Esta semana estaba dispuesto a colgar una foto que escaneé esta semana en la que salgo yo con algunos años menos tocando la guitarra con cara de gran concentración, para hacerme un texto de autobombo, pero entonces recordé que ya estamos en campaña electoral. Y hay temas que son más importantes que otros. Y mira que hay temas. Que si Kosovo se independiza, que si Fidel Castro se retira, que si los Oscars... Pero esta semana toca elecciones.
No voy a decir cosas que todos sabemos, como que Rajoy es un demagogo y un maleducado. Lo de demagogo viene por esas frases que dice sobre que él apoya a los artistas que se levantan a las seis de la mañana para mantener a su familia (ahora nos quiere hacer creer que va a gobernar para los obreros). Lo de maleducado, por lo del otro día de tutear a Zapatero. A ver, Mariano. En estos casos al rival se le trata de usted, por respeto. Aunque se le desprecie. Que ésa es otra... A Rajoy se le nota mucho que no sólo el presidente le cae mal, sino que directamente le tiene odio. Y yo siempre dije que el odio debería ser algo caro, para que pocas personas pudieran pagarlo.
Pero el PP no se limita a la demagogia y el insulto. Como ya comenté en otra ocasión, además también hacen propuestas xenófobas y homófobas. Así nos va.
Y el otro día, en el debate entre Solbes y Pizarro vimos un espectáculo interesante. Vimos a un político de verdad y a un aprendiz que llega con ganas pero sin saber nada. Vimos a alguien que daba datos y a otro que sólo repetía las consignas del partido. Hubo momentos en que Pizarro me dio pena, no os creáis. Pero también hubo momentos en que me dio vergüenza ajena. Concretamente, a la pregunta de Solbes de cómo van a financiar la reforma fiscal dio una respuesta sonrojante (no me atrevo a reproducirla), que demostró que no sólo no tiene educación (exabruptos así no deberían soltarse en esos momentos), sino que tiene pocas ideas en lo que se refiere a economía. Os dejo el enlace de un editorial de El País para que leáis algunas cosas sobre ese debate.
Pero la izquierda debe dar las gracias a estas chapuzas del PP. Son las que nos aseguran que esta derecha ultramontana e incivilizada va a seguir otros cuatro años en la oposición.
Un abrazo.
No voy a decir cosas que todos sabemos, como que Rajoy es un demagogo y un maleducado. Lo de demagogo viene por esas frases que dice sobre que él apoya a los artistas que se levantan a las seis de la mañana para mantener a su familia (ahora nos quiere hacer creer que va a gobernar para los obreros). Lo de maleducado, por lo del otro día de tutear a Zapatero. A ver, Mariano. En estos casos al rival se le trata de usted, por respeto. Aunque se le desprecie. Que ésa es otra... A Rajoy se le nota mucho que no sólo el presidente le cae mal, sino que directamente le tiene odio. Y yo siempre dije que el odio debería ser algo caro, para que pocas personas pudieran pagarlo.
Pero el PP no se limita a la demagogia y el insulto. Como ya comenté en otra ocasión, además también hacen propuestas xenófobas y homófobas. Así nos va.
Y el otro día, en el debate entre Solbes y Pizarro vimos un espectáculo interesante. Vimos a un político de verdad y a un aprendiz que llega con ganas pero sin saber nada. Vimos a alguien que daba datos y a otro que sólo repetía las consignas del partido. Hubo momentos en que Pizarro me dio pena, no os creáis. Pero también hubo momentos en que me dio vergüenza ajena. Concretamente, a la pregunta de Solbes de cómo van a financiar la reforma fiscal dio una respuesta sonrojante (no me atrevo a reproducirla), que demostró que no sólo no tiene educación (exabruptos así no deberían soltarse en esos momentos), sino que tiene pocas ideas en lo que se refiere a economía. Os dejo el enlace de un editorial de El País para que leáis algunas cosas sobre ese debate.
Pero la izquierda debe dar las gracias a estas chapuzas del PP. Son las que nos aseguran que esta derecha ultramontana e incivilizada va a seguir otros cuatro años en la oposición.
Un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario