Muy
buenas a todo el mundo:
El
pasado viernes día 21, por fin tuvimos oportunidad de escuchar algo
de Heavy Metal en las fiestas de San Mateo de Oviedo, nada menos que
con el cierre de la gira Alfa de unos WarCry que están
demostrando que con su trabajo infatigable ya no son una promesa de
nuestra música, sino unas verdaderas estrellas que con “cada
concierto [y] cada canción” crecen un poco más.
La
plaza de la Catedral estaba llena a rebosar, posiblemente con más
gente de la que hubo para ver sólo un rato antes a Maldita Nerea, y
es destacable que, al menos en las primeras filas, se trataba de un
público entregado y entusiasta que coreó todas y cada una de las
canciones de Víctor García y sus huestes.
Cuando
eran las doce menos veinticinco de la noche, empezó a sonar por los
altavoces la intro del concierto, mientras en las pantallas se veía
una cuenta atrás que precedió a los nombres y fotos de los músicos.
Mientras veíamos esto, los músicos se iban subiendo a las tablas, y
cuando la intro terminó, WarCry comenzaron a darlo todo con “Alma
de conquistador”, tema que abre su más reciente plástico y que
fue acompañado de una ráfaga de fuegos artificiales. Continuaron la
descarga con “Nuevo mundo”, tras la que Víctor se dirigió a
nosotros para agradecernos nuestra presencia allí y para presentar
una “Anticristo” que yo llevaba mucho tiempo queriendo escuchar
en concierto, para la que usaron unas llamaradas de fuego real que
nos sorprendieron y que después volverían a aparecer varias veces
en otras canciones. Mientras se iban sucediendo los temas, en las
pantallas se veían no sólo imágenes de los músicos, sino también
otras que remitían a las letras o bien diseños inspirados,
normalmente, en su disco Revolución, incluyendo unos
engranajes que se movían.
Siguieron
con “Contra el viento”, “La carta del adiós” y una “Coraje”
que sonó estupendamente. Continúan con “Cobarde”, el tema que
compusieron como crítica a la violencia contra las mujeres, durante
el cual se veían en las pantallas titulares de periódicos que nos
hablaban de esa lacra. Siguen ante un público entregado con temas
como “Tu recuerdo me bastará”, “Aire”, “Ardo por dentro”,
“Cada vez”…
Pablo
García, el que sin duda es uno de los mejores guitarristas (sino el
mejor) que hay en Asturias, hizo entonces un juego para lucirse un
poco, cuando atacó el riff de “Sweet child o’ mine” de
los Guns n’ Roses, seguido de otros de Megadeth, el de “Smoke on
the water” de Deep Purple, el que el maestro Eddie Van Halen
incluyó en el “Beat it” de Michael Jackson, y el de “Highway
to hell” de AC/DC, con paso del pato incluido, tras lo que Pablo se
puso detrás de su micro para cantar el estribillo del tema.
Siguen
con “Ardo por dentro”, “Devorando el corazón”, “Libre como
el viento” y “Amistad”.
Entonces,
la mayor sorpresa de la noche, cuando Víctor y Pablo se quedaron
solos en el escenario, Pablo sentado con una guitarra acústica,
mientras un coro (el coro Anselmo Solar) se subía al escenario para
cantar con ellos una “Nana” que, con arreglos de Rubén Díez,
permitió demostrar la versatilidad de estos músicos y también su
buen gusto y el preciosismo del que pueden hacer gala (para que luego
digan que los heavys no tenemos sensibilidad…).
La
cosa estaba cada vez más cerca del final, pero todavía nos quedaban
unas cuantas canciones por disfrutar, como “Espíritu de amor”.
Con
“La vieja guardia” rindieron homenaje a todos los heavys
de la vieja escuela que nos enseñaron el camino en esto. Entonces,
Víctor dijo que quería hacer un juego que no les suele salir bien
fuera de Asturias, así que Santi desde su teclado empezó a marcar
el tono de “Asturias” de Víctor Manuel, mientras “su” Víctor
comenzaba a cantarla, para poner luego su micro hacia nosotros
intentando hacernos cantar. Pero como mucha gente no se la sabía,
Víctor no le dio mayor importancia y se arrancó con esos versos que
sirven de inicio a su canción más “coreable” en directo, ésos
que dicen que “Nada hay bajo el sol que no tenga solución / nunca
una noche venció a un amanecer”, es decir los de “Tú mismo”,
que escuchar en concierto pone los pelos como escarpias al más duro.
Para
terminar antes de los bises, eligieron una “Capitán Lawrence”,
durante la cual, las pantallas mostraron el nombre del grupo
enterrándose en nieve, para sugerir la tragedia del protagonista del
tema.
Los
bises se iniciaron con “El guardián de Troya”, a la que siguió
“Trono del metal”. Para acabar eligieron, como no podía ser de otra forma,
esa “Hoy gano yo”, que nos recuerda que “Cada concierto,
cada canción / me hacen sentir que hoy gano yo”, y durante la cual
nos vimos bañados en confeti.
Como
valoración general, podemos resumir diciendo que fue un concierto
muy largo, de casi dos horas y media, en el que los músicos se
entregaron como los verdaderos profesionales que son, en el que todo
sonó perfectamente (aunque con alguna nota falsa casi anecdótica),
en el que se vio un sonido mucho más compacto que en la gira
anterior, ya que los teclados de Santi pudieron suplir perfectamente
la falta de la segunda guitarra, y en el que el público respondió
como corresponde.
Ojalá
sigan muchos años haciéndonos disfrutar con su música.
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