lunes, junio 27, 2016

Pero… ¿qué ha pasado?



Ayer mismo hubo nuevas Elecciones Generales, y el resultado fue de todo menos el esperado, tal vez porque todos nos creímos unas encuestas que, al final, no sirvieron de nada.
Todo el mundo suponía que el Partido Popular iba a volver a ganar, pero nadie creyó que lo haría con tanta contundencia, e incluso ganando varios escaños con respecto a diciembre. Eso demuestra la enorme tolerancia a la corrupción que tienen los votantes de este partido, a quienes no afectan ni la corrupción ni las formas totalitarias de Rajoy y compañía.
El Partido Socialista continuó hundiéndose un poco más cada vez, pero no tanto como se esperaba, lo que, contra todo pronóstico, ha servido para consolidar a Pedro Sánchez como su líder y al partido como la principal fuerza de la oposición.
Unidos Podemos sacó exactamente los mismos escaños que en diciembre habían conseguido Podemos e Izquierda Unida por separado. Sin embargo, si recordamos cómo funciona la ley electoral en nuestro país, nos daremos cuenta de que, en realidad, eso significa que perdieron más de un millón de votos, tal vez de votantes de Izquierda Unida que no vieron con buenos ojos la alianza con Podemos y que se quedaron en casa o votaron a otros partidos. O incluso puede que fuesen personas que empezaban a hartarse de la arrogancia de Iglesias y los suyos. Ahora el partido y, sobre todo, su cúpula deben llevar a cabo una labor de autocrítica que les permita darse cuenta de en qué fallaron para no volver a cometer los mismos errores.
Ciudadanos bajó mucho, seguramente debido a que muchos antiguos votantes del PP que se sintieron decepcionados después del acuerdo con el PSOE al que se llegó después del 20-D decidieron volver “al redil” y votar de nuevo a Rajoy. Ciudadanos ya no es tan determinante como se creían, pero aún así puede tener cierto peso a la hora de buscar apoyos para gobernar.
El escenario que se nos presenta ahora, aunque parece tan fragmentado como el que nos encontramos en diciembre, no lo es tanto. El PP se consolida como primera fuerza del país y el PSOE como principal fuerza de la oposición (me cuesta considerarlo un partido de izquierdas). Podemos continúa siendo importante, pero no tanto como esperaban, aunque cabe la posibilidad de que llegue a serlo más adelante.
Tal vez, vistos los resultados de esta última convocatoria electoral, los partidos se muestren más proclives a llegar a acuerdos, para evitar empeorar sus resultados (y mejorar los de un Partido Popular a cuyos votantes dan igual los desmanes hechos durante los últimos años, la corrupción y la incompetencia del Gobierno).
Estemos atent@s...

No hay comentarios: