miércoles, julio 26, 2017

El Ángel Caído



Hola a todo el mundo:
Todos los que me concoen saben que me gusta mucho la música, y también que, de entre los grupos españoles (y asturianos) uno de mis favoritos es Avalanch. En este mismo blog podéis leer las crónicas de varios conciertos suyos (seis, creo recordar), e incluso alguna reseña breve de un disco suyo. Pero además, como redactor de MetalCry he podido entrevistar a Alberto Rionda en dos ocasiones (una de ellas fue en persona y fue muy interesante) y cubrir tres conciertos de Alquimia, su nuevo proyecto. A todo esto, se suma que el año pasado estuve en una masterclass de Rionda, que acabo de ver al grupo abriendo para los Scorpions en Torrelavega y que, también para MetalCry, hice una crítica de su disco El Ángel Caído como clásico.
Sin embargo, hoy no me apetece hablar de nada de esto, sino de la nueva versión que el grupo ha publicado de El Ángel Caído este mismo año, de la que por cierto, mi compañero Quim Heras realizó una crítica muy currada para MetalCry.
Vaya por delante que me gusta mucho la música de Avalanch y también la capacidad de Rionda para rodearse de grandes músicos, de modo que no es muy raro que diga que el disco me gustó. Pero eso sí, con matices.
La versión original de El Ángel Caído, como dije en MetalCry, me pareció uno de los mejores discos de 2001, uno de los mejores álbumes del Metal español y, por supuesto asturiano, y es uno de mis discos favoritos. Precisamente por eso, me parecía que si Alberto Rionda había reclutado a nuevos músicos para Avalanch (tan grandes que le ha añadido la coletilla de All Star Band a este nuevo proyecto), lo mejor sería grabar temas nuevos, y por eso no me acababa de convencer que regrabasen un disco antiguo. Sin embargo, decidí dar un voto de confianza, colaborar en el crowfunding y esperarme lo mejor de un proyecto en el que había grandes músicos involucrados. Cuando lo recibí, me acerqué a él con ilusión y con mucha expectación.
Me puse a escucharlo y, como os podéis imaginar, me encontré a un Alberto magistral, a un Jorge Salán que es de lo mejor que se puede escuchar en nuestro país, a un Mike Terrana que es una auténtica apisonadora, a un Magnus Rosen que toca de manera brutal, a un José Paz que no se lucía demasiado (y que acaba de ser sustituido por Manuel Ramil), y, desgraciadamente, a un Israel Ramos que pone lo mejor de sí mismo, pero que, desde mi punto de vista, pierde en la comparación con Víctor García.
No me entendáis mal. El disco está muy bien, los músicos son muy buenos y el sonido es mucho más actual y muy correcto. Pero solo eso. Le falta la magia de la versión original. Le falta “verdad” en algunos momentos, como en “Xana” o en “Corazón negro”, que parecen interpretados sin el sentimiento necesario. Sigo emocionándome con canciones como “Levántate y anda” o “Tierra de nadie”, pero también siento que les falta algo.
En el disco se incluyen dos bonus tracks, que son otro clásico del grupo, “Torquemada”, que suena muy bien, pero algo carente de garra, y “Crisálida”, una canción nueva que nos da idea de por dónde pueden ir los tiros en sus próximos lanzamientos. En este caso se trata de una canción que recuerda mucho a las que el grupo grabó con Ramón Lage a la voz, y de hecho, como pude ver no hace tanto en Torrelavega, estas canciones son las que mejor canta Isra, frente a otras como las de El Ángel Caído, que, aunque él lo da todo, no terminan de quedar tan bien como nos gustaría.
No obstante, prefiero esperar a que el grupo grabe un disco compuesto solamente por canciones nuevas para pronunciarme sobre esta nueva versión de Avalanch. 


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