jueves, noviembre 14, 2013

Macarradas

Hola a todo el mundo:
Echad un vistazo a este vídeo que os pongo.


Seguro que ya lo habíais visto. Divertido, ¿verdad? Dos macarras frente a frente poniéndose chulos. Pero lo triste es que no es una película, es la vida real. Pasó esta misma semana. Y no en una calle oscura de un barrio marginal, sino en un Parlamento autonómico.
Evidentemente, las formas no son las mejores, y no son ni lejanamente apropiadas. Pero sí que son un ejemplo del nivel de indignación al que está llegando la sociedad.
Porque cuando vemos que los responsables de la crisis no solo no asumen ninguna responsabilidad por sus desmanes, sino que salen todavía más enriquecidos de lo que estaban, mientras que la gente honrada pierde su trabajo o su casa, pues es normal que la gente se indigne y se cabree. Y cuando escuchamos las declaraciones cínicas y prepotentes de estos terroristas financieros (o de su brazo político, que está en el Gobierno y lo lleva estando desde hace mucho, porque para esto la diferencia entre PSOE y PP es bastante escasa), pues nos seguimos enfadando.
Y por todo eso, me temo que este tipo de muestras de indignación pueden llegar a ser cada vez más habituales.
Si yo fuera Rodrigo Rato o cualquier otro de su calaña, tendría miedo. Porque puede darse el caso de que un día se dirija a él alguien que, en lugar de gesticular con una sandalia, le pegue con ella.
O con algo peor.

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