miércoles, marzo 31, 2010

Móviles de sangre

Muy buenas, queridos lectores:
Sé que llevaba algún tiempo sin actualizar, pero es que las ideas no me acababan de venir. Pero ahora que me quedan sólo unas pocas horas antes de cogerme unos merecidos días de descanso, se me ocurrió hablaros de algo que muchos de vosotros no sabíais que existía: Del coltán.
"¿Y qué es eso del coltán?", preguntaréis. Pues es el elemento, mezcla de varios minerales, del que se extrae el tántalo, que a su vez se usa para hacer condensadores que luego se ponen en unos cuantos aparatos.
¿En qué aparatos? Pues aunque os parezca difícil de creer, ese material del que algunos no habías oído hablar antes (yo mismo sé de su existencia desde hace sólo un par de meses) lo tenéis en vuestro bolsillo o en vuestra casa: se usa en videoconsolas, teles de plasma, mp3 y, sobre todo, en móviles.
Lo que pasa con el coltan es que es un elemento muy escaso, cuyas reservas más importantes están en el Congo, y eso significa que el control de la explotación de algo tan escaso y tan utilizable (que en estas cosas equivale a "valioso") puede ser objeto de disputa, lo que a su vez explica que este metal y su control tengan un peso enorme a la hora de comprender conflictos armados como los del Congo.
Vamos a ver. Que no digo que dejemos de usar móviles, ordenadores portátiles o mp3, sólo digo que hay que saber qué tenemos en los bolsillos y qué implicaciones tiene el usarlo.
Y comprender cómo a veces las demandas del Primer Mundo pueden ser determinantes para entender la situación del Tercero.
Nos vemos.
Y cuidado en la carretera estas vacaciones.

Algunos enlaces sobre esto:
Su carácter estratégico explicado en un artículo de El País.
Su uso en los móviles (que es el principal) y su relación con la guerra en el Congo.
El interés por el control de las reservas de coltán.
Su relación con la guerra en el Congo.

jueves, marzo 18, 2010

Odio

El martes por la noche, llegué a casa y mi madre estaba escandalizada. Había cometido la imprudencia de ver Intereconomía y había tenido la "suerte" de ver sus anuncios. Ya sabéis, esos anuncios en los que los que no votan al PP (o a Fuerza Nueva, que últimamente no queda muy claro a quién apoyan más estos de Intereconomía) son unos asesinos potenciales cercanos a Hitler. Lo cual no deja de ser curioso porque Hitler era muy amigo de aquél al que todavía veneran los de Intereconomía.
Hombre, es cierto que Intereconomía es todo un ejemplo de ecología, porque reciclan a periodistas (o más bien a "periolistos") que deberían estar jubilados hace bastantes años. Pero también hay que reconocer que con sus vídeos y sus declaraciones se pasan tres pueblos. O cuatro.
Porque ya hace tiempo que atacan los derechos de la mujer, de los homosexuales, y, en general, de todos los que no son como ellos creen que debe ser un hombre de bien.
No sé. Igual tanto leer y discurrir está haciendo que pierda las ganas de dar caña, y por eso no entiendo sus métodos. Pero creo que no es necesario destilar ese odio y ese desprecio por todo lo diferente.
¿Tan difícil es hacer un debate abierto, con argumentos y esas cosas?¿Realmente es necesario mentir, insultar y ser demagogos?
Y el problema no es que haya gente tan malintencionada como para idear vídeos como éstos, es que siempre hay personas que, desgraciadamente, están poco (in)formadas, y en las que calarán estos mensajes de odio.
Espero vuestra opinión, porque yo ya no sé qué pensar.
Bueno, sí. Pienso que con gente así, la democracia puede llegar a estar en peligro.

lunes, marzo 08, 2010

Volver

¿Por qué has vuelto? ¿Qué ta ha traído hasta aquí? Nada te obliga a estar en este lugar, nada tienes que hacer ni nadie te conoce ya.

Y sin embargo estás aquí.

Paseas por lugares conocidos y a la vez extraños, encontrándote con aquello a lo que una vez estuviste relacionado y que, sin embargo, ya no te dice nada.

¿Dónde está la gente? No hay nadie alrededor. Este sitio, antaño abarrotado, hoy no es más que una ciudad fantasma. Un no-lugar donde nada recuerda el bullicio que hace poco había.

Gritas. Pero no hay nadie que te escuche. El sonido rebota contra las paredes, siendo la tuya la única voz que escuchas y tu eco la única voz que te responde.

Continuas paseando y, sorprendido, te das cuenta por fin de que no vas a encontrar a nadie. Ya todo el mundo ha abandonado este lugar y no va a volver.

¿Por qué iban a hacerlo si ya no hay nada que pueda interesarles?

Reitero mi pregunta:

¿Por qué has vuelto?

Nota del autor: Si os contara cómo se me ocurrió este texto estoy seguro de que os parecería sorprendente.