Que no hay manera,
colegas. Yo intentando no escribir sobre actualidad en verano, pero
la realidad se empeña en obligarme. Así que esta semana vamos a tener que
escribir un par de textos hablando de esa realidad tan puñetera.
Empezamos con la
aprobación del canon AEDE. La última tontería de un Gobierno que,
por otro lado, cada vez nos tiene más acostumbrados a ver como hace
tonterías. Para quien no lo sepa, ese canon consiste en penalizar económicamente a quienes, en internet, enlacemos en nuestros textos
contenidos de determinados medios de comunicación, o también
penalizar que esos contenidos se compartan en las redes sociales.
Para que nos entendamos: sería como si, al escribir un artículo
académico, nos penalizaran por poner notas a pie de página. Una
estupidez, como podéis ver, solo explicable por la ignorancia y por
la voluntad de plegarse a los requerimientos de un lobby que ve como
se le está acabando el chollo.
Pero esta aprobación supone también que quienes han votado a favor no tienen ni idea de
como funciona la red (como se ve en uno de los enlaces de antes), y no son
conscientes de que esa penalización, en realidad, a quienes va a
perjudicar es a esos medios de comunicación que se sienten robados
por nosotros, los malvados internautas.
Les perjudicará
porque si ahora mismo, en este mismo texto, yo enlazo una noticia de
El País, o de El Mundo o de cualquier medio importante, yo no estoy
quitándoles nada, al contrario, estoy permitiendo que vosotr@s leáis
esa noticia al hacer clic en el enlace, cosa que tal vez no harías
si ese enlace no estuviera ahí.
Y con las redes pasa
igual. Si veo una noticia que me interesa y la comparto en Facebook o
en Twitter, vosotros que me seguís en esas redes, podréis ver leer
una noticia que igual no hubierais leído. Que esa es otra: ¿cuánto
hace que no entráis directamente en la web de un periódico,
escribiendo su url en la barra de direcciones? ¿A que cuando leéis
una noticia de un periódico suele ser porque la habéis visto en las
redes sociales? Pues eso.
Estos medios no se
dan cuenta de que con esto están perdiendo tráfico, no ganándolo,
y a la larga les va a perjudicar. Menos gente entrará en sus webs,
menos gente los leerá y, también, menos gente verá la publicidad
que tienen en sus webs, que es, en definitiva, lo que les importa de
verdad. Lo gracioso es que es muy posible que llegue el momento en el
que estos mismos medios de comunicación acaben pagando a los
agregadores de noticias, como Google News (el más importante), para
que vuelva a incluir sus noticias y así no pierdan tráfico.
Entonces nos reiremos y mucho.
Por cierto, que, si
entráis en cualquier noticia de cualquier medio, veréis que siguen
teniendo los botones (los widgets) para compartir esa noticia en las
redes y en agregadores de noticias como Menéame. Qué hipocresía,
¿verdad?
Por cierto, os dejo
un par de enlaces interesantes por cortesía de mi compañero Juan:
2 comentarios:
A mi me parece otra manera de ponerle aún más difícil al pueblo el acceso a la cultura.
Mucha gente se entera de las noticias gracias a las redes (aunque sí, por supuesto, también se publica mucha mierda y hay quien se la cree) y muchos otros son capaces de comprender la verborrea y los tecnicismos de ciertos artículos gracias a los enlaces que se facilitan en estos. Con esto, SABEN que la gente no va a ir periódico por periódico buscando la información, o corroborándola, o ampliándola, porque somos así, somos cómodos, nos gusta que nos lo den todo hecho, y de ello se aprovechan.
El caso es que no sé cómo van a poder llevar esta ley a cabo...
Es que, en última instancia, muchas veces se trata de eso, de dificultar nuestro acceso a la información y a la cultura.
Pero en este caso creo que va todavía más allá, en este caso yo creo que lo que tenemos es un lobby empresarial, en este caso el de los editores de medios de comunicación, que en lugar de adaptarse a las nuevas herramientas que brinda internet, prefieren presionar al Gobierno para que apruebe leyes restrictivas. Desde mi punto de vista, al margen de lo que tú dices, que también es verdad, lo que tenemos aquí es un desconocimiento muy grande de qué es internet y de como funciona.
Pero también es el ejemplo de que en este país tenemos una cultura empresarial anquilosada, que prefiere aferrarse a modelos caducos que buscar nuevas fórmulas.
En alguno de los tropecientos artículos que leí para documentarme para este post (no recuerdo en cuál, jajaja)se comentaba que en Alemania se había querido aprobar algo parecido. Entonces, Google había tomado una decisión muy lógica: en lugar de pagar a los medios que aparecían en Google News, pues simplemente optó por no indexarlos. Tiempo después, esos mismos medios pagaron a Google para que los incluyera otra vez en Google News, porque se dieron cuenta de que estaban perdiendo tráfico.
Y aquí acabará pasando lo mismo, eso seguro.
Un abrazo!!
Publicar un comentario