jueves, noviembre 27, 2008

Con las gafas de pasta...

La verdad, aunque el cine me gusta mucho, reconozco que mi cultura cinematográfica no es gran cosa. Mis conocimientos sobre cine clásico se reducen a haber visto dos veces Casablanca (una en versión original), a haber visto Ciudadano Kane, a que recomiendo a quien quiera escucharme que hay que ver La noche del cazador, que adoro el cine de Woody Allen y el de Akira Kurosawa y que vi varias veces las pelis de El Padrino, incluyendo la versión épica. Además, si digo que no me gusta Kubrick es porque vi bastantes de sus películas y sólo me gustó Espartaco. En lo que se refiere al cine independiente, mi conocimiento se reduce a un ciclo que hubo hace algunos años en La 2, que me sirvió para ver alguna peli interesante (Cómo ser John Malkovich, por ejemplo) y para descubrir que Lars von Trier me parece un rollista.
Todo este preámbulo viene a que, como sabéis, en Gijón hay un Festival de Cine independiente y la semana pasada tuve mi primer contacto con él (es triste decir que a mis años todavía no había ido nunca).
La cosa se inició cuando una de vosotros me dijo que le apetecía ir al Festival el viernes, y que por qué no íbamos a ver una coproducción franco-libanesa, en versión original (toma frikada gafapasta), en la que salía Catherine Deneuve, en la que además habría un coloquio con el director y que encima era gratis. "Vale", digo yo. Y allí nos dirigimos, a ver Je veux voir. Como era gratis, pensamos que podíamos entrar sin pasar por taquilla, pero no, hay que bajar a por la entrada. Cuando volvemos, encontramos que nos dieron las entradas equivocadas y que ni eran para esa sala, ni para esa peli, ni para esa sesión, ni para ese día. Pero al final nos dejaron entrar y nos dispusimos a ver la peli.
Resulta que se trata de un documental (o más bien un falso documental) sobre el Líbano que podría haber estado bien, pero que tenía varios defectos. Es muy lento, tiene diálogos que no aportan nada y muchos tiempos muertos. Si hubiera durado media hora menos quitando esos diálogos y esos tiempos muertos hubiera quedado un mediometraje soportable y ahora estaría diciendo que había que darle un Oscar al director. Pero como no, pues me quejo. Encima, en el coloquio la intérprete sabía lo justo de francés (hasta yo le pillé los fallos) y poco tirando a nada de cine (¿es mucho pedir que si trabajas de intérprete en un festival de cine tengas un mínimo barniz de cultura cinematográfica, aunque sólo sea para que no se te quede cara de póker cuando el director cite como influencia Hiroshima, mon amour?). Así que ante tal panorama, salimos huyendo.
No contento con esta experiencia, el sábado volví con otro de vosotros. No había entradas para la peli que queríamos, y fuimos a ver el encuentro con el director Cameron Jamie (un visionario, según muchos críticos), en el que se proyectarían dos de sus mediometrajes. Baste decir que la gente se iba antes de que acabara el primero, que por cierto era el más salvable, por lo menos su primera mitad. Os cuento con más detalle:
La primera peli se titulaba Jo, y duraba 42 minutos. Su primera mitad servía para mostrar de qué manera se instrumentaliza la figura de Juana de Arco en Francia desde diversos puntos de vista, que sí me pareció muy interesante. Sin embargo, la segunda parte era un concurso de comer perritos calientes, puesto al revés, supongo que para expresar lo inútil que es escribir guiones cuando basta con grabar a varios frikis comiendo perritos calientes y luego montarlo al revés. Y de la música de la peli, mejor no hablar.
La segunda película se titulaba The Neotoma Tape, y es una recopilación de vídeos de frikis montada para que dure sus buenos 57 minutos y que al sufrido espectador le parezcan una vida entera. En esta ¿película? se mezclaban tíos hablando de que han visto híbridos de perro y conejo con otros que aseguran que pueden comunicarse con los extraterrestres y algún videoclip, incluyendo uno de Nirvana que evitó que me cortara las venas a mordiscos. La posible conversación sobre esto pudo ser así (algunas cosas no se dijeron, pero podrían haberse dicho, y no indico quién pronunció las que sí se dijeron porque son totalmente intercambiables):
- Ja, ja, ja (léase "Me río por no llorar").
- Con lo bien que estaba en casa durmiendo.
- ¿Pero qué me estás contando?
- ¿Esto qué es?
- ¿Qué clase de educación le dieron a este tío sus padres?
- Está bien claro: Sus padres no lo querían, los profesores le tenían manía y sus compañeros de instituto le pegaban.
- ¿Te imaginas ser la pareja de este tío y verlo todo el día montando estas cosas?
- Este tío no tiene pareja ni la tuvo nunca, fijo.
- ¿Por qué si lo hace este fulano es Arte y si lo hacemos nosotros es para Vídeos de Primera?
Y todo así. A veces apetecía rebelarse contra todo aquéllo, levantarse y gritar algo contra tanta tontería que cabreara a la concurrencia, como "Kubrick está sobrevalorado", pero era mejor no hacerlo ante el riesgo de que se nos echara encima una horda de furibundos gafapastas con ganas de venganza contra tamaña herejía.
Antes de que pregunte alguien, no nos fuimos antes porque para criticar primero hay que conocer lo que se critica. Y tenía muchas ganas de criticar estas "obras maestras" de Cameron Jamie.
Seguro que en el Festival hubo grandes películas, pero yo no acerté con ninguna.
Un abrazo.

2 comentarios:

nosecomosoy dijo...

Pablo gracias por pasarte por mi bitácora, hay un nuevo suceso esperando que alguien lo lea y se lo pase bien con él. Anímate y cuéntalo, será como hacerlo entre todos.
Noto que no te gustaron mucho los pases de películas en la ciudad, no me extraña, hay mucho descerebrado con posiblilidades de hacer cosas y hace tonterías.
Gracias por contarlo, lo has hecho muy bien, como veo que es normal en tus escritos.
Un saludo desde mi sitio que espero sea también el tuyo.
N.M.C.N.

Anónimo dijo...

Jajajaja, me ha encantado tu comentario sobre el Festival de Cine XD, me he reido a gusto.
Comparto tus gustos por el cine y me apunto la frase "frikada gafapasta" XD, genial.