Empiezo este texto el día 21 de marzo y, seguramente, no lo acabaré al menos hasta el día 27. Otra cosa será saber cuándo lo colgaré, pero bueno.
Lo que quería hacer hoy es comentaros un par de conciertos que tuve la suerte de ver. Primero, uno de los asturianos Avalanch y después otro de los alemanes In Extremo.
1- Empieza la avalancha
Viernes día 20 de marzo. Oficialmente, esta noche termina la gira de presentación de Caminar sobre el agua, el último disco de Avalanch. En la realidad, en los últimos meses se concretaron algunas fechas más para las próximas semanas. Pero eso nos daba igual. Estuvimos cuando se grabó el disco (en ese concierto del que os hablé hace algunos meses) y había que estar para verlos de nuevo, esta vez en la sala Albéniz. Ya sabíamos que el repertorio sería distinto al que habían hecho por el verano, pero yo no esperaba que lo fuera tanto.
La noche empezó con unos chavales catalanes, Amadeüs, que calentaron el ambiente con muchas ganas de comerse el mundo. Acaban de sacar su primer disco, Caminos del alma, y nos demostraron una capacidad asombrosa para unos chavales que están empezando. Tal vez deberían currarse algo la imagen de su cantante, pero por lo demás, todo fue perfecto. Temas como "Por el río olvidado", "La última canción" o "La cruzada del miserable" (para la que Ramón, el cantante de Avalanch, se subió a cantar con ellos) son ejemplos de su calidad musical. Se marcaron también una versión del "Before I forget" de Slipknot, para la que Gonzalo, su batería, se puso una careta que imita la del batería de los americanos. Terminaron su actuación con "Fausto", tema en el que se incluye un fragmento de una composición de ese genial loco de Salzburgo al que deben su nombre.
Rápidamente, se desarmaron la batería y el teclado, se desenrollaron los telones de Avalanch, y en poco tiempo supimos que la cosa sería inminente. Entonces, todo el grupo excepto Ramón se subió al escenario, y observamos que el teclista ya no era Dark la Eme, sino Chez, el mismo que en el concierto anterior se había subido a hacer un par de temas con ellos. Empezaron a tocar "Hacia la luz", la intro de su viejo disco El ángel caído. Entonces, el tema con el que se van a arrancar está claro. Evidentemente, se trata de "Tierra de nadie", en el que Ramón, que salió de golpe a cantar, demostró que es capaz de hacer bien esta canción que en origen estaba compuesta para Víctor García. El sonido no era perfecto, parecía que el bajo retumbaba demasiado. Pero daba igual. Son Avalanch.
Continuaron con "Madre Tierra". En el concierto fueron dejando caer varias sorpresas, como el hecho de dejar fuera canciones como "Quién soy" u "Hoy te he vuelto a recordar", pero recuperaron varias para regocijo de todos los que estábamos allí, como "Cambaral", la celebradísima (y que tanto añoré la otra vez) "Pelayo" o "Del cielo a la tierra". Y es que, como dice Miguel, hay canciones que no deberían dejar de sonar en directo. El concierto fue muy duro, y después de interpretar seguidas "Torquemada", "Xana", "Pelayo" y "Pies de barro", se despidieron.
Pero faltaban los bises. Los iniciaron con otro tema recuperado, "Vientos del sur" (eso de empezar los bises con una canción lenta no acaba de convencerme, pero bueno), y siguieron con "Lucero", para encarar el final con "Semilla de rencor", "Sombras y ceniza" y, por supuesto, "Lágrimas negras". En la despedida, los chavales de Amadeüs también subieron con ellos.
Después de ver el concierto me reafirmo en algo que ya estaba pensando desde hace algún tiempo, y es que Ramón cada vez es mejor cantante, demostrando que puede interpretar perfectamente canciones de cualquier época de Avalanch, haciéndolas suyas y bordándolas.
Si hubiera que buscar un fallo ("siempre quejándose", dirá alguien, je, je), sería que no tocaron ningún tema del primer disco, pero bueno, por lo demás estuvo bien. Y esta vez, sí me quedé afónico, je, je.
2- Juglares desde Alemania
Y el jueves 26 (anoche mismo) tocaba volver al mismo lugar a ver a los alemanes In Extremo, gurpo de Folk Metal verdaderamente interesante que descubrí gracias al colega Miguel (cuya crónica sigo en algunas partes). Su música, muy dura, se basa sobre todo en el sonido que le dan las gaitas, el arpa y otros instrumentos que, desgraciadamente, no logro identificar, mientras que el bajo, la batería y la guitarra quedan en segundo plano.
