lunes, febrero 17, 2014

La última frontera

Hola a todo el mundo:
Como todos sabéis, hace algunos días varios inmigrantes subsaharianos trataron de entrar por mar en Ceuta, y, debido a una desafortunada actuación por parte de los agentes de la Guardia Civil que estaban allí, su intento se saldó con la trágica muerte de quince de ellos.
Después, tuvimos que asistir al penoso espectáculo que supuso la retahíla de mentiras y desmentidos del director de la Guardia Civil y del Ministro del Interior, sobre si no se habían disparado pelotas de goma, o sobre que si, en realidad no habían llegado a la costa española. Tratando de justificar lo injustificable e intentando convencernos además de que esas personas eran un peligro.
Pero resulta que esta vez, lo que pasó es que los hechos se grabaron, dejando al descubierto las mentiras de unos y otros.
En primer lugar, es muy poco creíble que personas que, para llegar a subirse a la patera, tuvieron que cruzar el continente durante varios meses (o incluso más tiempo), pudieran ser un peligro. Pero mucho menos creíble resulta cuando, al ver las imágenes, nos percatamos de que se trata de gente que apenas sabía nadar y que llegaron exhaustos a la orilla. Evidentemente, porque muchos procedían de países sin costa y, probablemente, era la primera vez que veían el mar.
Y en el vídeo escuchamos disparos y vemos los impactos de las pelotas de goma en el mar. Y el Ministro nos dice que no se apuntaba a las personas, sino al agua. Pero olvida que, esas personas que llegaban agotadas y muertas de miedo, se pondrían nerviosas al ver que les estaban disparando, y se asustarían aún más al pensar en las perspectivas que les esperaban cuando llegaran a tierra. Todo eso pudo influir en que algunos se ahogaran.
Ahora toca preguntarse cuál es la verdad, la que nos cuentan ahora en la enésima versión, o la que nos contaban al principio. O ninguna de las dos. Y toca también preguntarse cuántas veces más habrá pasado algo parecido. Cuántas veces se habrá hecho lo mismo pero, como nadie lo grabó, no nos enteramos.
Otra pregunta que me hago es desde cuándo pasan estas cosas. Seguro que desde hace mucho, y que éste no es el primer Gobierno que tolera, cuando no promueve, estas actuaciones.
Ya sé que los guardias cumplían órdenes. Pero también sé que, ante órdenes injustas, existe lo que se conoce como objeción de conciencia. Y también sé que esas órdenes las tuvo que dar alguien, pero es alguien cuyo nombre no conocemos y que, por eso, tampoco va a asumir ninguna responsabilidad. Que hay unos protocolos que no conocemos y por los que esta vez murieron quince personas.
Por cierto. ¿Algun@ de vosotr@s ha escuchado a los pro-vida criticar estas muertes?

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