viernes, marzo 28, 2008

Algo curioso

Hace algún tiempo que no escribo nada, pero estos días estuve algo liado. Y las próximas semanas también lo voy a estar, o sea que es posible que mis próximos textos no hagan referencias a las noticias más recientes o no sean tan habituales como deberían. Precisamente, éste se refiere a una noticia que no es de las más recientes que he leído.
Concretamente, la última noticia que me llamó la atención de verdad fue una que leí la semana pasada. Unos padres pueden perder la custodia de sus hijos porque no los escolarizan, sino que les enseñan en su casa. Estos padres, que pertenecen a la Asociación para la Libre Educación, dicen que consideran que sus hijos están mejor aprendiendo en casa que en los centros educativos, que tienen un profesor de apoyo y que sus estudios están homologados por una escuela estadounidense. Claro, que eso es lo que ellos dicen.
Después de leer la noticia, busqué información sobre dicha asociación, y me encontré con algo curioso: Sus miembros no quieren que sus hijos estudien según la enseñanza reglada en nuestro país, pero exigen que la Administración educativa conceda a sus hijos los títulos correspondientes. Digo que es curioso porque significa que no aceptan el sistema, pero quieren que el sistema los acepte a ellos. No creen en el Ministerio de Educación, pero quieren que el Ministerio crea en ellos. Siguiendo su ejemplo, estoy pensando en reivindicar que se me reconozca como Licenciado en Geografía o en Historia del Arte; que seguro que leí más libros de esos temas que muchos licenciados.
Hablando en serio, esta peña me recuerda a todos esos que dicen que no votan y que los Gobiernos no sirven para nada, pero que luego hacen uso de los servicios públicos que esos inútiles Gobiernos financian. Sí, porque con todo su morro, van a hospitales públicos, piden que cuando les roban el coche lo encuentre la policía, y encima, quieren cobrar una pensión cuando lleguen a viejos. Eso sí, seguirán diciendo que el Estado no sirve para nada. Incluso conozco a uno de estos "anarquistas" que varios meses al año trabaja para una Consejería de una Comunidad Autónoma.
Lo dicho: Algo curioso.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pablo:
No sé cómo me atrevo a seguir escribiéndote de vez en cuando con los retrasos que tengo, pero saco huecos de donde puedo.
El artículo es bueno, una sólida (cómo no) y necesaria defensa del Estado. Porque a veces mucha gente se olvida de cómo vivían nuestros bisabuelos, sin pensiones de jubilación, viudedad, indemnizaciones en caso de accidentes, educación y sanidad gratuita...en fin, toda una red económica pagada con nuestros impuestos, que supone un buen colchón de los que menos tienen, y que ha permitido que en el mundo occidental el hambre y las mortalidades catastróficas que conocieron nuestros mayores hayan desaparecido. Mucha gente cre que el hecho de que nosotros lo tengamos y en otras partes del mundo no es una injusticia, cuando el mensaje es otro: hace 100 años aquí tampoco lo había, pero gracias a la paz, a la democracia y al progreso nuestra infancia está a años luz de la de nuestros abuelos. Ahora hay que seguir trabajando en el resto del mundo.

Ahora bien, dicho esto, no mantengo una postura tan beligerante contra los que discrepan de cierto sistema educativo, que hay que reconocer que no se está cubriendo de gloria. Al margen de leyes y gobiernos, nuestras escuelas son lugares donde no son bien vistos los chicos cultos y estudiosos, donde hay envidias, piquillas, motes, dependiendo de los sitios cierto grado de violencia, física o psicológica, y donde reconozcamos que ahora mismo no se está dando a nuestros niños y jóvenes toda la sabiduría que necesitarán, pero sí se pueden adquirir una serie de complejos que tardan mucho en curarse.
Es necesario que exista una educación gratuita y obligatoria, y deben ser perseguidos quienes no quieran introducir a sus hijos en ella por cuestiones ideológicas o económicas, porque todavía hay padres que quieren a sus hijos analfabetos para que se casen rápido o se conviertan en delincuentes. Pero si unos padres decentes, que no estén metidos en nada turbio, tipo secta o delincuencia, creen que pueden impartirles a sus hijos unos conocimientos determinados sin exponerles a determinadas conductas negativas, creo que el debate no debe tener un tono agresivo. Debe existir una educación de mínimos, lo mejor posible, para todos, pero si algunas familias pueden proporcionar a sus hijos una educación mejor que la standard tampoco es malísimo. Y si tras el año académico son capaces de superar los mismos exámenes que sus congéneres (lo cual, tal y como está el nivel de exigencia, no es dificilísimo), no creo que estemos ante una gran tragedia. Hay debates urgentes y dramáticos, donde hace falta tomar decisiones graves, y otros más sencillos. Como dice mi padre "la abundancia no daña, daña la miseria". Es decir, tenemos que velar porque nadie sea analfabeto, porque ningún niño sea apartado de la escuela para pedir, o robar, o casarse a los 10 años. Pero donde sobran recursos y cultura, se puede debatir el formato o el concepto, pero sin dramatismo. Deben existir los hospitales, pero cada enfermedad que puede ser curada y cuidada en casa por la familia es bueno para las arcas del estado a quien tanto queremos.
Ah, y si te matriculas en las carreras que dices y apruebas los exámenes, aunque no pases por clase, sí te conceden dichos títulos.
En suma, un debate interesante, pero no dramático.
Un abrazo.
Pedro

