Esta semana hemos
sabido que Trillo y Martínez Pujalte recibieron unas cantidades
bastante considerables de dinero de unas empresas privadas por
realizar trabajos al margen de su labor mientras eran Diputados en el
Congreso. Y tanto ellos como su partido político nos dicen que no
pasa nada, que no es algo que suponga una incompatibilidad con su
labor parlamentaria. Y además, también hemos podido escuchar a
gente del Partido Popular, como Rafael Hernando, decir, entre otras cosas, que la legislación sobre
incompatibilidades debería ser menos rígida (¡!), y que los
Diputados están mal pagados en comparación con otros países de
nuestro entorno.
Y sin embargo, a mí
me gustaría saber por qué un profesor, por poner un ejemplo, está
sometido a una legislación tan rígida en lo que se refiere a
incompatibilidades, mientras que un Diputado, que cobra bastante más
y encima tiene complementos en forma, por ejemplo, de dietas, está sometido a una
tan laxa.
¿Hay por aquí
alguien que pueda explicármelo?
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