martes, marzo 01, 2011

¡¡Corre, corre!!

Muy buenas, queridos lectores:
Que nadie se piense que me olvido de vosotros, eh, sólo tardo más en actualizar. Y menos mal que las noticias están cargaditas, que si no, igual no se me ocurría nada.
Hoy quería hablar de una de las noticias que más están dando que hablar estos días: la de rebajar la velocidad en autovías y autopistas de 120 a 110 kilómetros por hora.
Vamos a ver. Que es una medida impopular, eso está más que claro. Que probablemente no sea la más acertada, también. Pero que se diga que es una medida hecha para recaudar, me parece simplista.
O sea. Que aunque no es la medida que yo habría aplicado, sí que creo que el Gobierno realmente la toma porque cree que va a servir para reducir el consumo de petróleo. Porque si fuera sólo para recaudar, sería más fácil y rápido hacer todo lo contrario, es decir, liberalizar la velocidad, porque los coches a más velocidad gastan más. Y resulta, por si alguien no se acordaba, que casi la mitad del precio de los carburantes son impuestos indirectos que, como tales, van a las arcas del Estado, así que, a más consumo, más pasta para el Estado. Y, sinceramente, creo que con los impuestos se recaudaría mucho más que con las multas que se van a poner, que no creo que sean tantas como para justificar que es una medida meramente recaudatoria.
Tenemos que recordar que España tiene una dependencia energética muy grande, y que ahora mismo en Libia, que es un país productor de petróleo, el patio está mal y empeorando, así que intentar disminuir el consumo de petróleo puede ser razonable.
Otra cosa que puede ser interesante recordar es que, pese a lo que diga González Pons de que esto es una medida "soviética", cosas muy parecidas se hicieron durante la crisis del petróleo de 1973 en países tan poco sospechosos de comunismo como Estados Unidos (donde, por cierto, el límite actualmente anda en los 110 kilómetros por hora) y España. Claro, que no podemos olvidar que el responsable de tamaña estupidez es el mismo que no hace mucho, viendo el ejemplo egipcio, llamaba a la desobediencia civil (si es que con los políticos de este país es imposible aburrirse...).
Desde luego, el Gobierno actual debería intentar explicar un poco mejor las medidas que toma, porque con la (in)capacidad que tiene para explicar por qué hace las cosas y en qué nos van a (supuestamente) beneficiar, lo raro es que no se les ponga más gente en contra. Porque precisamente, una de las cosas en las que consiste el liderazgo es en tomar medidas impopulares sabiendo explicarlas para que las personas afectadas entiendan por qué se toman.
Ahora, me parece que estaría bien dejaros la palabra y preguntaros qué haríais vosotros para reducir el consumo energético. Eso sí, espero que nadie me suelte la perla de Fernando Alonso, que está a la altura del comentario aquel de Bisbal sobre Egipto.
Nos vemos.

Actualización (8 de marzo): Dos textos de Ignacio Escolar sobre este tema:
¿Quién legisló la reducción de velocidad?
Siete falacias contra los 110.

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