Hola a todo el mundo:
La noticia de la semana pasada fue el trágico final de una fiesta de
Halloween en Madrid, cuando después de una avalancha varias chicas
fueron aplastadas. Como todos sabemos, tres murieron en ese momento,
otra más murió en el hospital, y otra sigue en estado muy grave.
Desde ese día se fueron haciendo conjeturas sobre por qué pasó eso
y cuáles fueron los (muchos) errores cometidos. Que si el edificio,
el Madrid Arena, no cumplía con la normativa de seguridad. Que si
había menores. Que si se habían vendido más entradas de las
debidas (ahora se habla de casi el doble del aforo permitido).
Pero lo que más me preocupa es la actitud de las autoridades, que se
van de fin de semana en plena crisis, o que dicen que todo es culpa
de la falta de valores de las familias (¡¡!!), o que quieren prohibir este tipo de eventos en edificios públicos (eso sí, si la gente muere en festejos taurinos, a nadie se le ocurre prohibirlos). O que, en
definitiva, no asumen las responsabilidades derivadas de que el se
diera ese uso a ese edificio y no se pusieran los medios para hacer
que dicho uso fuera seguro.
Que el organizador tiene responsabilidades penales por su mala
gestión del evento está claro. Que alguien tiene que asumir
responsabilidades políticas por no controlar cómo se estaba
haciendo todo también debería estar claro. Que para muchos
políticos de este país, “dimitir” parece ser el nombre de un
mafioso ruso, también.
3 comentarios:
Pienso como tú, también ando muy sorprendida porque no se vislumbra ni asomo de asunción de al menos algo responsabilidad.
Es una sensación de absoluta indefensión, es decir, algo que se supone controlado por quien autoriza y permite, debería ser suficiente para garantizarnos una cierta seguridad y ausencia de abuso encaminado a la obtención del máximo beneficio. Pensaba que la autoridad estaba para evitar precisamente eso. Sin mencionar que supuestamente no se daban los requisitos legales (urbanísticos y demás) para esa autorización.
Total: que vaya desmelene y que poca seriedad. Estamos vendidos.
En este país no se dimite porque no se conoce la vergüenza. Es un acto de valientes y, excepto algún caso aislado, no hay más que pusilánimes que miran para otro lado.
Un saludo
Irène
Hola, Irène, gracias por pasarte por aquí.
La verdad es que en este país hay muy poca responsabilidad y muy poca vergüenza, y así nos va.
Y encima, teniendo en cuenta lo poco que se complen las normas, lo raro es que estas desgracias no pasen más a menudo.
Un saludo.
Quería decir "cumplen", jeje
Publicar un comentario