miércoles, enero 08, 2020

Investidurísima


Hace tiempo que no escribo sobre política, porque cada vez me apetece menos enfrascarme en discusiones. Pero hoy tenía que hacerlo. Después de meses de incertidumbre, de negociaciones e incluso de tácticas mafiosas, el día 7 de este mes por fin se pudo investir Presidente del Gobierno a Pedro Sánchez, que hoy prometió su cargo. Que, aunque no lo voté en las últimas elecciones, me parece el mal menor en esta situación actual.
Sí es verdad que la cosa podría haber sido la misma, pero con más apoyos, si los dos partidos mayoritarios de la coalición se hubieran puesto de acuerdo en abril. Pero da igual, se hizo ahora y ya está. Por primera vez desde que España vuelve a ser un país democrático, tenemos un Gobierno de coalición, en el que, además, hay personas que se sitúan a la izquierda del PSOE, lo que nos puede hacer esperar que las medidas sociales tengan un peso importante en la política de este nuevo Gobierno.
Sin embargo, de toda la sesión de investidura lo que más me preocupa es el papel de fanáticos vociferantes de los partidos de derechas, que lejos de aceptar el resultado de las urnas, la única opción viable de formar Gobierno y, en última instancia, el encargo del rey de formarlo (sí, de ese rey al que tanto nombran), se comportaron como verdaderos salvajes carentes del más mínimo sentido democrático. Parece como si quisieran dinamitar todo lo conseguido.
Desde luego, está claro que no van a permitir que esta sea una legislatura fácil, pero ya estamos acostumbrados. Sin ir más lejos, Mariano Rajoy, cuando estaba en la oposición, nos acostumbró al insulto y la mentira como manera de hacer política, así que no vamos a ver nada que no hayamos visto antes.
Además, viendo lo que propone este nuevo Gobierno, hace falta ser muy manipulador o muy ignorante (o las dos cosas), para acusarlos de radicales o estalinistas. Lo que proponen se enmarca dentro de la tradición socialdemócrata, sin ningún atisbo de radicalidad. Y si, realmente, la cosa es tan nefasta como nos vaticinan los de la oposición, ya saben lo que tienen que hacer: dejarse de amenazas y lanzar una moción de censura para gobernar ellos legalmente. O esperar a que se vuelvan a convocar elecciones, a ver si pueden ganar de una vez, que ahora mismo da la sensación de que quieren ganar en las calles lo que no pudieron ganar en las urnas.  
Pero bueno, no sé cómo va a ser esta legislatura ni si va a durar mucho o poco. Solo sé que la cosa ya vale la pena solo por ver a la derecha más ultramontana soltar espumarajos por la boca…

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