sábado, agosto 11, 2007

La canción del verano

Todos los veranos tenemos una serie de temas clásicos: El posado de Ana Obregón en la playa, los atascos de tráfico, lo caras que son las paellas en los chiringuitos... Y la canción del verano. Es decir, aquella musiquita (o algo parecido) que va a sonar de manera insistente en las noches veraniegas y que escucharemos una y mil veces hasta llegar a aprendérnosla, y que además va ser recurrente en las cadenas de radio y/o televisión musicales a lo largo del verano (y de los meses previos, dicho sea de paso). Pero debo decir que a la hora de hablar de la canción del verano siempre me asalta la misma duda: ¿por qué hay canción del verano pero no canción del invierno? Bueno, tengo la esperanza de que esa cuestión reciba cumplida respuesta cuando la investigación avance.
En esto de la canción del verano hay una serie de especialistas que cada año nos amenizan (dicho sea con toda la ironía del mundo) los calurosos días con sus más novedosas creaciones, como por ejemplo Giorgi Dann (o como carajo se escriba), al que todos recordamos por temas tan imprescindibles como "La Barbacoa" y similares. Otra conocida canción del verano fue la celebérrima "Aserejé", que además sirvió para que mi antiguo tutor del doctorado hiciera un chiste en clase del que sólo se rió él.
Pero también hay canciones del verano inesperadas, como fue hace bastantes años (en mi tierna e inocente infancia) una canción que todos cantamos alguna vez titulada "Aquí no hay playa" de un grupo de Ska llamado The Refrescos a los que se les conocieron pocas canciones más (yo sólo escuché una más aparte de la de "Aquí no hay playa").
Este año no hay duda. La canción del verano se la debemos a una italiana que se hace llamar Tata Golosa y que nos deleita con un tema titulado "Micromanía", pero que todos conocemos como "Los micrófonos". En este caso estamos ante un hito en la canción del verano, asistimos, por así decir, a una suerte de momento histórico. Sí, porque antes las canciones del verano podían ser simples o incluso un poco tontas, pero es que "Micromanía" es directamente una canción para tontos. No hace falta saberse la letra para cantarla. Basta con repetir cada tres sílabas "los microfónos" y ya está. Toda una novedad.
Encima su videoclip es muy llamativo. Salen unas tías bailando con cara de colgadas que me dan cierta pena. Hay cosas más degradantes que salir en ese video bailando como zombis, pero no son legales.
Si es que la música ya no es lo que era.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen artículo, compadre, pero a mí es que las churris con gafas de sol de aviador me dan morbillo. Y lo que más me encanta es que nunca se sabe de dónde va a llegar la canción del verano. Siempre la hacen gente absolutamente desconocida y el estilo es siempre totalmente nuevo; que si los rumanos de dragostea; el opa, yo via a hace un corrá; el propio aserejé. Toda la industria discográfica conocida devanándose los sesos en busca de una pachangada q pegue, y de repente un chalado se hace famoso en el youtube, o vendiendo politonos para móviles, y antes de que sepas lo que está ocurriendo se ha convertido en la canción del verano.
Aún me acuerdo de cuando lo fue la flaca, de Jarabe de palo. Cómo han decaído, tanto la canción del verano, como jarabe de palo.
Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes ya desmoronados, por la carrera de la edad cansados, de quien caduca ya su valentía... y no hallé cosa en qué poner los ojos, que no fuera recuerdo de la muerte.
Feliz verano.