Pablo Folgueira Lombardero dijo...

Muy buenas, Pedro.
No sé si se puede decir que soy beligerante por defender la enseñanza reglada y por destacar el absurdo que supone negar valor al sistema a la vez que se exige que el sistema reconozca a quienes lo niegan. Si eso es ser beligerante, entonces lo soy ¡¡Y mucho, jeje!!).
Hablando más en serio, como ya te comenté por teléfono, no me parece mal que los padres quieran dar una mejor educación a sus hijos, pero siempre que lo que les enseñen sea complementario del currículo oficial, y no le negara el valor a éste. Incluso vería bien que esta gente se matriculara en modalidades de educación a distancia (que existe hasta para la enseñanza media), siempre que se acogieran a dicho currículo.
El problema es que esta peña no suele aceptar estas soluciones, sino que se ampara en interpretaciones un tanto libres de la Constitución para defender su derecho a enseñar a sus hijos al margen del sistema. Eso es lo que me molesta.
Y sobre la coña de las carreras, yo decía que me deberían reconocer las licenciaturas ahora mismo y por mi cara bonita, sin matrículas ni leches. Porque ésa es otra: Lo que yo intento decir es que esa peña no se matricula en nada (repito, me parecería bien se matricularan en modalidades a distancia), y en eso sitúo yo el absurdo: si no están matriculados en una enseñanza reglada, ¿es justo que les concedamos los títulos derivados de ella? Pues eso.
Un abrazo.

Diana dijo...

Hola
He leído tu post, he leído el comentario de Pedro y tu cantestación y ya poco queda por decir
Tienes razón cuendo dices que son que no entiendes que los mismos que dicen que los gobiernos ( En este caso el PSOE ) no valen para nada, que no hacen nada
Dicen que no votan porque son todos una estafadores, que no sirven, que el voto es una tontería
Sí, todo esto se cansa una de escuchar, para comprobar que luego se aprovechan de los beneficios que dichos gobiernos les ofrecen
Esto me recuerda un poco a los que algunos vascos hacen:
No quieren pertenecer al Estado Españaol, pero sí de sus prestaciones. Llámale Seguridad Social, llámale concesiones Europeas.
El Estado con sus fallos y aciertos, es algo imoprescindible para el funcionamiento de la sociedad.
Un biquiño Pablo.
Desde Coruña. Diana,

Pablo Folgueira Lombardero dijo...

Yo creo que, tanto si nos gusta como si no, el Estado y los impuestos no están para molestar, sino para asegurarnos una serie de servicios. Si le negamos el valor, le estamos negando el valor a algo que estamos financiando nosotros.
Como dije, si los padres pueden dar una enseñanza complementaria a sus hijos, vale. Pero si lo que quieren es considerar que lo que ellos pueden enseñar a sus hijos es suficiente, creo que deberían asumir las consecuencias: Que no pueden obtener los títulos correspondientes y que se les acusará de no escolarizar a sus hijos. Lo que no sería justo es que les dieran a esos niños el mismo título que a los que aguantaron en clase a compañeros cabrones, profesores que a veces rayan la incompetencia, y cuyos padres se gastaron mucha pasta en libros, ropa para la clase de Educación Física y, a veces, matrículas.
¿O no estáis de acuerdo?