jueves, septiembre 17, 2015

Suave fue la noche

El otro día, como ya habéis podido leer en MetalCry, estuve en un concierto de Los Suaves, un grupo que ha sido parte de mi vida desde que era adolescente. Era la décima vez que los veía, y seguramente será la última, porque esta es su gira de despedida. Y, ahora que sé que nos los voy a poder ver más, sé que me va a faltar algo.
Porque desde que los escuché por primera vez, cuando tenía dieciséis o diecisiete años, con aquel disco titulado San Franciso Express que grabé en una cinta de casete y que me aprendí de memoria, siempre han sonado en casa. Con ese doble directo, el ¿Hay alguien ahí?, que también tenía en cinta, o con el disco que se llamaba Santa Compaña, que mis colegas me regalaron original también en casete. Luego llegó la primera vez que los vi, allá por 1998 en la plaza de toros de Oviedo, dentro de las fiestas de San Mateo, en un polémico concierto que fue comentado durante varios meses en las páginas de correspondencia de la revista Kerrang!, que yo leía entonces. Un año después, en el mismo sitio, volví a verlos, esta vez ya sin Gelo a la batería, aunque sí salió en una canción a hacer coros.
Luego vinieron conciertos buenos y malos, largos y cortos, desde un mini-concierto de cinco canciones en la FNAC cuando sacaron el recopilatorio Un paso atrás en el tiempo, a uno magnífico, creo que en 2003, en la playa de Poniente de Gijón, en plena Semana Grande de la ciudad.
También llegaron muchos cd’s a mi casa. Algunos antiguos, como el Malas Noticias, o todos aquellos que ya tenía en cinta, y otros que llegaron a mis manos a medida que el grupo los iba editando, como el Víspera de Todos los Santos, el propio Un paso atrás en el tiempo, o el Si yo fuera Dios.
Y, por último, el viernes pasado en las fiestas de San Mateo de Oviedo. Y creo que no podría haber sido una mejor despedida del grupo que ha puesto banda sonora a mi vida desde hace ya muchos años, porque todo fue especial desde el momento en el que me acerqué al mostrador de prensa a decir que era el de MetalCry y me dieron un pase de backstage. ¡¡Mi primer pase de backstage y es con Los Suaves!! Eso me permitió deambular por la zona mixta y meterme en el foso a hacer fotos. Encontrarme con Charlie y Fernando, hablar con ellos y fotografiarme con ellos.
Luego vino su actuación, con un repertorio impecable y una interpretación como yo había años que no veía en un concierto suyo. Y con invitados. Muchos invitados que hicieron de esa noche algo que todos los que estábamos allí recordaremos mucho tiempo.
¿Era una lágrima lo que me bajaba por la mejilla el viernes cuando sonó el último acorde de “La noche se muere”? Tal vez, la verdad es que no lo recuerdo bien. Pero si lo era, era lo menos que podía pasar al haber sido testigo de un concierto único.
Siempre Suaves…

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