Hola
a todo el mundo, y feliz año:
2018
ha sido, sin duda, el año que más leí. Muchas novelas, libros de Historia, de
Geografía, de Arte, de música, ensayos políticos… También cómics. Tanto en
castellano como en inglés. Claro, los viajes en tren dan para mucho y se puede
leer tranquilamente. Leí tanto que hubo un momento en el que no sabía qué libro
podía escoger como mi favorito del año. “¿Cómo puedo escoger”, pensaba, “entre
libros tan diferentes?”
Pues
resulta que, al final, la decisión me llegó al final del año. Con un libro que
no solo no pensaba leer, sino que ni siquiera conocía el día de Navidad. Porque
mi libro del año 2018 es Los niños de humo, de Aitana Castaño con dibujos de
Alfonso Zapico.
Mari,
de Diario de un Metalhead, me escribió para decirme que había estado en la
presentación de ese libro en Mieres y para decirme que al día siguiente se iba
a presentar en Oviedo. Me recomendaba vivamente que asistiera yo también. Me acerqué, y me encontré con una presentación muy
divertida y muy dinámica, y también con un libro que prometía mucho. Lo compré,
esperé la cola para que la autora y el ilustrador me lo firmaran y me lo leí
(mejor dicho, lo devoré) en dos días.
Los
niños de humo es un libro de relatos con historias de las cuencas mineras de
Asturias, esas cuencas en las que ya no quedan minas abiertas. Historias que,
si bien no son todas reales, sí que son realistas, porque hablan de unas
personas que existieron, y de unas formas de vida que, aunque se perdieron ya,
todavía se recuerdan. Historias duras, divertida alguna, trágicas otras, … pero
todas ellas auténticas, con una verdad que se nota y se saborea en cada
palabra.
Un
libro muy recomendable que nos recuerda lo que Asturias fue y todavía es.
Otros libros muy recomendables que leí este año:
- La trampa de la diversidad, de Daniel Bernabé, un ensayo político muy interesante y, sobre todo, muy útil para entender la realidad actual.
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