Hola a
todo el mundo:
Con el
aciago año 2012 a punto de terminarse, vuelvo a una de mis sanas
costumbres de estas fechas: la de elegir de entre los muchos libros
que cayeron en mis manos a lo largo del año aquel que más me ha
gustado, y como siempre, sin fijarme solo en las novedades, sino en
todos.
Este
año leí libros (y artículos) en español y en inglés, y también
algunas cosas en asturiano y gallego. Leí en papel y en la pantalla
del ordenador. Leí novelas, biografías, libros de Historia al uso,
algunas cosas de Economía, Sociología o música, incluso cosas
sobre redes sociales… vamos, como siempre, todo lo que cayó en mis
manos. Y tuve la suerte de que este año leí sobre todo cosas muy
interesantes. Por eso, este año voy a elegir dos libros y no uno,
uno en la categoría de ficción y otro en la de no ficción.
En la
categoría de ficción mi libro favorito, que me leí durante el
verano es El sueño del celta, de Mario Vargas Llosa. Es una
novela histórica que nos cuenta la apasionante vida del dublinés
Roger Casement, que durante los primeros años del siglo XX fue
diplomático del Gobierno británico en el Congo Belga, denunciando
los abusos cometidos por los colonizadores, para después ir a Perú
donde también denunció las injusticias y arbitrariedades sufridas
por los indígenas. Sin embargo, con el tiempo, fue convirtiéndose
en un nacionalista e independentista irlandés, llegando a conspirar
contra Gran Bretaña, por lo que fue juzgado por traición y
ejecutado.
Es un
libro muy interesante, con una estructura muy currada que escapa de
la narración lineal, para explicarnos por un lado las atrocidades
que conoció durante sus años sirviendo a la Corona británica, y
por otro su evolución ideológica, con un contraste muy claro entre
sus posturas iniciales y las definitivas, que le llevó a ser
condenado por las mismas leyes de esa Corona.
En el
apartado de no ficción, mi elección se centra en Años
interesantes. Una vida en el siglo XX, del maestro de maestros
Eric Hobsbawm. Cuando hace unos meses, a principios de octubre, nos
enteramos de que había muerto uno de los historiadores más
relevantes del siglo XX y principios del XXI, todos los que nos
dedicamos a esto de contar lo que pasó nos sentimos consternados. Y
no porque no nos lo esperáramos, que con lo mayor que era, casi era
de esperar. Sino porque era una figura casi legendaria y sobre todo
lúcida que siempre había estado ahí, amueblando nuestras cabezas
con la sabiduría que desprendían sus libros, lecturas obligatorias
no solo para historiadores de todo el mundo, sino también (y yo lo
descubrí hace poco para mi enorme sorpresa) para periodistas.
Años
interesantes es la versión subjetiva de su genial Historia
del siglo XX, es decir, una narración en primera persona de todo
lo que le sucedió mientras se desarrollaban los acontecimientos más
trascendentales de ese siglo XX que, como bien sabemos los
historiadores, no duró cien años, sino alguno menos. Fue la suya
una vida apasionante, vivida en momentos de efervescencia social y
política, en los que su militancia y su compromiso dejaron claro que
todo es política y que, en realidad, tal vez no podamos encontrar
una definición clara y objetiva de lo que significa esa palabra,
“política”, que siempre va a estar ligada a la Historia.
Pues
lo dicho, echadles un vistazo, que seguro que os van a gustar.
Un
abrazo y, como decía uno de los peores profesores que tuve en mi
vida “cuidado en Nochevieja con las bebidas de alta graduación,
que las demás son fáciles de controlar”.