Muy buenas a todo el mundo:
Pues sí, amig@s, pese a todo, todavía creo en la política. Pero no en la política suicida y chapucera que están demostrando los políticos de este país en los últimos tiempos. Sino en una política real, centrada no en el beneficio económico inmediato, sino en el bienestar de los ciudadanos.
Creo en una política que prefiera invertir en Sanidad, en Educación, en Ciencia o en Dependencia que en armamento o en material antidisturbios. Que prefiera recortar los gastos inútiles en sueldos de políticos o coches oficiales que en las inversiones que benefician a los ciudadanos.
Creo en una política desarrollada por personas que se tomen en serio su labor, la ejerzan con trasparencia y que asuman con responsabilidad los posibles errores que puedan cometer. Que no se escuden en el "y tú más" para justificar sus errores.
Creo en una política pegada a la realidad, que dé prioridad a las necesidades de los ciudadanos a largo plazo, y no a ideas demagógicas cortoplacistas. Que no prometa una cosa para después, echando la culpa a "herencias" o "realidades", hacer la contraria.
En eso es en lo que yo creo.
Qué lástima que cada vez haya menos políticos que crean en esa política.
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