Civil (Los mitos de la Guerra Civil). Y no tiene desperdicio.
Aparte de la evidente utilidad que tienen los libros de este tío a la hora de calzar mesas cojas, en este caso es interesante porque me ayuda a recordar algo que decía de vez en cuando un profesor de Literatura que tuvimos en la carrera (Pedro sabe a quién me refiero): "O hacemos ciencia, o hacemos literatura, o nos callamos", o sea, que o contamos hechos verídicos y hacemos ciencia (en este caso, ciencia histórica), o nos lo inventamos pero lo hacemos bien (hacemos un texto literario), o nos callamos, porque para hacerlo mal, mejor no hacer nada. Tal vez esta frase debería haberla escuchado alguna vez el señor Moa.
En su libro, este tipo, que se llama a sí mismo historiador aunque no tiene formación histórica (¿qué diría si le operara de apendicitis un fulano que se llama a sí mismo cirujano aunque no haya entrado en una Facultad de Medicina en su vida?), utiliza mal varios conceptos, critica a historiadores españoles y extranjeros consagrados y muy respetados cuando no está de acuerdo con sus teorías (Gabriel Jackson, Paul Preston, Raymond Carr, Hugh Thomas, Ian Gibson, Javier Tussel, Enrique Moradiellos, David Ruiz...), aunque sí le parecen interesantes cuando dicen cosas que sirven para refrendar más o menos sus ideas.
Otra cosa sobre el estilo de este autor, adalid de lo que se ha dado en llamar el revisionismo histórico (que se resume en "vamos a inventarnos la Historia porque la verdad no nos mola, así que vamos a intentar convencer a la peña de que Franco era muy bueno y los de la República muy malos"), es que no cita fuentes ni bibliografía. Apenas incluye notas a pie de página y no dice de dónde saca cada dato. Y qué queréis que os diga. Cuando yo redacté mi memoria de investigación de doctorado, mi tutor me obligaba a poner una nota a pie de página por cada afirmación que escribía, y siempre tenía que ser una nota que remitiera a la fuente primigenia, de manera que la falta de referencias me parece una chapuza.
Y lo que más me molesta es que presente opiniones como hechos ciertos. Eso, señor Moa, no es hacer Historia. Es hacer el idiota a base de contar sus ideas.
Por cierto, en cierta ocasión me referí a este individuo como un "terrorista cultural". Lo que yo no sabía y me enteré después, es que este fulano sí fue terrorista de verdad, fue militante y miembro fundador del GRAPO. No tiene condenas por delitos de sangre, aunque sí participó en atentados y algunas fuentes apuntan a que tal vez sea responsable de alguna muerte. No voy a entrar en eso, sus posibles delitos de sangre quedan entre él, su conciencia (suponiendo que la tenga), y la Justicia. Y esto es lo más sorprendente: de militar en organizaciones de extrema izquierda, ha pasado a justificar la dictadura. De un extremo a otro.
Sólo espero que algún día los historiadores de verdad asumamos lo que dijo el presidente del tribunal que valoró la memoria de investigación de uno de vosotros: los historiadores serios nos perdemos en grandes teorizaciones y dejamos la divulgación en manos de gente como Pío Moa.
Cuando lo asumamos, podremos divulgar para contrarrestar la influencia de las mentiras de gente de esta calaña y dejar que la Historia (la verdad, en definintva) sea lo que siempre debió ser: un patrimonio de toda la sociedad.
Y ya tenéis otro capítulo de Sombra y Luz disponible. Espero que os guste.