Hola a todo el
mundo:
Como siempre cuando
llega el 23 de abril, hoy os voy a dejar aquí un texto sobre libros.
Este año quería volver a dedicarlo a hablar de Don Quijote, porque
me lo estoy volviendo a leer (y ya van cuatro veces, colegas), pero
como, debido a mis actuales actividades, no tengo tanto tiempo como
me gustaría y suelo tener que dar prioridad a otros libros
diferentes, voy a dejarlo para un poco más adelante. Pero no dudéis
que muy pronto volveré a hablar de Don Quijote y de Sancho Panza.
Entonces hoy me
gustaría reflexionar sobre lo mucho que ganamos cuando leemos. No es
solo la manera más habitual de adquirir conocimientos, sino que, si
hablamos de ficción, es la puerta a mundos que ya no existen, o
incluso a otros que nunca han existido.
¿Habéis luchado
alguna vez contra dragones? Pues yo sí, cuando me leí El hobbit.
¿Alguna vez
combatisteis a las puertas de Troya? Yo lo hice cuando me leí la
Ilíada.
¿En alguna ocasión
habéis confundido a unos molinos de viento con gigantes? Yo mismo,
cuando me leí el Quijote.
¿Habéis recorrido
el Mediterráneo luchando contra brujas y cíclopes? Yo sí pude
hacerlo, leyendo la Odisea.
¿Conocisteis de
cerca como sería una dictadura hecha por animales? Yo pude
conocerla, cuando me leí Rebelión en la granja.
Y seguiría así con
muchos más libros, clásicos y actuales.
No intento con esto
presumir de lo mucho que he leído, porque sí, es verdad que he
leído mucho y siempre estoy leyendo algo, pero también es verdad
que me queda mucho (tal vez demasiado) por leer. Simplemente intento
decir que a través de la Literatura podemos vivir muchas más vidas
además de la nuestra. Y muchas veces, esas vidas que tenemos la
oportunidad de vivir son mucho más divertidas e interesantes que las
nuestras.
Así que, dicho todo
esto, me despido con mi más cariñoso… ¡¡Feliz día del libro!!
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