Era ya la tercera vez que se acercaban por nuestra ciudad, pero yo no había podido ir todavía a verlos. Tenía muchas ganas de verlos, porque su música es muy buena, aunque al estar en alemán tenemos el problema de que no sabemos qué dicen (pero esto me recuerda a cuando empecé a escuchar a Guns n' Roses y a Iron Maiden, que todavía no sabía suficiente inglés como para entenderlos, je, je).
El concierto empezó con bastante puntualidad, cuando acababan de dar las nueve de la noche. Salieron a darlo todo con "Sieben Koeche", con un Michael R. Rhein (voz) pletórico que hizo desde el primer momento todo lo posible por animarnos, demostrando un carisma (a la par que un buen rollo y una humildad) que para sí quisieran muchos cantantes españoles. Continuaron con "Frei zu sein", "Hiemali Tempore", y el tema que da el nombre a su plástico más reciente, "Sangerkrieg". Pero fue con "Spielmannsfluch" con que empezó la caña de verdad, canción a la que siguió esa extravagancia en nuestra lengua que es "En esta noche". Siguieron con "Ave María", la genial "Vollmond", "Poc Vecmen", "In diesem licht", "Ai vis lo lop", que sonó potentísima, y "Omnia sol temperat", antes de despedirse con dos temas nuevos, "Zauberspruch" y "Flaschenpost".
Poco hubo que esperar para que volvieran a hacer los bises, con una "Küss Mich" que sonó espléndida y para finalizar definitivamente con "Wind".
En resumen, un concierto estupendo, con un sonido inmejorable (¿por qué los grupos españoles siempre suenan mal y en cambio los extranjeros siempre suenan de cine?), pero en el que se dejaron fuera del repertorio canciones como "Liam", y que se hizo corto. Aunque esto último tuvo también su lado bueno: Pudimos coger un bus pronto para volvere al barrio, que al día siguiente había que madrugar, je, je.
Por cierto, en la web de Rafa Basa están una crónica del concierto de Avalanch, y otra del concierto que dieron In Extremo en Barakaldo junto a las fotos de ese concierto y del de Gijón.
Nos vemos.
Lo que quería hacer hoy es comentaros un par de conciertos que tuve la suerte de ver. Primero, uno de los asturianos Avalanch y después otro de los alemanes In Extremo.
1- Empieza la avalancha
Viernes día 20 de marzo. Oficialmente, esta noche termina la gira de presentación de Caminar sobre el agua, el último disco de Avalanch. En la realidad, en los últimos meses se concretaron algunas fechas más para las próximas semanas. Pero eso nos daba igual. Estuvimos cuando se grabó el disco (en ese concierto del que os hablé hace algunos meses) y había que estar para verlos de nuevo, esta vez en la sala Albéniz. Ya sabíamos que el repertorio sería distinto al que habían hecho por el verano, pero yo no esperaba que lo fuera tanto.
La noche empezó con unos chavales catalanes, Amadeüs, que calentaron el ambiente con muchas ganas de comerse el mundo. Acaban de sacar su primer disco, Caminos del alma, y nos demostraron una capacidad asombrosa para unos chavales que están empezando. Tal vez deberían currarse algo la imagen de su cantante, pero por lo demás, todo fue perfecto. Temas como "Por el río olvidado", "La última canción" o "La cruzada del miserable" (para la que Ramón, el cantante de Avalanch, se subió a cantar con ellos) son ejemplos de su calidad musical. Se marcaron también una versión del "Before I forget" de Slipknot, para la que Gonzalo, su batería, se puso una careta que imita la del batería de los americanos. Terminaron su actuación con "Fausto", tema en el que se incluye un fragmento de una composición de ese genial loco de Salzburgo al que deben su nombre.
Rápidamente, se desarmaron la batería y el teclado, se desenrollaron los telones de Avalanch, y en poco tiempo supimos que la cosa sería inminente. Entonces, todo el grupo excepto Ramón se subió al escenario, y observamos que el teclista ya no era Dark la Eme, sino Chez, el mismo que en el concierto anterior se había subido a hacer un par de temas con ellos. Empezaron a tocar "Hacia la luz", la intro de su viejo disco El ángel caído. Entonces, el tema con el que se van a arrancar está claro. Evidentemente, se trata de "Tierra de nadie", en el que Ramón, que salió de golpe a cantar, demostró que es capaz de hacer bien esta canción que en origen estaba compuesta para Víctor García. El sonido no era perfecto, parecía que el bajo retumbaba demasiado. Pero daba igual. Son Avalanch.
