lunes, mayo 14, 2007

Había una vez un circo


Pues sí, amigos míos. Por si no os habíais enterado, acaba de empezar el mayor espectáculo del mundo. Y no me refiero al circo de toda la vida, ni a los conciertos de los Rolling Stones, ni a nada de eso. Hablo del mayor circo que existe: el de la campaña electoral.
A lo largo de los próximos días, los políticos estarán de gira y nos deleitarán con sus discursos y sus mítines. Y este año vuelve un clásico: el cacique. Pero como los tiempos cambian, ya no es el cacique del pueblo, sino que ahora es un cacique un poco más glamouroso. Esta vez es el cacique de la Fórmula 1 el que dice a quién hay que votar si se quiere que Valencia tenga su propio circuito. Una forma como otra cualquiera de chantajear al electorado.
Otros temas clásicos que van a tener mucha presencia en estas elecciones autonómicas y municipales van a ser temas como el terrorismo, las rendiciones del Gobierno, las conspiraciones, la ruptura de España y demás temas apocalípticos. Por cierto, un ejercicio interesante es ver el tiempo que Rajoy y sus secuaces dedican a estos temas y compararlo con el (poco) tiempo que dedican a hablar de temas de escasa importancia y que a nadie interesan, tales como el paro, la vivienda, la inmigración, la sanidad, o la educación. Tampoco perderán el tiempo en hablar de corrupción urbanística porque no le interesa a nadie.
Total, que gracias a la política, no nos vamos a aburrir.
Por cierto y cambiando de tema. Este fin de semana fue el Festival de Eurovisión y España volvió a hacer el ridículo más patético. Podemos considerarlo otro tema clásico.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nooooo....los Backstreet de Albacete han defendido muy bien su tema. Ha habido mala suerte.
otra vez será.-)

Pablo Folgueira Lombardero dijo...

Vale, ya sé que este texto me salió algo flojo, pero tampoco es cuestión de que sólo os fijéis en lo de Eurovisión.

Anónimo dijo...

Hola Pablo:
No está mal el artículo, voy a comentar tres cosillas:
1.- Estoy de acuerdo contigo en lo del circo, sobre todo en los anuncios electorales, son deliciosos: ZP haciendo el mismo anuncio que hace 3 años, y prometiendo lo mismo; el PP con su estética de cine de barrio, con todo el mundo feísimo, hay que ver qué poco fotogénicos son los gerifaltes del PP (el PSOE lo solucionó sacando sólo a ZP, con primer plano de su cara), y dándose besos en la boca. Y por último, mi favorito, el de IU: esa estética feísta, ese homenaje a Federico, ese gañán guarro que sale a trabajar (si es que trabaja) 2 horas más tarde que su mujer... en fin, que uno escucha y lee los debates políticos y está acostumbrado a una cierta complejidad de argumentos, y cuando llega la campaña, y se supone que los políticos deberían exponer de una manera clara su visión de la realidad, van éstos y presentan a unos niños jugando con el arco iris, y ya, eso representa su programa electoral.
2.- En cuanto a las cosas que importan y no no estoy de acuerdo en lo que dices; me explico: los candidatos autonómicos y municipales no hablan de terrorismo ni de unidad de España, sino de infraestructuras e inversiones; por lo menos los discursos de Areces y Ovidio van siempre por esa línea: autopistas, hospitales, empleo... Pilar Fdez Pardo promete para Gijón soterramiento de vías, 5000 plazas de aparcamiento y traer la Copa Davis. La gestión municipal del PSOE gijonés promete continuar con las obras de embellecimiento de Paz Fdez Felgueroso: Acuario y Jardín Botánico (poco más se hizo en Gijón en esta legislatura). O sea, que los candidatos municipales y autonómicos sí hablan de lo que interesa. Otra cosa es que la política nacional siga su curso, con la apertura de la temporada de cayucos, la continuación del culebrón Conthe-Arenillas-Segura, y, sobre todo, la nueva ruptura de la ley de partidos, por la cual el brazo político de ETA volverá a tener concejales en los ayuntamientos vascos. Y el PP en Madrid no puede dejar de debatir con el gobierno por este sujeto; algo que no tiene nada que ver con el duelo Areces-Ovidio-abstención (ésta última la principal amenaza para el PSOE), que va por otros caminos, y que no influirá casi nada en estas elecciones, en las que no se valorará lo que se hace en Madrid sino lo que se ha hecho en ayuntamientos y autonomías.
3.- Llegamos por fin al tema más candente: Eurovisión. Es broma. No ví la actuación de España, ni el resto del show, ni me interesa. Para mí, los grandes países europeos debemos pasar de Eurovisión e ir únicamente para hacer bulto, porque, a fin de cuentas, ¿nos jugamos algo? No. Pero los nuevos países del Este, o Turquía, países jóvenes y/o que quieren entrar en Europa, sí se juegan mucho: sería la primera vez que ganaran algo como país independiente, se daría el caso de que países que hace un par de décadas se masacraban votándose entre ellos, y el que ganara organizaría un gran evento a nivel europeo. Eso, para un país cuya independencia data de hace menos de 20 años, y que está empezando a crear vínculos con Europa y con los nuevos países de su entorno, es importante. Simbólico, pero importante. Como cuando Alemania ganó el Mundial de fútbol al año siguiente de la reunificación. Así pues yo mandaría a la mierda a todos esos comentaristas paletos y me sentaría tranquilamente a ver los toros desde la barrera, mandar a un artista que cumpla con su obligación y ver cómo los países que se limpiaron étnicamente se dan los 12 puntos (griegos y chipriotas dándole los 12 puntos a Turquía, bosnios votando a serbios...).
Ya termino; como verás, Eurovisión no me ha parecido lo más importante de tu texto, aunque tenía ganas de expresar mi opinión sobre dicho concurso.
Un abrazo. Pedro.