Hola a
todo el mundo:
Hoy
voy a empezar con una anécdota personal: Cuando yo iba al colegio,
uno de mis amigos estaba un poco a uvas, y todos los compañeros
teníamos que ayudarlo en todo. Una tarde, me llamó a casa para
preguntarme qué había que hacer para el día siguiente. Yo le dije
qué deberes teníamos y la cosa quedó así. Al día siguiente, al
llegar a clase un compañero nos preguntó si habíamos estudiado
para Ciencias Sociales, que ese día la profesora iba a preguntar la
lección. Yo no había estudiado, pero como os podéis imaginar, sí
me había leído el tema por razones obvias: era Historia y me
gustaba. El amigo que me había llamado la tarde anterior tampoco lo
había hecho, y me decía que yo era el responsable de que no hubiera
estudiado y, entre llantos, me culpaba de todos los males que
pudieran sobrevenirle ese día.
Llegamos
a la temida hora de la clase de Ciencias Sociales y la profesora,
sabiendo ya cómo era ese chaval, decidió hacerle una pregunta fácil
y no molestarlo más. Le preguntó entre qué años iba el siglo XIX,
que es algo que no venía en el tema pero que ella interpretaba que
todos debíamos saber ya (a fin de cuentas, estábamos en octavo de
EGB). Pues bien. El colega había decidido ya que, le preguntaran lo
que le preguntaran, iba a decir que, por mi culpa, no había
estudiado. Y eso hizo: dijo “No lo sé, porque no estudié, que
Pablo no me avisó”. Por supuesto, la profesora lo puso a parir por
no saber la respuesta, por no haber estudiado, por ni siquiera haber
leído el tema (porque de haberlo leído habría sabido que esa
pregunta NO venía en él) y por chivato.
Han
pasado ya más de quince años y no volví a saber gran cosa de ese
chaval. Pero todos conocemos a alguien así. Son los estudiantes que
suspenden porque el profesor les tiene manía. Los entrenadores cuyos
equipos pierden porque hay una conspiración arbitral.
O los
gobernantes que no tienen culpa de lo mal que vayan sus países, sino
que la culpa es de los anteriores. Como los que tenemos.
Porque
estos días, el Partido Popular celebró un cónclave para “celebrar”
su año en el Gobierno y para, de paso, decir que, si todo está peor
ahora que hace un año, no es por su culpa, sino por culpa del
Gobierno anterior.
Claro.
Que haya más paro no se relaciona con que su reforma laboral haya
abaratado el despido. Que la prima de riesgo esté muy por encima
ahora que hace un año no es porque su política sea errática y
chapucera. Que la gente esté en su contra no se relaciona con que
hayan recortado en educación, sanidad o dependencia, o con que hayan
impuesto unas tasas judiciales absurdas (cortesía de un Ministro que
puede decir que gobernar es “repartir dolor” sin ni siquiera
ponerse colorado), o con que quieran imponer el repago sanitario… O
con que más que Ministros parezca que lo que tenemos sean varias
bromas de mal gusto (un Ministro de Economía que fue alto cargo de
uno de los bancos en los que empezó la crisis, una Ministra de
Trabajo que jamás trabajó, o un Ministro de Educación que, bueno,
que es Wert y con eso ya se dice todo).
No.
Para nuestro Gobierno, la culpa de todo la tiene Zapatero. Y cuando
se cansa de repetir este mantra, nos dice que la culpa es nuestra,
que vivimos “por encima de nuestras posibilidades”. Que ya hay
que tener poca vergüenza para decir eso.
Sé
que a Rajoy le costará creérselo (a mí también me cuesta, de
verdad), pero resulta que el Presidente del Gobierno es él, y es él
el que tiene que sacarnos de este pozo, no hundirnos más en él.
Se
ampara además Rajoy para cometer todas sus tropelías en que tiene
mayoría absoluta. Olvidando que los que le votaron y le dieron esa
mayoría absoluta lo hicieron porque él prometió justo lo contrario
de lo que hizo (como bien señala Ignacio Escolar en su último
artículo).
Y lo
peor de todo es que, cuando llegue la próxima campaña electoral,
Rajoy tendrá la desvergüenza de decir que si no pudo hacer nada en
esta legislatura fue por la herencia recibida, y que si le votamos,
hará todo lo que nos había prometido el año pasado.
Pero
mirad. De todas las cosas por las que jamás se debería perdonar a
Rajoy todo el mal que está haciendo, la que me parece más grave (y
eso que hay para elegir) es que nos haya robado la ilusión, que haya
conseguido que no tengamos esperanza de que esto pueda mejorar a
corto o medio plazo o que haya conseguido convencer a algunos de que
esto es el justo castigo por nuestros actos.
Hay
que fastidiarse. Que el análisis político más certero sobre este
año lo hiciera antes de las elecciones El Gran Wyoming…
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