Continuaron con "Madre Tierra". En el concierto fueron dejando caer varias sorpresas, como el hecho de dejar fuera canciones como "Quién soy" u "Hoy te he vuelto a recordar", pero recuperaron varias para regocijo de todos los que estábamos allí, como "Cambaral", la celebradísima (y que tanto añoré la otra vez) "Pelayo" o "Del cielo a la tierra". Y es que, como dice Miguel, hay canciones que no deberían dejar de sonar en directo. El concierto fue muy duro, y después de interpretar seguidas "Torquemada", "Xana", "Pelayo" y "Pies de barro", se despidieron.
Pero faltaban los bises. Los iniciaron con otro tema recuperado, "Vientos del sur" (eso de empezar los bises con una canción lenta no acaba de convencerme, pero bueno), y siguieron con "Lucero", para encarar el final con "Semilla de rencor", "Sombras y ceniza" y, por supuesto, "Lágrimas negras". En la despedida, los chavales de Amadeüs también subieron con ellos.
Después de ver el concierto me reafirmo en algo que ya estaba pensando desde hace algún tiempo, y es que Ramón cada vez es mejor cantante, demostrando que puede interpretar perfectamente canciones de cualquier época de Avalanch, haciéndolas suyas y bordándolas.
Si hubiera que buscar un fallo ("siempre quejándose", dirá alguien, je, je), sería que no tocaron ningún tema del primer disco, pero bueno, por lo demás estuvo bien. Y esta vez, sí me quedé afónico, je, je.
2- Juglares desde Alemania
Y el jueves 26 (anoche mismo) tocaba volver al mismo lugar a ver a los alemanes In Extremo, gurpo de Folk Metal verdaderamente interesante que descubrí gracias al colega Miguel (cuya crónica sigo en algunas partes). Su música, muy dura, se basa sobre todo en el sonido que le dan las gaitas, el arpa y otros instrumentos que, desgraciadamente, no logro identificar, mientras que el bajo, la batería y la guitarra quedan en segundo plano.
Era ya la tercera vez que se acercaban por nuestra ciudad, pero yo no había podido ir todavía a verlos. Tenía muchas ganas de verlos, porque su música es muy buena, aunque al estar en alemán tenemos el problema de que no sabemos qué dicen (pero esto me recuerda a cuando empecé a escuchar a Guns n' Roses y a Iron Maiden, que todavía no sabía suficiente inglés como para entenderlos, je, je).
El concierto empezó con bastante puntualidad, cuando acababan de dar las nueve de la noche. Salieron a darlo todo con "Sieben Koeche", con un Michael R. Rhein (voz) pletórico que hizo desde el primer momento todo lo posible por animarnos, demostrando un carisma (a la par que un buen rollo y una humildad) que para sí quisieran muchos cantantes españoles. Continuaron con "Frei zu sein", "Hiemali Tempore", y el tema que da el nombre a su plástico más reciente, "Sangerkrieg". Pero fue con "Spielmannsfluch" con que empezó la caña de verdad, canción a la que siguió esa extravagancia en nuestra lengua que es "En esta noche". Siguieron con "Ave María", la genial "Vollmond", "Poc Vecmen", "In diesem licht", "Ai vis lo lop", que sonó potentísima, y "Omnia sol temperat", antes de despedirse con dos temas nuevos, "Zauberspruch" y "Flaschenpost".
Poco hubo que esperar para que volvieran a hacer los bises, con una "Küss Mich" que sonó espléndida y para finalizar definitivamente con "Wind".
En resumen, un concierto estupendo, con un sonido inmejorable (¿por qué los grupos españoles siempre suenan mal y en cambio los extranjeros siempre suenan de cine?), pero en el que se dejaron fuera del repertorio canciones como "Liam", y que se hizo corto. Aunque esto último tuvo también su lado bueno: Pudimos coger un bus pronto para volvere al barrio, que al día siguiente había que madrugar, je, je.
Por cierto, en la web de Rafa Basa están una crónica del concierto de Avalanch, y otra del concierto que dieron In Extremo en Barakaldo junto a las fotos de ese concierto y del de Gijón.
Nos vemos.
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