La semana pasada
recibí un correo electrónico. Era de la familia de mi amigo Daniel
Molina, que falleció el año pasado, para decirme que se acaba de
publicar en un libro una parte de la tesis doctoral que estaba
escribiendo en el momento de morir. Me preguntaban mi dirección para
enviarme una copia. Dos días más tarde lo recibí por correo
certificado, y ese mismo día lo empecé. Esta mañana lo terminé.
La lectura de ese
texto, escrito con un estilo claro y directo, pero también tan
riguroso como todo lo que él escribía, me hizo recordar los
momentos que pasamos juntos, hablando de Historia, Literatura, Música
o Cine en bares de Gijón o de Salamanca. Y hubo momentos en los que
me daba la sensación de que volvía a escuchar su voz contando los
pormenores de su tema de investigación.
Ya podréis leer una
reseña de ese libro en el próximo número de Tiempo y Sociedad. De
momento, sirva este texto como homenaje a un historiador cuyo tiempo
se terminó demasiado pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario