Hola a
todo el mundo.
Después
de haber estado la noche anterior cubriendo la Metal Thrash Night, el
sábado me acerqué hasta el Teatro Jovellanos para asistir a una
actuación radicalmente distinta: el recital con el que culminaba el
proyecto Con ‘G’ de Música, o lo que es lo mismo, el Día
de Conciertos del Conservatorio Profesional de Música de Gijón. Y
en este caso, en ese recital iban a participar las tres agrupaciones
del Conservatorio que se centran en la música Jazz, es decir, la
Little Band, la Big Band y el Coro Más que Jazz, del que forma parte
mi amiga Vanesa Vez y que, por eso, era el que más me interesaba.
Puntualmente
a las ocho de la tarde, el coro, al que yo había visto hacía unas pocas semanas, salió al escenario, con tazas y periódicos como
material de atrezzo, para interpretar una “Java Jive”
durante la cual fingían leer o tomar el café y el té que se
mencionan en la letra del tema. Con el entrechocar de tazas se
rubricaban ciertos momentos de la canción, lo que, unido a toda la
puesta en escena, le dio una viveza que yo había echado en falta en
la actuación anterior en que los había visto.
Finalizada
la interpretación de este tema, se nos presenta el acto y se nos
avisa de que va a haber un cambio en el programa, por lo que pasan a
cantar “Blues and trouble”, una de las canciones de su repertorio
que más me gustan y en la que una de las solistas es Vanesa (la otra
es Yasmin Sadeghi). Siguió el recital con un tema que no habían
interpretado la vez anterior, “I got rhythm”, en la que la
solista fue Elena Fernández, y después otra novedad, “Hit the
road, Jack”, en la que los solistas fueron María José Álvarez y
el cantante invitado Davi Quixito. Este tema, que todos conocíamos
sobradamente, fue de los que mejor les quedó.
La
directora del coro, Adriana Cristina García, presenta a dos músicos
invitados, el bajista Ángel Longueira y el batería Pier St. Bruera
(de la Little Band, y creo que los mismos que habían colaborado en
la actuación anterior), ella se sienta al piano, e interpretan “La
chica de Ipanema”, que fue seguida por la interpretación de los
temas “El baile” y “Qué guapa yes”, fundidos en uno solo,
con unos arreglos jazzísticos diferentes a los originales que los
convierten en temas muy divertidos. Su actuación finalizó con la
canción que según el programa debería haber sonado la segunda,
“Más que nada”.
Se
subieron luego a las tablas los músicos de la Little Band, dirigida
por Antonio Gómez, y en la que militan dos de los miembros del coro,
en concreto María Álvarez y Borja Moreira, que tocan el saxofón.
Esta banda interpretó un repertorio muy variado, con temas de Swing,
como “Sugar train”, con la balada Gospel “Prayer meetin’”,
con el tema de Duke Ellington “Caravan” o como el Funk de “Magic
hour”. Sin embargo, mis conocimientos de estos estilos no son lo
bastante elevados como para saber apreciar su actuación, que me dejó
bastante frío. Estoy seguro de que lo dieron todo y de que lo
hicieron genial, pero no fui capaz de apreciar su sonido.
Tocó
después el turno de la Big Band, dirigida por Óscar Camacho, y en
la que Borja Moreira también toca el saxofón. El suyo fue un
repertorio también muy variado, con temas más tradicionales, como
“Cuélebre” o “Ecos de la quintana”, pero también con otros
de sonido más urbano. Así, la cantante Ana García cantó con ellos
“Somebody to loves me” y “Fever”, que resultaron dos de los
mejores temas de la noche, que dieron paso a “New York, New York”,
que sonó genial.
Entonces,
hubo otra novedad fuera del programa, ya que la Little Band volvió a
salir, y las dos bandas juntas interpretaron un tema de Chick Corea,
concretamente “Spain”, que sonó muy bien, pero durante el cual
se notó que los percusionistas tuvieron algunas dudas.
Y para
finalizar el recital, el coro volvió a salir al escenario, para que
las tres agrupaciones interpretaran juntas dos temas más, que fueron
“Don’t sit under the apple tree” (en la que los solistas fueron
Sergio Fernández y Vanesa Vez) y “Birdland”. Pero al finalizar,
en lugar de despedirse del público, las tres agrupaciones nos
regalaron una pequeña sorpresa fuera de programa, que fue la
interpretación de “Rehab”, de Amy Winehouse, que, ahora sí, fue
el último tema de la noche y que hizo que el público disfrutara
mucho.
Ramos
de flores para los tres directores, y se dio por terminada una velada
en la que tuvimos la oportunidad de escuchar a tres agrupaciones de
mucho nivel (repito, si no supe apreciar la actuación de la Little
Band estoy seguro de que es porque mis conocimientos de Jazz son muy
escasos, no por ellos), que hicieron que un público mucho más
numeroso de lo que yo esperaba se lo pasara genial.
Y que
viva la música, hombre.