Hola a todo el
mundo:
Hoy, con gran dolor
de mi corazón, me vuelve a tocar hablar de un tema de actualidad. Y
no es que sea un tema nuevo, eh, sino que es un tema que se ha puesto
(una vez más) de moda: el conflicto palestino-israelí.
Digo que no es un
tema nuevo porque, como sabemos, se trata desde hace ya varias
décadas de una de las zonas más convulsas del planeta. Con dos
pueblos que se disputan las mismas tierras con argumentos que, al
final, retrotraen hasta hace muchos siglos. Y con la comunidad
internacional adoptando una postura que a veces es ineficaz y que,
casi siempre, es interesada. O que por ser interesada resulta ser
ineficaz.
Pero este año la
cosa se ha enconado mucho más de lo que habíamos visto en los
últimos tiempos. La llamada Operación Margen Protector del ejército
israelí está consistiendo en bombardeos masivos sobre la población
de la franja de Gaza, con una cantidad de víctimas civiles enorme.
No voy a adoptar la
postura simplista de decir que los únicos malos son los israelíes,
porque en el bando palestino también se recurre y se ha recurrido al
terrorismo. Sin embargo, creo que en este caso, la estrategia del
ejército israelí va mucho más allá de la mera defensa ante un
ataque terrorista. Se está llevando a cabo una sistemática labor de
exterminio del enemigo, un exterminio masivo en el que no se
diferencia a terroristas de civiles ni a niños de adultos.
Tampoco voy a caer
en la estupidez de decir que todos los judíos son malos, porque está
claro que no todos los israelíes estarán de acuerdo con lo que está
haciendo su Gobierno. Un Gobierno que, por otro lado, necesita que
Hamás siga siendo su interlocutor palestino, porque en el momento en
el que desaparezca Hamás, puede que los territorios palestinos
terminen controlados por islamistas radicales todavía más peligrosos.
Sin embargo, en este
tema creo que la solución es muy compleja. Haría falta una voluntad
por ambas partes de dialogar y de buscar una solución al conflicto.
De reconocer el sufrimiento causado a unos y a otros.
Pero, si todos creen ser los únicos depositarios de la razón, eso parece muy difícil.
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