martes, diciembre 31, 2019

Greta y su garbo


Una de las figuras de este año 2019 es la de la joven Greta Thumberg, la activista que intenta que nos demos cuenta del peligro que supone el cambio climático. A pesar de todas las críticas que se le pueden hacer, yo creo que su labor, si bien es parcial, no es en absoluto mala.

Por un lado, su mensaje no es original, porque no dice nada que no lleven veinte años diciendo los expertos, pero lo interesante es que ha conseguido que, ahora, se le haga más caso, porque, a decir verdad, a esos científicos que nos estaban avisando, tampoco se les estaba haciendo demasiado caso.
Pero por otro lado, y ahí es donde yo veo que su discurso es bastante mejorable, nos presenta a nosotros, a los individuos, como los responsables de la situación y como los que debemos asumir responsabilidades para evitarla, olvidando el papel de las grandes multinacionales que tanto contaminan. De esta manera, no plantea un cambio global en el sistema, que sería, creo yo, lo más relevante. Ese aspecto de su discurso sí me parece criticable.
Pero al margen de eso, todo lo demás que dice es verdad, y tendríamos que reflexionar sobre ello. El cambio climático es real y es un problema que debemos afrontar.
Aunque, de todas maneras, suponiendo que ella estuviera equivocada y el cambio climático fuera una gran mentira y el peligro no fuera tan grande, ¿qué mal haríamos en intentar hacer un mundo mejor?


Por cierto, aquí os dejo la traducción que hice del discurso que ella dio en septiembre de 2019 en la Cumbre sobre Cambio Climático en Nueva York en septiembre de 2019:


Mi mensaje es que vamos a estar observándoos.
Esto está mal. Yo no debería estar aquí. Yo debería estar en el colegio, al otro lado del océano.
¿Nos habláis a los jóvenes de esperanza? ¿Cómo os atrevéis? Estáis destruyendo mis sueños y mi infancia con vuestras palabras vacías. Y aún así, yo soy una de las afortunadas. La gente está sufriendo. La gente está muriendo. Ecosistemas completos están siendo destruidos. Estamos en el inicio de una extinción masiva y solamente podéis hablar sobre dinero y cuentos de hadas sobre crecimiento económico eterno. ¿Cómo os atrevéis?
Durante más de treinta años la ciencia está siendo meridianamente clara. ¿Cómo os atrevéis a mirar para otro lado? ¿A venir aquí a decir que estáis haciendo lo suficiente cuando las políticas y las soluciones no se ven por ninguna parte?
Decís que nos escucháis y que entendéis la urgencia, pero no os importa lo triste y enfadada que estoy. No quiero creer eso, porque si de verdad comprendéis la situación y aún así todavía me falláis al actuar, entonces seríais malvados, y eso es algo que me niego a creer.
La popular idea de reducir las emisiones a la mitad en los próximos diez años solamente nos da un cincuenta por ciento de posibilidades de que la temperatura aumente por debajo de 1,5º C y el riesgo de sufrir reacciones en cadena irreversibles fuera del control humano.
Tal vez un cincuenta por ciento sea aceptable para vosotros. Pero esas cifras no incluyen los puntos de inflexión, los ciclos de retroalimentación, el calentamiento adicional debido a la tóxica contaminación del aire o los aspectos de igualdad y justicia climática.
También confían en que mi generación extraiga decenas de billones de toneladas de dióxido de carbono del aire con tecnologías que apenas existen. Así que un riesgo del cincuenta por ciento simplemente no es aceptable para nosotros, que tendremos que vivir con las consecuencias.
Para tener un 67% de oportunidades de permanecer por debajo de 1,5ª C de aumento de la temperatura global, la mejor cifra que nos ofrece el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, el 1 de enero de 2018 el mundo solo podía emitir 420 gigatoneladas de dióxido de carbono. Hoy esa cifra se ha reducido a menos de 350 gigatoneladas. ¿Cómo os atrevéis a pretender que esto se puede solucionar con las políticas de siempre y algunas soluciones técnicas?
Con los niveles de emisiones actuales, el presupuesto de dióxido de carbono que nos queda se habrá agotado en menos de ocho años y medio.
Hoy no veremos soluciones ni planes que respondan a estas cifras, porque estas cifras son demasiado incómodas y vosotros todavía no sois lo suficientemente maduros como para presentar la realidad tal cual es.
Nos estáis fallando, pero los jóvenes estamos empezando a comprender vuestra traición. Los ojos de las generaciones futuras están sobre vosotros, y si decidís fallarnos os digo que nunca os lo perdonaremos.

lunes, diciembre 30, 2019

Distopías televisivas


Siempre agradezco que me recomienden libros, películas o series, y, siempre que puedo, me gusta hacer justicia a esas recomendaciones adentrándome en eso que me recomiendan. Y este año 2019, una de las muchas recomendaciones que tuve fue la de la serie de televisión Years and years, una serie británica realizada por la BBC en coproducción con HBO.
En esta serie, que se inicia en 2019, seguimos la vida de una familia de Manchester durante quince años en un Reino Unido que sufre una crisis no solamente económica, sino también política, en un entorno en el que, además, la tecnología es omnipresente y se cuela hasta en lo más íntimo de la vida. A lo largo de alrededor de quince años vemos cómo cambia la vida en ese Reino Unido que ya está fuera de la Unión Europea y en el que lo que vemos es cada vez más distópico.
Una serie muy interesante, que nos debería hacer reflexionar sobre la deriva que puede seguir la sociedad en los próximos años.
Tenéis que verla.