Muy buenas, queridos lectores:
Estos días ando con mucho lío y con más cosas en la cabeza de lo que me gustaría. No obstante, hay un tema que me parece que es especialmente interesante y que a la vez me preocupa: las revueltas en Egipto.
Después que el dictador tunecino Ben Alí fuera fuera derrocado, el descontento popular se contagió a los países de su entorno, y así empezó a haber revueltas en, por ejemplo, Jordania y sobre todo en Egipto. No voy a entrar en datos históricos ni en cuestiones geopolíticas, porque hay quien lo explica de forma más clara y más didáctica (por ejemplo, el camarada Víctor). Pero sí que me gustaría hablar de lo que me sugiere todo esto que está pasando (es lo bueno de este tipo de blogs, que son más apropiados para la opinión).
En primer lugar, me parece muy destacable que estas revueltas están haciendo que Occidente se dé cuenta por fin de que Mubarak era un fulano bastante poco democrático, porque en ocasiones parece que su carácter dictatorial pasaba desapercibido, a pesar de que últimamente estaba intentando que se aceptara a su hijo como su sucesor.
En segundo lugar, es importante recordar que en es una revuelta carente de motivaciones religiosas, que aglutina no sólo a la mayoría musulmana, sino también a la minoría cristiana copta, porque lo que se busca no es una sociedad más religiosa, sino una sociedad más democrática.
Y eso me parece lo más importante. Que nos encontramos ante la petición de democracia, la petición de un sistema de libertades real en el que se respeten los derechos de las personas. Ante los que aseguran que en los países del norte de África y Oriente Próximo son el "enemigo" y que son contrarios a la democracia, estas revueltas egipcias nos demuestran que el deseo de libertad y de democracia es algo que compartimos todas las personas del mundo, independientemente de dónde estemos o a qué dios recemos (o dejemos de rezar).
Ah, y otra cosa: Me llegó muy dentro ver cómo la población anónima se ponía a hacer cadenas humanas en el templo de Karnak y en el Museo de El Cairo para evitar los saqueos y salvaguardar así su herencia cultural.
Me gustaría creer que en las mismas circunstancias se haría igual en todos los países, pero en ocasiones tengo mis dudas.
¿Qué os parece a vosotros?
Estos días ando con mucho lío y con más cosas en la cabeza de lo que me gustaría. No obstante, hay un tema que me parece que es especialmente interesante y que a la vez me preocupa: las revueltas en Egipto.
Después que el dictador tunecino Ben Alí fuera fuera derrocado, el descontento popular se contagió a los países de su entorno, y así empezó a haber revueltas en, por ejemplo, Jordania y sobre todo en Egipto. No voy a entrar en datos históricos ni en cuestiones geopolíticas, porque hay quien lo explica de forma más clara y más didáctica (por ejemplo, el camarada Víctor). Pero sí que me gustaría hablar de lo que me sugiere todo esto que está pasando (es lo bueno de este tipo de blogs, que son más apropiados para la opinión).
En primer lugar, me parece muy destacable que estas revueltas están haciendo que Occidente se dé cuenta por fin de que Mubarak era un fulano bastante poco democrático, porque en ocasiones parece que su carácter dictatorial pasaba desapercibido, a pesar de que últimamente estaba intentando que se aceptara a su hijo como su sucesor.
En segundo lugar, es importante recordar que en es una revuelta carente de motivaciones religiosas, que aglutina no sólo a la mayoría musulmana, sino también a la minoría cristiana copta, porque lo que se busca no es una sociedad más religiosa, sino una sociedad más democrática.
Y eso me parece lo más importante. Que nos encontramos ante la petición de democracia, la petición de un sistema de libertades real en el que se respeten los derechos de las personas. Ante los que aseguran que en los países del norte de África y Oriente Próximo son el "enemigo" y que son contrarios a la democracia, estas revueltas egipcias nos demuestran que el deseo de libertad y de democracia es algo que compartimos todas las personas del mundo, independientemente de dónde estemos o a qué dios recemos (o dejemos de rezar).
Ah, y otra cosa: Me llegó muy dentro ver cómo la población anónima se ponía a hacer cadenas humanas en el templo de Karnak y en el Museo de El Cairo para evitar los saqueos y salvaguardar así su herencia cultural.
Me gustaría creer que en las mismas circunstancias se haría igual en todos los países, pero en ocasiones tengo mis dudas.
¿Qué os parece a vosotros?
1 comentario:
Totalmente de acuerdo contigo en todo.
Yo me pregunto si en España alguien trataría de proteger alguno de nuestros museos en una situación similar....
En fin.
P.D.. Muchas gracias por la referencia
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