jueves, diciembre 01, 2016

Y entonces murió Fidel


El fallecimiento de Fidel Castro, dictador de Cuba, ha sido, sin duda, una de las noticias más relevantes de los últimos días. Sin embargo, también es una de las más difíciles de comentar, sobre todo desde Europa, no sólo por la lejanía del país y la cantidad de informaciones contradictorias y a menudo sesgadas con las que nos bombardean, sino por la misma complejidad del personaje y de los acontecimientos en los que estuvo involucrado. 
Fidel Castro fue el líder de la revolución que derrocó la dictadura de Fulgencio Batista en 1959, y precisamente ese hecho hizo que desde el principio, su régimen se viera con cierta esperanza. No obstante, las nacionalizaciones de intereses estadounidenses en Cuba llevadas a cabo por el nuevo Gobierno, llevaron a que en 1960 los Estados Unidos aplicasen un embargo sobre la isla, un embargo que ha pesado mucho sobre la evolución cubana posterior. Sería después de este hecho, en 1961, cuando se llevase a cabo la adscripción al marxismo de Fidel y su Gobierno. 
A partir de ese momento se llevó a cabo una dictadura, de eso no hay ninguna duda, que supuso y supone todavía hoy una vulneración de las libertades de expresión y asociación, así como la persecución y encarcelamiento de disidentes. Sin embargo, y eso también es necesario decirlo, en Cuba ha habido también una serie de logros en materia educativa y sanitaria que no se conocen en otros países del Tercer Mundo.
Porque, como otros analistas nos recuerdan, Cuba no puede ser considerado un país del Primer Mundo, y por eso no debemos comparar ese país con los Estados Unidos o con Europa Occidental. Tenemos que llevar a cabo la comparación con otros países de su entorno y de su nivel de desarrollo, y entonces vemos que, si bien es un país dictatorial, eso no impide que tenga tasas de alfabetización o de acceso a servicios sanitarios muy elevadas. 
Evidentemente, nada de eso sirve de gran cosa si los habitantes del país no disfrutan de libertades y pueden ser perseguidos por tener ideas contrarias a las del Gobierno, pero no debemos olvidar que otros países, como Arabia Saudita, también carecen de libertades y, sin embargo, eso no impide que los países del Primer Mundo tengan relaciones diplomáticas y económicas con ellos.
La situación en Cuba no es buena, eso lo sabemos. No obstante, puede que ahora, con la falta del líder carismático y gracias a la apertura que se ha iniciado (y que esperemos que no trunque Trump), el país inicie su tan necesaria transición hacia la democracia. 
Al menos, eso es lo que yo espero.

Créditos
La foto de Fidel es una imagen de dominio público tomada de aquí.  
La bandera es una imagen de dominio público tomada de aquí.

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