El viernes, un porcentaje muy elevado del "heavyerío" de Asturias se congregó en Turón para ver a los power-metaleros alemanes Primal Fear. Sí, allí. Que, con todos los respetos y recordando que tengo familia allí, me gustaría saber cómo el grupo decidió que en su gira española iban a recalar en Madrid, Barcelona, Pamplona... y Turón. Pero bueno, como os voy a contar ahora, la cosa estuvo muy bien.
Después de casi una hora de tren para llegar a Mieres y de un rato en autobús para llegar hasta Turón, por fin nuestra expedición (compuesta, como casi siempre, por Nacho, Maite, el Garry y yo) llegó al patio del antiguo colegio de La Salle. Y menos mal que habían puesto una carpa, porque la lluvia amenazó toda la noche, y de hecho en algún momento descargó con fuerza. Eso sí, lo que decían de que en la barra iba a haber precios de risa fue un poco engañoso. Los que se reían eran ellos, no nosotros, pero bueno.
¿Y cómo es que se organizó algo así aquí? Pues porque la Plataforma Juvenil del valle de Turón organizó otro año más, y ya van quince, la Semana de la Juventud. Y esa noche, aunque el plato fuerte eran Ralf Scheepers y sus chicos, tocaron unos cuantos grupos más. A los primeros en tocar, Blast Open, no los vimos, y sólo vimos el final de los segundos, Evernight, que finalizaron tocando una versión del "Future world" de los alemanes Helloween.
Entonces, a eso de las once y media, mientras sonaba la intro, se subieron los alemanes a las tablas, para comenzar su descarga con "Sign of fear", a la que siguió "Chainbreaker". Scheepers se mostró durante todo el concierto muy enrollado y comunicativo, siempre tratando de conectar con nosotros y de hacernos cantar.
Continuaron con "Killbound", "Rollercoaster" y "Seven seals". Entonces sonó una de las grandes canciones de este grupo, la enorme "Nuclear fire". Después, uno de los momentos que más me gustó de la noche, "Six times dead (16.6)". Escuchar al público cantando eso de "sixteen six" como una única voz hizo que los pelos se me pusieran como escarpias. Después de esta canción, el batería Randy Black, hizo un solo en el que nos demostró todo su buen hacer. Después de este alarde de calidad, atacaron "Blood on your hands", y después la larga y dividida en tres partes "Fighting the darkness".
Lo estábamos pasando muy bien, pero la cosa cada vez estaba más cerca del final, como se vio por el hecho de que todo lo que sonó a partir de este momento fueron grandísimos temazos ineludibles en su repertorio, como son "Riding the eagle", "Jaws of death" y "Final embrace". Y entonces, llegó el momento que seguramente todos los que estábamos allí recordaremos: Ralf se dirige a nosotros para presentar ese tema que se encuentra entre mis favoritos no sólo de Primal Fear, sino de la Historia de la Música: "Metal is forever". El público, como no podía ser de otra forma, se dejó la voz cantando este himno. Se me pone la piel de gallina sólo de recordarlo.
Se fueron para los bises, y entonces el público empezó a corear esa consigna tan típica en los conciertos asturianos de "Otres tres, otres tres...". Y volvieron pronto, con unos bises que se iniciaron con un solo de guitarra, al que siguió "Angel in black", para finalizar la actuación con un "Running in the dust" que fue el colofón perfecto para esta noche.
Aunque en realidad la cosa no terminó así, porque todavía tenían que subirse al escenario Hangin' balls y The Punishers, éstos con un repertorio compuesto sólo por versiones. Sin embargo, los Punishers no pudieron ir y las versiones fueron interpretadas por Hangin' balls, que tocaron temas por todos conocidos, como "Die, die, my darling", "Nice boys", "If you want blood (you've got it)" y un final con "Rock and Roll all nite". Pero a pesar de lo bien que lo hicieron, esa noche todos la recordaremos por la actuación de los alemanes.
Esperemos que el año próximo, en Turón vuelva a haber algo así de grande.
Y allí estaremos para verlo.
