lunes, agosto 27, 2018

Cuaderno de viaje International edition: Nueva York y Madrid (9-19 de agosto de 2018) parte III


17 de agosto: Madrid día 1. Una buena cena
Era la mañana del día 17 cuando llegamos a España, y después de recoger las maletas y de pasar los controles, cogimos un tren de cercanías hasta Atocha. Desde allí, fuimos por el Paseo del Prado hasta la plaza de Neptuno y subimos por el Barrio de las Letras para ir al mismo hostal en el que habíamos estado hace dos años. Dejamos las maletas y fuimos a dar una vuelta hasta que pudimos entrar en la habitación. Paseamos por la Carrera de San Jerónimo pasando por delante del Congreso y volvimos, cogimos unos bocatas en un bar de la calle en la que estábamos, y volvimos al hostal para descansar.
Y es que no hay cansancio ni mala cara que no curen una siesta y una ducha, así que nos levantamos y fuimos a coger el metro, pasando por delante de la casa de Cervantes, la casa-museo de Lope de Vega, la Real Academia de la Historia y del monumento a los Abogados de Atocha. Nuestra intención era ir al barrio de Salamanca, donde teníamos una cena para esa noche. Pero, vaya por Dios, por primera vez en este viaje, nuestra falta de orientación se manifestó y nos equivocamos de taberna. Al final llegamos y disfrutamos de una cena sorprendentemente buena gracias al regalo de una amiga nuestra.
Volvimos hacia el metro descubriendo que las noches madrileñas por esa zona son muy solitarias. Menos mal que en el Barrio de las Letras había algo más de vidilla.

18 de agosto: Madrid día 2. Museo, comida y cerveza
La mañana del sábado fue la de ir al Museo Thyssen para ver la exposición temporal de Monet y Boudin, y, de paso, también de la de Víctor Vasarely y disfrutar también de la colección permanente. Fue muy interesante.
Al metro otra vez para acercarnos a un restaurante bastante bueno en el que la invitación de otro amigo nos había llevado. Otra buena comida y al hostal a descansar.
El final de la tarde y la noche la dedicamos a la cerveza, acercándonos a los lugares más típicos y los más nuevos para tomar birras en la capital, y de paso picando algo para que la cebada no se nos subiera a la cabeza.

19 de agosto. La vuelta
Después de terminar la maleta y de desayunar, nos acercamos hasta una tienda de birras que habíamos descubierto el día anterior para comprar un par de cosillas, que en casa no teníamos nada. Luego, un paseo hasta Atocha, y desde allí a Chamartín. Allí comimos algo y cogimos el tren hasta Oviedo.

En resumen
Tanto Nueva York como Madrid son dos ciudades muy chulas, y me temo que esta va a ser la depresión postvacacional más chunga de nuestras vidas…

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