Me hierve la sangre, colegas.
Me hierve la sangre porque cada día me doy más cuenta de que la clase política española no sólo es la peor preparada de nuestra Historia, sino que encima está podrida. Y por eso me niego a creer que la clase política sea un reflejo de la sociedad, porque no quiero creer que la sociedad sea igual de corrupta y de miserable.
Porque nos estamos encontrando con que a un partido político le salen corruptelas. Y no a un partido cualquiera. Al partido que gobierna.
Podíamos decir que este partido ya es poco de fiar desde el momento en el que ganó unas elecciones mintiendo en todas y cada una de sus promesas. Pero no vamos a ir por ahí.
Vamos a decir que un partido de su importancia, que aglutina a más de diez millones de votantes a los que representa, y que, desde el momento en el que llega al Gobierno, representa a toda la nación (nos guste o no), debería ser intachable. O si no lo es, porque siempre habrá ovejas negras, debería ser ejemplarizante en su respuesta a la corrupción, recordando que su mala actuación no mancha sólo a su partido, sino a toda la clase política y a todos los ciudadanos a los que esa clase política representa. O sea, a toda la sociedad.
O lo que es lo mismo, la corrupción de unos pocos mancha a toda la sociedad y deja por los suelos la imagen del país. Ese mismo país que nuestro Gobierno dice defender.
Pero no. El Gobierno opta por decir que va a hacer una audioría interna (¿y cómo piensan auditar el dinero negro, que es precisamente el que NO aparece en los registros?), para después criticar al mensajero. Y todo con el apoyo de sus fieles escuderos.
En este país hemos visto mucha corrupción. Y hemos visto a políticos en la cárcel y a políticos que se libraron de ella por tecnicismos. Pero ahora lo que estamos viendo es un partido en el Gobierno que no es capaz de dar respuestas claras a sus ciudadanos, esos mismos ciudadanos que sufren recortes mientras se rescata a bancos, y que ven atónitos cómo se indulta a kamikazes, torturadores, se deja sin sanción a los policías que cargaron en Atocha o se presenta a Carromero como una víctima.
Pero claro, todo esto que digo, como es verdad, simplemente será considerado demagogia.
¿A que se entiende ahora el cabreo que tengo?
2 comentarios:
Me parece más que lógico este cabreo, de hecho si no lo estuvieras sólo habría dos posibles motivos: "diéronte un sobrín" o estarías mentalmente incapacitado. Es lamentable, y lo peor de todo es que encima amenazan... En fin, creo que a veces es mejor coger una maleta y dejar atrás a todos estos gandules.
Un saludín.
Hola, "Lara", gracias por pasarte por aquí de nuevo.
Yo la maleta la tengo hecho hace mucho, jejeje.
Un beso.
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