Después de casi una hora de tren para llegar a Mieres y de un rato en autobús para llegar hasta Turón, por fin nuestra expedición (compuesta, como casi siempre, por Nacho, Maite, el Garry y yo) llegó al patio del antiguo colegio de La Salle. Y menos mal que habían puesto una carpa, porque la lluvia amenazó toda la noche, y de hecho en algún momento descargó con fuerza. Eso sí, lo que decían de que en la barra iba a haber precios de risa fue un poco engañoso. Los que se reían eran ellos, no nosotros, pero bueno.
¿Y cómo es que se organizó algo así aquí? Pues porque la Plataforma Juvenil del valle de Turón organizó otro año más, y ya van quince, la Semana de la Juventud. Y esa noche, aunque el plato fuerte eran Ralf Scheepers y sus chicos, tocaron unos cuantos grupos más. A los primeros en tocar, Blast Open, no los vimos, y sólo vimos el final de los segundos, Evernight, que finalizaron tocando una versión del "Future world" de los alemanes Helloween.
Entonces, a eso de las once y media, mientras sonaba la intro, se subieron los alemanes a las tablas, para comenzar su descarga con "Sign of fear", a la que siguió "Chainbreaker". Scheepers se mostró durante todo el concierto muy enrollado y comunicativo, siempre tratando de conectar con nosotros y de hacernos cantar.
Continuaron con "Killbound", "Rollercoaster" y "Seven seals". Entonces sonó una de las grandes canciones de este grupo, la enorme "Nuclear fire". Después, uno de los momentos que más me gustó de la noche, "Six times dead (16.6)". Escuchar al público cantando eso de "sixteen six" como una única voz hizo que los pelos se me pusieran como escarpias. Después de esta canción, el batería Randy Black, hizo un solo en el que nos demostró todo su buen hacer. Después de este alarde de calidad, atacaron "Blood on your hands", y después la larga y dividida en tres partes "Fighting the darkness".
Lo estábamos pasando muy bien, pero la cosa cada vez estaba más cerca del final, como se vio por el hecho de que todo lo que sonó a partir de este momento fueron grandísimos temazos ineludibles en su repertorio, como son "Riding the eagle", "Jaws of death" y "Final embrace". Y entonces, llegó el momento que seguramente todos los que estábamos allí recordaremos: Ralf se dirige a nosotros para presentar ese tema que se encuentra entre mis favoritos no sólo de Primal Fear, sino de la Historia de la Música: "Metal is forever". El público, como no podía ser de otra forma, se dejó la voz cantando este himno. Se me pone la piel de gallina sólo de recordarlo.
Se fueron para los bises, y entonces el público empezó a corear esa consigna tan típica en los conciertos asturianos de "Otres tres, otres tres...". Y volvieron pronto, con unos bises que se iniciaron con un solo de guitarra, al que siguió "Angel in black", para finalizar la actuación con un "Running in the dust" que fue el colofón perfecto para esta noche.
Aunque en realidad la cosa no terminó así, porque todavía tenían que subirse al escenario Hangin' balls y The Punishers, éstos con un repertorio compuesto sólo por versiones. Sin embargo, los Punishers no pudieron ir y las versiones fueron interpretadas por Hangin' balls, que tocaron temas por todos conocidos, como "Die, die, my darling", "Nice boys", "If you want blood (you've got it)" y un final con "Rock and Roll all nite". Pero a pesar de lo bien que lo hicieron, esa noche todos la recordaremos por la actuación de los alemanes.
Esperemos que el año próximo, en Turón vuelva a haber algo así de grande.
Y allí estaremos para verlo.
2 comentarios:
Sí, es curioso cómo un grupo así acaba tocando en Turón...hay cosas que no tienen explicación...o sí, que nuestro concejal de festejos en Gijón es un auténtico incompetente, porque ya me dirás tú que nos trae que merezca la pena. Me alegro que ese concierto estuviese tan bien, de hecho una pena no haber podido ir, porque la verdad sigo aún con mi megagripazo, y no parece mejorar.
Reitero lo dicho en Lujuria, es increible que recuerdes todos los temas que tocan ^^. Es un placer siempre leer tus crónicas. Un besín Pablo.
Hola, Lara:
Gracias por tus palabras, como siempre.
En este caso era muy fácil saber el repertorio: Está colgado en el foro de Derrame Rock, que es una fuente muy fiable en estos casos.
Por eso yo cuando hago las crónicas intento poner algo más que las canciones y cuento un poco lo que siento al oirlas, cómo lo pasé y esas cosas.
Un beso.
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