Hola a todo el mundo:
Este pasado fin de semana estuve
fuera de casa, pero no por eso me olvidé de la realidad, así que seguí con
mucha atención todas las noticias que nos llegaban desde la sede del Partido Socialista, en la calle Ferraz de Madrid, que, como todos sabemos, culminaron
con la dimisión de Pedro Sánchez de su cargo de Secretario General del Partido.
Y desde entonces llevo reflexionando.
Sinceramente, no sé qué puede pasar
ahora, pero se me ocurren dos escenarios como los más probables para los
próximos meses:
El primero, el que me parece más
probable, es el de que triunfe la tesis de los que abogan por la abstención en
el debate de investidura, lo que supondría otros cuatro años de Gobierno de
Mariano Rajoy. Eso sería malo, no solo por el hecho de que Rajoy siga en el
cargo, continuando con sus políticas suicidas y de recortes sin control, sino
también porque supondría que el PSOE sería el artífice del nuevo Gobierno del
PP, traicionando así a los votantes que les dieron su voto precisamente para
que el PP no gobernase.
El segundo, que me parece menos
probable que el anterior, que contra todo pronóstico se mantuviese el “no” a
Rajoy. Eso sería lo más coherente con lo que los votantes socialistas querrían,
pero también nos abocaría a unas terceras elecciones. En esas elecciones, un
PSOE descabezado no podría presentar a un candidato viable y obtendría un
resultado todavía peor, que, seguramente, lo llevaría a ser la tercera fuerza
política. Además, es muy probable que en esas elecciones el PP obtuviese
mejores resultados que las dos veces anteriores, situándose en una situación de
mayor poder que en la actualidad.
Los dos escenarios son malos para
el PSOE, que tanto en uno como en otro se vería debilitado, lo que nos deja con
Rajoy y compañía en el Gobierno durante mucho tiempo.
Y eso es lo que sería malo para la
ciudadanía.
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