jueves, junio 14, 2012

Dos reflexiones


Hola a todo el mundo:
Hoy me gustaría comentar dos cosas que me preocupan mucho de las últimas acciones de este Gobierno.

La primera, esa ocurrencia que tuvieron (y que, afortunadamente, ya rectificaron) de impedir que las personas de más de 26 años que no hubieran cotizado al menos durante nueve meses a la Seguridad Social no pudieran beneficiarse de la Sanidad Pública en las mismas condiciones que antes.
Evidentemente, lo lógico es que una tontería así no pasara de ser una mera ocurrencia, un hablar por no callar. Pero ahora, imaginemos por un momento que la cosa hubiera salido adelante. En nuestro país, con más de un 50% de paro juvenil, y sabiendo que con 26 años muy poca gente tiene una vida asentada, ¿qué consecuencias tendría?
Vamos a ver. Con 26 años, mucha gente no ha terminado de estudiar. Unos porque sus carreras son más difíciles que las que estudian los políticos. Otros porque siguen con postgrados, másteres o doctorados. Luego, hay gente que se pone a estudiar unas oposiciones, y gente que, sin hacer nada de esto, todavía no ha podido incorporarse, por lo que sea, al mercado laboral. Entonces, ¿cómo se les va a negar el tener acceso a los servicios sanitarios a través de la tarjeta de sus padres? ¿No sería un despropósito?

La segunda preocupación ya os la había comentado hace algunos días. Es la de la amnistía fiscal que nuestro amado Gobierno está sacando adelante. Con ella, gente que se ha enriquecido con el tráfico de drogas, con el tráfico de personas, con la trata de blancas y, en general, con la destrucción de vidas de otras personas, podrán legalizar su dinero, por un módico precio. ¿Qué moral subyace en esta iniciativa? Pues ninguna, porque esta medida es total y absolutamente inmoral. Eso sí, las mafias de todo el mundo estarán encantadas.
Ya está. Alguien tenía que decirlo.

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